Cuando desperté lo primero que note es que la jaula estaba abierta, lo segundo fue que Alexander estaba dando la espalda al otro lado de las rejas, estaba ahí sentado mirando hacia el techo.
Veo que despertaste – dijo con voz calmada
No conteste, lo sentía diferente, tal vez arrepentido o no tan enojado, supuse que era buena señal.
Creo que puede haber ciertos cambios en las reglas –
No sabía si ese anuncio me beneficiaria o me perjudicaría más de lo que estaba, pero por el aura tranquila y serena que trasmitía Alexander esperaba que esos cambios fueran buenas noticias.
¿Qué clase de cambios? – pregunte en un susurro
Me puedes llamar Alex … Amo, lo dejaremos para ocasiones especiales – eso era bueno, o al menos parcialmente bueno, era mejor que llamarlo Amo a cada rato – y respecto a la ropa, la puedes usar, aunque aún la ropa interior seguirá prohibida igual que los pantalones – "al menos me poder cubrir" pensé
Paso un rato antes que Alexander volviera hablar, la habitación en donde estábamos era circular, y por las ventanas solo entraba la luz de la luna.
Ven, siéntate a mi lado – dijo el hechicero mirándome de reojo.
No sabía si hacerle caso, pero pensé que no perdía nada dándole el gusto, así que me levanté lentamente para luego sentarme a su lado. El hizo aparecer la misma muda de ropa que había llevado antes y no dude en ponérmela.
La primera vez que te vi, tenias 15 años, tu padre había organizado una cena de negocios con varios inversionistas, socios y colaboradores, fui invitado junto con otros hechiceros y brujas, tu solo estuviste durante la cena y en todo ese tiempo no te podía quitar los ojos de encima, tenías una esencia poderosa, pero lo curioso es que al parecer nadie más se percataba de eso, cuando termino la cena te busque quería conocerte, pero ya te habías ido al parecer, así que me acerque a tu padre y hable con el sobre la posibilidad de concretar un compromiso, el no contesto al momento, simplemente dijo que lo iba a evaluar, en ese momento pensé que estaba bien, al fin y al cabo eras solo una niña y yo no pensaba tomarte hasta que cumplieras mínimo los 18 – el hechicero hizo una pausa para suspirar y continuo – un año después me entere que tu padre te había comprometido pero que no lo iba hacer oficial hasta tus 17, pensé que tenía el tiempo suficiente para idear un plan, al fin y al cabo dudaba que quisieras contraer matrimonio con ese viejo. Elabore un contrato de sangre pensando que lo podrías firmar una vez que te enteras del compromiso arreglado, pero no me dio tiempo, no pensé que tomaras una decisión tan rápida y drástica de irte sin más, cuando me entere, tu padre estaba furioso, te buscaba por todas partes y yo me sume a esa búsqueda por mi cuenta, no sé cómo te mantuviste oculta tanto tiempo, pero me llegó la noticia de una subasta del mercado de sombras que iban a tener una criatura especial y única, no sabía si serias tú, llevabas 2 meses desaparecida, pero decidí ir, no perdía nada yendo a la subasta, grata fue mi sorpresa cuando te encontré –
Eso sí que era una revelación, tal vez si hubiera esperado un poco mas no hubiera pasado por todo esto, pero tarde o temprano habría terminado con Alexander, ahora la pregunta era porque me contaba esto y porque era tan malditamente bipolar. Por las ventanas se comenzaba a ver el alba di un pequeño suspiro tratando de poner en orden las preguntas que iba hacer. Mire al hechicero preguntándome si habría la posibilidad que se estuviera inventando toda esa historia, pero lo descarte al instante, creo que no ganaría nada con una mentira así.
¿Por qué? … ¿Por qué contarme todo esto ahora? – pregunte
No sabía que respuesta iba a tener al respecto, Alexander mantenía un semblante tranquilo y sereno, a veces parecía 2 personas totalmente diferentes, me preguntaba como había sido su vida para terminar viviendo solo en un castillo en medio de la nada.
Porque lo mereces saber y vas a estar aquí por un buen tiempo, creo que podemos llegar a un acuerdo en que tú no me odies y yo llegue a averiguar porque me atraes tanto – dijo Alexander
¿Y yo que gano con esto a la larga?, porque al fin y al cabo cuando esto acabe yo seguiré siendo de tu propiedad muy a mi pesar – dije frunciendo el ceño
Y esa era la verdad, él podría descubrir porque ese interés genuino en mí y luego caía la posibilidad que simplemente me desechara, me regresara con mi padre o que me volviera a vender para recobrar su dinero y yo salía totalmente perdiendo en todas las situaciones. Sabía que no estaba en posición de negociar, pero el parecía calmado y no iba a perder la oportunidad de al menos intentarlo.
Conocimiento, sigues teniendo más magia de lo que debería de tener un cambiaformas, y algo me dice que hay la posibilidad de que puedas materializar está a tu voluntad, y respecto a tus pensamientos tormentosos, no pienso hacer nada de eso, cuando descubra el porqué de ese interés pues podrás hacer lo que se te plazca, ir a donde quieras y hacer lo que quieras, no es eso lo que buscas, libertad –dijo mirándome.
Tenía toda la razón, eso es lo que buscaba, y lo que me estaba ofreciendo era mejor que el dinero, con conocimiento mágico sería más fácil valerme por mi misma en un futuro a parte, no tenía otras opciones, sabía que no me iba a dejar ir ahorita y si por un milagro me dejara ir en este momento estaría en la misma situación que estuve antes que fuera secuestrada por el mercado de sombras.
Me parece justo- dije aceptando el acuerdo – pero, nada de tocar mi cuerpo-continúe, poniendo una clausula.
El hechicero sonrió de lado y sin importarle la condición que dije, hablo
Gatita, ambos sabemos que no estás en posición de negociar, pero prometo no dejarte cicatrices ni nada por el estilo, porque respecto a tocarte, pues quien sabe, tal vez mi interés en ti es algo físico y si no fuera así, aun sigues teniendo una belleza envidiable – dijo el hechicero acariciando suavemente la curva de mi cuello.
Rodé los ojos, "al menos es guapo" pensé, el hechicero se rio suavemente, tenía una risa bonita, y me hizo pensar, ¿leerá mis pensamientos?
Pues si gatita, es característico de mi familia ese don tan particular, aunque a veces un poco molesto – dijo Alex
Molesto para mí, siento que no tengo privacidad en mi propia cabeza – dije frunciendo el ceño
Créeme gatita, trato de evitar escuchar tus pensamientos, pero a veces es como si lo gritaras dentro de mi cabeza, creo que será una de tus primeras lecciones, como proteger tus pensamientos – dijo poniéndose de pie y ofreciéndome una mano.
No dude a la hora de tomar su mano, tampoco comente nada al respecto sobre su primera lección, al fin y al cabo, sonaba como algo útil no tener personas merodeando en tu cabeza.
Ya de pie me percate que aún no sabía dónde rayos me encontraba, aunque tenía mis sospechas.
¿En dónde estamos? –
Pensé que ya lo habías deducido gatita, estamos en la Torre y solo para dejarlo claro, tienes prohibido el ingreso aquí a menos que yo esté presente –
Que no voy a romper nada – dije rodando los ojos
No es no gatita y ahora bajemos a desayunar que tengo hambre y tú necesitas recuperar peso –
No toque más el tema, sabía que era una causa perdida, antes de bajar me fije con más detallen en donde estábamos, el lugar era amplio con estanterías llenas de libros y otras con frascos llenos de extrañas sustancias, también había algunos cofres y baúles ahora que me fijaba con más detalle, parecía un almacén más que un lugar de trabajo. Cuando llegue a las escales me percate que no estábamos en lo más alto de la torre, pero no pregunte, supuse que su lugar de trabajo estaba más arriba.
El desayuno estuvo rico, no hablamos mucho pero el silencio era cómodo, yo me sentía más confiada y eso hacía que me sintiera más tranquila y menos estresada. Después de comer Alex me llevo a la biblioteca, era un lugar muy grande con varios sillones donde sentarse, mesas de trabajo y paredes repletas de libros hasta el techo, me había explicado que existía como un libro que contenía los títulos de todos los libros clasificados por temas y que solo necesitaba decir en voz alta el nombre del libro y este vendría a mi mano, fue un dato interesante y que probablemente sería de ayuda más adelante, porque no veía escaleras para llegar a las estanterías más altas.
Introducción a la Telepatía por Enrique Ajax Junior – dije en voz alta
Alex me había dicho que llamara a ese libro y yo había obedecido al fin y al cabo era algo totalmente nuevo que los libros flotaran hacia mí. Una vez con el libro en mi mano pregunte.
¿Un pariente tuyo? – dije refiriéndome al autor del libro
Sí, mi tátara abuelo fue el que perfecciono nuestro don y quien a mi parecer explica mejor como protegerse, vas a leer el capítulo 3 y 4 que habla sobre el tema, te ayudara, ahora cierra los ojos y evita que entre –dijo parándose frente a mí.
No sabía a qué se refería con evita que entre, pero no tarde en averiguarlo, lo sentí como tentáculos de poder acechaban mi cabeza como si quisieran entrar eran mucho para espantarlos uno por uno, me desespere y abrí los ojos para retroceder y crear el espacio para que no pudiera entrar a mi cabeza, aunque probablemente no serviría de mucho.
Fallaste – dijo Alex serio – tienes que tener en cuenta que es tu cabeza son tus pensamientos y dentro de tus pensamientos puedes imaginar lo sea.
Entonces tengo que imaginar una especie de escudo contra tus tentáculos – dije sobándome las sienes que me dolían ligeramente.
Intenta de nuevo –
Esta vez imagine una pared de ladrillos, podía aun sentir los tentáculos del otro lado acechando, pero estos no entrarían. Sentía mi cerebro como gelatina, pero no me queje.
Muy débil aun, pero servirá por el momento para no escuchar tus pensamientos, ahora lee los capítulos que te dije, estaré en la Torre atendiendo pedidos si necesitas algo, cuando termines eres libre de explorar el castillo y si te da hambre, la cocina está al lado del comedor – dijo simplemente para luego darse media vuelta y salir de la biblioteca.
Suspire, para luego buscar un lugar cómodo donde sentarme, elegí un sillón al fondo de la biblioteca al lado el gran ventanal, cuando mire me di cuenta que tenía vistas al patio trasero del castillo, luego exploraría ahora me concentraría en el libro que tenía en mis manos.
Para cuando terminé mis ojos me dolían, habían sido como 100 paginas, lo único bueno es que estuvo interesante y aprendí 2 cosas, en resumen, primero todos podemos proteger nuestras mentes, pero no todos ponemos ingresar a la mente de otros y segundo tu imaginación era tu mejor estrategia si es que no tienes mucho poder para defenderte, esa segunda lección me dio la idea de un laberinto, nada mejor que confundir a tu invasor. Me pare y me estire tratando de desentumecer los músculos por la falta de movimiento, en ese momento me di cuenta que ten��a un hambre terrible y no dude en ir en busca de la cocina.