AL OTRO DÍA.
Había invitado a mis amigos para ver películas justo como me había propuesto Erick y lo único que podía pasar por mi cabeza era el que Erick no pudiese controlarse y todo termine en un gran desastre.
No podía negarlo estaba nerviosa, bastante de hecho y es que Erick apenas podía aguantar mi olor por unas horas, pero ¿Qué hay de mis amigos? ¿podrá controlar su sed delante de ellos? Recé e hice un ritual internamente para que nada saliese mal. Luego de un rato intentando alejar las malas vibras el sonido del timbre me hizo salir de la burbuja en la que me encontraba.
—¡Wenas, wenaaas! — Gritó Nick mientras se adentraba a la casa haciendo que le pegara detrás de la cabeza por los gritos. —¡Auch!
—No grites que me echan de la casa. —Le reprendí, terminé de saludar a mis amigos y rato después Isabella y yo nos dirigimos hacia la cocina en busca de palomitas mientras los demás elegían la película.
—¿Lau?
—¿sí? —La miré, su rostro se encontraba pálido como si no hubiese dormido ni comido en semanas y el brillo de sus ojos se encontraba opaco, como si estuviese muriendo poco a poco.
—Necesito el consejo de una buena amiga.
—Si, claro ¿En qué te puedo ayudar? —Me acerqué a ella apoyándome de la meseta que se encontraba en medio de la cocina.
—Es Alex ... —mencionó agachando su cabeza.
—¿Sucedió algo con él? — Cuestioné levantando su cabeza suavemente. —nunca debes bajar la cabeza por nadie Isa.
— Lo siento… y No lo sé, Solo no sabe lo que quiere y siento que peleamos mucho, a veces creo que ya no me ama, creo que le voy a romper el ya no se preocupa por nosotros como lo hacía antes y he tratado de sacarle alguna pista de lo que sucede, pero nada...
— Escucha Isa... sabes que Alex es un idiota y también sabes que hace poco destrozaron su corazón y también sabes que es algo difícil recuperarse de todo lo que ha pasado, recuerda que no solía ser como lo es ahora y quizás sea difícil para el acostumbrarse a su nueva vida y ahora bien, él no ha estado en una relación seria desde hace tiempo y tienes que comprenderlo, si no te cuenta nada es porque tal vez no tiene la confianza suficiente como para contarle a alguien el cómo se siente.
— Y eso es lo que me preocupa, que no tenga la suficiente confianza como para estar en una relación conmigo... Porque en una relación lo que predomina es la confianza y si no la tenemos entonces no va a funcionar. —Hablo desanimada mientras hacía ciertos gestos de preocupación. —¿Qué debería hacer?
— No lo sé, tu situación es algo complicada ¿Qué tal si le dices como te sientes?
—No lo sé, no quiero presionarlo u obligarlo a que esté conmigo y menos quiero parecer que estoy obsesionada con él Christina.
—Mmm, intenta llevarlo al límite, amalo, aléjate, amalo, aléjate, así se enojará y discutirán, en esa discusión tal vez te contará lo que le pasa y créeme, lo conozco muy bien, cuando se desespera se le empiezan a salir las cosas y si no funciona pídele tiempo para que piense las cosas y se dé cuenta de lo que realmente quiere, siempre funciona y si no lo hace entonces no es para tí Isabella.
—Lo intentaré.
—Si quieres le hacemos alguna clase de vudú o lo golpeamos con un palo con clavos para más efectividad. —Abrió los ojos como platos.
—Estás loca. —De repente un brillo se asomó de sus ojos.
—Claro. —Hice un movimiento con mi cabello sinónimo de arrogancia.
Ella por su parte soltó una sonora carcajada. Me encantaba hacerla reír, era mi mejor amiga y aunque Alex era también mi mejor amigo no iba a dejar que dañara a bella.
—Vamos que los chicos nos esperan. —dije cogiendo el bol de las palomitas.
—Gracias Chris. —dijo e inmediatamente siento una punzada en el pecho al recordar a mi hermano. Sonrío para no llorar porque a decir verdad con el simple hecho de saber que mi hermano y compañero de vida ya no estaba conmigo me hacía sentir un gran vacío en el pecho y era un vacío que sabia nadie podría llenar, él era una de las personas más valiosas que tenía ya que era mi hermano gemelo, la única familia de sangre que me quedaba y que ahora sólo podía ver en mis sueños.
—No me vuelvas a llamar Chris. —Le dije sin mirarla.
—Lo siento. — Ella aún no sabía nada de lo que pasó y prefería mantenerlo así porque, aunque ella podría ocultarlo muy bien sabía que poco a poco moría por dentro.
Isabella era mucho más que solo una mejor amiga, podría decir que era hasta mi hermana, al igual que yo pasó por muchas cosas traumantes y ella se llevó la mayor parte. Ella y Alex estaban intentando algo, estaban saliendo sin ser amigos, pero tampoco eran novios y más que solo mis mejores amigos, eran como mi familia.
🕜Mucho tiempo después🕝
Para empezar esto era un lío, Ryan y Erick estaban a punto de matarse si nadie se interponía y yo, pues yo estaba a punto de explotar de ira.
—¡¿Qué demonios pasa con ustedes?! —Grité sin poder evitarlo, en grandes zancadas me acerqué a ellos y les estiré fuertemente las orejas provocando gemidos de dolor solo por parte de Ryan. —¿voy al baño por 5 minutos y ya los veo peleando? ¡¿acaso no tienen vergüenza?!
—Lo sentimos. —se disculparon entre quejas de dolor como dos niños regañados.
—Nada de que lo sentimos, se supone que los pongo a ver un película para sentirme bien y se conozcan y terminan en una pelea inmadura ¡parecen niños!
—En serio lo lamento es q-
—¡Es que nada! ya pensaré en su castigo porque mírense están todos golpeados y... ¡¿y ustedes porque no los separaron?! —señalé a los chicos.
—Es que estábamos viendo la película y justo ahí empezaron discutir luego uno se lanzó hacia el otro y ya no teníamos oportunidad siquiera de acercarnos. — Explico Alex.
—Ah, con que discutieron. — los zarandeé de las orejas y estos gimieron de dolor así que los tiré al sofá. — Anda explíquenme ¿por qué pelearon? Claro que si armaron todo este drama debe ser por algo ¿No? — Dije alzando la ceja frente a ellos, cruzando los brazos.
—Christina, creo que deberías de calmarte, estás algo alterada. —Hablo Erick.
—Respondan ahora. — Dije con voz demandante.
—Eh ¿Lau? —me llamó Bella vacilante y la miré cual muñeca poseída girando su cabeza. — C-Creo que ya es suficiente, vamos, vamos. — me agarro de los hombros y me condujo hacia mi habitación junto con Nick. —anda no te alteres.
—Si, recuerda que tus problemas de ira podrían salir y no queremos eso, además recuerda que casi matas a alguien gracias a tu carácter. —agrego Nick como si estuviese tratando con una niña de 5 años.
Hice caso y respiré hondo. — en serio me sacan de quicio.
—Si, lo sabemos así que anda, no te alteres. —dijo bella sonriendo.
—¿Y por qué peleaban? — dije sin interés.
—Si te decimos promete que no te vas a enojar. — dijo bella.
—Lo prometo. —Dije sin importancia alguna.
—Por tí Christina. —dijeron los dos al unísono y en ese momento todo el mal que tenía en mi sangre volvió como tsunami arrasando con todas mis venas.