Cynthia:
-Ángela lleva como diez o quince minutos ahí, quizás ya esté por salir –Lore está contando el tiempo porque está preocupada por Ángela.
-Ok. Ya logré contactar a Cynthia. Viene con Máximo y Kimberly. Tenían que recoger algunas cosas en casa de Max –dice Mariela.
-Curioso, creía que él y Cynthia se habían mudado juntos –dice Camila.
-Cami, ¿te parece que Máximo es el tipo de chico que querría mudarse con su enamorada? –ríe Logan.
-Mira, Logan, entiendo que los chicos como tú estén todo el tiempo pensando en sexo, cochinadas y esas cosas. Pero Max es distinto, es maduro, y eso no lo hace un bicho raro –opina Lorein.
-No, no, déjalo Cam. Él tiene un buen punto ahí –le respondo.
-¿Por qué no me sorprende que estés de su lado, Alex? –contesta Lore nuevamente.
-Solo digo que si yo tuviese una relación como la que tiene él, ya hablaría de mudarme. No tenemos muchas opciones ahora que somos enemigos número 1 del mundo humano –tengo un muy buen punto ahí de nuevo.
...
Hay una pausa dramática en el aire.
-¿Qué? ¿Por qué todos me están mirando? –dice Alejandro.
-Oh, es que creo que hablo por todos cuando digo que pensamos que ibas a decir un comentario sobre que Alex ha perdido a su pareja o algo así –dice Cami.
-Incluso yo mismo me estaba preparando para escuchar ese tipo de comentarios –digo con voz baja.
-Wow, oigan, los odio en el fondo, pero no soy un malnacido –Alejandro se pone a la defensiva, es gracioso.
-De hecho estoy impresionada. Quizás te dé otra oportunidad –dice Kimberly, quien acababa de llegar.
-¡Kimberly! ¡Chicos! –grita Sebastián.
Los tres restantes de la familia llegaban y abrazaron a todo el mundo. Kimberly se acerca y besa la mejilla de Alejandro. Supongo que más adelante alguno de ellos hablará al respecto de eso. No me meteré.
-¿Dónde está la maricona? –dice Cynthia.
-Tiene nombre, Cynthia –dice Lorein.
-Oye, oye, yo no juzgo, tú lo sabes. Veo muchas caras conocidas pero no veo la suya. ¿Está adentro? –pregunta de nuevo.
-Sigues igual de insolente –dice Mariela.
-¿Y? ¿Tu chongo? –Cynthia responde con rudeza.
-Podrías dar un buen ejemplo de lo que es un reencuentro al menos –critica Lorein.
-Seré tu vieja para darte ejemplos. Ven, dame un abrazo –Cynthia está muy animada.
-Fuera, mierda. Ya aprende a tratar a la gente –Lorein la rechaza.
-Ya, ya, mañana. Mi abrazo, estúpida –Cynthia abraza con todas sus fuerzas a Lorein.
Cynthia es peculiar. Es una pesada, pero en el fondo respeta a la familia. Es de esas cagonas que tú las odias, hasta que entiendes por qué es así, y hasta que entiendes que es la única forma en la que sabe amar.
-Jajajaja, sigues siendo una fregada, hermanita –dice Sebastián.
-Oye, sí, ¿cómo es que Máximo te aguanta? –pregunta Claudio.
-Ella se esfuerza más que yo, créanme –dice Máximo, quien acaba de sumarse a la conversación luego de dejar sus maletas.
-Hola, Maxi –saluda Mariela.
-Hola, Marielita –responde Máximo amablemente.
-¡Cynthia! ¡Kimberly! –grita Ángela.
-Hola, peque. ¿Terminaste? –Cynthia le toca la cabeza como a una niña de kínder.
-Sí, ya, ya descargué todo, creo. Máximo, es privado, ¿no? Porque te juro que lo quemo –Ángela habla con un tono de voz alto, desafiante, poco convincente por su metro y medio.
-Todo es privado, está programado para abrirse solo en caso los 12 hayamos muerto –dice Máximo.
-Tétrico... hasta para mí –dice Alejandro.
-Entonces, ¿quiénes faltan? –pregunta Max.
-Ustedes tres, Camila y Alejandro, pero él no quiere –le responde Claudio.
-Estoy cambiando de parecer –comenta Alejo.
-Perfecto –dice Máximo-. Eso quiere decir que sigues siendo parte de la familia.
-Voy yo, amor –dice Cynthia. Lo agarra del brazo y lo besa.
-De acuerdo, de ahí entro yo –responde Máximo, con esa cara de tarado enamorado que de hecho le queda adorable.
...
Cynthia Jara Tolofar. Me quité el apellido de mi madre, conservé el de mi papi y me añadí mi apellido de espíritu. Significa "raíz" en Soularen. No sé si alguno de estos inadaptados ya explicó de qué va esto del Soularen, pero digamos que es la lengua "original". No recuerdo mucho del tema, pero todas las lenguas salieron de ella y la conservaron los espíritus para sus rituales religiosos y esas cosas.
Siempre me dio mucha curiosidad cómo es que los espíritus son tan apegados a la religión y siempre me da risa cómo es que puede tergiversarse tanto la idea de Dios. No es lo que ustedes piensan, ese nombre, solo es una etiqueta que se le pega en el polo a alguien poderoso, y como cualquier etiqueta adhesiva, debimos haber supuesto que eventualmente se despegaría de ese polo. El problema de estas etiquetas es que si alguien la encuentra en el piso, podría recogerla si quisiera y ponérsela. Es una suplantación de identidad brutal, y de hecho nos pasó algo parecido. Después de cagarla quisimos jugar a ser Dios y no nos salió bien la gracia.
Ahora, después de joder a tres cuartos del universo, tenemos que hacer lo posible por arreglarlo y creo que soy de las que más quieren solucionar las cosas. Lo conchudo es que no lo hago por el resto del mundo, realmente todos pueden morirse si fuese por mí, ya me han humillado lo suficiente.
Lo hago por mi papá. Él... necesita un lugar donde descansar. Me fui por mucho tiempo y cuando regresé al mundo humano, pensé encontrarlo en su cama, pero lo encontré en la de un hospital. Mandé a la mierda la regla de no decirles sobre nuestros poderes a los demás y se lo conté a mi papá. Estaba convencida de que me tildaría de loca y me mandaría a un hospital psiquiátrico, pero me abrazó y me preguntó todo cagón si ahora ya no tendría que gastar en comida porque me alimentaba por fotosíntesis. No entendía nada de lo que pasaba, pero extrañaba a su hija y la recibió con los brazos abiertos... esos horribles brazos entubados porque el cáncer había avanzado muy rápido por la ansiedad que le causaba no saber dónde estaba su hija.
¿Dónde mierda estaba mi madre cuando él la necesitaba? Es la misma pregunta que yo me hacía a los 5 años para ponerme el disfraz de fresa en el colegio, solo que sin el mierda, Arbolio fue el que me enseñó a decir lisuras.
En fin, aprendí a la mala que no por ser madre tienes que ser la buena de la película, y aprendí a la mala que no por ser mujer alguien va a estar detrás de ti viendo si necesitas protección. Tuve que aprender a pararme yo misma durante todos estos años, tuve que aprender a reemplazar mis órganos por plantas para mantenerme con vida en dos oportunidades y sigo aquí.
No está mal pedir ayuda de vez en cuando, lo que está mal es no tener los ovarios para saber cuándo pedirla, es otra de las cosas que también aprendí a la mala.
Creo que lo único que la vida me ha dado en bandeja de plata en los últimos años ha sido mi nueva familia... Max.
No importa cuánto me haga la ruda, en cuanto estoy a solas con él vuelvo a ser la niña cariñosa que siempre fui. Él no termina de entender cuánto dependo de su cercanía, lo peor de todo es que soy consciente de que puedo salir adelante sin él, creo.
El mensaje que quiero dejar antes de irme es que pase lo que pase, estoy feliz de saber que, aunque todo me salió hasta el perno, fui libre. Tomé mis decisiones, celebré mis aciertos, lloré mis errores... y a veces lloré los errores de los demás, como una persona normal, una persona normal que si lleva 3 días sin bañarse empieza a producir moho en su cuerpo, pero eso es lo lindo del significado de la palabra normal: una persona es tan cuerda y tan equilibrada como sus decisiones se lo permitan. Pude haberle dado la espalda a este mundo hace años y no lo hice. Me quedé con los chicos, decidí seguir a Alex porque sabía que era lo correcto, y a pesar de que eso ha dejado secuelas en el estilo de vida que tenía, supe dentro de mí que podía hacer algo más, que podía dejar un legado, supe que yo también podía luchar.
A pesar de todo soy normal, porque hice lo que cualquier persona con las habilidades que tengo hubiese hecho en mi posición: prestarle mis hombros a quien ya no podía pararse. No me vengan con sus huevadas de la moral, mi padre es un gran hombre que me crió sola y está postrado en una cama y no puede recibir ayuda de la única persona que le queda. Soy consciente de que esto no me traerá ninguna recompensa y hago lo que él me enseñó. Después de este viaje, juro por mi vida que aprenderé a sanar a un nivel más alto. Yo voy a curar al amor de mi vida y aprenderé a sembrar y nos iremos a una granja y viviremos de lo natural y lo que sea, pero quiero una vida distinta luego de esto.
Supongo que, por eso quiero tanto a Máximo, porque me recuerda a mi papá, maldita sea, estoy segura de que alguna vez leí que eso era como un trastorno, ay Dios, ¿o sea que inconscientemente me quiero tirar a mi papá? Qué vergüenza, pero ese no es el tema, el tema es que bajaré porque no toleraría perder a dos seres amados. Esta vez se acabó el cuentecito de las damiselas en apuros, las lágrimas por pena y la chica por la que deben parar el viaje para que se recupere. Esta vez la que irá a la cabeza seré yo.
¿Cómo me llamaron los Koto Koro? "Jardinera de la muerte". No suena mal, creo que empezaré a usarlo.