Kimberly:
-No puedo creer que lo hayas convencido –digo.
-Bueno, "La Bella y la Bestia" nos enseñó que una pizca de amor puede con cualquier cosa –dice Logan.
-Es una pena que aún no hayas podido encontrar a tu "Bella" –le dice Mariela a Logan.
-¡OHHHH, TE CAGÓ! –grita Cynthia.
-Jajajaja, me da pena que siempre nos la agarremos con Logan, pero es tan divertido ver su cara de idiota –ríe Lorein.
-Chicas, esto cuenta como bullying, por favor, deberíamos parar, no vaya a ser que empiece a ponerse "frío" con nosotras –dice Camila.
Silencio sepulcral, todas le meten una bofetada en la nuca por intento de chistosa.
-Oh, miren, salió Alejandro –dice Sebastián.- Yo sabía que entenderías que el equipo debe estar unido.
-Cállate, seguiré ignorándote lo más que pueda –responde.
-Es un tierno –comenta Kimberly.
-Por momentos cuestiono quién es el "bestia" de su relación, corazón –le dice Ángela a Kimberly.
-¡¿Ves, Camila?! Ese es un buen remate de chiste –dice Logan.
-Bueno, solo quedo yo. Trataré de hacerlo rápido. No falta mucho para que vengan por nosotros.
-Ok, Kim. Diviértete –le digo.
-No tienes que decirle que se divierta –dice Alejandro.
-Ah, un celoso –responde Mariela.
Kimberly sonríe.
-Eso es lo más tierno que él tiene –dice Kim.- Sabe que cualquiera de nosotros puede cuidarse solo, y aun así cree que puede defendernos.
-Sí están, te apuesto –le susurra Claudio a Cynthia.
-Fijo, ¿primer matrimonio de la familia? –le responde el susurro.
-Fijo –ambos se estrechan las manos y ríen como niños.
...
Son más simples de lo que parecen, pero realmente no puedo leerlos, descifrarlos, ni mucho menos controlarlos. No tiene nada que ver con sus poderes, he entrado en la mente de gente más poderosa sin ser detectada. Es algo más, ¿me creerían si les digo que puede ser amor? No, no lo creerían, todos sabemos que el amor es solo una excusa para las personas que no pueden tomar decisiones por su cuenta, por eso la usé con Alejandro, porque lo amo y por eso ya no puedo decidir si no está en mi vida. Qué vergüenza.
Es miedo.
En el fondo les tengo mucho miedo, no porque vayan a hacerme algo malo, sino lo contrario: nunca sé qué es lo que van a hacer. Estoy acostumbrada a ver todo, saber todo, algunas veces incluso antes de que sucedan. La sensación de saber todo es horrenda, no puedes dormir, no puedes comer, no puedes tomarte un descanso porque sientes que si te distraes alguien vendrá a quitarte lo que es tuyo. En batalla es peor, si doy un movimiento en falso mi familia podría morir. No lo toleraría, no de nuevo.
Extraño mucho el Reino Mente, era un lugar muy hermoso donde podía comunicarme con cualquiera y sentía que podía apoyar con mis poderes. Incluso antes de todo esto y aprender a usar mis habilidades, deseaba vivir en algún sitio como ese. Mi familia nunca... confió en mí realmente. Mi familia es de provincia, soy la penúltima de siete hermanos, y mi mamá la última de nueve, y estoy seguro que lo mismo con mi abuela. No tengo ningún problema con eso, pero crecer en un ambiente donde siempre te comparan, te sobreprotegen y te dicen que solo por el hecho de ser mujer no puedes decidir qué hacer, es una mierda.
Cuando llegué a Spirithia, por un momento agradecí que todos creyeran que estaba muerta. Tenía una oportunidad para quizás, solo quizás, tener la vida libre que siempre soñé. No es broma, creo que fui la única del grupo que se lo tomó bien. Luego todo se hizo más complicado, tuvimos que ponernos el disfraz de superhéroes y creernos la idea de que éramos los elegidos. Teníamos que fingir que sabíamos lo que hacíamos.
Otra vez me deprimí, porque para ser peor, mis poderes todavía no funcionan tan eficazmente como los de los demás. A ver, les explico imaginen una radio, como de las antiguas, con ella puedes recibir todas las señales posibles si captas la onda correcta. Todo parece estar en movimiento pero con esa radio logras captar las ondas de forma estática, y además puedes seguirlas, escucharlas y hasta observarlas. El único problema es que esta radio solo recibe, almacena, pero no expulsa, no comunica, nada. Desgraciadamente mis poderes son algo similares, no puedo utilizarlos como arma, excepto por mi cabello, el cual puedo usar como cables para alterar las mentes de los demás, pero más allá de eso, soy inútil en comparación a los demás.
Incluso después de tantos años, pienso que mi familia tenía razón en compararme y recordarme que estaba debajo de todo.
Pero ahora tengo una nueva familia, una a la que debo proteger y con la que me comprometí a trabajar hasta que todo termine, no importa cuánto tema estar a su lado, ellos me dan fortaleza... sobre todo Alejandro y Alex, quienes me dieron la oportunidad de demostrarles a todos que también puedo combatir.
Voy a bajar, voy a tener los ojos bien abiertos, voy a luchar y voy a ganar. Y cuando todo esto termine, buscaré a mi mamá... en Spirithia, para decirle que lo siento, y que me hubiese encantado poder pasar sus últimos momentos con ella y conversar sobre la familia o sobre mí. No puedo rastrearla por más que lo intento, incluso las mejores radios no captan señales a veces.
Y a pesar de todo, qué bueno que estás muerta, hubiese odiado que me veas aquel día. Te juro que no quise hacerlo, mami. Él me obligó, no dejaba de escuchar su voz ordenándome hacerlo. Dijo que si lo ayudaba lograría cambiar el ciclo del mundo, el orden, dijo que ya era hora de que entendiéramos "la gravedad de nuestros actos". Eso último no se lo he dicho a nadie, porque si mi teoría es correcta: estamos dentro de algo más grande, y no nos conviene meternos.