Máximo:
-Ya terminé mi mensaje, sé que no es competencia, pero estoy seguro que mi testamento dejó en vergüenza a los de los demás –dice Cynthia.
-Cynthia, ¿por qué de alguna forma haces que todo sea competencia? –pregunta Claudio.
-Desde que perdí mi hígado y lo reemplacé por una lechuga, esto me ayuda a distraerme de mis ganas de beber con ustedes –responde Cynthia. La pobre ya no puede tomar.
-Hablando de eso, ¿cuándo fue la última vez que bebimos juntos? –pregunto.
-Cumpleaños de Lorein. Su "quino" –Máximo responde al instante.
-Ay, muéranse. Fue horrible ese día. Vomitaron en el pozo del pueblo que nos había acogido y tuve que purificar el agua con un ojo cerrado y un mareo de los mil demonios –dice Lorein con una risa a escondidas.
-Entrenamiento sorpresa, diría yo –Mariela se caracteriza por siempre tratar de tener la última palabra, sería una gran abogada.
-Esperen, ya sé. El Festival del Géiser Trueno en Tesmandia. Recuerdo que hacían una cerveza que su espuma era como una nube cargada de electricidad. Te prendías de un solo vaso –dice Logan.
-Y eso que no probaste el ron que hacían. Era como sentir un desfibrilador en el abdomen –contesta Máximo, quien de hecho es un pollaso. Jamás lo aceptará, pero nos ha dado hermosos momentos borracho.
-Oye, hablando de recuerdos de Máximo, di la verdad, ¿por qué estamos haciendo esto? –dice Claudio.
-Eres el genio del grupo, la "Fábrica humana", nunca has dejado un cabo suelto, hermanito, ya estamos los doce juntos, habla –increpa Kimberly.
Kimberly pone un cierto dejo de frustración en su rostro. Ha intentado entrar en la mente de Máximo y no ha podido, es lo más probable. Nunca lo ha logrado hasta ahora, es como si él tuviese algo que se lo impide.
-Llámenme nostálgico, pero puesto que este será el último viaje, quería dejarlo a modo de diario. Ya saben, como algo que nos permita recordar todas las cosas que hemos pasado juntos –dice Máximo.
-No es una despedida, Maxi –responde Lore.
-Ya lo sé, Lorein, pero la cosa es que incluso si tenemos éxito, no sabemos si las cosas mejorarán para nosotros, es mejor mantener el anonimato unos cuantos años y eso implicará no reunirnos por un buen tiempo. Tomé la decisión de mudarme con Cynthia para cuidar a su papá, mis papás están de acuerdo con...
-¿Qué significa "estar de acuerdo"? –pregunta Ángela.
-Significa que puedo ir a donde yo quiera porque mis padres siguen creyendo que volví a Spirithia hace un año y porque cuando traté de ir a verlos se habían mudado –responde cortante Máximo.
-Chicos, les agradecería que no le toquen ese tema. No todos han tenido la fortuna de regresar a su casa –Cynthia dice algo maduro y todos se quedan perplejos, pero en el fondo sabemos que tiene razón.
-...Entonces, los video libros –cambio radicalmente de tema por el bien de todos.
-Cápsulas de memoria. Están programadas para recolectar toda la información que la persona cuente. Instalé una opción que permite conectarla a la memoria del usuario, de tal forma que si ustedes quisieran pudieran también almacenar recuerdos del pasado. Por ahora solo puede almacenar eso, en un futuro podría llegar a programar la posibilidad de analizar situaciones futuras, pero no he logrado hallar la manera –Máximo trata de dar la respuesta más sencilla, sabe que somos idiotas.
-Quieres grabarnos en caso de que uno... ¿muera? –pregunta Alejandro, se siente el miedo.
-Alejo, no es el término que hubiese usado pero de hecho tienes razón. Quinto Pilar de la Ley Santa de Spirithia: "Dañar la estructura de la vida espiritual como se conoce implica muerte espacio-temporal", lo que significa que somos enemigos número 1 del mundo humano Y de Spirithia por todo lo que hicimos. Eventualmente nos encontrarán e intentarán cazarnos. Traté de adelantarme y preparar algo que nos permita recordarnos en caso, la familia se rompa esta vez –Máximo está muy tenso, todos tenemos miedo en el fondo pero nos lo tragamos.
-La familia ya se ha roto antes y se ha reconstruido –le digo mientras le cojo el hombro.
-Alex, ¿no tienes otro mensajito motivacional por ahí? –Alejandro busca cagarme lo más rápido que puede.
-No, Alejandro, nunca fui del tipo creativo, soy más del tipo honesto –lo miro con ceño fruncido.
-El punto es, chicos, que necesitaba estar seguro de que quedaría algún legado de nosotros. Falta una hora para bajar, voy a ir a dejar mi mensaje al toque y regreso. Alejandro, Cami, Kimberly, decidan en qué orden entrarán. Una vez terminemos, hay algo más que tengo que pedirles a todos.
-No te preocupes, yo lo termino de convencer de entrar a este rebelde –Kimberly lo sostiene del brazo a Alejandro. Yo, no comprendo mucho su relación o intento de.
-Gracias, ya vuelvo.
...
Lo chistoso de hacer estos mensajes, es que yo ya los conozco a todos. Y los conozco tan bien, que seguramente no vieron que detrás de la hoja que tengo aquí al lado había una lista de puntos que debían decir en el video. Estoy seguro que ninguno de estos vagos les dijo cómo obtuvieron sus poderes, de quién aprendieron a pelear o cómo fue que nos llegamos a encontrar nuevamente después de cuatro años entrenando.
Supongo que tampoco les han explicado cómo fue que aparentemente morimos cuando teníamos 12 años y pasamos 1 año atrapado en una cúpula y luego, después de un motín o algo así, anduvimos 3 años con ciertos... entrenadores digámosle así.
...Y supongo que tampoco les han contado que nos quedan cinco años de vida. No, estoy seguro de que eso no lo han mencionado... porque solo yo lo sé. Y me parte el alma no saber cómo decírselos. Lo descubrí hace unos tres o cuatro meses...
...cuando volví a Spirithia por mi cuenta.
Los amo, actualmente son la única familia que me queda. No me gusta guardarles secretos, pero hace unos seis meses recibí un mensaje de una persona cercana a nosotros: Zurmat. Es un amigo de nuestra primera aventura juntos, me sorprendió que no hablara primero con Kimberly, ya que ambos son espíritus de mente y además ella es de tipo sensorial y la comunicación es más fácil con ella. Me contó que ha empezado a haber gran movimiento en Spirithia. La elección para el nuevo Dios había empezado y los altos dioses decidieron que esta vez no sería un dios quien tomaría el cargo, sino que sería un espíritu como cualquiera de nosotros.
Por un momento pensé que eso arreglaría nuestros problemas, hasta que investigué sobre quiénes eran los candidatos: los tres reyes del bajo mundo estaban intentando conquistar Spirithia. Viajé para investigar y reunir la mayor cantidad de información posible sobre nuestros futuros enemigos pero no logré conseguir casi nada. Por un momento hasta tenía miedo de que no valiera la pena el haber creado una máquina exactamente igual a mí para que Cynthia no sospechase. Tuve ese momento de culpa donde te sientes como un tarado porque caes en cuenta que le cediste tu novia a un robot, para absolutamente todo. Sí, así es, llevé el término "nerd" a un nuevo nivel.
En fin, que ya me había rendido por no conseguir nada relevante y pensaba volver al quinto día, que fue cuando Zurmat me encontró y me pidió reunirnos para hablar de algo. No terminé de entender la situación porque para ser sincero estaba agotado, pero aparentemente estamos malditos. El mismo Zurmat no sabía qué era, pero podía dar fe de que en ocasiones había notado algo extraño en nuestras formas de ser, sobre todo luego de utilizar bastante nuestros poderes.
Dejé mi misión principal y dediqué la energía que me quedaba para tratar de encontrar alguna relación, alguna pista y al final la encontré: nuestras almas de alguna manera están envejeciendo más rápido de lo que nuestros cuerpos pueden aguantar, probablemente sea por toda la energía usada en los últimos años. Tengo la teoría de que si cumplimos con esta última misión podríamos arreglarlo pero, al paso que van nuestros cuerpos, lo más probable es que en cinco años nuestra forma física se empiece a descomponer y se borre del mundo humano; y sin un dios que nos juzgue, terminaríamos en el Limbo directamente y para siempre.
Hasta cierto punto ese es el Máximo que quisiera que conozcan, el que se preocupa por su familia, el que tiene miedo de decir las cosas malas, pero sabe que debe hacerlo. Siempre, o al menos desde que tengo la fuerza para hacerlo, he tratado de protegerlos. Ellos siempre me han tenido fe porque saben que encontraré la manera de salir de una situación peligrosa, no por nada soy un espíritu de metal. Puedo crear cualquier herramienta, cualquier cosa que necesite mi equipo, he llegado a tener la confianza que necesito para ser el motor que los empuje hacia sus metas. Estoy listo para dar mi vida por todos, incluso sabiendo que se puede acabar todo a mitad del viaje.
Esta vez no me bajaré del tren, esta vez seré el chofer. Esta vez será una carrera de la cual no pienso esconderme.
Acabo de darme cuenta de que llevo como quince minutos hablando y tampoco seguí la lista de cosas que se suponía debía incluir en la grabación. Creo que acabo de cagarme a mí mismo.
Carajo.