CAROLINA
Esta mañana había decidido venir a casa de mi hija, más que nada porque sé que llegaría hoy y no quería que discutiese con Alex por tener a Gabriela en casa, esa chica no se merecía pasar por la manía de Victoria, era demasiado buena que seguro que no diría nada.
Para mi sorpresa antes de entrar en la casa ya escucho como están discutiendo, por lo que decido entrar para ver que no estén asustando a la chica, pero mi sorpresa es que no la veo por ninguna parte de la casa, por lo que me imagino que no estará en la casa y se perdonó lo que pasó con sus hermanos. Eso sí, mi nieto y mi hija estaban discutiendo y estoy más que segura que era por Gabriela, no discutían por otra cosa.
- ¿A qué viene tanto griterío por la mañana?
-Que te cuente ella abuela que yo me tengo que ir a la universidad.
- ¿Y te vas sin desayunar?
-Ya desayunaré, no te preocupes abuela.
Con eso se acercó a mí para darme un beso en la mejilla y es el momento en el que aprovechó para decirle que intentaré hablar con Victoria, porque no podía seguir así, estas discusiones entre ellos tenían que terminar, él asintió y salió de la casa para dirigirse a la universidad.
Yo me quedé mirando para Victoria, porque estaba molesta con ella, hasta donde yo sé no la había educado para que tratase así a la gente, mucho menos a una persona tan buena y dulce como lo era Gabriela.
-Mamá, de verdad que no quiero discutir por la mañana.
- ¿No te llegó con discutir con Alex?
-Es que es demasiado terco mamá.
-No te lo voy a negar, pero tú eres peor.
-Claro que sí, como siempre tengo que ser yo la mala. Lo tienes demasiado consentido y metiéndole ideas en la cabeza que no debería de tener.
-Le estoy metiendo las ideas que tiene que tener y que te debí de meter en la cabeza, con él estoy remediando los errores que cometí contigo.
-Yo estoy agradecida que no me las metieras en la cabeza.
-No porque por eso no eres feliz.
-Claro que lo soy.
- ¿Y por qué te alejas de tu hijo en vez de intentar entenderlo?
- ¿Pretendes que entienda el daño que le hizo a esa chica? No lo puedo creer mamá, yo no lo eduqué así.
-Y lo sé, pero cambió y de verdad que ama a esa chica.
-Lo sé.
- ¿Entonces a que viene tanto revuelo con Gabriela? La adorabas.
-Y la adoro, pero no quiero que Alex sufra por su culpa.
- ¿Y por qué iba a hacerlo?
-Puede estar con él por venganza y suponiendo que todo esté bien entre ellos, eso que ha pasado entre ellos es algo que estará en medio de ellos, no va a haber nada que quite eso que le hizo Alex.
-Gabriela intenta que no piense en lo que pasó.
-Si, pero eso es porque llevan poco tiempo juntos, con el tiempo las cosas cambian.
-No te creas, se aman demasiado como para hacerse daño.
-Eso mismo pensaba yo y mira lo que pasó al final.
-Pero ese hombre no era bueno y te lo dije miles de veces, solo que tu cabeza de enamorada no te dejaba escucharme. Lo único bueno que hizo por ti ese hombre es darte al hijo que tienes ahora.
-Lo sé, pero no quiero que pasen por lo que pasé yo. Aprecio demasiado a Gabriela y a su familia como para que Alex vuelva a meter la pata.
-No lo hará, créeme. Lleva tiempo luchando por volver con Gabriela y creció, no va a permitir que le pase nada.
-Eso Alex, pero ¿qué pasa con Gabriela?
-Ya te dije, lo ama demasiado como para hacerle daño. Si apartases ese rencor que tienes dentro de ti y los vieses juntos te darías cuenta de que no habrá nada en este mundo que los logre separar.
- ¿Tú crees?
-Claro que si, además, estuvo en el hospital con el casi todo el tiempo, iba cada poco a su habitación.
-Pero no estuvo todo el tiempo, eso es lo que me preocupa, que Alex se ilusione demasiado.
-Él está ilusionado desde que la vio por primera vez, ya no podemos hacer nada para evitar eso, es más, no podríamos haber hecho nada. Y además está que ella estaba de un lado para otro en el hospital porque estuvo con Marcos y su familia ya que tenían que operar a Carlos.
- ¿Tuvieron que operar a ese chico?
-Si, no recuerdo que era lo que tenía, pero no era nada bueno.
-Ella siempre andaba con esos chicos si no recuerdo mal.
-Y lo sigue haciendo, son como hermanos a pesar de que muchas personas dicen que ella anda o con Marcos o con Carlos, depende de quién lo diga.
-Entonces me he pasado con esa chica ¿no es así?
-Te has pasado cuatro continentes, y con Alex también te pasaste.
-Tengo que hablar con él en cuanto vuelva de la universidad.
-Eso si viene a casa, igual queda con Gabriela para levantarle el ánimo.
- ¿Y eso?
- ¿Me vas a decir que no escuchaste que su abuela está enferma y que hace una semana les pegaron una paliza a sus hermanos?
-No tenía ni la menor idea, te recuerdo que estaba fuera por trabajo.
-Vale, pero eso no implica que no lo escucharas.
-Pues no me había enterado la verdad, y después voy yo y la trato como lo hice aquel día.
-Por eso te digo, deberías hablar con ella también, no solo con Alex.
-No me debe querer ver delante después de cómo la traté aquel día.
-Te quedarías impresionada de lo que hace es chica, tu hazlo, dile a Alex que te gustaría hablar con ella.
-No me dejará ni muerto.
-Tranquila, estaré yo para ayudarte, a mí me escuchará.
-Menos mal que te tuvo a ti como madre.
-Tú eres su madre, no yo y lo criaste bien.
-Pero no estuve cuando más lo necesitaba.
-Ni yo lo estuve contigo y aquí estoy.
-Si que lo estuviste, a pesar de que yo no quería, pero estuviste, eso es lo que importa.
-Entonces me alegra de haberte ayudado de alguna manera, pero aún no te ayude lo suficiente.
- ¿Por qué lo dices?
-Porque no te olvidaste de ese hombre y guardas rencor hacia la vida.
-No es fácil olvidarse del daño que te hicieron ¿sabes?
-Entonces te vendría bien hablar con Gabriela, estoy segura de que te ayudará.
-No entiendo.
-Tu arregla las cosas y habla con ella, pregúntale a ella.
- ¿Y qué es eso que le tengo que preguntar exactamente?
-Tu pregúntale como rehízo su vida después de lo que le pasó con Alex.
- ¿Tú crees que me puede ayudar?
-Claro, esa chica da consejos muy buenos para la edad que tiene, si hablas con ella entenderás lo que te digo.
-Entonces hablaré con ella, no sé en qué me puede ayudar, pero hablaré con ella.
-Eso está mejor.
Victoria siguió haciendo el desayuno mientras yo celebraba por dentro el haberla convencido al menos de entender a Alex y que Gabriela no sería capaz de hacerle nada a Alex, eso ya era un gran paso, y estaba segura de que en cuanto hablase con ella y viese como se trataban ellos dos, estos segura que en ese momento se daría cuenta de que Gabriela era buena para Alex.