GABRIELA
Estábamos yendo hacia mi coche porque Alex tenía que volver a una clase y al parecer Carlota no tenía más clases, por lo que nos iríamos a mí casa. Antes de que Alex entrase en clase, Carlota me cogió a Ana de mis brazos donde se había quedado dormida y se apartó dejándonos a Alex y a mí un momento a solas.
"¿Segura que estarás bien hermosa? Me puedo quedar contigo si no es así." respondió Alex sinceramente "Estoy bien, de verdad. Deja de preocuparte." le pedí con una pequeña sonrisa en mi rostro "Voy a preocuparme por ti siempre mi reina, pero al menos ahora puedes respirar, eso es lo más importante."
"Es una sensación que no quiero que nadie tenga la verdad, me suele poner más de los nervios." dije sinceramente "¿Por qué nunca me dijiste que tenías ataques de ansiedad? Que ya lo sabía porque me lo contó Marcos, pero no pensé que fueran tan malos." dijo, algo confundido "Nunca salió el tema, y si ya te lo dijo Marcos no hacía falta que te lo dijera yo. Además, llevaba tres años sin tenerlos, salió ahora de la nada."
"Ahora tienes mucha presión encima de tus hombros, pero no te preocupes por eso, lo que dije antes es cierto, si yo te puedo ayudar a que eso no pase, estaré seguido contigo, llegará un momento en que no me puedas ver delante de tan pesado que te voy a parecer y te cansarás de verme."
"No digas eso que no me cansaré de verte, son unas buenas vistas las que tengo siempre que estás, asique estaré encantada." respondí riéndome, porque no podía negar que mi novio era un monumento de persona "Bueno, pues me alegro de regalarte buenas vistas, pero no creo que sean mejores que las que yo tengo."
"Créeme que lo son, ahora vete a clase. ¿Después vendrás a mí casa?" pregunté y este sonrió "Yo iría encantado, pero no quiero molestar a nadie de tu familia." aseguró y negué, porque en este momento me daba exactamente igual "Eso me da igual, vamos a estar en el jardín y no podrán evitar que te vea. Además, así estaré mejor."
"Entonces no faltaré, todo con tal de que tu estés bien." respondió "Gracias mi vida, te amo." dije con una pequeña sonrisa en mi rostro "Yo también mi reina, nos vemos luego." contestó con otra sonrisa igual que la mía "Nos vemos luego amor."
Con eso me quedé mirando un rato para él, hasta que noto que alguien me toca el hombro. No me esperaba encontrar a Clara detrás de mí y no la quería ver cerca para nada la verdad.
"Solo quiero hablar Gabriela. No vengo a hacerte nada, en serio." respondió esta, elevando las manos en el aire "¿Y quién me asegura eso?" pregunté, cruzándome de brazos "Tendrás que fiarte de lo que te digo, eso ya depende de mí. Además, no es demasiado largo lo que te quiero decir, solo son unas palabras y espero que entiendas en algún momento lo que quieren decir."
"Pues dilas y vete, no creo que te convenga que te vea Carlota o Alex conmigo en este momento." dije sinceramente, pero sobre todo me refería a la primera "Nosotras desde hace tiempo desde que se enteró de que estamos en la misma universidad que tú y todo fuimos prácticamente forzadas a odiarte, y en cierto modo lo hago, pero no tanto. Por otro lado, la familia es lo más importante, tú misma lo dices y espero que en algún momento entiendas todo lo que hacemos."
"¿De qué coño hablas?" pregunté molesta "Eso lo entenderás en algún momento, eres demasiado inteligente como para no descubrirlo, pero te vengo a decir que te cubras las espaldas bien porque lo que viene no es fácil."
"Vaya, me estás advirtiendo de que lo peor aún no ha venido, realmente tienes agallas, de verdad te lo digo." bufé "Porque sé que no eres mala persona, pero eso no implica que me caigas bien." informó "¿Entonces a que vino fingir durante tantos años?"
"Enlace directo, eso es lo que somos. Somos las que sacamos información de ti." dijo simplemente "Pues muchas gracias por decirle a esa estúpida mí vida completa. De verdad que no me lo esperaba, me fiaba de vosotras." dije molesta "Lo sé y esa era nuestra misión."
En ese momento escucho como Carlota me llama y se acerca a toda velocidad. Al parecer había dejado a Ana en el coche. Venía con muy mala leche y Clara se fue rápidamente dejándome sola y sin entender nada lo que acababa de pasar. No entiendo a que venía eso de que la familia es lo primero de todo, pero me daba igual, al menos sabía que lo que venía no era nada bueno y me convencí más de que tenía que preparar a mis hermanos, ante todo, no iba a permitir que eso volviese a pasar.
"¿Qué coño hacía esa zorra junto a ti?" preguntó, enfadada "Nada, a decir cosas sin sentido." Dije sin más, porque sabía que, si le contaba lo que Clara me había dicho, no dudaría en ir a por ella y acabar con ella hasta que no le dijese exactamente su plan "¿Estás bien? ¿Te hizo algo?"
"No, estoy bien, no te preocupes. Y ahora, ¿por qué no nos vamos a casa y empezamos a preparar todo para enseñar a los chicos luego?" pregunté, intentando hacer que dejase el tema "Eso me parece genial, necesito sacar toda la mala leche de encima antes de que vengan ellos."
"Yo igual." Nos encaminamos hacia el coche y en algo más de una media hora estábamos en casa. Nos bajamos del coche y llevamos a Ana a dentro ya que tenía hambre. Mi madre estaba sorprendida de vernos, pero Carlota le contó por encima que íbamos a enseñar a los chicos defensa personal, lo que parece que le gustó, supongo que era para que no volviese a pasar lo de hace un par de semanas.
Mientras Ana estaba con mi madre dentro ayudándola con la comida nosotras fuimos a preparar todo a al jardín para que luego de terminar de comer, fuésemos directamente allí para enseñarles.
Cuando llegaron mis hermanos con Marcos, vinieron junto a mí hasta que mi madre llamó para que fuésemos a comer, pero yo no iba a ir, no tenía hambre y seguía con las palabras de Clara en mi cabeza. Sigo sin entender a que vinieron, y que la familia está antes que el resto.
Acabé por sentarme en la colchoneta y estaba pensando en el significado de las palabras de Clara cuando unos bracitos me abrazan, lo que hace que salga de mi mundo para prestarle toda mi atención a ella.
"Mami, ¿sigues estando mal?" preguntó, sentándose delante de mí "No, ¿por qué lo preguntas?" cuestioné "¿Entonces por qué no vienes a comer?" preguntó y no pude evitar que una pequeña sonrisa apareciese en mi rostro "No tengo hambre, solo eso, ¿tú ya comiste?"
"No, te estoy esperando." Respondió con una sonrisa en su rostro "Puedes comer sin que esté yo, están los demás." Dije "Pero yo quiero comer contigo." Contestó negando "Vale, está bien, iré."
Con eso, me levanté de la colchoneta y Ana me cogió de la mano. Poco después de que entráramos en casa llegan mis abuelos. Yo estaba dándole de comer a mi abuela Rebeca para que mi madre pudiese comer cuando suena el timbre, iría yo, pero estaba terminando de darle de comer y hoy estaba comiendo bien, no me iba a arriesgar a que después de volver de abrir la puerta no quisiese comer, por lo que mi madre se levantó para ir a ver quién era.
Estaba algo pendiente de lo que decía mi madre, porque quería saber quién era, hasta que escucho el nombre que sale de sus labios, es ese el momento en el que se me cae la cuchara y me aparto para ver que lo que dijo es cierto, y eso hace que todos miren para mí.