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Chapter 62 - Capítulo 61

GABRIELA

Un par de besos más tarde bajamos a junto a todos. Pude ver cómo me miraban un poco raro todos excepto mi abuela que se veía con una sonrisa.

Carlota y yo salimos de la casa para ir a practicar un rato, más que nada para no tener que despertar a Ana. "Venga, vamos a calentar." dijo esta emocionada "¿Me vas a dejar poner las vendas?" pregunté "Claro, solo te voy a decir una cosa Gabriela."

"¿El qué?" pregunté, continuando poniendo las vendas "Vas a dar todo lo que tienes." dijo seriamente "¿Por qué tengo que hacerlo?" cuestioné "Porque esto va en serio." respondió "No lo veo así la verdad." contesté, encogiéndome de hombros "¿Entonces me vas a decir que no les vas a enseñar a tus hermanos todo lo que sabes para evitar que pase lo de la semana pasada?"

"Claro que le enseñaré todo lo que sé, pero eso no tiene nada que ver con dar todo lo que puedo Carlota, no quiero hacerte daño." aseguré, era lo último que quería hacer "A mí no me harás nada, por eso no te preocupes, puedes llegar a asustar a los demás, pero a mí no me pasará nada." protestó y rodé los ojos "No me fio Carlota."

"Si no te fías de ti misma fíate de mí." rebatió "Es que es de ti de quien no me fio, se hasta dónde puedo llegar y no quiero hacerte daño." insistí "No me lo harás, y si me lo haces es mi culpa ¿vale? Deja de preocuparte de más por lo demás que no es necesario. Ese es tu principal problema y lo sabes."

"¿Preocuparme por los demás es mi problema principal? No entiendo a qué te refieres." dije confundida e intentando entender a que se refería "Claro que lo sabes solo que no quieres reconocerlo." informó y negué, porque era en serio que en este momento no tenía ni la menor idea de que estaba hablando "No, te lo digo en serio, no tengo ni idea de lo que me estás hablando."

"No eres tan estúpida como para no enterarte de lo que te estoy diciendo Gabriela." dijo mi mejor amiga "Pues llámame lo que quieras, pero es cierto, no me estoy enterando de nada." aseguré "Vamos Gabriela, tus problemas con el estrés y la ansiedad se debe que te preocupas demasiado por todo el mundo antes de preocuparte por ti misma."

"Eso no es cierto." protesté "Dime cuando fue la última vez que te paraste a pensar en ti misma, en caso de que encuentres la última vez que pensaste en ti misma antes que en los demás me pensaré si lo que digo es cierto."

No creo que es fuese cierto, puede ser que me preocupase por todos, pero me habían enseñado a preocuparme por los demás, puede ser que no en el nivel en el que lo hago, pero es mi forma de ser, sobre todo el preocuparse por la familia, al fin y al cabo, es la cosa más importante que tengo en la vida, tengo suerte de tener la familia que tengo, y dentro de esta entran mis amigos cercanos, es decir Carlota, Marcos y Carlos.

"Lo que decía, no te preocupas lo suficiente por ti misma, y es lo que deberías hacer." respondió segura de lo que decía "Eso no es tan fácil de hacer." murmuré "Claro que lo es, haz lo que te dé la gana en vez de hacerle caso a los demás."

"Pues entonces ya lo hice, estoy con Alex por algo ¿no crees?" pregunté, elevando una ceja "Después de mucho tiempo, pero tú pensamiento era "no quiero que nadie se enfade ni tener problemas con nadie de mi familia"" respondió, intentando imitar mi voz, a lo que acabé por rodar los ojos "Pero me preocupaba porque le pudieran hacer daño."

"Eso no estará nunca fuera de peligro, porque el mínimo daño que te haga irán a por él." aseguró y suspiré, porque sabía que estaba hablando en serio "No se lo permitiré, y lo sabes." dije "Lo sé, pero a ellos les importará poco. Pero dejemos de hablar de esto y pongámonos a lo que vinimos."

Acabé de apretar un poco la venda para evitar que se me soltase y nos pusimos a calentar por un cuarto de hora y luego hicimos esa pelea entre comillas entre yo y Carlota la cual gané por raro que parezca. 

"Te lo dije Carlota, te iba a ganar." dijo Marcos, riéndose "Cállate la boca Marcos si no quieres que te patee el trasero." dijo esta, molesta "No, no quiero arriesgar mi físico gracias." contestó nuestro mejor amigo, elevando las manos en el aire.

No me había ni dado cuenta de que estaban ahí mirando, mis hermanos y Ana con cara de sorpresa y Alex no sabría decir my bien que era lo que estaba pasando por su cabeza en este momento la verdad. Estuvimos mirándonos un par de segundos hasta que Carlota me golpea el brazo.

"Oye, eso es trampa." protesté "¿Qué más da eso?" dijo riéndose "Me hiciste daño, y hasta donde yo sé nunca hice trampa contigo." respondí "Siempre hay una primera vez Gabriela, deberías de saberlo." contestó, riéndose de nuevo "¿Ah sí?, pues ahora verás. Hagamos una pelea en serio, luego."

"¿Me vas a decir que no peleaste en serio Gabriela?" preguntó sin creérselo "Obviamente que no Marcos, no quiero hacerle daño, pero ahora va a saber lo que soy yo de verdad." dije preparándome "Eso es lo que quería desde el principio, de saber que con esto conseguiría eso lo hubiera hecho antes."

"Algo me dice que no deberías de jugar con Gabriela, Carlota." dijo Marcos "Entonces ¿quieres que juegue contigo Marcos?" preguntó Carlota, enviándole una mirada amenazadora "Vale, haz lo que quieras, pero luego te diré que te lo dije."

"Como quieras." respondió Gabriela "Bueno, yo me voy a por mis hermanos." dije "Voy contigo mami." dijo rápidamente Ana, levantándose del lugar en el que se había sentado "Como quieras hermosa."

Vino hacia mí, me cogió la mano y nos encaminamos hacia la casa. No tardamos nada en volver a junto el resto. Estuvimos por horas enseñándoles a mis hermanos y repetíamos todo lo que no entendían. Luego también hicimos que practicasen un rato con nosotras y les decíamos donde podían mejorar, cosa que con Ana era imposible, no me iba poner a pelear con ella, era demasiado pequeña, pero lo entendía mejor que mis hermanos y espero que le sirviese para algo en caso de que quieran pegarle.

Cuando terminamos todos se fueron para dentro y yo me quedé recogiendo, o eso iba a hacer hasta que me tiré en la colchoneta mirando hacia el cielo. 

Hoy habían pasado demasiadas cosas que tenía que asimilar y no es demasiado fácil, sobre todo teniendo en cuenta que las personas que considerabas como hermanas y que conocías de ocho años te odiaban y resultaban ser familia de la persona que más te odia. Eso no me iba a dejar dormir esta noche, mucho menos me dejaría relajarme por lo que iba a tener que ocultarlo de cierta manera para evitar preocupar a los demás más de lo que ya están.

Odiaba sentirme así, a veces incluso no podía ni respirar y esa sensación era la peor que se podía sentir, por lo menos de todas las sensaciones que tengo yo, me imagino que puede haber cosas peores.

Justo en ese momento aparece el rostro que tanto amaba ver, y tenía esa sonrisa torcida que también amaba. "¿Sigues preocupada por lo que puedan hacer ellas?" preguntó mi novio "¿Quién dijo que estaba preocupada por algo?" cuestioné "Podrás confundir a los demás, pero se te olvida que tengo un máster de ti y sé que algo no anda bien Gabriela." dijo sentándose a mi lado y sin apartar la mirada de mí ni un solo segundo.

"Pues no te preocupes, estoy bien." aseguré, porque en este momento era cierto, o al menos estaba más cerca de estarlo de lo que había estado en toda la tarde "Sabes que puedes contarme lo que sea ¿verdad?" preguntó y asentí porque era algo que tenía más que claro "Estaré siempre que me necesites hermosa, da igual la hora que sea."

"También lo sé." aseguré "Sabes, odio verte así." dijo suspirando, cogiendo mi mano y entrelazando nuestros dedos "¿Así como?" pregunté "No te sé explicar bien, pero no estás contenta como siempre." aseguró "No te preocupes, estaré bien."

"¿Puedo ayudar en que te pongas mejor antes?" preguntó seriamente "Ya haces demasiado." dije sinceramente "Sabes que lo hago encantado." respondió, con una sonrisa empezando a aparecer en su hermoso rostro "Es que son muchas cosas que asimilar así de golpe ¿sabes?"

"Me lo puedo imaginar, pero deberías quedarte con lo bueno y con nada más." respondió y asentí, porque lo sabía, pero no era fácil en este momento "Todo lo bueno que viví estos ocho años con ellas es una mentira, me odian Alex."

"Pues ellas se pierden lo gran persona que eres, ahora en lo que debes centrarte es en estar bien para Ana y el resto a pesar de que te puedes permitir estar mal, es algo humano, hermosa" respondió "También para ti." dije, centrando mi mirada en la suya "Yo lo estaré en cuanto tú lo estés."

"Pues por eso digo, quiero que estés bien." dije "Pues dime en qué te puedo ayudar para que estés mejor." pidió "Con tu presencia y un abrazo tuyo arreglaremos algo, cuando te vayas tendré que intentar distraerme." No tardó nada en abrazarme, me dio un beso en la frente, y yo apoyé mi cabeza en su pecho, me pegué a él todo lo que pude hasta que prácticamente estaba sentada en su regazo.

"Oye preciosa, ¿y si te vienes a cenar conmigo y mi abuela? Así te distraerás y podrás conocer a mi abuela en condiciones normales." dijo con una sonrisa en su rostro "No quiero molestar Alex, además ¿A qué te refieres con conocerla en condiciones normales?"

"No molestarías, mi abuela está encantada contigo, y me refiero a conocerla fuera de un hospital." contestó "Estaría bien, pero tengo que acostar a Ana que mañana tiene clase."

"Somos de cenar tarde, y si quieres te puedo acompañar." aseguró "¿No voy a poder convencerte de lo contrario?" pregunté sabiendo su respuesta "A ver, poder puedes, pero es que a mi abuela le hace ilusión, aunque no te voy a negar que a mí también me lo haría."

Sabía de sobra que estaba haciéndolo a propósito, él sabía de sobra que diciéndome que a su abuela le haría ilusión no podría negarme, mucho menos di lo decía él. "Está bien, iré, pero solo porque le daría ilusión a tu abuela."

"¿Entonces no te importa que a mí me haga ilusión?" preguntó fingiendo que le duele mi confesión a pesar de que sabía que me importaba también "Puede ser que sí, o puede ser que no."

"Ah vale, me doy por enterado que no te importo." dijo intentando ocultar una sonrisa "Sabes que eso no es cierto, me importas, y demasiado diría yo." aseguré a pesar de que eso él ya lo sabía "Si lo sé, pero al menos logré sacarte esa sonrisa."

"Como siempre, no sé de qué te sorprendes." dije sinceramente "Todo lo que tenga que ver contigo me sorprende." respondió con una gran sonrisa en su rostro "Eres un exagerado." contesté, rodando los ojos "No sé de qué te sorprende."

Me eché a reír, no sé muy bien por qué, pero lo hice y el no tardó nada en seguirme. Estuvimos durante más minutos sentados abrazados y sin separación entre nosotros hasta que escuché a mí padre llamarme, en ese momento me puse tensa y para mi sorpresa Alex estaba de lo más tranquilo, cosa que no lograba entender para nada.