ALEX
Cuando vi salir a Gabriela con Marcos y Carlota detrás ya no me dio buena espina la verdad y me preocupé, pero me preocupé más cuando Marcos me dijo que debía ir a junto ella, la cara que traía él era de preocupación y eso quería decir que Gabriela no estaba bien.
Marcos me dijo que estaba en el piso de arriba y no dude ni un segundo en encaminarme hacia Gabriela y ver qué era lo que le pasaba. Cuando llegué no sé en qué habitación podía estar, por lo que decidí llamar por ella y Carlota me dijo dónde estaban.
Nada más entrar en la habitación en la que me dijo Carlota que estaba, veo que Gabriela está bastante nerviosa que le temblaban las manos, y eso me daba a mí que no era demasiado bueno que digamos, no después de cómo se puso en el parque.
En cuanto me acerque a ella la abracé y empiezo a acariciarle la espalda para que se calme. Es en ese momento en el que me doy cuenta de que Carlota seguía ahí, por lo que me giro un poco hacia ella para que me explique qué es lo que pasó con Gabriela ahora y porqué está así.
"Yo saldré para ver que no viene nadie, tú intenta que se relaje ¿vale?" pidió, y me giré levemente en su dirección "Lo haré, pero no creo que haga falta que te vayas." Aseguré "Lo sé, pero será."
Y con eso se fue dejándonos a mí y a Gabriela solos. Estuvimos abrazados y a los pocos minutos se echó a llorar. "Vamos preciosa, relájate, no me gusta verte así. ¿Qué es lo que hace que te pongas así?" pregunté, intentando hacer que se calmase "El ser una estúpida por no haberme dado cuenta antes de lo que pasaba."
"Primera de todo no eres estúpida, y segunda, si es por lo de Sara y Clara nos engañaron a todos, no debes de echarte la culpa de nada de lo que está pasando." Respondí sinceramente "Alex, son familia de ella." Susurró contra mi pecho y la verdad es que no tengo ni la menor idea de que está hablando en este momento "¿De qué hablas?"
"Son algo de Paula, y van a joderme tanto como ella." Eso sí que no me lo podía creer. ¿Sara y Clara familia de Paula? No sé qué es lo que estaba pasando por la cabeza de Gabriela en este momento, pero no creo que eso fuese real.
"¿De dónde sacaste eso cariño?" pregunté confundido "Me lo dijo ella… Clara… Me odian por todo lo que les contaba ella Alex." Contestó, elevando sus ojos a los míos "Pues si te odian ellas se lo pierden. Mi vida, a ti es imposible odiarte. Se acabarán dando cuenta de que tú no eres la persona que creen y se arrepentirán de todo lo que vayan a hacer, y puedes tener por seguro que no dejaré que te hagan algo, te lo juro por mi vida."
"Alex, lo que me pase a mí me da igual… no quiero que le hagan nada a mi familia, ni a Ana, ni a Marcos, ni a Carlota, mucho menos a ti, no me lo perdonaría." Susurró, dejando su rostro contra mi pecho de nuevo "No nos va a pasar nada. Les vas a enseñar como defenderse y nadie podrá meterse con ellos."
"Alex, lo peor no es que te peguen, lo peor es todo lo que te dicen, eso es lo que te llega al fondo." Sé que en este momento estaba hablando por experiencia propia, o al menos una parte, porque hasta donde yo recuerdo que le pegaran, pero el que pudiese hablar por experiencia propia de este tema no me gustaba para nada, ella era la persona que menos se lo merecía en el mundo y que yo fuese una de esas personas me hace la peor de todas.
"Eso no les pasará a ellos, no le dejaremos, y siento por todo lo que te hice pasar con eso de meterme contigo y haber sido un completo estúpido por eso, al fin de cuentas no te merecías nada de lo que te hicimos." Dije sinceramente "Oye, no lo digo por ti como para que te pongas mal ahora." Respondió mi novia, mirándome de nuevo.
"Puede ser que no lo digas por mí, pero estoy metido en ese saco Gabriela, y lo mío es peor que el de los demás porque yo te amaba y aun así te hice daño, no tiene perdón eso Gabriela." Contesté apartando la mirada de ella "Claro que lo tiene, tiene mi perdón y no importa lo que las demás personas digan, ellos no saben que cambiaste desde esa." Dijo luego de que pusiese sus manos a cada lado de mi rostro e hiciese que la mirase "A mí lo que digan los demás me da igual."
"Pues no le hagas caso a lo que te dice tu cabeza, no me gusta verte así de mal por algo que pasó hace años." Dijo, abrazándome de nuevo "Lo sé." Susurré "Pues cambia esa cara y saca eso de tu cabeza." Pidió con una pequeña sonrisa en su rostro "¿En qué momento cambiamos los roles hermosa?" pregunté riéndome "¿De qué hablas?" preguntó confundida.
"Yo vine aquí para hacer que te sintieras mejor y ahora eres tú la que está haciendo sentirme mejor." Dije, dándole un beso en la sien "No pienso dejar que te pongas mal por algo sin importancia y déjame decirte que conseguiste tu cometido de hacerme sentir mejor, pero eso no implica que no tenga miedo de lo que os pueda pasar a cualquiera."
"Te prometo que no dejaré que nos pase nada, mucho menos a ti hermosa." Aseguré "Yo soy lo que menos importa en todo este lio, el problema es conmigo no con el resto." Contestó "Primera de todo, tú eres lo más importante para mí y no dejaré que nada te pase y segundo si ellas tienen problemas contigo, los tendrán conmigo, no va a haber nada en este mundo que me impida protegerte hermosa."
"Que sepas que te amo más que nada en el mundo, de verdad, gracias por ser tan insistente a veces a pesar de que me saca de quicio siempre." Dijo con una sonrisa en su rostro "Yo también te amo hermosa, más que a mi propia vida." Nos dimos un beso y cuando se apartó se dirigió hacia la habitación de al lado de la cual no me había dado ni cuenta de que era tan grande.
"¿Esta es tu habitación?" pregunté mirando para todos lados "Si, ¿por?" preguntó yendo hacia el armario "Es grande, ahora entiendo porque no querías quedarte en la mía, debe de ser la mitad de la tuya." Dije sinceramente "A mí eso es lo que menos me importa, además, antes era como la tuya, pero hace un par de años que tiramos la pared que había en medio y ahora es así de grande."
"¿Y que tienes en esa pared?" pregunté acercándome a esta "Fotos." Me acerqué a verlas mientras ella se fue hacia el armario. En ellas se podía ver a Gabriela con Marcos, con Carlota, con su familia y en ellas se veía feliz. Seguía mirando las fotos hasta que me doy cuenta de unas en particular, unas iguales a las que tengo en casa, pero en mejor estado.
"Hermosa, ¿desde cuando tienes estas fotos en la pared?" dije sin apartar la mirada ni un solo segundo "¿Cuáles?" preguntó detrás de mí, lo que hace que miré en su dirección. En el momento que me fijo realmente en ella, no me podía creer lo que tenía delante. Si ya me parecía una diosa con ropa, ahora que estaba con un pantalón de chándal y en un sujetador deportivo se veía más hermosa que una diosa, no creo ni que tenga nombre.
"Oye, que mi cara está más arriba." Y fue en ese momento en el que me di cuenta que me había quedado mirando sus pechos. Pronto levanto la mirada hacia sus ojos y puedo ver que está un poco sonrojada y con una sonrisa que la hacía más hermosa.
"Perdona, no era mi intención incomodarte." Dije, mirando de nuevo a sus hermosos ojos "Si no lo hiciste, eres el primero que me ve en sujetador." Respondió riéndose "Pues no vea cómo me encanta la idea." Dije sin poder contener la gran sonrisa que invade mi rostro "Lo puedo ver, pero dime de que fotos hablas."
"Las fotos de hace ocho años, de cuando estábamos juntos." Pregunté, centrando de nuevo mi mirada en ellas "Pues llevan ahí desde el día en que las sacamos." Respondió, lo que hace que centre de nuevo mi mirada en ella "¿Y nadie te las quitó de la pared?"
"Lo hubieran hecho si supiesen que estaban ahí, pero le había puesto otras fotos por encima." Contestó, encogiéndose de hombros "Pero ahora están descubiertas." Dije confundido "Lo sé, esta pared representa mi vida y tú me gustase o no pertenecías ella, no las iba a quitar. Si te soy sincera a veces quitaba las fotos que tenía encima y las miraba, me dolía, pero me dolía más no poder verlas."
"Lo mismo me pasa a mí, pero las mías están gastadas. Me gustaría que estuviesen como las tuyas." Murmuré "Pues imprímelas de nuevo." Respondió, riéndose "Le tengo cariño a esas, solo espero que pueda juntar nuevas a la colección."
"Si quieres ampliamos ahora esa colección." Dijo con una gran sonrisa en su rostro, se acercó a mí con el móvil en la mano, se pegó a mí y me besó la mejilla. "Ya tienes una nueva a la colección." Dijo, mostrándomela "Si, pero a mí me gustaría que fuese un beso de verdad."
"Todo con tal de besarme ¿no?" contestó, rodando los ojos, pero con la sonrisa todavía en su rostro "Obviamente, no me pienso perder esos labios tan dulces que tienes, mi vida."
"Pero si quieres un beso no hace falta una foto, solo tienes que hacerlo." Contestó, pasando sus manos por detrás de mi cuello "¿No tengo ni que pedirlo?" pregunté a pesar de que ya sabía la respuesta "Si no lo hiciste cuando no estábamos juntos y se puede decir que te odiaba no veo motivo ahora para que lo pidas."
"Eso es cierto. Entonces te puedo estar besando todo el día." Contesté, pasando mis manos por su cadera "Por mucho que me guste la idea no es posible." Suspiró como si fuese algo que le da pena de verdad "Pues es una pena, ni pasar contigo todo el día puedo."
"Ya pasamos un día entero juntos el fin de semana pasado." Respondió, rodando los ojos "Pero a mí me gustaría siempre." Dije sinceramente "Te acabarías cansando de mí."
"Eso es imposible. Me canso de los demás, pero de ti es imposible." Aseguré "Exageras." Respondió, haciendo que me riese "Mmmm puede ser que sea un exagerado, pero es que te amo tanto que no puedo evitarlo. Además, pienso que es hora de que bajes, no creo que quieras preocupar a todos."
"Espero no haberlos preocupado." Dijo suspirando "Estoy seguro de que, si lo has hecho, a pesar de que no era intencional." Respondí "Odio que os preocupéis por mí." Protestó haciendo un puchero "Por mucho que lo odies, seguiremos preocupándonos por ti hermosa, no lo podrás evitar."
"Algún día espero conseguirlo." Dijo y negué "No creo que lo hagas, por lo menos en mi caso no lo conseguirás." Aseguré "Odio que te preocupes por mí, en serio te lo digo." Contestó "Yo también odio que tú te preocupes por mí, pero en eso consiste la pareja ¿no? Preocuparse el uno por el otro."
"Eso no implica que me guste." Murmuró "Tendremos que aprender a llevar eso hermosa." Gabriela asintió y me aparté de ella para que pudiese terminar de vestirse "Entonces deberías terminar de vestirte para bajar."
"Si, además que empiezo a tener frío." Dije, dirigiéndose al armario de nuevo "Pues eso, ponte el jersey y la sudadera que no quiero que te enfermes como la semana pasada." Respondí riéndome a pesar de que estaba hablando en serio "¿Me lo dices ahora después de haberte quedado embobado mirándome?"
"Es que tienes el cuerpo de una diosa, ¡qué digo! Mejor que eso." Dije, buscando una descripción de mi novia apropiada "No te lo crees ni tu mi vida." Dijo está riéndose "Oh, claro que me lo creo, por eso te lo digo."
"Pues me voy a poner un jersey y la sudadera para que dejes de mirarme de esa manera, no creo que en caso de que, entre alguien de mi familia, te mate, no me gustaría quedar soltera después de recuperarte." Dijo riéndose "No quedarás soltero amor, eso no lo permitiré en la vida."
"Más te vale, porque entonces la que te mata soy yo." Contestó seriamente y me reí, porque sabía de sobra que estaba hablando en serio "Pues no te preocupes por eso que no pensaré separarme de ti para nada hermosa, te amo demasiado como para dejarte." Aseguré "Yo también te amo mi vida."
Nos dimos un beso y mientras se acabó de vestir, yo me puse a mirar las fotos. Se veía realmente bien esa pared, me encantaba, pero todo lo que hacía ella me encantaba, se notaba que valía para bellas artes, a cualquier lado que mirases podías ver arte, estoy más que seguro que llegará a ser famosa, destaca en lo que hace, solo espero estar junto a ella para poder apreciar todo lo que hace, y poder apreciar su cuerpo, eso era algo que no me gustaría perder por nada del mundo.