GABRIELA
Llevaba pensando en las palabras de Paula, lo que dijeron esos chicos y lo que me dijo mi hermano desde que colgara la llamada con mi madre. Algo me decía que Paula estaba metida en todo esto, pero en el momento en que mi hermana dijo eso, descubría que esa perra no tiene límites. Ellos no tenían la culpa de los problemas que tenía conmigo y no iba a dejar las cosas así. Estaba tan enfadada que acabé golpeando la mesa y saliendo de la habitación de mi hermana. Me dirigí a la sala de espera en la que estaba Marcos, el cual no tardó nada en acercarse junto a mí, para preguntar por mí hermana, pero en este momento lo único que quería hacer era acabar con esa zorra que se atrevió ordenar golpear a mis hermanos, esta si no se la perdonaría.
- ¿Qué tal tu hermana?
-Las llaves del coche Marcos.
- ¿Qué?
-QUE ME DES LAS LLAVES DEL PUTO COCHE TE DIJE.
Sé que no se merecía que lo gritase, pero no me podía contener. En cuanto me las dio salí del hospital y empecé a buscar mi coche hasta que lo encontré. Me metí en el rápidamente sin importarme una mierda nada.
Esto que les había pasado a mis hermanos fue culpa mía. Me sentía fatal por ese echo. Tenía que estar junto a ellos para evitar que eso pasara, soy una mala hermana ahora lo tengo más que claro. Notaba como me empezaba a molestar demasiado el estómago y aparté la mano del volante, la que vi que ya tenía pequeños temblores, lo que quiere decir que se venía un ataque de ansiedad de los buenos, creo que nunca tuve uno tan importante como este, pero no era para menos, MI HERMANA ESTABA EN EL HOSPITAL POR UNA PALIZA QUE LE HABÍAN DADO POR MÍ CULPA. ¡¡¡¡POR MÍ PUTA CULPA!!!!
Empecé a buscar las pastillas de la ansiedad que tenía suerte que las había metido en la mochila esta mañana, y me tomé dos. Me fui a casa y me encerré en la habitación. Mis abuelos tardaron como una hora en llegar a casa porque ahora mismo eran ellos los que cuidarían a mí abuela mientras mi hermana estaba en el hospital. Mi abuela vino a mi habitación y estuvo ahí como por una hora hasta que decidió marcharse, sabia decisión.
A la noche aparecieron Carlota y Marcos, pero tampoco les abrí. No quería ver a nadie, quería estar sola, sin que nadie me molestase. Para mi mala suerte ya era de día y no había dormido nada pensando en todo lo que había pasado, por mí culpa y por la de esa perra que lo único que hace siempre que aparece es joderme la vida.
-Gabriela, sé que no quieres ver a nadie, pero llamó la directora de la universidad y quiere que vaya alguien de la casa y como eres la única que está tienes que ir, que al parecer tienes que dar explicaciones por algo de lo que hiciste.
Oh, que bueno, al parecer la que se iba a comer la bronca iba a ser yo. No tenía pensado levantarme de la cama hasta que recordé que Paula andaría por la universidad, lo que era mí única oportunidad para devolverle lo que les había hecho a mis hermanos. Pensé un plan rápido, no podía llegar allí y golpearla, que es lo que más me gustaría. Tenía que provocarla de alguna manera para que fuese ella la primera que me golpease, no me iba a meter en demasiados líos por su culpa, pero pagar, me las iba a pagar, lo de mis hermanos no iba a quedar así, por lo que me levanté y salí de la habitación.
- ¿Qué es lo que te afectó tanto Gabriela? María está bien.
-Nada abuela, no te preocupes, ahora mismo me voy para la universidad.
-Tú no vas a conducir así.
-Claro que lo voy a hacer, me tengo que ir abuela. Nos vemos más tarde.
Le di un beso para que quedase más tranquila y salí por la puerta. En cuanto llegue a la universidad Marcos ya estaba allí con las chicas, Alex no tardaría nada en llegar, y sé que con ellos no podría golpear a esa zorra, por lo que me puse la capucha y empecé a caminar hacia la universidad. Al parecer funcionó lo de la capucha y ni se dieron cuenta de que había pasado por delante de ellos.
Entré en la universidad y estuve buscando por un par de minutos hasta que la encontré, no me hizo falta buscar el enfado en mi interior, porque lo tenía encima, por lo que me empecé a acercar a ella hasta que le toqué el hombro con el dedo. En cuanto se gira, se le clava en la cara una sonrisa triunfante, lo que me hace ponerme de peor humor del que ya estoy.
-Bueno, mirar a quién tenemos por aquí. Pensé que hoy no vendrías, como está tú hermana en el hospital y eso.
-Debería estar, pero me ha llamado la directora, no me quedó otro remedio que venir.
-Pues lo siento por lo de tus hermanos, en serio.
-Oh, veo que dejaron escapar a las zorras del zoo, no me esperaba encontrarme con una delante mía en este momento.
-Seré zorra y todo lo que tú quieras, pero soy feliz.
-Oh, claro, lo eres. ¿Sabes? No te creo.
- ¿Y eso a que se debe? Estoy feliz.
-Puede ser que es lo que quieras demostrar en este momento, pero no estás con Alex, esa soy yo y te escuece.
-Haber por cuanto tiempo vais a estar juntos.
-El tiempo que estemos juntos es lo de menos, pero lo que puedes tener claro es que no se irá contigo. Te odia demasiada, no te puede ver delante, y de ser por él te mandaría lejos.
-Eso no es cierto.
-Claro que lo es, pregúntaselo a él.
-Eso lo dices para hacerme daño.
-No, haber, las palabras textuales que me dijo fueron, "la odio, no la puedo ver delante. No me puedo creer que te dejase por semejante persona, es mala, fría y manipuladora" Creo que dijo algo más, pero no lo recuerdo.
-Para ser fría como según dijo, bien que se acostaba conmigo.
-Eso, era eso.
- ¿De qué hablas?
-No creo que lo quieras escuchar.
-Claro que quiero escucharlo, dímelo de una vez.
-Pues dijo que eso era lo peor que había en vuestra pareja. Que lo odiaba y que no pensaba en ti en ese momento sino en mí.
La verdad es que no tenía ni idea de si se habían acostado ni de nada, pero sé que hablar de Alex delante con ella era lo que la haría enfadarse y que acabaría por querer golpearme, la cual era mi intención, podría decir lo que quisiese por ahí, pero no podría decir que fui yo quien empezó la pelea, porque va a ser ella.
-Te lo estás inventando todo.
- ¿Eso crees? Si quieres lo llamo ahora mismo y que te lo diga el mismo.
-Eres una zorra asquerosa Gabriela, y te odio. Tu romance si se puede decir así no va a durar demasiado.
-No lo sé, pero estuvo hablando de casarse y de hijos por lo que no sé yo.
- ¿Cómo casarse?
-Eso dijo.
-Eso no lo permitiré. Te vas a enterar Gabriela.
En ese momento se abalanzó sobre mí y me dio un golpe en el estómago, pero yo no tardé nada en devolverle el golpe y dejé la ira fluir. Estaba que ardía en ira y no me golpeó más. Un par de minutos más tarde unos brazos me agarran desde atrás apartándome de ella.
-ESO ES POR LO DE MIS HERMANOS PUTA ZORRA. COMO LE VUELVAS A PONER UN SOLO DEDO ENCIMA, ACABARÉ CONTIGO, CUESTE LO QUE ME CUESTE. ESO TE LO JURO.
En ese momento sonrió y me sacó más de quicio. La odiaba hasta el fondo, lo digo en serio, no me podía creer que existiera una persona así de cabrona en el mundo.
-Es lo menos que te merecías, tú te metiste con quien no debías y yo debí hacer lo propio.
-Eres una maldita zorra Paula, ella no te hizo nada.
-Claro, me sacó el novio, eso tiene precio que pagar nada bajo debo decir. Que sepas que te pienso denunciar.
-HAZ LO QUE SE TE VENGA EN GANA, TODO EL PUTO MUNDO VIO QUE EMPEZASTE LA PELEA, SERÁS TU LA QUE SE METE EN UN LÍO Y NO YO.
Su cara de enfado se hizo presente y sabía que en este momento la que ganaba era yo, pero las ganas de seguir golpeándola estaban ahí y Alex me fue sacando de allí evitando que pudiera seguir haciendo mi cometido.
-SUÉLTAME ALEX, DÉJAME DARLE SU MERECIDO.
-No pienso dejar que eches tu vida a perder por culpa de ella. Debes relajarte.
-POR CULPA DE ELLA ESTÁ MI HERMANA EN EL HOSPITAL. NO PIENSO DEJAR QUE ESTO SIGA ASÍ.
- ¿Se puede saber qué es lo que pasa aquí?
En ese momento Alex se gira en dirección en la que venía esa voz, haciendo que yo también me girara. Nos fijamos que era la directora y Alex inmediatamente se puso tenso.
-Gabriela, ¿qué es lo que pasa aquí? ¿Qué es lo que te ha pasado a ti y porqué estás golpeada?
-Eso dígaselo a la que tiene en frente, estoy segura de que ella le contestará encantada.
- ¿La golpeaste tú Gabriela?
-Si.
-Las dos a mi despacho, ahora mismo.
Paula empezó a andar con una sonrisa en la cara. Si de verdad esperaba que le tuviese miedo a lo que nos fuese a decir la directora estaba muy equivocada. Alex me soltó y me empezaron a seguir tanto él como Marcos y Carlota.
- ¿A dónde creéis que vais?
-Te acompañamos.
-Os vais a quedar aquí.
-Pero...
-PERO NADA. Este es mi problema y punto, ahora me tengo que ir.
Sé que ellos no merecían mi enfado, pero en este mismo momento no es que me pudiese controlar demasiado. Cuando llegamos al despacho de la directora nos hizo explicarle que es lo que había pasado y no nos expulsó por un mes, a mí porque nunca había tenido problemas hasta ayer y que eso me ayudaba y a Paula por lo de golpearme primero.
Iba a salir del despacho la directora me paró y me preguntó por mí hermana a lo que conteste que estaba bien y que probablemente saldría hoy del hospital y con eso me dejó salir de allí. Fuera me estaban esperando todos, pero me dirigí hacia la salida, no quería hablar con nadie, no quería seguir haciendo daño a nadie.
- ¿Nos vas a seguir ignorando como si no estuviéramos?
-Si, no quiero hablar con nadie.
-Por lo menos dinos qué es lo que te ha dicho la directora.
-Me ha expulsado por un mes. ¿Contentos?
- ¿Cómo que te ha expulsado?
-Si, pero ahora debo irme, tengo cosas más importantes que hacer.
Ya ni esperé a que dijeran nada, quería estar sola, no quería herir a nadie más. Salí de la universidad y me dirigí hacia el coche y de ahí me fui. No quería saber nada del mundo, no quería tener que preocuparme por nada. En este mismo momento odiaba mí vida y sobre todo el no haber podido evitar que eso les pasara a mis hermanos, eso no me lo perdonaría jamás.
GABRIELA
Llevaba pensando en las palabras de Paula, lo que dijeron esos chicos y lo que me dijo mi hermano desde que colgara la llamada con mi madre. Algo me decía que Paula estaba metida en todo esto, pero en el momento en que mi hermana dijo eso, descubría que esa perra no tiene límites. Ellos no tenían la culpa de los problemas que tenía conmigo y no iba a dejar las cosas así. Estaba tan enfadada que acabé golpeando la mesa y saliendo de la habitación de mi hermana. Me dirigí a la sala de espera en la que estaba Marcos, el cual no tardó nada en acercarse junto a mí, para preguntar por mí hermana, pero en este momento lo único que quería hacer era acabar con esa zorra que se atrevió ordenar golpear a mis hermanos, esta si no se la perdonaría.
"¿Qué tal tu hermana?" preguntó Marcos, levantándose de la silla en la que estaba sentado "Las llaves del coche Marcos." pedí conteniendo mi ira "¿Qué?" preguntó confundido "QUE ME DES LAS LLAVES DEL PUTO COCHE TE DIJE." grité.
Sé que no se merecía que lo gritase, pero no me podía contener. En cuanto me las dio salí del hospital y empecé a buscar mi coche hasta que lo encontré. Me metí en el rápidamente sin importarme una mierda nada.
Esto que les había pasado a mis hermanos fue culpa mía. Me sentía fatal por ese echo. Tenía que estar junto a ellos para evitar que eso pasara, soy una mala hermana ahora lo tengo más que claro. Notaba como me empezaba a molestar demasiado el estómago y aparté la mano del volante, la que vi que ya tenía pequeños temblores, lo que quiere decir que se venía un ataque de ansiedad de los buenos, creo que nunca tuve uno tan importante como este, pero no era para menos, MI HERMANA ESTABA EN EL HOSPITAL POR UNA PALIZA QUE LE HABÍAN DADO POR MÍ CULPA. ¡¡¡¡POR MÍ PUTA CULPA!!!!
Empecé a buscar las pastillas de la ansiedad que tenía suerte que las había metido en la mochila esta mañana, y me tomé dos. Me fui a casa y me encerré en la habitación. Mis abuelos tardaron como una hora en llegar a casa porque ahora mismo eran ellos los que cuidarían a mí abuela mientras mi hermana estaba en el hospital. Mi abuela vino a mi habitación y estuvo ahí como por una hora hasta que decidió marcharse, sabia decisión.
A la noche aparecieron Carlota y Marcos, pero tampoco les abrí. No quería ver a nadie, quería estar sola, sin que nadie me molestase. Para mi mala suerte ya era de día y no había dormido nada pensando en todo lo que había pasado, por mí culpa y por la de esa perra que lo único que hace siempre que aparece es joderme la vida.
"Gabriela, sé que no quieres ver a nadie, pero llamó la directora de la universidad y quiere que vaya alguien de la casa y como eres la única que está tienes que ir, que al parecer tienes que dar explicaciones por algo de lo que hiciste." Oh, que bueno, al parecer la que se iba a comer la bronca iba a ser yo. No tenía pensado levantarme de la cama hasta que recordé que Paula andaría por la universidad, lo que era mí única oportunidad para devolverle lo que les había hecho a mis hermanos. Pensé un plan rápido, no podía llegar allí y golpearla, que es lo que más me gustaría. Tenía que provocarla de alguna manera para que fuese ella la primera que me golpease, no me iba a meter en demasiados líos por su culpa, pero pagar, me las iba a pagar, lo de mis hermanos no iba a quedar así, por lo que me levanté y salí de la habitación.
"¿Qué es lo que te afectó tanto Gabriela? María está bien." dijo la abuela, pero negué, porque no era algo que le contaría "Nada abuela, no te preocupes, ahora mismo me voy para la universidad." informé, levantándome "Tú no vas a conducir así."
"Claro que lo voy a hacer, me tengo que ir abuela. Nos vemos más tarde." Le di un beso para que quedase más tranquila y salí por la puerta. En cuanto llegue a la universidad Marcos ya estaba allí con las chicas, Alex no tardaría nada en llegar, y sé que con ellos no podría golpear a esa zorra, por lo que me puse la capucha y empecé a caminar hacia la universidad. Al parecer funcionó lo de la capucha y ni se dieron cuenta de que había pasado por delante de ellos.
Entré en la universidad y estuve buscando por un par de minutos hasta que la encontré, no me hizo falta buscar el enfado en mi interior, porque lo tenía encima, por lo que me empecé a acercar a ella hasta que le toqué el hombro con el dedo. En cuanto se gira, se le clava en la cara una sonrisa triunfante, lo que me hace ponerme de peor humor del que ya estoy.
"Bueno, mirar a quién tenemos por aquí. Pensé que hoy no vendrías, como está tú hermana en el hospital y eso." dijo con una gran sonrisa en su rostro, lo que hacía que mi enfado llegase a las nubes "Debería estar, pero me ha llamado la directora, no me quedó otro remedio que venir."
"Pues lo siento por lo de tus hermanos, en serio." fingió y me reí "Oh, veo que dejaron escapar a las zorras del zoo, no me esperaba encontrarme con una delante mía en este momento." dije "Seré zorra y todo lo que tú quieras, pero soy feliz." aseguró y me reí de nuevo "Oh, claro, lo eres. ¿Sabes? No te creo."
"¿Y eso a que se debe? Estoy feliz." insistió "Puede ser que sea lo que quieras demostrar en este momento, pero no estás con Alex, esa soy yo y te escuece." afirmé "A ver por cuanto tiempo vais a estar juntos." amenazó "El tiempo que estemos juntos es lo de menos, pero lo que puedes tener claro es que no se irá contigo. Te odia demasiada, no te puede ver delante, y de ser por él te mandaría lejos."
"Eso no es cierto." respondió, pero podía escuchar la duda en su voz "Claro que lo es, pregúntaselo a él." contesté "Eso lo dices para hacerme daño." espetó, formando puños con sus manos "No, haber, las palabras textuales que me dijo fueron, "la odio, no la puedo ver delante. No me puedo creer que te dejase por semejante persona, es mala, fría y manipuladora" Creo que dijo algo más, pero no lo recuerdo."
"Para ser fría como según dijo, bien que se acostaba conmigo." dijo convencida "Eso, era eso." respondí, dando un pequeño golpe en la palma de mi mano con el puño "¿De qué hablas?" preguntó, frunciendo el ceño "No creo que lo quieras escuchar."
"Claro que quiero escucharlo, dímelo de una vez." insistió "Pues dijo que eso era lo peor que había en vuestra pareja. Que lo odiaba y que no pensaba en ti en ese momento sino en mí." La verdad es que no tenía ni idea de si se habían acostado ni de nada, pero sé que hablar de Alex delante con ella era lo que la haría enfadarse y que acabaría por querer golpearme, la cual era mi intención, podría decir lo que quisiese por ahí, pero no podría decir que fui yo quien empezó la pelea, porque va a ser ella.
"Te lo estás inventando todo." murmuró "¿Eso crees? Si quieres lo llamo ahora mismo y que te lo diga el mismo." dije, cogiendo el teléfono y hacer que lo iba a llamar "Eres una zorra asquerosa Gabriela, y te odio. Tu romance si se puede decir así no va a durar demasiado." aseguró "No lo sé, pero estuvo hablando de casarse y de hijos por lo que no sé yo."
"¿Cómo casarse?" preguntó "Eso dijo." respondí, encogiéndome de hombros "Eso no lo permitiré. Te vas a enterar Gabriela." En ese momento se abalanzó sobre mí y me dio un golpe en el estómago, pero yo no tardé nada en devolverle el golpe y dejé la ira fluir. Estaba que ardía en ira y no me golpeó más. Un par de minutos más tarde unos brazos me agarran desde atrás apartándome de ella.
"ESO ES POR LO DE MIS HERMANOS PUTA ZORRA. COMO LE VUELVAS A PONER UN SOLO DEDO ENCIMA, ACABARÉ CONTIGO, CUESTE LO QUE ME CUESTE. ESO TE LO JURO." En ese momento sonrió y me sacó más de quicio. La odiaba hasta el fondo, lo digo en serio, no me podía creer que existiera una persona así de cabrona en el mundo. "Es lo menos que te merecías, tú te metiste con quien no debías y yo debí hacer lo propio."
"Eres una maldita zorra Paula, ella no te hizo nada." dije "Claro, me sacó el novio, eso tiene precio que pagar nada bajo debo decir. Que sepas que te pienso denunciar." informó, con una sonrisa en su rostro "HAZ LO QUE SE TE VENGA EN GANA, TODO EL PUTO MUNDO VIO QUE EMPEZASTE LA PELEA, SERÁS TU LA QUE SE METE EN UN LÍO Y NO YO."
Su cara de enfado se hizo presente y sabía que en este momento la que ganaba era yo, pero las ganas de seguir golpeándola estaban ahí y Alex me fue sacando de allí evitando que pudiera seguir haciendo mi cometido.
"SUÉLTAME ALEX, DÉJAME DARLE SU MERECIDO." grité, frustrada "No pienso dejar que eches tu vida a perder por culpa de ella. Debes relajarte." pidió "POR CULPA DE ELLA ESTÁ MI HERMANA EN EL HOSPITAL. NO PIENSO DEJAR QUE ESTO SIGA ASÍ." grité de nuevo "¿Se puede saber qué es lo que pasa aquí?"
En ese momento Alex se gira en dirección en la que venía esa voz, haciendo que yo también me girara. Nos fijamos que era la directora y Alex inmediatamente se puso tenso. "Gabriela, ¿qué es lo que pasa aquí? ¿Qué es lo que te ha pasado a ti y porqué estás golpeada?" preguntó "Eso dígaselo a la que tiene en frente, estoy segura de que ella le contestará encantada."
"¿La golpeaste tú Gabriela?" cuestionó la directora y asentí. No valía la pena mentir "Las dos a mi despacho, ahora mismo." dijo, empezando a caminar hacia donde estaba su despacho. Paula empezó a andar con una sonrisa en la cara. Si de verdad esperaba que le tuviese miedo a lo que nos fuese a decir la directora estaba muy equivocada. Alex me soltó y me empezaron a seguir tanto él como Marcos y Carlota.
"¿A dónde creéis que vais?" pregunté "Te acompañamos." informó Carlota y negué "Os vais a quedar aquí." dije fríamente "Pero..." empezaron "PERO NADA. Este es mi problema y punto, ahora me tengo que ir."
Sé que ellos no merecían mi enfado, pero en este mismo momento no es que me pudiese controlar demasiado. Cuando llegamos al despacho de la directora nos hizo explicarle que es lo que había pasado y no nos expulsó por un mes, a mí porque nunca había tenido problemas hasta ayer y que eso me ayudaba y a Paula por lo de golpearme primero.
Iba a salir del despacho la directora me paró y me preguntó por mí hermana a lo que conteste que estaba bien y que probablemente saldría hoy del hospital y con eso me dejó salir de allí. Fuera me estaban esperando todos, pero me dirigí hacia la salida, no quería hablar con nadie, no quería seguir haciendo daño a nadie.
"¿Nos vas a seguir ignorando como si no estuviéramos?" preguntó Carlota, molesta "Si, no quiero hablar con nadie." les informé "Por lo menos dinos qué es lo que te ha dicho la directora." pidió "Me ha expulsado por un mes. ¿Contentos?"
"¿Cómo que te ha expulsado?" cuestionó "Si, pero ahora debo irme, tengo cosas más importantes que hacer." Ya ni esperé a que dijeran nada, quería estar sola, no quería herir a nadie más. Salí de la universidad y me dirigí hacia el coche y de ahí me fui. No quería saber nada del mundo, no quería tener que preocuparme por nada. En este mismo momento odiaba mí vida y sobre todo el no haber podido evitar que eso les pasara a mis hermanos, eso no me lo perdonaría jamás.