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Chapter 47 - Capítulo 46

ALEX

La semana pasó considerablemente rápido, no sé si fue porque Gabriela se estaba quedando en mi casa o por qué motivo, era realmente feliz teniendo a Gabriela en mi casa, siempre quería ayudarme en lo que necesitaba y a pesar de que no era necesario que me ayudase, no había manera en que la convenciese de no hacerlo, hasta me ayudaba a estudiar.

Pero no todo era color de rosas, sé que estaba triste por lo que había pasado con sus hermanos, que se seguía culpando por lo que hizo esa tipa con ellos. Por mucho que Carlos, Marcos, Carlota y yo intentamos que fuese a ver a sus hermanos, no quería, se negaba rotundamente a ir a verlos.

En su casa estaban preocupados por ella, sobre todo sus hermanos que no sabían nada de ella, solo lo que ella decidía contarle a su madre o a su abuela. También decir que ellos pensaban que estaba en casa de Marcos y no en la mía, en el momento en el que se enterasen de que estaba en la mía igual venían a echarme la bronca o algo.

Ayer en la universidad, entre todos decidimos que íbamos a hacerle una encerrona, que en caso de que se entere nos mata, pero no podía seguir así, se estaba haciendo daño a ella misma y era algo que no permitiría que hiciese, yo solo quería verla feliz. Quedamos en que Marcos y Carlos le dirían que tenía cosas que hacer y que, si podía cuidar a su hermana, cosa que no dudaría por nada del mundo, adora a esa pequeña y sería ese el momento en el que sus hermanos se aparecerían por la casa de ellos.

Sé que está mal hacer una encerrona, sobre todo a ella, pero era la única manera que veíamos eficiente y no se pudiese negar a verlos. Estoy seguro de que se enfadará, pero es un riesgo que tenemos que correr, y yo estoy dispuesto a todo por verla feliz, no hay otra cosa en el mundo que desee más que eso.

Ahora mismo se podía decir que no me gustaba venir a la universidad, aunque nunca fue algo que me entusiasmó demasiado, odio estudiar como casi todos los estudiantes, pero sé que estudiando puedo llegar a tener un gran futuro, y si quiero que algún día Gabriela se convierta en mi esposa y formemos una familia, me tengo que asegurar de que puedo hacerla feliz sin la ayuda de nadie. Además, ella era el motivo por el que venía encantado a la universidad. Está claro que este mes iba a ser el más largo de mi vida.

Todos los días intentaba quedarme en casa, pero siempre me decía que debía venir, que era importante que no faltase, cosa que a mí me daba exactamente igual, con tal de pasar tiempo con ella.

Justo acababa de llegar a la universidad ahora mismo y estaba parado junto a mí coche. Estaba en mi mundo cuando veo pasar a sus hermanos por delante mía y seguían andando hasta que se giran y vienen en la dirección en la que estaba yo, seguro que no era para venir a junto a mí, me odiaban, cosa que era entendible después de lo que pasó con su hermana.

Mientras venían en mi dirección, veo como un grupo de chicos se acerca a ellos y empujan a Mario, lo que hace que salga en dirección a ellos para evitar que pase lo de la última vez, y mucho menos después de prometerle a Gabriela que no dejaría que le pasase algo a los gemelos, antes tendrían que pasar por encima de mi cadáver para que les pudiesen hacer algo. No tardo demasiado en llegar y me paró delante de ellos, entre los matones de quinta y los gemelos, podía notarlos un poco asustados y no quería que lo estuviesen.

"Dejadlos en paz si no queréis acabar peor de lo que os dejó su hermana." amenacé "Esa no nos ha tocado un solo pelo, solo nos hizo cosquillas." bufó uno de los chicos, y me reí "Yo no diría lo mismo, él tiene la nariz rota por el puño de Gabriela y el resto estáis con golpes. Si eso ahora se llaman cosquillas prefiero que no me las hagan en la vida."

"Ella tampoco acabó muy bien que digamos." intentó otro chico, y a lo que no pude evitar reírme "Ella está perfectamente, si un rasguño." aseguré, riéndome todavía "Pero atacamos lo que más quiere, eso es lo que importaba. Ahora apártate del medio si no quieres que te pase algo malo."

"¿Ahora soy amenazado? Primera de todo, no creo que unos niños de pacotilla pudiesen conmigo, y segundo, ¿Qué pensáis que diría Paula si se entera de que me habéis intentado golpear?" pregunté irónicamente, porque si era cierto que estes chicos estaban compinchados con ella y si lo que decía era cierto, sabía que no iba a permitir que me hiciesen nada.

"A ella no le importará, eres uno de esos chicos que no se separa de Gabriela y le da exactamente igual lo que pase con ellos." respondió convencido el primer chico que había hablado "¿Y no será por casualidad que os suene el nombre de Alex?" pregunté.

Con eso que quedaron mirando entre ellos con cara de estúpidos, cosa que eran, pero era gracioso ver qué cara tenían. "¿Tú eres Alex?" preguntó uno de los chicos sorprendido "El mismo, ahora, vais a dejar a estos chicos si no quieres que venga su hermana a acabar con lo que empezó primero de todo, y en segundo lugar que no queráis acabar en el hospital por mi causa."

"¿Tú no eres el Alex de las peleas? ¿El que hace años que lo dejó?" preguntó otro con admiración en su voz "Eso no os importa, pero ahora los dejáis en paz y no quiero volver a veros cerca de ellos porque me encargaré de devolveros cada golpe que le disteis a ellos y a Gabriela ¿entendido?"

"Si, no nos volveremos a cruzar en su camino, te lo prometemos." Con eso se fueron y me giré para ver cómo estaban sus hermanos. Podía ver que Mario tenía un brazo sobre los hombros de María y se podía decir que estaba algo asustada, cosa que es entendible después de lo que le hicieron.

"¿Estáis bien chicos?" pregunté, girándome en su dirección "Si, gracias, pero no era necesario que te metieras en medio." respondió María "Claro que era necesario, Gabriela me mataría de enterarse que no había hecho algo para protegeros de gente como ellos." afirmé, porque sé que lo haría, y entonces sí que no tendría manera de volver a conseguir que fuese de nuevo mi pareja.

"Y como tú, puede ser que no golpearas a Gabriela, pero le hiciste el peor de los daños." apoyó Mario "Lo sé, y le pido perdón todos los días por eso. También os lo quiero pedir a vosotros." dije sinceramente a lo que acabaron por fruncir el ceño "¿A nosotros por qué?"

"Porque le hice daño a vuestra hermana cuando no se lo merecía, soy un estúpido por haberlo hecho, pero os juro que la amo más que nada en este mundo y quiero hacerla feliz. Me gustaría que me aceptaseis."

"Ah, por eso venía lo de defendernos ahora de esos estúpidos, para que te aceptáramos." contestó María como si ahora todo encajase y tuviese sentido "Eso lo hice porque era mi deber, no fue para que me aceptaseis." les aseguré "Mira Alex, en el caso hipotético de que nosotros te aceptemos, queda el resto de mi familia que no les caes nada bien."

"¿Y se puede saber en qué momento os enseñaron vuestros padres y Gabriela a hablar así a la gente?" No me había dado cuenta de que tanto Marcos como Carlota estaban detrás nuestra. Se podía ver a Marcos con una sonrisa en la cara, me imagino porque debe ser chistosa la escena de nosotros tres en este momento.

"No nos lo enseñaron Marcos, pero él se lo merece más que nadie, después de todo lo que sufrió Gabriela por su culpa es lo menos que se merece." contestó María, y sabía que estaba hablando en serio "Sabéis que a ninguno de los tres le gusta que habléis así con alguien, sobre todo Gabriela."

"Claro que lo sabemos, pero ahora mismo a ella somos las personas que menos le importamos." dijo Mario molesto, y pasé a mirar por un momento a Marcos, el cual estaba negando "Claro que no, ella os adora." dijo Marcos "Y por eso no nos habla ¿no? Ni siquiera nos dejas ir a tu casa para verla."

"Pues eso se acabó." Pude ver una chispa de esperanza en su mirada y como su rostro se iluminó ante las palabras de Marcos. Estaba más que claro que echaban de menos a su hermana, y no era para menos la verdad, hasta yo la echaba de menos en este momento a sabiendas de que cuando llegara a casa estaría allí esperándome.

"¿De qué hablas Carlota?" preguntó su hermano "De que hoy iréis a mi casa, no podéis dejar que vuestra hermana siga mal por algo que no fue su culpa." admitió Marcos "¿Cómo que está mal? ¿Si nos dijiste que estaba bien Marcos?" preguntaron sorprendidos por esa información "Sé lo que hice y creedme que no lo está ahora mismo, se echa la culpa de lo que os paso. Sabéis como es vuestra hermana en ese sentido."

"Pero no fue su culpa." susurraron "Sabéis como es y que coge culpas que no le pertenecen, por eso vais a ir junto a ella para ver si le levantáis el ánimo y para obligarla a hablar con vosotros, os necesita." aseguró "Entonces sí está tan mal y eso ¿por qué no nos dejaste ir a verla antes?"

"Porque necesitaba su espacio, pero ya ha tenido el suficiente espacio y eso de encerrarse en ella misma no la está ayudando, es hora de que hable con vosotros de lo que ha pasado." respondió Carlota con una gran sonrisa en su rostro "En cuanto salgamos de la universidad vamos a tu casa directamente."

"No, ella no estará. Va a ir a por Ana, mejor venid después de comer, seguro que estará en ese momento." contestó rápidamente Marcos "Está bien, iremos después de comer, mamá se pondrá feliz teniéndola de nuevo en casa, todos estaremos felices."

"Y ella lo estará, de eso no habrá duda." afirmó el mejor amigo de su hermana "Gracias Marcos por eso." le agradecieron, y Marcos se gira en mi dirección con una sonrisa en su rostro "En realidad fue idea de Alex no mía."

"¿En serio?" preguntaron al unísono los gemelos, centrando su mirada en mí "No fue nada, solo quiero lo mejor para vuestra hermana." Pude notar como se quedaron mirando para mí de una manera extraña, es como si estuvieran analizándome y no tengo ni la menor idea del porqué, pero con eso se fueron para la universidad, supongo porque pronto empezarían las clases o se irían a encontrar con sus amigos.

"Creo que estás en tu día de suerte Alex." dijo Marcos con una gran sonrisa en su rostro "¿Y eso?" pregunté sin entender a qué se refería "Los gemelos se están pensando en perdonarte, podría asegurar que incluso te perdonaron gran parte de lo que le hiciste a Gabriela." aseguró y me reí, porque sé que no iba a ser tan fácil convencerlos de que amaba a su hermana y que no quería hacerle daño.

"Qué va, no les caigo nada bien." me reí "Esa es la forma de ser de los gemelos. Se reunirán en la noche y estoy segura de que debatirán los pros y los contras de tu relación con Gabriela." continuó Carlota "Ni que fueran políticos o algo." musité "No lo serán, pero es algo que hacen los dos cuando tienen que discutir ciertos temas, sobre todo si tienen que ver con su hermana."

"¿Temas como cuáles?" pregunté, elevando la ceja "Cualquiera cosa que tengan, animar a Gabriela, ayudar en casa, esas cosas. La verdad es un sistema que tienen ellos dos y que solo entiende Gabriela." me contestó negando, y podía ver que no entendía "Y suena interesante la verdad, ¿pero de verdad que creéis que Gabriela estará metida en esa conversación?"

"No lo creo, esos temas lo hablan entre ellos, si ven que está demasiado mal o cualquier cosa, nos llaman nosotros o hablan con todos los de la familia, pero Gabriela nunca está metida en eso, no se le permite." se rió Carlota "¿Y eso?" pregunté con curiosidad "Norma de los gemelos. Son bastante racionales con el tema de la familia a pesar de que a veces se quieren matar entre ellos dos, pero en esos momentos está ahí Gabriela asique acaban por no hacerlo."

"Adoran a su hermana." continuó Carlota "Y ella a ellos. Lo que me encanta de ellos es que la familia es lo más importante. Cuando conozcas a toda la familia te darás cuenta de cuanto se apoyan y que lo que más aprecian es la familia. A mí me encantaría tener una familia como la de ellos, considero que son de las únicas que tienen ese criterio."

"¿De verdad creéis que conoceré a su familia?" pregunté con esperanza de poder hacerlo "Obvio que sí, ¿es que no te queda claro que Gabriela te ama?" preguntó Carlota, rodando los ojos "Si, pero en cualquier momento se puede cansar de mí o encontrar a alguien mejor de lo que soy yo."

"No empieces con tus estupideces Alex. Ella no sería capaz de dejarte, te ama más que a nada en el mundo como para que digas eso. Como te escuche te matará y yo la ayudaré encantada de la vida." dijo riéndose "Carlota no empieces." protestó Marcos.

"Pero es que es verdad Marcos, no sé cómo son tan tercos los dos, a veces pueden llegar a sacarme de mis casillas te lo digo en serio. Si yo misma me di cuenta de que se aman más que a nada y que no se puede hacer nada para separarlos. Si esa bruja no lo consiguió con todo lo que está haciendo, nada, pero escúchame bien, nada en el mundo os podrá separar."

"Eres peor que Gabriela en este tema." murmuró Marcos y ella se rió "No lo sabes tu bien." aseguró ella "Es que se puede ver a simple vista, siempre supe que Gabriela estaba enamorada de ti, pero preferí creer que no era posible, te odiaba demasiado por todo lo que le hiciste, y ahora que veo todo lo que veo, sé que eres la mejor persona que puede tener Gabriela a su lado."

"Pues gracias por eso Carlota, creo que es lo más bonito que me has dicho en todos estos años." admití a pesar de que entendía la razón por la que lo había hecho "Pues espero que se te quede grabado en la memoria lo que te dije, porque estoy segura de que a Gabriela no le gustará escuchar esas palabras de que se puede cansar de ti y eso."

Y justo en ese momento toca el timbre para que nos fuéramos para clase, solo esperaba que el día pasara rápido para poder estar con Gabriela el resto de la tarde si podía ser.