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Chapter 46 - Capítulo 45

ALEX

Estaba intentando hacer algo para cenar cuando escuché a Gabriela acercarse por detrás, no me giré porque no quería acabar incendiando la casa. "Oye, pareces un pato mareado por la cocina, ¿quieres que te ayude?" preguntó "No es necesario, en serio, me puedo manejar." Me había girado para hablarle y me quedé helado al verla, esa sudadera le quedaba de muerte. De ser por mí se la regalaba, le quedaba mucho mejor que a mí y pude ver cómo se sonrojó y bajó la mirada hacia el suelo. No sé cuánto tiempo pasó hasta que Gabriela levantó la mirada del suelo con una sonrisa.

"Alex, si no quieres quemar la casa deberías estar pendiente de la comida." Fue en ese momento en el que recordé la comida y me giré rápidamente para evitar que se incendiara la casa. Se podía ver algo de humo en una de las ollas. "Mejor creo que hago yo la cena, no quiero que incendies tu casa."

"Nunca se me dio bien esto de cocinar." admití y ella se rió "De eso me puedo dar cuenta, cuando vivamos juntos no pienso dejar que te acerques a la cocina." Esa última parte de la frase me dejó más tonto de lo que ya estaba. ¿A ella le gustaría vivir conmigo? No me lo podía creer, era como un sueño y me daba para pensar que me había quedado dormido y que estaba soñando. A mí me gustaría que eso pasase, es más, me gustaría formar una familia con ella, me gustaría poder darle todo lo que ella quisiese.

"¿Estás bien?" preguntó, mirando por un breve periodo de tiempo en mi dirección "Si, ¿por?" pregunté, saliendo de mi mente "La cara que tenías, parecía que estabas pensando en algo bastante importante."

"Y así era." Se volvió a centrar en hacer la cena y yo me quedé embobado mirando para ella. Era hermosa por todas partes y no podía entender como una chica como ella estaba conmigo, al fin y cabo yo no soy gran cosa y le había hecho la vida imposible en algún momento de su vida lo que no me perdonaría jamás,

No tardó mucho más en acabar de hacer de cenar y la verdad tenía buena pinta y sabía genial, no sé de dónde había sacado los dotes de cocinar ni nada, pero me declaraba fan de la comida de Gabriela.

"Oye hermosa, ¿Dónde aprendiste a cocinar así de bien?" pregunté, saboreando un nuevo bocado de la comida que había preparado "De mi madre y de mi abuela, pero no cocino tan bien como ellas." dijo, encogiéndose de hombros "Pero sabes cocinar y no incendias la casa como yo."

"Eso es cuestión de práctica, yo tuve que aprender a cocinar para mis hermanos cuando mis padres no estaban y mis abuelos no podían venir." admitió "Eso da igual, ya me gustaría a mí cocinar la mitad de bien de lo que tú haces."

"Si quieres te enseño, podrás comer sin quemar la cocina al menos." respondió y me reí "Serían las clases a las que más atención prestaría en mi vida." admití, porque sería lo más probable, o me distraería demasiado teniéndola delante, pero también sé que es muy probable que encontraría la manera de conseguirlo "Eres un exagerado."

"No lo soy, pero al menos estás sonriendo." dije, con una sonrisa en mi rostro "Siempre lo consigues, incluso cuando me siento como una mierda de persona." respondió "Pero no lo eres hermosa, te lo puedo asegurar. En estos casos me da que eres dramática."

"Puede ser que se vea así desde fuera, pero adoro a mis hermanos por mucho que me molesten, y después de todo lo que pasé yo, no quiero que les pase nada, daría lo que fuera para que no tuviesen que pasar por nada malo." contestó, algo más triste, por lo que me acerqué a ella y la abracé "Y eso es lo que te hace la mejor hermana del mundo Gabriela. Ellos saben lo que darías por ellos y lo aprecian, debes verlo por ti misma."

"Es complicado Alex, me gustaría verlo como lo ves tú, pero simplemente no puedo." respondió con cansancio evidente en su voz "Yo te ayudaré a verlo, juntos podremos con todo lo que se nos ponga delante."

"Gracias, te amo, en serio que lo hago." aseguró "Te recuerdo que también me odias." me reí "Solo cuando te pones pesado y no dejas de insistir, pero no es tanto como odiar, es sacarme de quicio, no soporto que me saquen de quicio y en esos momentos lo haces me sacas más de quicio."

"Para eso estoy." me reí de nuevo a pesar de que no era de todo cierto, y una sonrisa apareció en su rostro de nuevo "No seas bobo, puede ser que me saques de quicio en esos momentos, pero siempre haces que me sienta mejor. Eres la única persona que suelo dejar acercarse en esos momentos, el resto ya trata de no acercarse en ese instante."

"Yo tampoco lo haría de no amarte tanto como lo hago. Lo único que quiero es que estés bien, nada me hace más feliz que eso." dije sinceramente "A mí me gusta verte a ti feliz, pero te lo digo en serio, gracias por soportar mi mal humor y mis enfados. Gracias por ser tú."

"Yo lo soporto encantado de la vida mi reina, las gracias debería dártelas yo por darme otra oportunidad para formar parte de tu vida, te amo y no sé qué haría yo si no te tuviese en mi vida." confesé "Pues no me volverás a perder." aseguró "Claro que no, lo evitaré a toda costa."

Nos besamos y al poco tiempo terminó de hacer la cena. Estuvimos un rato en el sofá hasta que vi cómo se le empezaban a cerrar los ojos por lo que decidí que era mejor llevarla a la habitación para que durmiese. La iba a llevar a la mía porque era la más cómoda de la casa y la más grande y yo me iría para la de invitados o para el sofá.

En cuanto llegamos a la habitación se sentó en la cama y se quedó mirando para mí mientras yo cogía algo de ropa para irme a duchar y estaba a punto de salir cuando ella me llama. "¿Me vas a dejar aquí?" preguntó "Si claro, me voy a duchar." respondí "Esta es tu habitación y no pienso dormir en ella."

"Si lo que te preocupa es que vaya a dormir aquí no lo hagas que dormiré en otra." aseguré, a pesar de que me gustaría poder dormir en la misma cama que ella "Pero es tu habitación, yo puedo dormir en otra, además eso es lo que menos me importa." rebatió "Esta es la mejor, no te preocupes por mí."

"Alex, en serio puedo..." empezó, pero negué "Vas a quedarte a dormir en esta, te lo pido por favor." pedí "Está bien, pero es la última vez, que lo sepas, para la siguiente no me vas a convencer." afirmó "Eso ya lo veremos, pero descansa hermosa, nos vemos mañana."

"Eres tú el que tiene que descansar, tienes universidad." contestó, rodando los ojos "Ya veremos si voy." murmuré, pero al parecer ella lo había escuchado "No vas a faltar." declaró seriamente "Ya veremos, ahora descansa, debes estar cansada."

"La verdad es que sí." admitió "Pues eso, te amo mi reina." dije, acercándome a donde estaba ella de pie "Yo igual." confesó. Acabé de acercarme los pasos que me quedaban para darle un beso y me fui hacia el baño para darme una ducha.

Debían de ser como las cuatro de la mañana cuando escuché a Gabriela gritar por lo que no dudé en ir a ver qué era lo que le pasaba. Cuando entré en la habitación podía ver que estaba llorando y me senté a su lado para calmarla, lo poco que contestó puedo saber que tuvo una pesadilla, lo que ya no sé es de qué, pero tenía que ser mala para hacerla gritar.

No sé muy bien en qué momento me había quedado dormido, solo sé que lo primero que hice fue girarme para asegurarme que no era un sueño que Gabriela estuviese aquí, lo cual se podía dudar porque para mí estar con Gabriela era un sueño. En cuanto me giré no la vi, pero si pude apreciar algo así como la forma debajo de todas las mantas, por lo que la destapé un poco para ver si estaba dormida, pero ella pronto se vuelve a tapar de todo, lo que me hace reír.

"Buenos días hermosa, sé que soy feo y eso, pero ¿soy tan feo para qué no me quieras ver?" pregunté y ella se destapó hasta los ojos y se quedó mirando un par de segundos y la verdad, no sabría decir que era lo que quería decirme su mirada. "Eso es mentira, no eres feo." dijo con total seriedad "¿Entonces por qué estas tapada hasta arriba? ¿Tanto frío tienes?"

"La verdad es que sí, y no es coña." Hablaba un poco bajo y pensé que podía ser porque no había dormido bien, pero recordé que cuando era más pequeña y se ponía así era porque estaba con gripe. Le puse la mano en la frente y la noté su frente más caliente de lo normal por lo que acabé yendo a por un termómetro y pude comprobar que tenía unos grados más de temperatura de lo normal.

"Mierda hermosa, lo que deberías de tener es calor y no frío. No te muevas, voy a por un par de mantas más." dije, levantándome rápidamente e ir a buscarlas "No es necesario." empezó, pero esta vez sí que no iba a servir de nada que me dijese que no era necesario, lo haría igualmente "Claro que lo es, ahora vengo, no te muevas. "

Fui hacia la habitación de invitados para coger las mantas de la cama y cuando llegué se las puse en la cama. "¿Estás más calentita así hermosa?" pregunté con una pequeña sonrisa en mi rostro a pesar de que no me gustaba lo enferma que parecía "Si, pero ahora prepárate para ir a la universidad." pidió y negué, porque ni muerto iría la universidad estando como estaba ella "Olvídate, así no pienso ir a la universidad. No te pienso dejar sola."

"Alex, estaré bien. No me pienso mover de la cama para nada." aseguró, pero igualmente, negué de nuevo "Que no Gabriela, no te voy a dejar sola." reiteré "Alex, por favor, no faltes a clases por mí, no creo que te queden demasiadas faltas para que te manden una semana a casa, no voy a permitir que faltes."

Eso era cierto, no me debían de quedar muchas faltas ahora mismo y no quería que me expulsasen una semana, pero tampoco quería dejar sola a Gabriela estando como estaba. Otra opción era llamar a Carlos para que la viniese a cuidar si no estaba ocupado y si él estaba ocupado, llamaría a mí abuela, pero tenía más que claro que no la dejaría sola.

"Vale, está bien, lo haré, solo si Carlos o mi abuela pueden venir." dije y pude ver como rodó los ojos "No me hace falta niñera." protestó "No es niñera, son personas que te cuidarán." respondí "¿Así te irás a la universidad?" preguntó y asentí "Si, así iré a la universidad, sino no me pienso mover de aquí."

"Está bien, como quieras, pero entonces ¿Me puedes hacer un favor allá?" preguntó y asentí "El que quieras hermosa." aseguré, porque tengo más que claro que por ella haría lo que fuese "Primero de todo no te metas en líos y segundo, ¿podrías ver que no le pasase nada a mis hermanos?"

"Paula también está expulsada." dije, intentando ver a donde quería llegar "Lo sé, pero si quiere volver a herirme hará lo que sea necesario para conseguirlo, y creo que le quedó bastante claro cómo hacerme daño." admitió "No te preocupes por eso, no dejaré que le pase algo a tus hermanos, te lo prometo."

"Gracias amor." agradeció con una sonrisa triste en su rostro. Me acerqué a ella y le di un beso, por lo menos es lo que intentaba, pero se apartó, por lo que dijo era para que yo no me enfermase, lo que me hizo gracia, pero aun así conseguí darle un beso.

"Vete o llegarás tarde." insistió "Hasta más tarde mi reina." me despedí "Hasta luego amor." devolvió. Tenía razón, si seguí aquí acabaría por llegar tarde, que no es lo que me importaba, por mí no me iría, pero era lo que quería ella y sí así quedaba más tranquila, lo haría. Antes de salir de la casa llamé a Carlos para preguntarle si podía venir a cuidar de Gabriela el cual no dudó en aceptar, al parecer no tenía nada que hacer lo que me alegraba, que llegaría en unos cinco minutos. Por cinco minutos no iba a llegar tarde, por lo que esperé a que llegará y en cuanto lo hizo le expliqué un poco por encima como estaba y que me la cuidara, cosa que sé qué haría de sobra, pero me tenía que asegurar.