ALEX
El fin de semana había pasado demasiado lento para mí gusto, pero ya estábamos a lunes y podría ver a Gabriela. Cuando hablamos el sábado la noté un poco extraña y a pesar de que me dijo que no era nada, pero no la creí, al menos no de todo.
Estaba esperándola junto a mi coche como siempre y cuando la veo, me parece que está discutiendo con su hermana. Marcos estaba a su lado mirando la situación, preocupado, y a mí me estaba preocupando, Gabriela no era de esas personas que discutían muy a menudo, y menos con alguien de su familia o amigos, algo tenía que estar pasando.
Sus hermanos se dieron la vuelta para ir a no sé dónde y ella parece que está cansada de algo, no sabría decir el que. No se había dado cuenta de que estaba allí hasta que se lo debió decir Marcos, lo que parece que se pone algo más contenta de lo que estaba hace un par de minutos. No tardan nada en acercarse y lo primero que hacemos es darnos un beso.
"¿Qué tal hermosa?" pregunté con el ceño fruncido "Bien, ¿Y tú?" devolvió la pregunta "Bien, pero no parece que estés tan bien. ¿Estabas discutiendo con tu hermana hace un par de minutos?"
"No te preocupes por eso, no es nada." aseguró, pero negué, porque no era normal en ella discutir con alguien, y menos con sus hermanos "Claro que lo es, tú no sueles discutir con nadie." dije "No estaba discutiendo, no te preocupes por eso."
"Me preocupo por ti, pero toma, te traje el gorro." Lo saqué del bolsillo de la cazadora y se lo puse. Si ya de por sí me encantaba como le quedaba la ropa, el gorro le quedaba de maravilla, me caería la baba de lo hermosa que se veía. "Eres la novia más perfecta y hermosa que alguien pude tener."
"Eres un exagerado." dijo rodando los ojos, pero con una gran sonrisa en su rostro "Un exagerado al cual amas." afirmé "Eso no puede ser más cierto." Nos volvimos a besar y esta vez fue más tierno. Me encantaban sus labios, eran como mi segunda casa. Adoraba estos labios suaves, dulces y claro está que amaba a esta chica. Nunca había podido encontrar a nadie como ella, era imposible y lo tenía más que claro.
En ese momento noto como si alguien golpeara a Gabriela, lo que hace que nos separemos, ella enfadada. "No sé cómo no caímos que este era el gilipollas que te hizo daño, la verdad es que ha cambiado lo suficiente." respondió su hermana "María, déjanos en paz." protestó Gabriela "No lo haré, pienso estar pendiente."
"No lo vais a hacer, es mi vida y hago con ella lo que me dé la gana." No estaba entendiendo nada de lo que pasaba. Al parecer sus hermanos sabían quién era yo y también podía notar que el enfado de Gabriela estaba en aumento. Marcos ya se había puesto al otro lado de Gabriela, supongo que para poder aguantarla en caso de que se enfadase demasiado supongo, aunque estoy seguro de que no les haría nada.
"Pero no una estupidez como lo estás haciendo, no lo permitiremos." aseguró su hermano esta vez "Una estupidez mía." rebatió ella "Bueno, nos veremos por la universidad estúpido." dijo su hermano en mi dirección "Mario tú también no."
"Perdona, pero estoy con todos, te hizo mucho daño y no vamos a permitir que esto vuelva a pasar, lo puedes tener claro." dijo, y parecía sincero en lo que decía "Dijisteis que aceptaríais mi decisión." protestó Gabriela "No te equivoques, eso lo dijo papá no nosotros." aseguró María "Largaos de aquí antes de que os de una colleja a los dos por decir estupideces."
"Nos marcharemos, pero no pienses que no te estaremos vigilando, porque lo haremos." Con eso se fueron y Gabriela no tardó demasiado en separarse de junto a mí y empezar a andar de un lado a otro. "Os dije tanto a ti como a Carlota que no era buena idea decírselo." protestó Gabriela, soltando el aire de sus pulmones al final.
¿Qué? ¿Había entendido bien? ¿Gabriela se lo había contado? De no ser por la cara de Gabriela estaría feliz porque al fin podría demostrarle a todo el mundo cuanto amaba a esta chica y que le daría todo mi amor y cariño. "Tu querías que se enterasen por ti en vez de por los demás."
"Lo sé, sé que no lo entenderían, pero ¿tener a los gemelos vigilándome todo el tiempo? Eso no me lo esperaba Marcos." protestó de nuevo "En algún momento se darán cuenta de que te ama de verdad, de eso se encargará Alex, ¿verdad?" dijo Marcos, mirando en mi dirección "Lo que sea necesario para que sepan cuanto te amo."
"Lo sé, pero es que se pasan. Se meten demasiado en mí vida. No me gusta eso. Me ponen de los nervios." respondió "Gabriela, te conozco. Ni se te ocurra, ya nos llegó a todo con lo del sábado." pidió Marcos y fruncí el ceño "¿Qué es lo que pasó el sábado?"
"No te dijo nada." expuso Marcos y Gabriela empezó a negar "Marcos ni se te ocurra..." pidió "Le dio un ataque de ansiedad." afirmó y eso me sorprendió "¿Qué?" susurré y Gabriela no tarda nada en girarse en mi dirección "No fue nada, estoy bien." aseguró "¿Por qué no me dijiste nada?"
"No quería preocuparte, además que no fue nada, estoy bien." insistió "Pero no lo estuviste." respondí "¿Ves lo que haces Marcos?" preguntó, girándose en la dirección de su amiga, molesta diría yo "Lo tenía que saber." protestó "A veces te odio, te lo digo en serio."
"Si claro. Me voy a junto Sara y Clara, tenéis que hablar de muchas cosas vosotros dos." dijo, empezando a caminar en la dirección contraria "No tenemos que hablar de nada." respondió mi novia, molesta "Tenéis y no se hable más Gabriela."
Con eso Marcos se fue y me dejó solo con Gabriela. No es que ella me debiese alguna explicación la verdad, no la iba a obligar a contármelo, solo estaba preocupado por lo que le había pasado el sábado y por lo tensa que estaba desde ese día más o menos, me preocupaba un poco para que mentir.
"Oye mi reina, no te enfades con él, no tienes porqué contarme nada." le aseguré, porque al parecer era algo de lo que no le gustaba hablar "Ahora sí que lo tengo que hacer, no quiero que te preocupes por mí." suspiró "Siempre me preocuparé por ti hermosa, eso no lo podrá evitar nadie."
"Pero no quiero que lo hagas, te lo digo en serio, estoy bien." insistió "Eso lo puedo ver, pero no el sábado, me hubiera gustado estar junto a ti." aseguré, porque era lo mínimo que podía hacer "Y ese sería el día que menos te dejaría, estaban enojados todos conmigo y contigo, no quieren que estemos juntos."
"Eso a mí me da igual hermosa, la única opinión que me importa es la tuya y no la de nadie más." afirmé y una pequeña sonrisa apareció en su rostro "Y a mí, pero no es fácil saber que ahora mismo toda tu familia está en tu contra." dije, empezando a pensar en el fondo de mi mente en una manera de arreglar la situación "No todos, tu abuela no lo está."
"La única, cuando mis tíos y mis primos se enteren también estarán en mi contra." protestó, apoyando su frente sobre mi pecho y no dudé en abrazarla "Sé que para ti es muy importante tu familia, y de digo en serio que hagas lo que hagas siempre te apoyaré."
"¿A qué te refieres?" preguntó, separándose de mí lo suficiente para poder verme "A que en caso de que decidas dejarme, lo entenderé y te apoyaré en todo." le aseguré "A ver mi vida, no te pienso dejar por el simple hecho de que casi nadie en mi familia te quiera conmigo, no te voy a negar que me duele la situación, pero eso no va a implicar que te deje, nada lo podrá hacer, te amo demasiado y si eso pasa me hundiré. Ellos en algún momento lo tendrán que entender y si no lo hacen es problema de ellos, asique te pido que no lo vuelvas a decir ni en broma."
Cuando pensaba que no podría amar más a esta chica, me doy cuenta de que es posible. Podía ver cómo cada palabra que había dicho era real y no dudaba ante ellas. Yo también pesaba igual que ella, nada ni nadie nos podría separar, seríamos los únicos que podríamos acabar con esta relación, o por lo menos ella porque yo ni loco la dejaría, eso lo tenía más que claro.