GABRIELA
El día había pasado y ahora mismo estábamos en el coche yendo hacia mi casa. Mis hermanos iban hablando de lo que al parecer iba ser un tema para una larga temporada, Alex, pero no les estaba haciendo caso para nada, estar medio sorda ayudaba debo admitir.
No tardamos demasiado en llegar a casa, me despedí de Marcos y entré. No quería comer, la verdad es que no tenía hambre, por lo que me fui directamente al estudio a dibujar, eso me ayudaría a despejar la mente. Empecé a dibujar hasta que mi madre entró en el estudio, sentándose en la silla y mirando para mí.
"¿Te encuentras bien?" preguntó "Si, ¿por?" cuestioné, frunciendo el ceño "Como no te quedaste a comer..." empezó "No tengo hambre, solo es eso, asique no te preocupes." aseguré "Es imposible no preocuparme por ti, eres mi hija." respondió "Lo soy, no te lo voy a negar, pero ahora mismo te niegas a mi felicidad."
"Gabriela... Debes entendernos." pidió y negué, porque no tenía que hacerlo realmente "No lo puedo hacer, puede ser que entienda en parte el porqué de cómo reaccionéis así, pero vuelvo a decir, Alex no me haría nada que me haga sufrir de nuevo." insistí "Y pretendes que lo perdonemos por eso. No es fácil Gabriela."
"Lo sé, no voy a negar que es difícil, pero es mi vida y puedo decidir qué hacer con ella. Nadie va a podrá evitar que esté con él." le aseguré "Nunca dejaste de quererlo ¿no es así?" preguntó, luego de unos segundos en silencio "Pues no, nunca lo dejé de amar, y de eso me doy cuenta ahora."
"Mira, entiendo porque estés algo enfadada por cómo reaccionamos ayer, sobre todo tu padre, pero debes entenderlo, él más que nadie de nosotros, quitándote a ti, es demasiado terco y odió verte como se te veía. Le hicieron daño a su pequeña y ya es demasiado que no hiciese nada en contra de él en cuanto se enteró." dijo mi madre "Pero ya no soy esa pequeña."
"Sabemos que no lo eres, pero debo admitir que eso todo que te pasó con los chicos y sobre todo con Alex, nos hace temer que te vuelvan a hacer daño." informó y negué, porque sé que nadie me haría nada, mucho menos ahora con Alex a mi lado "Nadie me hará nada mamá, al parecer doy miedo como para que alguien se atreva a hacerme daño, además está que me sé defender yo sola, no necesito tener a los gemelos pegados a mí todo el rato."
"Ellos te quieren demasiado, solo te están cuidando." aseguró "Pero son insoportables a veces, sobre todo ahora que parece que se aliaron para hacerme la vida en la universidad imposible." la informé "¿Que hacen?" preguntó con curiosidad "Me vigilan, según ellos para controlar a Alex y evitar que me haga algo. No sé desde cuando se aliaron para eso."
"Por ti harían cualquier cosa." confesó y negué, porque no necesitaba a mis hermanos cuidándome las espadas por Alex "Pues no es necesario que lo hagan, te lo digo en serio. Estoy bien, soy feliz como no lo he sido por años."
"Siempre te faltó él." musitó mi madre y asentí, porque al final era cierto "Exacto, con eso no digo que no haya sido feliz con vosotros, pero algo le faltaba a mí vida, y os guste o no, ese era Alex." confirmé "Mira, te voy a dar el voto de la confianza, tú sabrás lo que haces. Intentaré que tu padre lo vea de esta manera, pero no te aseguro nada."
"No hace falta que hagas nada, estoy segura de que se dará cuenta. Déjalo que lo asimile a su manera." dije, porque sabía que, en algún momento, lo asimilaría "Si es lo que quieres, lo haré. Pero ahora respóndeme una pregunta."
"¿Cuál?" pregunté "¿Tu abuela sabía algo?" cuestionó y mantuve mi rostro igual "¿Por qué lo dices?" inquirí haciéndome la loca "No sé, no se sorprendió tanto como nosotros." respondió y me encogí de hombros "Pues no se lo dije, asique dudo mucho que lo sepa."
"Bueno, ¿segura que no tienes hambre?" preguntó una vez más "No de verdad, y estoy bien para que no vuelvas a preguntar." dije antes de que preguntase "Pero tienes que tomar las pastillas."
"Pues comeré ahora dentro de un rato, no te preocupes." confirmé "Lo haré siempre, pero te voy sirviendo la comida." respondió, antes de levantarse "Que no sea demasiada mamá, te digo en serio que no tengo hambre." repetí para que lo tuviese en mente "Está bien, no te pondré demasiada."
Estuve como una hora más dibujando y bajé a comer más que nada porque mi madre me insistió, pero no estuve demasiado tiempo abajo y volvía al estudio donde me centré completamente en el dibujo. Cuando dibujaba me sentía tranquila y no tenía ni idea de cuánto tiempo pasaba, estaba como quería.
"No sé qué es lo que está pasando por esa cabecita loca en este momento, ¿Debería asustarme por eso?" En cuanto escucho eso salto en el aire, porque me llevé un susto de muerte, la verdad. Me giro hacia la puerta y veo a Carlos apoyado en el marco de la puerta. "Me asustaste."
"Perdona, no era mi intención, pero parece ser que no te habías dado cuenta de que estaba aquí." dijo, entrando y sentándose en la silla que hace nada había ocupado mi madre "La verdad es que no, estaba concentrada. Pero puedes pasar si quieres, ¿a qué viniste?" pregunté con curiosidad "Vine a hablar contigo."
"¿De qué?" cuestioné "Marcos me contó lo que dijo hoy Paula de tu familia." informó y rodé los ojos "Siempre contando lo que no debe." protesté "Si que debe, más que nada porque tú no eres así en lo que respecta a tu familia. Yo mejor que nadie sé cómo eres en ese sentido Gabriela y lo que hiciste hoy no es para nada tu forma de ser."
"La gente cambia Carlos." Dejé el pincel y me fui a sentar a la silla, quedándome en frente de él. En este aspecto, Carlos era el que mejor me conocía, más que nada, porque no fue la primera vez que fuimos a por las personas que se metían con nuestras familias. Yo estaba ahí para evitar que se pasase y él lo estaba para mí, así es como funciona nuestra relación. Somos los hermanos mayores y a veces es necesario tener a alguien parecido a ti y que le pasen cosas parecidas a ti para saber cómo mejorar.
"No lo niego, pero en eso nunca has cambiado. ¿Qué es lo que estás pensando hacer?" preguntó "No, que es lo que estás pensando tú." devolví la pregunta "La reacción normal. Vamos Gabriela, a mí me lo puedes contar, no haré nada para detenerte, es más, te puedo ayudar en eso."
"Sé que lo puedes hacer y que no contarás nada, pero te digo en serio que no es nada del otro mundo lo que pienso hacer, solo es usar sus artimañas para conseguir sacarme de mis casillas." dije sinceramente, porque eso era lo más probable que estaba haciendo, y no iba a caer en sus trampas "¿Y qué es eso sí se puede saber?"
"A ver, está claro que ella intenta sacarme de mis casillas, pues yo haré lo mismo. Si ella puede ir diciendo por ahí cualquier estupidez de mí, pero sobre todo de mí familia, yo jugaré con lo que más le duele." respondí, a pesar de que no sé si lo haría todavía "¿Y qué es eso?" preguntó, elevando una ceja "Alex. De verdad, no es algo que me vaya a gustar hacer mucho en parte, pero lo tengo que hacer, de alguna manera me tendré que defender."
"Eso está claro, pero recuerda que ella es peligrosa." me recordó y asentí, porque eso era algo que tenía en mente "Lo recuerdo, y si es te preocupa, puedes tener claro que no me va a pasar nada." le aseguré, lo último que necesitaba, es que Carlos se preocupase de algo que no tenía por qué "Más te vale. Pero te vuelvo a decir, si necesitas algo, que te ayude, cualquier cosa, me avisas e iré a ayudarte."
"Algo así como en los viejos tiempos ¿no?" pregunté con una sonrisa en mi rostro "Exacto, pero esta vez eres tú la peor que yo mismo." aseguró "Tú también tienes tu genio que lo sepas." me reí "Lo sé, pero ahora creo que eres tú peor enfadada que cualquiera de nosotros." informó "Puede ser, pero tenía que cambiar, tú lo sabes."
"Lo sé, y me alegra el cambio, fue para mejor. No necesitas de nadie para defenderte." asintió "Pues esa era la intención. No os iba a tener a todos preocupados por lo que me pasaba a mí." admití, porque esa había sido una parte por la que había cambiado "A mí eso no es lo que me molestaba, me molestaba que se metieran contigo."
"Lo sé, pero eso no lo permitiré en la vida, de verdad. Y sino por mucho que no me guste, sé que Alex les partirá los dientes a todos como la última vez que lo hizo." dije encogiéndome de hombros, que a pesar de que no era lo que más me gustaba, sabía que no iba a poder evitarlo "Así que era por eso que se metió en esa pelea. La última pelea en la que se había metido salió mejor parado que de esa."
"Espera, ¿tú sabias que se metía en peleas y no me dijiste nada?" dije con el ceño fruncido "Si lo sabía y no te dije nada porque odiabas escuchar su nombre, por eso." respondió "Entonces todos lo sabían menos yo. Me siento estúpida."
"No, no lo eres Gabriela. En ese momento no podías hablar ni escuchar hablar de él." dijo, echándose hacia delante en el sofá "Pero de haberlo sabido no hubiera permitido que se metiera en las peleas en las que se metió. Eso fue mi culpa."
"No lo fue, te lo digo en serio. Fue por su estupidez de dejarte sin antes preguntarte, esa fue la única razón por la que se metió en las peleas, estaba resentido." informó "Pero por muy resentido que estuviese, lo hubiera podido evitar. Es lo menos que podía hacer Carlos."
"Gabriela, no te preocupes más por lo que pudiste hacer. Eso se quedó en el pasado y así debe seguir. Ahora eres feliz junto a él, hacéis una gran pareja y os amáis con locura. Debes aplicarte el cuento que le dices a él de que se olvide del pasado." dijo con una sonrisa "Yo no le digo exactamente eso. Solo quiero que olvide todo lo que pasó con nosotros en el mal sentido, no sé si me explico."
"No quieres que recuerde todo lo malo que te hizo ni nada." asentí "Eso mismo. No puedo olvidar todo mi pasado con él porque de ser así no recordaría el momento en que lo vi por primera vez y todas esas veces en las que fui feliz con él, eso es algo que no debo olvidar en mi vida, no me lo puedo permitir."
"A veces no puedo ver qué tan lejos puede llegar vuestro amor." dijo, negando "Ni yo si te soy sincera, solo sé que lo amo demasiado, como nunca lo hice." admití "Y a mí me encanta ver ese brillo que está en tus ojos siempre que hablas de él." respondió con una sonrisa en su rostro "Cuando dices eso te juro que no sé de qué me hablas, pero no te preocupes, estoy segura de que encontrarás a alguien."
"Eso espero, pero pasará tiempo hasta que me olvide de ti en ese sentido." informó "Lo conseguirás, aunque a mí me tendrás siempre, como tú dices soy tu hermana pequeña, esa relación nadie la podrá destruir, te lo aseguro."
"De eso me encargaré yo mismo, nadie me podrá separar de mi hermanita por nada del mundo. Seré como el hermano mayor que nunca tuviste." afirmó "Ya lo eres." me reí y pasamos horas hablando hasta que se le hizo tarde que se fue para casa. Yo bajé cuando él lo hizo para despedirme y pasar algo de tiempo con mi familia, a pesar de que este momento no era que me quisieran ver delante, pero eso me importaba un comino en este momento, si querían entenderlo bien y si no también.