—¡YA SUÉLTENME, SUÉLTENME! ¡ELLA ES MI SOTOKA-CHAN, CONSÍGANSE A LA SUYA!
—¡Ya cállate, Natsumura-san!
—Ya mejor vete.
—Nomás está haciendo el ridículo.
—Aparte hueles a perro mojado. Qué asco.
—Jajajaja, sí es cierto, huele a perro mojado.
—Así han de oler los tanukis.
—Jajajajaja.
—Jajajaja.
—¡Ya cállense —grito—; fue culpa de Ino!
—Pues ¿qué te echó? ¿Caca?
—¡YA CÁLLENSE! ¡SOTOKA-CHAN ESTÁ EN MI CLUB Y NO EN EL SUYO!
—Sí, pero eso no te quita el olor a caca.
—¡NI TAMPOCO A TI!
—¡AHHHHHHHHHHHHHHH, QUITÉNMELA, QUÍTENMELA!
—Ya suéltalo, Natsumura-san.
—Maldita Nuki-chan. A ver, tú agárrala del brazo izquierdo, y yo del derecho.
—Ok.
—Perfecto. ¡Ahora jala!
—¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, KAMI-SAMA-CHAN, TASUKETE KUDASAI!
—¡¿Qué?!
—¿Qué pedo?
—Pinche rara.
—Ya, no le hagan caso. Agárrenla bien.
—Mira: Nuki-chan parece uno de esos cerdos enlodados que corren y chillan y que nadie pueden atrapar.
—Jajajajajaja, ya sé.
—¡No mamen, ayúdennos!
—Nah, échenle ganas.
—Chinguen a su madre, pues.
—Ya vete, Natsumura-san. Hamano-san no quiere estar contigo.
—Sí, ¿quién quisiera que la anduvieras chingue y chingue a cada rato?
—¡ES MI SOTOKA-CHAN!
—Y ¿qué es eso del anime life? Puras mamadas.
—¡El ANIME LIFE es el mejor club del maldito universo!
—Jajaja, ¿qué pendejada es esa?
—Que es el mejor club del maldito universo.
—Ya vete; nomás andas diciendo puras estupideces.
—Pinche club culero. Ni que Hamano-san quisiera estar ahí.
—Sí, por eso va a regresar al club de cocina.
—Al de teatro, dirás.
—Por favor, es obvio que se va a unir al club de danza.
—¡¿Quién se va a querer unir al club de danza?!
—¡Pinche club culero que nadie pela!
—¡Me lo dice el del club de Kendo!
—¡No te metas con el club de Kendo, cabrón, o te parto la madre!
—¿Cómo? Ni traes tu espadita culera. Y aparte ni que Hamano-san se fuera a unir a esa chingadera.
—¡¿QUÉ TE PASA, IMBÉCIL?! ¡HAMANO-SAN SE UNIRÁ AL CLUB DE KENDO!
—¡HASTA CREES, PENDEJO, SE VA METER CON NOSOTROS!
—¡SIGAN HABLANDO, PUTAS, QUE AL FINAL SE VA A QUEDAR EN EL CLUB DE DANZA!
—¡A MÍ NO ME HABLES ASÍ, CABRÓN!
—¡SI NO, ¿QUÉ?!
—¡¿QUÉ DE QUÉ?!
—¡YA PÁRTANSE LA MADRE!
—¡SÍ, YA PÁRTANSELA!
—¡YA CÁLLENSE, PENDEJOS, MEJOR VÁYANSE A LA VERGA O ME LOS CHINGO A LOS DOS!
—¡TE QUIERO VER, PENDEJO!
—¡PUES TOMA, CABRÓN!
—¡AHHHHHHHH!
—¡JAJAJAJA, LE DIO EN LA MERA BOCA!
—¡HIJO DE TU PUTA MADRE, AHORA SÍ YA TE CARGÓ LA VERGA!
—¡NO, ESPÉRATE, ESPÉRATE, AHHHHHH!
—¡PA' QUE SE TE QUITE, CABRÓN!
—¡HEY, YA NO SE PELEEN!
—¡TÚ CÁLLATE, CABRÓN!
—¡VEN Y CÁLLAME, IDIOTA!
—¡OIGAN, OIGAN, ¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?!
—Fujimoto-san, nosotros solo…
—Fue culpa de Natsumura-san. Ella empezó.
—Otra vez tú, Natsumura-san. ¿Ahora qué hiciste?
—¡Yo no hice nada, es que me quieren quitar a mi Sotoka-chan!
—¡¿Cuántas veces te he dicho que no grites?!
—¡Pues diles que ya dejen a mi Sotoka-chan!
—Discúlpala, Fujimoto-san, fue mi culpa —dice Sotoka-chan mientras hace varias reverencias—. Discúlpame —Sotoka-chan me toma de la mano y corremos por los pasillos hasta que nos metemos al primer salón que encontramos.
Estamos solas.
—¡SOTOKA-CHAN! —y la abrazo, y ella grita (siempre lo hace), y mejor la suelto.
—Gomen, Sotoka-chan —le digo—. A veces se me olvida que no te gustan los abrazos, y estoy toda sucia y—
—Izumi-san —Sotoka-chan me interrumpe—, no es que odie los abrazos ni nada -te abracé hace poco porque de verdad me dio gusto verte-, es solo que, no sé, no me gusta que me toquen. Y los abrazos casi nunca son sinceros.
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—Mira: a veces son formales, como cuando te felicitan por tu cumpleaños o así. No significan nada. Pero muchas veces son hipócritas porque vienen de gente hipócrita que te abraza solo para aparentar quererte mucho y ser cercana a ti cuando en realidad te odian y hablan mal de ti y hacen de todo para fregarte. Los odio. Pero los que más odio son los que vienen de gente que, cuando te abraza, sientes que tiene otras intenciones.
—¿Cómo? ¿Abraza muy fuerte?
—No, esa eres tú —Sotoka-chan sonríe (¡y se ve tan hermosa así!).
—Gomen ):
—No, no te apures. Tú abrazas así porque te gustan los abrazos. Pero estos son diferentes. ¿Qué nunca te han abrazado así?
—No.
—Qué bueno, porque son como si, no sé, te acosaran o algo. Es incomodísimo y asqueroso. Es lo que más odio en todo el mundo.
Sotoka-chan suspira y se acuesta en el suelo. Yo me acuesto a su lado.
—Por eso casi siempre los abrazos son una muy mala señal. Pero los tuyos no, y por eso quizá pueda esforzarme un poco para acostumbrarme a ellos. Aunque me va a llevar mucho tiempo, eh. De verdad no me gusta que me toquen. Lo odio, lo odio, lo odio. Cada vez que lo hacen quiero gritar y llorar y golpearlo muy muy fuerte y déjame en paz y—perdón, perdón. Pero quizá después de mucho, mucho tiempo llegue el día en el que disfrute tus abrazos.
¿Escuché bien? ¿De verdad Sotota-chan disfruta mis abrazos?
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—¡AHHHHHHHHHHHHHHHH —grito de emoción y me acuesto sobre ella y la abrazo, y ella grita (siempre lo hace), y—, QUÉEMOCIÓNQUÉEMOCIÓN QUÉEMOCIÓNQUÉEMOCIÓN! ¡ARIGATŌGOZAIMASHITA, SOTOKA-CHAN —y la felicidad es tanta empiezo a llorar. No puedo evitarlo—, DAISUKI DAISUKI DAISUKIDESU, TE QUIERO MÁS QUE NADA EN ESTE MALDITO UNIVERSO, AUN MÁS QUE EL ANIME Y EL MANGA, AUNQUE ESOS ESTÁN EN UN SEGUNDO LUGAR, PERO TÚ LES GANAS POR MUCHO, MUCHO—
—¡Izumi-san, Izumi-san, me aplastas! —grita Sotoka-chan.
—¡AY, GOMEN, GOMEN, GOMEN'NASAI —y me hago a un lado—, PERO ES QUE TÚ DIJISTE QUE TE QUERÍAS ACOSTUMBRAR A MIS ABRAZOS, Y ESO ES LO MÁS LINDO QUE ALGUIEN JAMÁS ME HA DICHO Y—
—Ya, ya, Izumi-chan —Sotoka-chan se me acerca un poco más y me toma de la mano. Su mano y su voz y su todo es tan suave y cálida y hermosa y pura y perfecta, y de verdad eso fue lo más lindo que alguien jamás ha dicho y hecho por mí, y—. Oh, ya no llores, Izumi-chan. Me va a llevar tiempo y todo, pero me quiero acostumbrar a tus abrazos.
—¿Aunque huela a perro mojado? —le digo. Yo no me alcanzo a oler, pero ellos decían que así huelo.
Sotoka-chan sonríe, y su sonrisa es más que hermosa.
—Sí, aunque huelas a perro mojado. Yo también huelo así. Y los perros son muy lindos: son sinceros. Como tú. Por eso prefiero abrazarte a ti que quedarme en los otros clubes.
—Pues ¿qué te hicieron o qué? —dijo alguien, y nos volvemos hacia esa persona, y resulta ser Ino. Ahora su uniforme está seco y ya no tiene las marcas de gis.
—Hola, Ino-san. ¿Dónde estabas?
Ino se cruza de brazos y mira hacia otro lado.
—No quiero hablar de eso.
—Se fue a cambiar con Nagai-san —digo yo porque eso fue lo que pasó.
—¿Por qué? ¿Qué pasó? —pregunta Sotoka-chan.
Y yo le cuento todo el chisme.
Y ella ríe.
—Entonces Nagai-san te acabó cambiando, ¿eh, Ino?
—¡Claro que no! —grita Ino, y la cara se le pone roja, roja—. ¡Yo le dije que no me ayudara, pero ella insistía e insitía, y me acabé encerrando en el baño!
Sotoka-chan rie aun más.
Y yo también.
—¡Ya cállense! —grita Ino—. ¡Casi me viola la maldita loca!
Sotoka-chan rie aún más.
Y yo también.
—Y todo fue tu culpa, Izumi: si hubieras limpiado bien desde el principio, no hubiera pasado nada.
—Pues yo limpié bien, y aparte lo tuve que limpiar todo al final porque alguien me dejó sola.
—Y de seguro lo dejaste peor —dice la maldita y se da media vuelta y:
—No, no te vayas, Ino-san —dice Sotoka-chan y bosteza (¡y se ve preciosa!)—. Al rato limpiamos.
—Bueno, pues —Ino se queda.
—Oye, y ¿cómo nos encontraste? —le pregunta Sotoka-chan.
—Pues aquí es donde nos escondimos la primera vez, cuando a esta —Ino me mira de reojo— se le ocurrió lo del club. Aparte está cerca de la salida, y yo ya me iba a mi casa, pero oí el "¡ARIGATOSHOSHAIMASTER, SOTOKA-CHAN!" y, pues, ¿quién más podría ser? Pero, bueno, ¿qué te hicieron o qué?
Sotoka-chan niega con la cabeza.
—Verlos otra vez me recordó por qué dejé esos clubes.
—¿Por qué? ¿Qué pasó? Yo acabo de llegar, ¿sabes?
Sotoka-chan suspira, y le cuenta a Ino todo el chisme:
—Pues yo estaba repartiendo volantes, y ellos llegaron y me pidieron que regresara a sus clubes y yo les dije que no porque no los soporto. Bueno, no les dije esto último, pero de verdad no los soporto.
—Y a Izumi ¿sí? —pregunta Ino, y esa es una pregunta muy tonta, aunque tampoco soporta mis abrazos, y yo le doy abrazos todo el tiempo, entonces se podría decir que ella apenas y me soporta. No, no, ella dijo que se quería acostumbrar a mis abrazos, y de seguro eso es lo que va a decir en 3...
2...
1...
—Sí. Pero solo un poquito —dice ella, y entonces es cierto y:
—¡AHHHHHHHHHHHH, KAMI-SAMA-CHAN, TASUKETE KUDASAI! ¡ERES MALA, SOTOKA-CHAN! —grito y lloro y sufro.
:'(
—¡ERES MALA!
Sotoka-chan me abraza.
Podría zafarme, pero ¿por qué lo haría?
—Ya, ya, Izumi-san.
—¡CHAN, CHAN, DIME IZUMI-CHAN, SOTOKA-CHAN, Y ERES MALA!
—Izumi-chan, pues. Pero solo era una broma. Si no te soportara no estaría aquí tan cerca de ti.
—Pero aun así ella dijo que apenas te soportaba, Izumi. Que no se te olvide.
—Tú cállate, Ino —le responde Sotoka-chan—. De seguro solo lo dices porque necesitas un abrazo.
—Pues que se lo pida a Nagai-san.
Sotoka-chan rie.
—Ah, sí, pues ya son BFFs, ¿verdad?
—¡NO, YA CÁLLENSE! ¡Y TODO ESO FUE TU CULPA, IZUMI! ¡HASTA TUVE QUE PONERME MI UNIFORME DE REPUESTO!
Sotoka-chan ríe.
—¿Tienes un uniforme de repuesto?
—Sí, y ya no estoy mojada ni huelo a mierda como ustedes, así que tomen eso.
—Ok... Izumi-chan —Sotoka-chan me dijo Izumi-chan…
—¡AHHHHHHHHHHHHH, SOTOKA-CHAN ME DIJO IZUMI-CHAN! ♫IZUMI-CHAN♫ ♫IZUMI-CHAN♫ ♫SOTOKA-CHAN ME DIJO IZUMI-CHAN♫
—Ya concéntrate, Izumi-chan.
—¡AHHHHHHHHHHHHH, SOTOKA-CHAN ME DIJO IZUMI-CHAN DE NUEVO! ♫IZUMI-CHAN♫ ♫IZUMI-CHAN♫ ♫SOTOKA-CHAN ME DIJO IZUMI-CHAN ¡REMIX! TU-TU-TU TUTU-TU-TU WAHWAH WAH WAH♫
—¡Ya, Izumi-san! —Sotoka-chan se está riendo—. ¡Solo ve y abraza a Ino!
—¡¿QUÉ?! ¡¿YO PARA QUÉ QUIERO SUS ABRAZOS ASQUEROSOS —e Ino sigue quejándose, pero yo me levanto y me pongo la mano en la frente a manera de saludo militar.
—¡A la orden, Sotoka-chan-sama! —me vuelvo hacia Ino—. ¡ABRÁZAME, BEIBI! —y corro hacia ella con los brazos abiertos.
Y ella corre en círculos por todo el salón, y yo la persigo, y ella no deja de gritar cosas como:
—¡YA, IZUMI, DÉJAME EN PAZ, EN SERIO, ME VAS A HACER SUDAR! ¡TE ODIO, TE ODIO TANTO!
Y corre cada vez más lento hasta que se detiene.
Está agotada.
—Ya… ya… o nunca… te lo voy… a perdonar…
Pero aun así me acerco a ella, sin prisa, un paso tras otro.
—Si te acercas… más, voy a gritar... y te voy a pegar… con todas mis fuerzas.
—Ya déjala, Izumi-chan —dice Sotoka-chan, y yo obedezco.
—Le pudiste decir antes —se queja Ino, aún agotada.
—Y pude no decirle nada —responde Sotoka-chan.
—Las odio —dice Ino.
—Ya, perdón, ven, acuéstate aquí —Sotoka-chan le da unas palmaditas a un pedazo de suelo que está a su lado—. Está agusto.
—Y sucio y frío. No, gracias —dice Ino.
—No —le digo—, está bien agusto —y me acuesto junto a Sotoka-chan para que me abrace, pero no lo hace.
:(
—No me voy a poner ahí —Ino toma una silla, la acerca a donde estamos nosotras y se sienta ahí—. Y ¿ahora qué? —pregunta.
—No sé —responde Sotoka-chan—. ¿Quieren ir a otro lado?
—¡PODEMOS IR A ANIME CAFÉ A VER ANIME Y LEER MANGA Y TOMAR CAFÉ Y COMER PASTELES O CREPAS, O PODEMOS IR AL CINE; ESTÁ LA DE—
—Nadie quiere ver lo que fuera que ibas a decir —dice Ino, aunque no sea cierto—. Y tenemos que limpiar el salón.
Sotoka-chan suspira y se levanta.
—Bueno, pues, limpiamos y después vemos a dónde vamos —dice Sotoka-chan, y nos levantamos y vamos al salón, y todo está perfectamente reluciente porque yo limpié, y nos vamos.