Chereads / Bismilah / Chapter 35 - De la tristeza y del invierno

Chapter 35 - De la tristeza y del invierno

La temperatura del coliseo había bajado abruptamente y se hacía notar con una niebla extraña que empezaba a divisarse por todo el campo, Hawk se había decidido en ir contra Helena, aún con su determinación su cuerpo estaba tembloroso, no podia evitar sentirse intimidado por el aura que desprendía la descendiente del linaje Sepyhr.

- Soroimaru estará en manos de su madre, está más que claro que todo su linaje estudio el arte del hielo y todo lo relacionado y aún así siento éste frío... - Hawk sobrepensaba las cosas, Akatsuki estaba segura que su derrota sería inminente, ese no era su terreno pues el combate cuerpo a cuerpo no parecía ser su fuerte, la arena a pesar de ser grande no era un sitio adecuado para un tirador.

- ¿Eres consciente de que perderás en el momento en que empiece el duelo? - Sus palabras eran cortantes.

- Lo sé, más que nadie lo sé.

- No tienes que preocuparte, acabaré con ese chico también - Akatsuki hablaba con seguridad.

- ¿Cómo estás tan segura?

- Vino aquí después de haber sido perforado por tubo de metal, aún así no lo derrotara caería en un segundo.

- Entonces esto también fue arreglado por el pontífice.

- Así es, y no me está probando a mi...

- ¿La está probando a ella?

- Tendría sentido, no presentó la prueba junto a nosotros - Helena había entrado al imperio sin ninguna prueba de por medio, no pasó por los mismos peligros que ellos y aún así había sido aceptada, ni Hawk ni Akatsuki conocían de otro método para entrar.

- Bueno, dejo el resto en tus manos.

La bocina sonaría después de lo que había parecido ser una eternidad y ni habiendo transcurrido un segundo Akatsuki había mandado a volar a Andrew por fuera de la arena, había roto el mismísimo muro y lo había dejado a los pies de las gradas, Helena estaba a la otra punta, Hawk recibió el golpe de lleno y quedarían automáticamente eliminados, ambas abandonarían su postura de ataque para limitarse a sólo mirarse fijamente, el vocerío era de esperarse pero no sorprendía a ni guno de los Soles, si Hinoka era puesta a raya por Akatsuki había un motivo, ese motivo estaría por verse. Yuri junto al resto regresarían Asbeel y Azazel estaban algo golpeados y Hinoka tenía una mirada perdida, varios voltearían a verla, algunos con desagrado y otros con miedo.

- Concéntrate en nuestra batalla - Helena tenía una sonrisa dibujada en el rostro.

Akatsuki regresaría su mirada hacia Helena, la multitud estaba expectante, los capitanes estaban igual de interesados, el silencio se asentó por todo el coliseo hasta el punto de solo poder escuchar pocas ráfagas de viento, escucharán una última y el sonido del metal haría retumbar todo, una y otra vez chocaba a velocidades nunca antes vistas, esquirlas es hielo zalpicaban todo el campo y lo cubrían casi por completo para después desaparecer por las fuertes pisadas de ambas guerreras, eran apenas visibles para la multitud y el clamor de la batalla los motivaba aún más, entusiasmados aclamaban con gritos que no eran distinguibles, Akatsuki rápidamente empezaría a rodear a Helena y de un tajo por la espalda la enviaría varios metros hacia atrás, en sus manos tenía 2 espadas, una más grande que la otra, por fin había dejado de ver su arma, Helena en cambio sólo tenía una espada qur había formado con hielo, una espada tosca que sólo tenía forma y no filo, apenas se le podía considerar un arma, el montón de hielo se desharia en su mano, Akatsuki no le daría un solo respiro, había aparecido frente a ella y de una potente patada la haría moverse, avanzaba a la par y daba cortes que eran bloqueados por Helena girando en mitad del aire solo apoyándose pocas veces del suelo, Akatsuki enviaría un corte con ambas escalas en horizontal y enviaría a Helena contra el muro pero antes de siquiera tocarlo daría vuelta a su cuerpo y con zu mano lanzaría pequeñas esquirlas que al hacer contacto con el suelo formarían una pared de hielo curva por la cual se deslizaría y ganaría impulso, en un ataque fortuito y feroz formaría nuevamente una espada de hielo que haría chocar con ambas katanas de Akatsuki y dejarían retumbando el lugar, una velocidad abrumadora y choques de espadas feroces que sólo generaban emoción en los aprendices, maestros, padres y capitanes. Helena daría un gran salto hacia atrás y al tocar el suelo con sus manos éste empezaría a congelarse, se reincorporaría.

- Por Bismilah, eres muy fuerte - Helena mantenía su personalidad animada y amable - iré con todo de verdad.

La temperatura descendía a niveles abrumadores, más frío que las tardes de Nifilheim.

- Ahora presta atención - pondría su mano al lado de su cintura y con la otra haría como si sostuviera la funda de una espada - Liberación de Arma Viviente: Soroimaru.

El nombre había generado un pálpito en todos, Annan se levantaría de su asiento y Wyzen se quedaría estupefacto, Azazel no le quitaba la mirada de encima viendo cómo en su mano el frío se concentraba y el hielo se reunía junto a la energía formando la espada más hermosa que haya visto, una katana con la hoja más blanca que la nieve, el humo generado por el hielo la envolvía y la enbellecia junto a un mango decorado tan a detalle que era impresionante, tenía incrustado lo que parecía un diamante que en el centro brillaba con un color azul y parte del propio mango estaba envuelto con una venda blanca para nada desgastada.

- Vayamos enserio, Akatsuki - Helena revolearía su espada y la extendería hacia su costado frenando el movimiento en seco.

- No me decepciones - Akatsuki invertiría la posición de su espada más pequeña y flexionaría un poco las rodillas.

En la segunda embestida ambas forcejeaban en un cruce de espadas, la niebla se liberaría de ese choque y se acentuaría por todo el campo, varios cortes serían lanzados por Helena pero Akatsuki en vez de frenarlo en seco los hacía deslizar por la fina hoja de su espada haciendo que Helena perdiera equilibrio y dando cortes precisos, en el último choque Helena en un amague giraría su espada hacia abajo haciendo rebotar la de Akatsuki y extendiendo su mano la enviaría a volar con una ventisca que comgelaría parte de su ropa, Akatsuki la lanzaría contra Helena restringiendo su visión y aparecería por detrás en un instante siguiendo el ataque con estocadas contundentes, Helena daría un gran salto hacia atrás y antes de tocar el suelo extendería su mano bruscamente y un pilar de hielo enorme se formaría por debajo de ella alzándose poco a poco hacia lo más alto, Akatsuki no se detendería y ni corta ni perezosa empezaría a subir por el pilar en círculos rodeandolo, Helena generaría picos que salían del propio pilar y trataban de alcanzar a Akatsuki, todos formados a la azar era difícil predecir cuál sería la posición del siguiente pero muy fácilmente Akatsuki escalaba sin descanso, llegando a la punta una protuberancia saldría a lo último y la enviaría haría caer.

- Tsk, me tiene cansada esta mierda - Molesta volvería a lanzarse al ataque y picos gigantescos pezaban a emerger del suelo, siguiendo el patrón lograba esquivarlo y se iba acercando cada vez más, se apoyaría en uno de los pilares puntiagudos y tomaría un gran impulso, enfocando la base de la plataforma en la que estaba Helena prepararía su ataque y cortaría el grueso pilar como si nada, saltando entre pico y pico llegaría a recibirla con una patada que la enviaría contra el suelo, con uno de los bloques que aún estaba suspendido en el aire se lanzaría nuevamente hacia abajo y pondría su pierna cayendo sobre Helena y haría presión.

- Te tengo - pondría su hoja en su cuello, estaba contra las cuerdas.

- En parte si - Un bloque de hielo saldría del suelo y le daría a Akatsuki por un lado haciéndola chocar contra varios picos - y en parte yo te tengo a ti.

La batalla era un escándalo, Asbeel aún adolorido miraba impresionado el combate, ambas eran diestras en lo que hacían, opacaban por completo los demás combates, Azazel seguramente estaba dentro de esa categoría, era evidente que se había rebajado a su nivel, en su rostro había algo de frustración, no disfrutaba de la guerra pero si del combate amistoso, era algo evidente. Hawk y Andrew recibían un tratamiento básico, nada más que varios moretones y un hombro dislocado, al ser tratados ambos se quedarían observando desde el suelo.

- Esas dos no son normales - diría Inki asombrado.

- El frío que genera Helena con su arma...

- No es un arma común y corriente - Azazel hablaba con seriedad.

- Esa es un Arma Divina - el grupo se concentraría en él por unos instantes.

- Es cómo el arma de Annan, Vida y Muerte, a diferencia de las Armas Vivientes estas tienen el alma de un dios dentro, por si fuera poco son 30 veces más poderosas que un las Armas Vivientes.

- ¿30 veces? Yuri se quedaría estupefacta y voltearía a ver a Bruz.

- Evidentemente es imposible que Annan o Helena controlen esas armas al 100% es algo más complicado.

- ¿A qué te refieres? - diría Asbeel.

- Annan apenas maneja el 10% de Vida y Muerte, pero sólo ha usado un 4% lo que quiere decir que al 10% puede perder el control, eso generaría un desbalance e todos los mundos.

- ¿Y en donde entra Helena en todo ésto? - Hinoka se mostraba casi desinteresada.

- Aproximó que controla un 2% por lo que si pasa al 4% perdería el control - Azazel empezaría a sudar - actualmente está estable, el problema viene cuando las Armas Divinas empiezan a desestabilizarse a pesar de estar en un porcentaje óptimo, siempre hay rituales o algo pero ella es muy joven...

- ¿Y qué tiene?

- Si Soroimaru pierde el control y ella no es capaz de detenerlo... muy posiblemente el planeta entero sería atrapado en un eterno invierno - Automáticamente se quedarían callados, Jiro no creía en las posibilidades.

- Pero, ésto es muy poco probable ¿No es así?

- Te pregunto ¿Con qué frecuencia Annan está solo? - Tomari cerraría la boca y se tragaría sus palabras, Annan era un hombre que a las 6 de la tarde estaba en cerrándose casi siempre en su cuarto, su fascinación hacia el té verde y su arduo estudio sobre las Armas Vivientes y el mundo en si no sólo era por gusto, Vida y Muerte amenazaban constantemente con poner los 7 mundos de rodilla, el universo entero, pero, aún con todo lo que decia Azazel, ¿Cómo estaba tan seguro de que existían dioses? No había rastro de ninguno además de armas increíblemente fuertes, Annan estudiando incluso vio que tales armas tenían una singularidad pero nada semejante a lo divino, sólo que almacenaban una cantidad de energía casi ilimitada.

Akatsuki tomaría un respiro, el frío le empezaba a pasar factura, Helena había recibido la patada de lleno en el pecho, sus pulmones habían recibido un gran daño, al levantarse ambas empezarían a avanzar, la batalla aún no iba a terminar.