Alastor últimamente había estado pendiente del progreso de cada aprendiz, debido a ello se encontraba exhausto, a veces llegaba a esforzarse demasiado y se olvidaba de cuidar de sí pero por primera vez tendría un descanso, decidiría mirar a través del ventanal había frente el portón de la sala de Capitanes, se sentaría en un borde y recostaría su cabeza contra el muro, no podía evitar cerrar los ojos.
- Te ves fatal - Annan justo pasaba por el pasillo junto Azazel.
- Déjame en paz, no has estado día y noche activo - el cansancio se hacía notar en su voz.
- No tienes pinta de capitán, ni por un pelo - Annan se burlaba constantemente de Alastor así como Asbeel lo hacia con Azazel.
- No tengo tiempo para fijarme en esas cosas.
- Entonces ve a dormir o algo, no creas que este imperio depende solamente de ti.
- Hay muchas cosas que tengo por hacer, dormiré cuando tenga tiempo para ello.
- Llevas 2 días así, consideralo una orden - Annan apoyaría su otra mano en el bastón.
- No puedes darme órdenes Annan, no eres mi superior.
- ¿Dónde quedó el respeto por los mayores? - diría reclamando pero en un tono que hacía dudar a Alastor.
- Mmmm - después de pensarlo suspiraría y se levantaría - está bien, iré a descansar, pero no hagas nada sin mí.
- Por supuesto, no te preocupes - diría Annan con una sonrisa - vamos Azazel.
Annan seguiría por su camino y se perdería entre la multitud, Alastor por otro lado iría a su habitación ignorando todo a su alrededor, llegando por el pasillo no habría nadie cerca y cerraría las puertas que separaba los cuarto de los capitanes de las zonas transcurridas y entraría a su habitación, una habitación incluso más grande que las de los estudiantes, una mesa bastante amplia estaba aferrada al suelo en el centro y su cama era rodeada por una gran cantidad de plantas, tenía un pequeño balcón y dentro de la habitación había un cuarto que servía de armario, la cama era bastante espaciosa, una alacena tenía sobre ella reposavasos y una estantería con licores de todas las marcas bastante costosos, tres ella había una cocina, Alastor se acercaría y presionando un botón la pared se abriría dejando mostrar una gran nevera llena de alimentos, no había nada para preparar instantáneamente por lo que iría a su cama, correría las delgadas cortinas y se a costaría, en el muro que sostenía parte de las materas presionaría uno de los botones y oscurecería el cuarto a la par que lo enfriaba, caería rendido al instante, por fin tenía un momento de tranquilidad.
- Bueno, ahora dime ¿Qué encontró Yuri en esa selva? - Azazel le había contado a Annan sobre lo que había encontrado Yuri, todos habían ido a investigar después de que les dijera pero nadie llegaría a nada.
- Era una inscripción, nadie pudo leerla, pero estoy seguro que era el lenguaje de los dioses.
- Los dioses - Annan se detendría a pensar.
- ¿Qué ocurre?
- Los únicos que usaban esa lengua eran los Null - Annan no estaba del todo convencido de la existencia de tales dioses, pero aún así no podía negarlo, en toda su vida no logró ver rastro de uno sólo de ellos, sólo escrituras y esculturas, no había nada más.
- De todas formas vale la pena ir a investigar ¿No?
- No lo creo - diría con la mirada perdida - de nada nos sirve ver algo que no podemos deducir, además, se sabe que los Null tenían la costumbre de escribir historias y mitos en piedras y árboles, siempre buscaron expandir su historia más allá de su reino.
- Pero no podemos ignorar ésto.
- Estás pensándolo demasiado Azazel, no le busquemos las 5 patas al gato - Annan pondría la mano sobre su cabeza - Centremonos en lo que tenemos delante.
Las palabras eran convincentes, era mejor olvidarse de aquello, Annan prefería enfocarse en el entrenamiento y ya tenía a Azazel bajo la mira desde hace tiempo, estaba intrigado por lo que podría hacer y qué trucos nuevos podría evidenciar, no se tenían muchos registros sobre el poder de los ángeles y menos del Rey de los mismos, ambos marcharían rumbo a uno de los salones dónde los esperaba el resto, Asbeel miraba por fuera del aula, no encontraba nada con qué entretenerse, Akatsuki ignoraba los alrededores, no se limitaba ni a hablar mientras el resto perdían el tiempo quejándose del por qué no les habían entrenado a fondo durante todo el mes Helena se sentaría al lado de Asbeel, Hinoka la seguiría y se haría a su lado no sin antes dejarse caer de frente contra la mesa, parecía exhausta.
- No te ves muy bien - Helena mantenía su actitud alegre y positiva.
- No digas más, éste mes fue horrible.
- Es cierto, empezaste terrible en el imperio, primero te pasaste con Asbeel, no le hablaste a nadie por 1 semana o más, casi le rompes el brazo a Bruz en una de las demostraciones y la lista sigue y sigue.
- Pero me disculpé - diría Hinoka sin aliento - además no me ayudas en nada.
- Creo que Helena se la pasa bien molestándote - diría Asbeel que seguía mirando por fuera del aula mientras apoyaba su a cabeza sobre su mano - es de las más activas del grupo.
- Tampoco la molesta demasiado, solo un poquito - Hinoka la voltearia a ver y Asbeel lo haría de reojo - Quizás algunos días me paso.
Por la puerta entrarían Annan y Azazel.
- Llegan tarde, 12 minutos tarde - Jiro los recibiría molesto mientras Tomari dormía sobre su hombro.
- Lo siento, teníamos cosas pendientes por hacer - Azazel tomaría el asiento detrás de Asbeel - no me gusta estar tan elevado.
- Annan ya tiene un favorito - diría Yuri que estaba a su lado.
- Es más un método de tortura - diría en su mente.
Annan se daría vuelta después de analizar lo que estaba escrito en la pantalla.
- Bueno, después de instruir los en cosas aburridas creo que es hora de subir de nivel - los Soles se motivarían al instante al escuchar esas palabras - Acompañenme al patio superior del sur.
Al preciso instante todos se levantaría y subirían por las escaleras emocionados, para Hawk era una pérdida de energía así que se limitaría a caminar a la par de Annan y Akatsuki, al llegar ya se podían ver orbes flotando a la lejanía, eran apenas visibles pero se podían distinguir Hawk no tendría problema alguno en divisarlos.
- Antes de dar la explicación quiero que apunten a esos orbes de allá, hay 5, 2 estáticos y 3 en movimiento, para destruirlos tienen que darles en el centro o de lo contrario solo romperán una parte de los mismos, pondré la vara alta por lo que empezará Hawk disparando - Annan lo señalaría con su bastón.
- ¿Uh? ¿Por qué yo? - Preguntaría sin mostrar mucho interés.
- Azazel me habló sobre lo que hiciste durante la prueba, así que quiero que nos muestres tú talento - Hawk voltearía a ver a Azazel pero ya no tenía más remedio que aceptar.
- Bueno, solo tengo que darles en el centro ¿No es así?
- Exacto.
- Bien, entonces...
Hawk apuntaría con dos dedos hacia el primer cristal más cercano, estaba a 500 metros, en ambos dedos se generaría una luz que saldría disparada a una velocidad increíble como un dardo y daría en el centro del objetivo haciéndolo polvo, luego iría por el segundo a 900 metros, un disparo preciso al objetivo que estaba inmóvil que también se desharía, los otros 3 se movían uno más rápido que el otro, 1 kilómetro en adelante de distancia era todo un reto, ya era difícil poder ver hasta allá, pero para Hawk no era así, rápidamente daría 3 tiros, en cada uno movería su mano a diferentes lugares y los dardos de energía se dispersarían y se perderían en lo lejos, pero en el fondo se vería como impactaban justo en el centro con pocos segundos de retaraso.
- ¿Cómo espera que superemos eso? - Tomari se sentía intimidado por semejante habilidad, era un talento nato a manos de un joven que se esforzaba por mejorarlo.
- Bueno, es el turno de ustedes ¿Quién quiere ser el siguiente?