Chapter 23 - 21

—¡¿Por qué coño justo ahora?!— gritó Taehyung golpeando la pared del baño.

Jungkook se levantó asustado de la cama y corrió donde su bebé.

—¿Cariño?— golpeó la puerta.

—Pasa, Kookie.— Jungkook entró por la puerta y vio a su pequeño sentado en la taza del baño con sus brazos cruzados y enojado.

—¿Qué pasa, mi amor?

—Perdóname, Kookie pero... —señaló su zona baja y Jungkook no comprendió.

—¿Te quedaste atorado...?

—No, bobo.— volvió a señalar su zona baja. Jungkook lo volvió a pensar y luego entendió, su bebé estaba con dolor de estómago.

—¡Te duele la panza!

—Serás tarado...— Jungkook hizo un puchero.—Estoy con mi...

—¿Con tu...?

—Ay, eres tan lento. ¡Estoy con mi periodo!— le gritó.

—P-Pero no me grites.— El mayor hizo un puchero y lo miró triste.

—Sal del baño si no quieres traumarte.— Jungkook negó y se cruzó de brazos, apoyándose en la pared.

Taehyung se levantó, ya limpio, de la taza y se subió su ropa interior.

—Ah, ya entendí... Estas con tu periodo.

—Si.— asintió y se lavó sus manos, se aplicó perfume dulcemente y salió del baño bajo la atenta mirada de su apuesto novio.

Su corazón se oprimió al escuchar un sollozo de su príncipe. Se acercó y lo abrazó por atrás y habló —: Tranquilo, mi príncipe. No es impedimento.— susurró delicadamente.

—P-Pero... Iba todo tan Perfecto y y-yo salgo con esta estupidez.

—Aish, mi amor. No es una estupidez.— sus manos se acercaron al vientre hinchado de su bebé y acariciaron suavidad.—Es completamente normal, no me incomoda. Para nada mi amor, y esto no arruinó nuestros planes... Además, aún quedan algunos días, tal vez pares. Pero no te sientas incómodo, tal vez podríamos intentarlo así. Obviamente si lo deseas.

—P-Pero yo- — su voz se cortó y se abrazó a su Hyung.—N-No creo que te agrade... Esto.

Jungkook no contestó y besó a su bebé, sus manos tomando dulcemente sus caderas y vientre.

Ambos se recostaron en la cama, aún besándose.—Amo el sabor de tu boca... La siento como con sabor a fresa. Delicioso.— Jeon jadeó y lamió los labios de Tae.

—Oh, cariño... Cada vez me besas más rico.— sus labios se unían con desesperación. Taehyung intentó juntar sus piernas de lo delicioso que se sentía que Jungkook le besase así.

Jungkook gruñó y se metió aún más entre sus piernas, abriéndolas. Su pelvis tocó la zona baja hinchada de su príncipe.

—¿Qué tal si pido dulces y te mimo?— sugirió mirando a esos preciosos ojitos azules.

—¿Y Coca-Cola...?

—Cariño, eso te hace mal en tus días.— Taehyung ladeó su rostro enojado.—Ya, mi amor. Te lo compraré... Mira como me tienes, tan caido ante ti. Cedo todo a lo que me pidas...

—Obvio que debes obedecerme, soy tu bebé.

—Mi bebé, mío, mío, mío y solo mío carajo.— con cada palabra que daba besaba su rostro en diferentes puntos y finalizó con una caricia en su mejilla.

Taehyung se frotó contra su mano casi ronroneando, su mano estaba tan cálida.

—Mi bebé, ya pediré la comida. Mientras podrías poner algo para que veamos y también para arregles tu problemita que tienes ahí abajo.— señaló su zona baja y Taehyung no comprendía.

—¿Hmm?

—Cariño, te marchaste un poquito.— Taehyung se escondió en sus manos avergonzado y se negó a mirar a Jungkook.—Oh mi amor~, tranquilo. Ve a cambiarte, no me desagrada ni nada, tampoco debería porqué.— besó sus manitas.—Bebé, mírame por favor.

Taehyung se asomó tímidamente entre sus dedos.

—No pasa nada, ¿queda claro cariño? No es algo por lo que debas avergonzarte, es normal. Ve a asearte, cariño. Iré a por algunas cositas.

Taehyung le besó los labios agradeciéndole la privacidad, el respeto y la comodidad que le brindaba. Jungkook jamás le hacía sentir menos por su cuerpo y lo que esté conllevaba. Tenía miedo si Jungkook lo llegase a dejar.

Jungkook se levantó de la cama y se fue por la puerta, pero antes, le dedicó a su príncipe una mirada llena de amor y confianza.

Jungkook era una pieza importante en su vida, siempre le daba confianza en sí mismo. Nunca le critico nada, jamás le había hecho sentir inferior por haber nacido así. Siempre estaba junto a él mimándolo. Obviamente habían tenido sus discusiones pero no podían pasar más de cinco minutos separados... Jungkook volvía rogándole perdón y Taehyung llorando como la persona sensible que era.

Es que no podía amarlo más, sabían que estaban jóvenes y que debían experimentar pero mientras se sentían uno el lado del otro no querían más en la vida.

Jungkook también se sentía agradecido de tenerlo a su lado. Todos siempre lo miraron como el chico sexy, y que todas las chicas querían una noche de pasión. Pero solo eso. Nadie veía más en él, nadie veía lo bonita persona, a excepción de sus amigos. Pero ahí fue cuando por fin comenzó la relación con Taehyung. Era todo tan diferente. Su príncipe le había demostrado que no lo amaba simplemente por el físico y por lo increíble que le follaba. No. También lo amaba por sus preciosos sentimientos y emociones. Taehyung amaba todo de su hyung y siempre se lo estaba recalcando.

Eso era mucho para el pobre corazón de Jungkook. Taehyung le hacía ser una persona tan sensible y sentimental, le hacía sacar partes cursis de sí mismo que ni siquiera conocía.

Lo amaba. Claro que si, muchísimo. Habían aprendido a madurar juntos y aún les quedaba mucho por delante. Les quedaba muchas experiencias por vivir y obviamente dificultades.

No puedes ser feliz sin sufrir antes... Eso es casi una ley de vida.