nss uds pero acá en chile volvieron a transmitir papá a la deriva una teleserie buenísima del 2015, me acuerdo q para ese tiempo estaba re pegada con Violetta tmb aaaa q recuerdos): uds no saben lo mucho que amo esa teleserie uwu
Cuando la señorita llegó hasta la habitación para informarles acerca de la reserva, tuvieron que cortar su bello momento.
Se vistieron con la ropa adecuada y subieron, Jungkook con su nuevo iPhone en mano.
—Deberías estrenar la cámara con una mamada mía.— Jungkook casi se atraganta con su saliva al escuchar a su príncipe hablar tan descaradamente.—¿Qué? No es mi culpa que me haya vuelto adicto a comerte la polla, ¿no te la has visto? Está tan gruesa, que delicia.— se lamió sus labios y su mano tocó su miembro.
—E-Eh, yo creo que- — Taehyung le calló con un beso rudo.
—Silencio, Kookie. Disfruta.— se arrodilló y su mejilla se frotó contra el falo de Jungkook. Sus ojos reflejando inocencia mientras miraba a su papi.—Oh, papi, que duro.
Cuando el pitido del ascensor sonó, Kim se levantó a la velocidad de la Luz e ignoró a su sexy novio.
Salió como si nada del ascensor y Jungkook siguiéndole.
—Eres un príncipe demasiado caliente...
—Kookie, mandé a pedir una cena deliciosa y pedí la piscina para nosotros y... También algunas cositas.— señaló la mesa que estaba en la esquina de aquel piso. El límite no era muy alto y además era de vidrio, tenían una perfecta vista hacia el hermoso atardecer sobre el mar.
Jungkook negó y se acercó al borde, admirando con paz el bello paisaje.
—No era necesario, mi amor... Incluso si nos íbamos a comer a una pizzería en los peores barrios de Seúl hubiese estado bien... No hacía falta gastar tanto dinero.
—Es mi otra manera de decir que te amo y agradezco todo, ya sabes las otras maneras.— Taehyung se recargó en el borde para admirar el bello paisaje.
Jungkook gimió frustrado, quería follárselo mientras veían la imagen hermosa. Taehyung llevaba tantas horas provocándole, su erección dolía.
—Hmm, no puedes aguantar tanto tiempo sin tenerme de esa manera.
—Me volviste un adicto al sexo pero solo contigo.
—Yah, vamos a comer, antes de que se enfríe la cena.
Ambos se sentaron en la mesa y comenzaron a degustar de tallarines al pesto en una presentación elegante.
—Mmm, que delicia. No creía que te acordases de mi plato favorito.
—¿Cómo no hacerlo si siempre tengo que cocinarle al bebé?— dijo Taehyung, arrugando su nariz.
—Me agrada, cocinas delicioso, además tu recompensa son mimos y una buena noche.
Taehyung guardó silencio y miró a los ojos a su sexy novio. Jeon le sonrió. Colocó un tallarín en su boca y lo enrolló de sensualmente en su lengua. Taehyung hizo un puchero.
—¿Por qué te sacaste el piercing de tu labio? Y también creo que deberías de hacerte uno en la lengua...
—Creía que no te gustaba el piercing.
—¿Qué no me gustaba?— exclamó indignado Taehyung, se levantó de su asiento y se acercó hasta Jungkook—Ésto es lo que opino de tu jodido y delicioso piercing.— Taehyung se abalanzó en Jungkook y comenzó a besarlo con dureza, sus labios moldeaban los contrarios y su lengua acariciaba obscenamente sus dientes y lengua.
Jungkook gimió y sentó a su príncipe en sus piernas. Sentía el beso aún más rico por el delicioso sabor de los fideos.
Jungkook se separó lentamente y cerró sus ojos, queriendo controlar su alocada respiración.
—Me ha quedado claro que te gustó...
—En todo caso, bebé, si no me gusta no debería de ser un problema para ti. Es tu bello cuerpo y solo tú decides.
—¿Incluso si quiero tatuarme mil cosas?
—Oh, mierda, ya quisiera verte follándome bien rico mientras admiro tus deliciosos tatuajes, hm, mi más anhelada fantasía.
—No me hables así si no vamos a hacer nada... Por favor.— hizo un puchero y Taehyung tiró de su labio abultado.
—¿Quién dijo que desperdiciaríamos esta bella noche? ¿No has pensado en que se sentirá follar en el borde de un edificio mientras miras la ciudad entera? ¡Oh, Kookie!— exclamó.—Tenemos que hacerlo y no me importa si estoy en mis días. Tenemos que hacerlo. Por favor. Por favor. Si, si, si.
—No estoy seguro... ¿Y si te hago daño? Aún no sé cómo es esto de hacerte el amor cuando estés en tus días... Me gustaría intentarlo cuando estemos en más calma y en un lugar cómodo. No me malinterpretes, ¿si? Quiero lo mejor para ambos.
Taehyung hizo un puchero y sus ojitos se llenaron de lágrimas.
—Lo arruiné todo...
—Claro que no mi vida...— Jeon lo tomó en sus brazos.—No arruinaste nada.
—Pero no podemos hacerlo...
—Cariño, no todo depende de hacer el amor, además... Po-Podríamos intentarlo al llegar a la habitación, a-aún tenemos dos días.
—¿De verdad?— sus ojitos brillando de emoción.
Jungkook sonrió y sus ojitos se achinaron —Claro que si, cariño.
Su príncipe se soltó la bata negra, revelando su precioso traje de baño negro con dorado.
—¿Vamos?— sus caderas moviéndose tentadoramente y cuando llegó hasta el borde de la piscina, tirándose en ella mientras alzaba su culo.
Jeon se quitó la bata desesperadamente y también su camiseta, se tiró detrás de su príncipe y nadó hasta el otro borde donde su bebé lo estaba esperando.
—Si quieres salirte solo dímelo, mi vida.— sus narices se encontraron, sin embargo, sus labios no.
—No, cariño. Me preparé bien, no tendremos ningún accidente. Ahora disfrutemos de nadar juntitos.
—No, yo quiero otra cosa.— pidió con un puchero. Taehyung ladeó su rostro confundido y Jungkook lo acorraló contra la pared interna de la piscina.—Quiero saborearte, príncipe.
Levantó la cintura de su príncipe, hasta que sus senos estuviesen fuera del agua y comenzó a lamer obscenamente las gotas de agua de su bello cuerpo.
—¡No seas cochino! ¡El agua está sucia!
Kook hizo caso omiso y sus labios bajaron hasta delinear sus senos.
—¿Q-Qué haces...?
—Comiendo lo que es mío.— su mano movió el traje de baño y su boca succionó exquisitamente. Gruñendo al no sentir el piercing.
—Me-Me dolía por mi período...
—No tienes que darme explicaciones, mi vida.
Cuando jungkook sintió que era suficiente se separó, jadeando de puro gusto. —Vamos, cari, es hora de salir. Viene mi sorpresa.
Taehyung salió confundido de la piscina y Jungkook le secó su cuerpo con la bata y luego le colocó su poleron de algodón.
—Quiero que te sientes frente al límite y cierres tus bellos ojitos, ¿confías en mi?
—Claro que si, Koo.— se sentó en el borde, el sol ya se había ido.
Jungkook aguantó su respiración nuevamente y sus ojitos se aguaron al iniciar la playlist que le dedicaba a su novio.
[Playlist en multimedia y tmb pueden buscarlo como "More than my life JK (de jk mgtai) en YT]
Nothing like us, una canción que expresaba lo mucho que apreciaba la relación con su príncipe, lo muy agradecido que estaba de haberlo acompañado en cada proceso difícil y los buenos tiempos.
Al escribir esa canción, su corazón se dejó ir y su mano escribió sin parar hasta sacar la letra que Suga posteriormente editaría.
Era una canción cantada con sentimiento y sinceridad. Expresaba que no importaba qué proceso estarían pasando, siempre estarían juntos. Juntos contra todo y todos.
Taehyung había cerrado sus ojitos y había abrazado sus piernas para llorar silenciosamente mientras escuchaba la armoniosa voz de su hombre.
Cuando la canción finalizó creyó que era todo pero no se esperó que otra canción empezara a escucharse.
Jungkook se acercó y abrazó a su príncipe, Taehyung se aferró llorando. Cantó la canción al oído de su príncipe, susurrando como si fuese un bello secreto.
Still with you colocó aún más sensible a Taehyung. La voz de Jeon Jungkook era angelical, suave, única, especial, perfecta. Podría pasar toda una vida calificándola con adjetivos calificativos positivos y bellos.
Su sistema estaba aún más sensible por estar en su período y todo lo que tenía que ver con Jeon Jungkook debilitaba a su sistema y en el buen sentido, le hacía siempre sentir tan bien, tan querido, amado y deseado. Lo necesitaba en tantos sentidos que si se llegase a separar de él no podría soportarlo.
Cuando las canciones dejaron de reproducirse y Jungkook había dejado de cantar, se miraron a los ojos.
—S-Sin duda este fue mejor regalo que lo mío-
—No, cariño. Yo amé tu regalo y aún lo amo, es más que suficiente y mucho mejor si estás a mi lado. Por favor, no menosprecies tus bellos regalos que con tanto amor me diste.
—¿P-Por eso te juntabas tanto con Yoongi hyung?
—Sip, quiso iniciar su carrera como compositor y este regalito para ti lo impulsó. Yo solo aporté mi voz, Hyung hizo el resto. Es un verdadero artista, va a triunfar, yo lo sé.
—Ay, Kookie... Gracias, muchas gracias, mis palabras son insignificantes al lado de tu bella voz fusionada con esas canciones, creo que te amo aún más incluso. Dime que las canciones están en SoundCloud...
—Si, cariño, para que las reproduzcas cuantas veces quieras.
Taehyung hizo un puchero y sus ojitos se volvieron a llenar de lágrimas. Abrazó a su Jungkook y lloró en su hombro, se sentía tan cálido y feliz con las preciosas canciones.
—T-Te amo, Koo. Nunca nadie había hecho algo así para mi, nunca nadie me amó como lo haces tú.
—Me alegra poder ser el primero pero me da pena que nadie haya visto en ti lo que yo veo, mi precioso y único príncipe. Te amo.
—Muchas gracias mi amor, de verdad. Ojalá nunca despertar de este sueño... Y perdón si la noche no va como querías pero-
—¿Bromeas? Incluso si no era lo que esperaba, esto es muchísimo mejor. Sobretodo porque estás aquí conmigo. Poder tenerte en mis brazos me puede, poder tenerte en mis brazos me da confianza y fortaleza en mi mismo y en esta relación. No pensé que podría lograr algo contigo... Te veía tan inalcanzable.
—Yo pensaba lo mismo, tienes fama de ser un fuckboy aunque no lo seas.
—¿Cómo que no?— Jungkook alzó sus cejas repetida y sugerentemente.
—¡Oye!— golpeó su hombro.—¿Por qué hablas de eso tan descaradamente?— lloriqueó.—¡Eres un desvergonzado!
—Por ti, cariño, soy todo. Incluido tu papi, eh.
—P-Pero-
—Shhh, me debes varias rondas. Van varias veces en las que me dejas con las ganas. No es bueno para nuestra salud y no puedo pasar tanto tiempo separado de tu cuerpo incluido en lo sexual.
—¿Por qué eres así conmigo?
—¿En qué sentido, príncipe?
—Eres tan directo, y y nadie había querido tocarme para hmm- ya sabes... eso.
—Me alegro, ¿sabes por qué? Porque me pone feliz poder ser el primero en disfrutar plenamente de tu cuerpo y sin forzarte, me pone tan feliz ser el primero en poder hacértelo. Yo si veo en ti lo bello que eres, yo si veo tu preciosa figura, yo si veo que eres una persona de bonitos sentimientos... Ay, bebé, ¡me tienes tan enamorado! ¡cásate conmigo!
Taehyung rió y su sonrisa se desvaneció al sentir que su vientre volvía a doler.
—Perdóname, bebé. Justo estoy en mis días y me duele mucho, quisiera volver a la habitación.
—Déjate de disculparte o yo te dejaré en abstinencia, de verdad no me incomoda si estás en tus días, de hecho, me pone feliz porque estás tan mimoso, tan sensible.
—Kookie, yah. Mejor estrenemos tu cámara, tengo una idea.
Jungkook sacó su nuevo iPhone y lo configuró correctamente.
—Lo compré en negro porque sé lo mucho que te gusta ese color, cariño.
—Buena elección, mi amor.
Jungkook tendió el teléfono y apegó a su bebé a su torso y colocó la cámara en modo selfie.
Ambos juntaron sus mejillas y sonrieron a la cámara y justo antes que Jungkook sacara la foto, su príncipe le besó la mejilla.
—¡Ay, que bella!— Jungkook chilló infantilmente.
—Si, Kookie... Que linda.— su voz desanimada.
—¿Qué pasa, mi amor?
—Me duele mi... mi cosa esta...— puchereó.
—Ya, ya, mi amor. Vamos a la habitación.
Tomaron todas sus pertenencias y Taehyung quiso llorar cuando vio la bolsa con las cositas que supuestamente iban a usar.
—Cariño, podemos usarlo ahora si deseas o cuando estés más relajadito y sin esa cosita cómo le dices tú.
—¡P-Pero es que-!
—Mi amor, por favor. No te sientas presionado, bebé. Podemos intentarlo de otra manera, además, no tiene porqué ser ahora. Podemos disfrutarnos de otras maneras.
—¿De verdad?
—Si, mi príncipe. Es tu cuarto día, ¿no? Ya está acabando, podemos intentarlo mañana o mientras vamos en el avión.— le guiñó un ojo.—Ahora podemos acostarnos y ver algo juntos o me ayudas a usar mi nuevo iPhone, ¿qué dices, bebé?
—Si, mi amor.
—Ya tendremos tiempo para intentarlo mientras estás en tus días, ahora solo vamos a la camita a ver series. ¿Te parece, mi bebé?
—Bueno, mi amor. Vamos.
Cuando llegaron a la habitación Taehyung se tiró a la cama sin bañarse ni cambiarse.
—Bebé, hay que bañarse. ¡No seas cochinito!
—Pero, Kookie, no quiero.— se quejó, murmurando con sueño.
—Bebé, levántate.— ordenó con sus manos en la cintura.
—No.
—Taehyung, levántate. Vamos a bañarnos.
—No quiero.— se enrolló en las sábanas limpias.
—Obedece a papi y vamos a bañarnos, Taehyung.
—Pero, papi~.
—No hay peros, levántate. Y como no estés levantado cuando vuelva de poner el agua... Me vas a conocer.
—Oh, entonces aquí te espero, papi rico.— soltó una risa.
Jungkook suspiró frustrado y fue hasta el baño, preparó el agua y las toallas. Volvió a la habitación y su mandíbula se apretó. Su bebé estaba acostado con sus piernas abiertas, dejando ver todo.
—¿Por qué me haces esto? ¿No ves que sufro?— se quejó.
—Mi período comenzó a cortarse cuando estábamos en clases y ¡oh! adivina qué... Acabo de verificar que ya finalizó.
—P-Pero bebé y ¿por qué te dolía tu pancita?— sus mirada se ablandó y sus facciones se relajaron.
—Ay, amor. Solo era por el frío. Creo que aún estoy sensible. Si quieres podemos jugar un ratito en la ducha... ¿no crees?
—No, te vas a bañar. Te quiero limpio acostado en la cama.— demandó.
—Pero-
—Obedéceme, luego verás porque te lo digo.
—Si, papi.— fue hasta la ducha como niño regañado.
Jungkook se metió a la ducha desnudo y colocó a su bebé bajo el agua que caía. También estaba desnudo.
—Jamás me cansaría de ver tu precioso cuerpo.— lavó su cabello con champú.
—Yo menos.— mientras su novio le lavaba el cabello, él lavaba con gusto los músculos preciosos de su novio.
La ducha se pasó entre besos dulces y caricias indecentes intencionales. El periodo de Taehyung había finalizado.
Aunque ambos estaban de acuerdo en solo mimarse y ver series juntitos, había sido una tarde muy emocional y agotadora.
Ahora solo querían descansar. Juntos.
La mañana llegó rápidamente y ambos chicos desayunaron en el casino del hotel. A pesar de que había serviceroom, preferían ir por su comida.
Después de comer, se tomaron un momento de tranquilidad en las bancas de la playa.
—¿Qué quieres hacer, mi amor?
—La verdad es que no sé, hay tantas cosas por hacer pero no se me viene nada a la mente. Solo quiero estar a tu lado.
—Aww, ¡ya sé!— gritó.—Vamos a comprar ropa, dicen que aquí venden ropa muy bonita pero barata. ¡También quiero helado!
Ahí iba Jungkook detrás, cumpliendo y acompañando a su príncipe en sus caprichos. Hasta le hizo un berrinche porque no le había aceptado que le comprase ropa. Taehyung atacó en su punto débil; no habrían mimos. Casi llora. Tuvo que aceptar finalmente. Es que era impresionante, ¡hasta Gucci le había comprado! ¡Perfume Armani! Era increíble.
Taehyung insistió e insistió, no podía negarse a esa preciosa sonrisa y sus ojitos brillosos. Él sabía muy bien que era su debilidad, bien que sabía usarlo en su contra. Tampoco olvidemos el hecho en el que casi follan en los probadores. De no ser por el grito indecente de Taehyung, y la dura nalgada de Jungkook, hubiesen follado.
Habían llegado al hotel con todas las bolsas y un Taehyung enojado.
—¡Dejaste que la Uber te coqueteara!— Jungkook se acostó en la cama con sus piernas cruzadas y sus manos detrás de su nuca, observando a su bebé enojado.—¡Se te insinuó y no hiciste nada! ¡Y encima te ríes! Hijo de-
—Eh.— le calló Jungkook, su expresión cambiando.—Ven acá.— Taehyung se acercó asustado.—¿Qué te he dicho de esas palabras pecaminosas?
—Que príncipe no puede decirlas.
—Estabas a punto de hacerlo. Siéntate.— su príncipe obedeció y se sentó en las piernas de su papi, encogido en su lugar.—Esas sucias palabras corrompen a mi angelito, ¿tienes permitido decirlas?
—No...
—No ¿qué?
—No, papi. Nunca más intentaré decir una mala palabra.
—Eso espero.— tomó el cuello de su príncipe y lo besó con sentimiento. Llevaban mucho tiempo aguantando las ganas de hacerlo, ahora no iban a contenerse.
La ropa desapareció rápidamente, las caricias eran desesperadas y los besos también.
Jungkook se tomó el tiempo de hacerle un oral, disfrutándolo como siempre. Su lengua acariciaba su clitoris y sus labios. Disfrutaba muchísimo del sabor natural de su príncipe. Era adictivo. Sus dedos exploraban el interior cálido y su otra mano mantenía firme la cadera de Taehyung que temblaba.
Cuando soltó más lubricante, Jungkook lo masturbó aún más rápido. Quería prepararlo bien.
—¡K-Koo! P-Para... Siempre eres tan- ¡Ah!
Hizo caso omiso y metió un tercer dedo. Su miembro dolía y quería atención.
Se masturbó un poco y luego acercó su glande a la jugosa entrada de su bebé.
—Cariño, relájate. Me ha crecido un poco y no quiero hacerté daño.
—¿U-Un poco? ¿Bromeas? Está tan gruesa.— habló con fascinación.—Tú solo métemela. Lo necesito.
Jungkook gimió y apretó su miembro, esas palabras de verdad lo habían puesto caliente.
Bajó el ángulo de sus caderas y empezó a meter su falo.
—Oh~, que rico.— sus ojos blanqueándose.
Mientras esperaba a que se acostumbrase al tamaño, lamió de sus senos. Taehyung gemía en alto y sus manos desesperadas tocaban el cuerpo de Jungkook.
Las estocadas comenzaron deliciosamente lentas, disfrutando del contacto íntimo. Su pene chocaba exquisitamente contra las paredes de su bebé, era de verdad fascinante.
Taehyung se abrió de piernas completamente, Jungkook se sintió correr.
—¡Oh, papi! ¡Más duro!— no aguantó y se corrió en su interior.
—Mi-Mierda...— su respiración agitada, intentando recuperar el aliento. Sus caderas volvieron a meterse y esta vez llegó aún más profundo, la posición favorecía la profundidad. Miro como con cada estocada su corrida se dejaba ver haciendo sonar ruidos exquisitos, su mano izquierda masturbó el clitoris.
Taehyung no podía parar de gemir, Jungkook siempre le hacía sentir tan bien. Apretó sus senos y se lamió los labios. Aún recuerda cuando masturbó a Jungkook con sus senos, nunca le había escuchado gemir de esa manera. Y su corrida en exceso. No lo hab��an vuelto a repetir, Jungkook se negaba porque si lo hacían tan seguidamente no se sentiría como la primera vez, no sería tan intenso. Taehyung estaba de acuerdo.
Taehyung aún estaba delicado por su período, Jungkook no quiso intentar más posiciones, más que poner su cuerpo de lado.
Se sintió venir, y justo antes de correrse lo folló más duro. Descargando sus ganas desesperadas de hacérselo bien rico a su bebé. Tantos días sin hacerlo... Debería ser ilegal.
Su príncipe apretó sus paredes, signo de su orgasmo. Jungkook movió sus caderas más fuertes, casi brutalmente. Y su mano entera se frotó contra la vagina de su bebé.
Se corrió en su interior y cuando salió, su príncipe se dejó venir en squirt cum. El líquido siendo expulsado contra la zona genital de Jungkook.
—Qué delicia joder, jamás me cansaría hacerte correr así. Te ves tan caliente por la mierda.— se masturbó perezosamente, compensando su orgasmo.
Taehyung aún intenta recuperarse, la acumulación de días sin sexo le hizo venirse con mayor intensidad.
Jungkook dejó una última lamida a sus labios y clitoris. Se tiró a la cama un poco agotado.
—Esto me hacía falta príncipe. Poder llenarte de mi y ver cómo te corres. Joder, pero qué puta delicia.— gimió con su acento Satoori y Taehyung soltó aún más de su corrida.
Su papi sonrió con fascinación. Se acostaron y se durmieron de inmediato. La noche pasó rápidamente y ya se encontraban en el último día en aquella bella ciudad.
La verdad es que no les apetecía nada más que estar juntos sexualmente. Volvieron a disfrutarse y esta vez probaron otras posiciones e incluyeron el vibrador.
Cuando finalizaron la séptima ronda, ambos casi se desmayaron en la cama.
Taehyung estaba llorando por la estimulación excesiva y porque se sentía tan bien. Jungkook también le acompañaba con lágrimas, si bien su miembro no era tan sensible como la zona de su príncipe, Taehyung había sabido estimularlo en muchos puntos de su cuerpo.
La llamada entrante lo hizo gemir frustrado. Tomó el teléfono y contestó.
—¿Si...?
—¿Qué no piensan volver? Ya deberían de estar embarcando y escucho tu voz adormilada.
—¡¿Cómo que embarcando?!
—Hijo, son las doce ya, el vuelo sale a las una, ¿lo olvidaste? Apúrense, van a perder el vuelo.
Arreglaron sus cosas rápidamente y pidieron un Uber hasta el aeropuerto.
—Creo que nos excedimos...
—Ah, lo siento, bebé. No pude controlarme.
—Yo también tuve la culpa, te exigí esa última ronda. No estuvo nada mal, de hecho, creo que fue la mejor de todas. Me follaste con el vibrador... Definitivamente tenemos que probarlo.— Jungkook asintió, dejando un beso en el cuello de su bebé.—Por cierto, Kookie... También podríamos ir jugando en el avión...— le tendió su teléfono y la aplicación del vibrador deslumbró ante sus ojos negros.
—Entonces, juguemos cariño.