Montecristo amaneció con la noticia de la aparición del cuerpo de una joven colgada en la Casa de la Cultura. La policía arribó al lugar, luego de que los empleados llegaron y se encontraron con la macabra escena.
Don Francisco estaba en estado de shock y su testimonio no fue de gran ayuda. Al mediodía llegaron los investigadores para levantar el cuerpo y tomar las pistas. Rápidamente la noticia se difundió como reguero de pólvora y pronto los vecinos llegaron al parque para observar las diligencias de los elementos policíacos.
Aunque las autoridades no habían emitido ninguna información al respecto, ya habían comenzado los rumores.
—Mi comadre, que estuvo cerca, escuchó que el cuerpo que encontraron era de una muchachita —dijo una mujer que estaba entre el grupo de mirones.
—Pues yo supe que la muertita era una chamaquita que se perdió el otro día. Como pensaron que se fue con el novio, no la buscaron y miren qué pasó —comentó otra mujer de unos 50 años.
—¿La hija de don Agustín? —preguntó un vendedor de helados que llegó al lugar para hacer su venta del día.
—Pues aún no lo confirman, pero eso dicen que era esa pobre niña. ¡Ojalá y Dios la tenga en su santa gloria! —exclamó la primera mujer, quien se santiguó y varios del grupo hicieron lo mismo
Luego de que las autoridades se llevaron el cuerpo y al único testigo a la comandancia, el lugar fue clausurado para las averiguaciones.
Las redes sociales se inundaron con la noticia del macabro hallazgo. Varios medios de comunicación señalaban que el cuerpo tenía múltiples golpes y sus pies estaban cercenados. La víctima fue identificada como Maribel Cardeño, de 17 años, que había sido reportada como desaparecida una semana atrás y las autoridades determinaron se había "fugado" con el novio, porque él había dejado la ciudad el mismo día que la chica fue vista por última vez.
Todo apuntaba a que el novio de Maribel, identificado como Miguel Martínez, era el responsable del crimen, ya que su paradero era desconocido. Algunos testigos afirmaban que él era muy celoso con la joven y que por eso la había matado.
El escarnio en redes sociales fue tal, que los familiares del joven tuvieron que cerrar sus cuentas personales para evitar más agresiones.
En los siguientes días, las investigaciones continuaron y el joven fue localizado en Mérida. Sin embargo, no se pudo comprobar su culpabilidad, ya que el día del crimen, Miguel se encontraba en casa de sus abuelos y tenía una coartada sólida. Tampoco fueron hallados los pies y el caso seguía abierto.
Aunque las investigaciones seguían en pie, la Casa de la Cultura fue reabierta. Sin embargo, muchos de los estudiantes tenían miedo de ir a ese lugar debido a que la víctima había sido alumna de la clase de danza.
Pasaron los días, y los rumores del crimen casi se fueron desvaneciendo. Sin embargo, el 13 agosto fue hallada una nueva víctima.