Jessica frunció los labios.
- ¿Qué? Tú me preguntaste, ¿por qué me miras así? - Vanessa parpadeó con duda en sus ojos azules.
- Cambiaste - Jessica habló por lo bajo.
- No realmente - Vanessa dijo mientras sonreía radiantemente - Sigo siendo Vanessa Hunt.
- ¿Ok? Entonces dime el primer nombre que se te venga a la cabeza - Jessica miró a su hermana con un rostro serio.
- Juliana Willows - Vanessa no cambió su radiante sonrisa mientras respondía.
- Ya tengo a quién culpar - Jessica se dió la vuelta y empezó a caminar hacia la puerta.
Vanessa suspiró y corrió detrás de su hermana, la agarró de la mano y estaba a punto de decir algo cuando la puerta se abrió de par en par, revelando a una hermosa chica con un simple vestido blanco y un hombre vestido con ropa informal.
- Aquí hay una magia rara - Alexandra frunció el ceño y miró dubitativa a sus dos primas.
Jessica se cruzó de brazos y apuntó a Vanessa con su mentón, Alexandra asintió y giró su mirada hacia Vania, notando con una mirada el gran cambio en ella.
- Chica bendecida. ¿Cómo fue que te metiste con una sirena?
Vanessa bajo la cabeza y se rasco la oreja antes de responder:
- No lo sé... Lo que pasó después del canto de la sirena lo siento difuminado en mi mente...
- Dame tu mano - Alexandra extendió su delgada mano para que ella la tomara, Vanessa colocó su mano vendada en la de Alexandra por instinto.
Alexandra retiro la venda para ver detenidamente la mano de Vanessa, había una marca en ella que tenía la forma de un delfín, la expresión de Alexandra se tornó rígida.
- Willows... sirenas nacidas en eclipse de luna, son especiales pero peligrosas - dijo Alexandra soltando la mano de su prima.
- ¿Por qué son especiales? - preguntó Vanessa intrigada.
- Son las sirenas con más encanto jamás conocidas, además tienen la capacidad de controlar el agua y todo lo que la contenga. Y también... pueden distraer la memoria de cualquier ser. Fuiste bendecida por una Willows.
- ¿Qué va a pasarme? - preguntó Vanessa ahora más consciente de su cambio.
- Lo sabrás pronto. Un don es un problema; tres dones son una maldición disfrazada - Alexandra miró a su prima con seriedad en su voz - Todo lo que conoces de ti cambiará, no puedo asegurar que sea para bien o para mal, eso dependerá de ti... Suerte, Vanessa Willows...
- ¿Ella ya no es vampiro? ¿Eso es lo que intentas decir? - preguntó Jessica con voz temblorosa.
- Ahora es una sirena, su centro fue cambiado por la magia de la sirena a la que salvó - respondió Alexandra bajando un poco la voz.
- Si padre se entera... - Jessica intento hablar pero fue interrumpida por Vanessa.
- ¿No puedes evitarlos? Adelaida por favor ayúdame...
- No puedo revertirlo, sólo quién te bendijo puede retirarlo. Pero puedo ocultarlo temporalmente...
- ¿En serio? ¿Puedes ocultarlo?
- Sigueme - Alexandra caminó en dirección al patio trasero, allí estaba Ashley quién regaba las plantas mientras tarareaba.
- Ash ¿todavía hay narcisos malditos? - preguntó Alexandra acercándose.
- Quedan algunos ¿por qué? - respondió Ashley levantando la mirada hacia la bruja mestiza.
- ¿Recuerdas como suprimir el encanto de una sirena con un narciso encantado?
- Lo hice hace algunos meses para una sirena de apellido Tomson, fue bastante fácil ¿A quien quieres que ayude?
- Q Vanessa Willows...
- Suena bien, ¿quién es Vanessa Willows?
Alexandra se encogió de hombros y señaló a Vania que estaba parada detrás de ella, Ashley no preguntó y simplemente asintió para después darse la vuelta en dirección al jardín. Camino hacia la derecha y arrancó un hermoso narciso blanco y amarillo, después saco un alfiler de su cabellera castaña y lo apretó en su mano junto con la flor, emitió un brillo amarillo y luego azul hasta atenuarse para volverse celeste para apagarse después de unos segundos. Ashley sonrió tranquilamente y camino hacia Vanessa para entregarle el alfiler plateado con el narciso de color celeste enredado en él, luego dijo con su habitual voz dulce:
- Lo pones en tu cabello o en tu vestido y el don de la hipnotizante belleza se atenuará bastante pero si no lo llevas puesto de mostrará tu verdadero ser, ¿entiendes?
- Entendido - Vanessa tomó el alfiler y se lo puso en el cabello, la flor emitió leves destellos antes de que su cara volviera a su normal encanto vampírico, lo que no cambió fueron sus brillantes ojos azules traslúcidos.