Vanessa hubiera seguido inmóvil en esa posición de no ser por el relincho del caballo a unos metros de ellos. Parpadeo antes de sonreír tímidamente para soltar su mano de la mano de Marc, en el fondo de sus ojos carmín se distinguía reticencia a soltarse de él. Se aclaró la garganta antes de decir:
- ¿Es muy alejado en donde trabajas?
Marc desvió la mirada hacia el camino para calmar sus emociones, antes de girarse de nuevo hacia la vampiresa para responder:
- Un poco. A veces he tenido que dormir fuera de casa porque se me ha hecho tarde y es peligroso vagar por los caminos a altas horas de la noche. Pero eso no nos pasará hoy, aunque es probable que volvamos tarde, ¿estas de acuerdo con eso?
- No me opongo - dijo Vanessa encogiéndose de hombros.
Marc asintió y se giró para subirse al caballo, cuando estuvo listo, miró a Vanessa con una suave sonrisa en sus labios, le extendió la mano para ayudarla a subir tras él pero ella tenía otros planes, Vanessa tomó la mano de Marc y se impulsó para sentarse frente a Marc y tomar las riendas del caballo. Con un movimiento de sus delicadas manos Vanessa echó a andar al caballo de color marrón rojizo, el caballo corrió a toda velocidad a través del camino rodeado de árboles frondosos, mientras Marc y Vanessa sostenían las riendas del caballo al mismo tiempo, sus manos entrelazadas suavemente pasaron desapercibidas para ellos mismos, como el cabello de Vanessa revoloteaba por el viento Marc tuvo que apoyar su cabeza en el hombro de Vanessa para evadir el largo cabello castaño, está acción no pasó desapercibida para Vanessa e hizo que su cara enrojeciera.
***
Tardó algún tiempo, pero ambos llegaron al criadero de caballos pura sangre de Robert Pattinson, este era un humano de unos cincuenta años de edad, de cabello canoso y rasgos severos, había estado en el negocio de los caballos de raza desde su juventud y por eso era muy respetado en la zona. Al llegar Marc y bajar del caballo para saludarle, la mirada del hombre se posó sobre Vanessa unos segundos antes de desviarse al joven de cabello castaño y sonreírle levemente.
- Llegas algo tarde muchacho - dijo Robert con su voz ronca.
- Vamos, Tío Robert, con tu experiencia podrías manejar este lugar solo y no te iría mal - respondió Marc sonriéndole burlonamente.
- ¿Quién es la dama que te acompaña? - preguntó Robert volviendo a mirar a Vanessa, que ya se encontraba con sus pies firmes en el suelo.
- Ella es Vanessa Hunt - dijo Marc mirando a Vanessa con cierta ternura en el fondo de sus ojos.
- Puede llamarme Vania - dijo Vanessa haciendo una pequeña reverencia, gesto que hizo que Robert sonriera.
- ¿Hija del Duque Milo Hunt? - preguntó Robert con algo de sorpresa en sus ojos.
- ¿Es... tan obvio? - Vanessa sonrió incómodamente.
Robert se rió con ganas y cuando lo hizo sus arrugas se asentaron, se dió cuenta de que la joven estaba incomoda con la mención de su familia por lo que no siguió indagando y en su lugar optó por preguntar:
- ¿Le gustan los caballos Lady Vania?
Vanessa asintió mientras se acercaba un paso hacía Marc.
- Tengo muy buenos caballos en mi rancho, puede verlos si usted quiere.
- Se lo agradezco, Señor Pattinson - respondió Vanessa.
- Llámeme Tío Robert, Lady Vania, "Señor Pattinson" es un título que solo me gusta oír viniendo de desconocidos - Robert sonrió mientras se daba la vuelta para caminar por la hierba seca, dirigiendose a los establos.
***
Pasó algún tiempo en el criadero Pattinson, mientras Marc trabajaba arduamente, Vanessa miraba cada caballo con la guía de Robert, montaba alguno de vez en cuando pero en general solo los miraba y acariciaba. Finalmente una vez que se cansó, se sentó en la casa a charlar con la esposa de Robert, su nombre era Helen Grinsky, tenía el cabello color avellana con algunos hilos blancos creados por la edad, de ojos color negro y piel bronceada. Vanessa y Helen charlaron largamente mientras tomaban una taza de té, se podía sentir cierta tranquilidad en el aire.
- ¡Ahhhhh!
Un gritó se escuchó a lo lejos, era algo lejano pero Vanessa pudo oírlo con claridad gracias a sus oídos más agudos, levantó la mirada en la dirección aproximada del grito.
- ¡Ahhh!
Esta vez el grito fue más desgarrador que el anterior. Vanessa se levantó abruptamente y estaba a punto de correr en la dirección del grito pero Helen la detuvo con una mano temblorosa.
- Es el grito de una sirena... es peligroso acercarse... es luna llena...
- ¡¡Aaaaahhhhhhhh!!
Vanessa paró por un momento, su rostro palideció tremendamente y esto asustó mucho a Helen, Vanessa miró fijamente a la mujer pero al escuchar otro grito ya no pensó más y corrió en la dirección del grito.
- ¡Lady Vania! ¡Lady Vania espere! - Helen Grinsky gritó para detener a la niña pero no pudo hacerlo, su envejecido rostro se tornó pálido cuando gritó:
- ¡Robert! ¡Robert!
Robert estaba en un establo con Marc cuando escucho el grito de su esposa, levantó la mirada solo para encontrar a una preocupada y pálida Helen.
- ¿Qué sucede?
- La sirena... el canto de la sirena... ¡Lady Vania siguió el canto de la sirena!
La expresión de Robert se distorsionó abruptamente mientras lo que sostenía en la mano caía al suelo con un ruido sordo.
Marc palideció rápidamente mientras sus movimientos se detenían y su cuerpo se tensaba.