Adelaida suspiro con resignación, se sorprendió al darse cuenta de que era la primera vez que un hombre la acariciaba tan intimamente, pero lo que la dejó sin habla era que su cuerpo reaccionara tan naturalmente y lo peor de todo era que cada vez que él se le acercaba ella sentía un hormigueo en sus dedos. Se puso la mano en la frente, no sabía que rayos era lo que le pasaba, quería poder revelar los misterios de su mente para poder reprenderse por ser tan sensible ¡a las caricias del hombre del que juro desconfiar hacia ocho años! ¡Era extremadamente ridículo sentir algo tan fuerte de la nada! Debía haber alguna razón por la que sentía que conocía a Edward desde hace años, pero no entendía cual... pero lo averiguaría algún día, especialmente cuando debía hallar su verdadero origen, tálves esto la iluminaria sobre el asunto.
Decidió no darle más vueltas al asunto por el momento, se dirigió al baño y lleno la bañera con agua tibia. Después de asearse, se puso un sencillo vestido de seda blanca, que asentaba su figura, peinó y seco su cabello negro. Tiempo después bajo lentamente las escaleras y se dirigió al comedor donde todos la esperaban.
- ¡Buenos días, bella durmiente! - saludo Caitlyn con una sonrisa burlona.
- Si yo soy la bella durmiente, entonces tú eres Blancanieves - respondió Adelaida en el mismo tono.
Ashly y Marc estallaron en carcajadas, sabían de la habilidad de Adelaida para regresar indirectas, por eso ellos no se atrevían a retarla, sin embargo Caitlyn era temeraria al ir abiertamente por ella, aún sabiendo que tenía todas la posibilidades de perder.
- ¡Tú... !
- Si quieres buscar pelea, la tendrás. La próxima vez piensa lo que vas a decir. ¡Aunque es curioso que siendo una bruja negra, seas alérgica a las manzanas! - dijo Adelaida mientras reía suavemente.
Al mencionar su alergia a las manzanas la cara de Caitlyn enrojeció por la rabia y la vergüenza.
Adelaida se sentó junto a Edward sin prestarle atención a la oscura expresión de Caitlyn. Empezó a comer tranquilamente, de repente una larga pierna envolvió la suya por debajo de la mesa, está acción casi la hace atragantarse, miró con un gesto de advertencia al hombre junto a ella, él solo sonrió con disimulo y le acarició la pierna con su mano libre, está vez el rostro de Adelaida se puso rojo hasta la punta de las orejas.
- Prima, ¿estas bien? - preguntó Vanessa con inocencia, aunque estaba realmente consciente de lo que sucedía.
A Jessica le costó contener la risa, por otro Ashly intentaba no levantar la vista de su plato para evitar reír, Caitlyn solo sonrió con burla y Marc tenía una expresión de póker aunque entendía bien la situación, también aunque Zemira era muy consciente de la situación decidió no mostrar su conocimiento y en cambio mostró una mirada inocente.
- Estoy bien - respondio Adelaida intentando ocultar su rostro enrojecido.
- Casi lo olvido - de repente hablo Caitlyn - Está mañana llego una invitación de parte de la Marquesa Sanderson, nos invita a la celebración por la recuperación de su esposo.
Adelaida suspiro por qué Caitlyn desvió la atención de todos, sin embargo la mano del Lord se volvió cada vez más atrevida, por lo que ella tuvo que usar su mano libre para detenerlo y lanzarle una mirada de advertencia.
Edward sonrió con malicia y apretó la mano de ella con cariño.
- Me parece bien que vayan a convivir, admito que vivir en medio del bosque a veces es... difícil - dijo Zemira con su expresión tranquila.
- Entonces... ¿podemos ir? - preguntó Ashly con un leve brillo en sus ojos marrones.
- Claro - respondió Zemira.
- ¿Cuando es la fiesta? - preguntó Marc sin aparente emoción.
- Está noche. El sirviente dijo que no la había traído por respeto a la enfermedad de Adelaida - respondió Caitlyn.
- Supongo que está bien - replicó Adelaida con sus emociones más controladas.
***
En la tarde.
Ashly, Caitlyn, Vanessa, Jessica y Adelaida se estaban terminando de preparar para la fiesta. Ashly usaba un vestido de manga larga de color blanco con bordados color crema, su cabello estaba recogido en un elegante moño atado con una cinta blanca. Caitlyn usaba un vestido de hombros descubiertos de color lila, su cabello morado trenzado en una hábil corona y adornado con una flor de color blanco. Jessica usaba un vestido color celeste, que mostraba solo uno de sus hombros, su cabello suelto y rizado. Vanessa usaba un vestido sin mangas de color gris plateado, su cabello liso y suelto con una diadema con un pequeño rubí adornando su cabello. Adelaida llevaba un vestido color rojo, de manga larga y escote levemente pronunciado, su largo cabello negro estaba recogido en un elegante peinado que la hacía ver aún más hermosa. Todas tenían los labios pintados, tres de ellas de color rosa y las otras dos de color rojo. Se notaba que estaban tranquilas aunque se peleaban por el turno frente al espejo. La primera en terminar de arreglarse fue Adelaida, una vez que terminó salió de la habitación y bajo elegantemente las escaleras, se paró al pie de la escalera al escuchar que alguien iba detrás de ella, un brazo la envolvió por la espalda y alguien le susurró:
- Estás hermosa cariño.
- Gracias - respondió ella mientras disfrutaba de su abrazo.
- Tálves no te deje salir de esta casa...
- ¿Por qué?
- No me gusta la idea de que otros hombres te pongan los ojos encima.
Adelaida se rió suavemente mientras se daba la vuelta y envolvía sus brazos alrededor de la cintura de él.
- No sabía que era tan posesivo Lord Edward...
- Yo tampoco lo sabía... - Edward la abrazo con fuerza entre sus brazos. Adelaida sonrió complacida, eran estos pequeños momentos de intimidad los que más la ataban a este hombre, su carisma como Lord era reconocido pero el cariño y ternura que le mostraba a ella era algo que no muchos tenían la oportunidad de ver, Adelaida se deleitó pensando que este lado tan sensible de él solo le pertenecía a ella y no toleraba la idea de que otras mujeres se acercarán más de lo necesario, escuchando sus pensamientos se dio cuenta de que en realidad también era posesiva, de repente recordó lo sucedido hacia casi seis años...