Cuando encendió la tablet notó que había muchos videos que se habían acumulado en esos días, tendría que revisar un total de 50 videos de la residencia de Alejandro y otros 296 de los departamentos donde entró Amanda.
Revisó primero los videos de Amanda, decidió empezar por los que le tomaría más tiempo y los pondría en cámara rápida para buscar solo lo que le importaba.
Mucha gente entraba y salía del edificio, después de ver los videos notó que Amanda salía de los departamentos por la mañana y no volvía hasta la tarde, algunas veces hasta la noche, con esto confirmo que ella vivía en el edificio. Ahora debía descubrir bajó que nombre estaba registrada.
Dejó ese pensamiento de lado por un momento mientras revisaba los videos de la residencia de Alejandro.
De todos los que revisó rápidamente solo encontró muy pocas útiles. Veinte eran de sus sesiones privadas con Amanda, cinco de llamadas telefónicas a los socios comerciales, una llamada a su banco, diez de Alejandro caminando mientras disfrutaba del paisaje, siete de salidas de la finca y siete de sus entradas.
Alejandra separó los videos de las llamadas telefónicas para analizarlas más a fondo, al final solo seis fueron útiles. Decidió empezar por la llamada que hizo al banco.
-Buenas tardes, quisiera hacer uso de mi caja bancaria, mi número de cliente es 13458397, mi nombre es Alejandro Pérez Padilla. Mi número de caja es 2356, solo quiero guardar un documento hasta que lo necesite de nuevo. A qué hora estará listo para que pueda pasar, de preferencia hoy mismo si se puede, sí, así es. Entonces paso a esa hora con ustedes, ¿me puede repetir el nombre de la persona que me va a atender? Muchas gracias.
Alejandro colgó su teléfono y entró rápidamente a la casa.
Abrió el segundo video.
Alejandro estaba hablando al teléfono mientras salía de las casa, así que Alejandra no pudo oír el inicio de la conversación.
-Ya te dije que está todo bajo control, el contrato principal con ustedes dos ya está guardado, en cuanto empecemos a obtener ganancias ustedes tendrán la mayor parte de las acciones en comparación del resto de los socios. Sí, todo está estipulado en el contrato, en cuanto firmen los demás estará decidido. Si no quieren aceptar las condiciones se quedarán sin una sola de las ganancias del negocio, seguro aceptaran una pequeña parte a cambio de grandes ganancias a futuro. Además, todos saben las reglas no escritas en el contrato, cualquiera que quiera violarlo o quiera apoderarse de él, sabe las consecuencias a las que se enfrentan. Los grupos pequeños no se van a arriesgar a perder su trabajo de años por un pequeño porcentaje más. No se preocupe señor, tengo todo bajo control, le aseguro que las ganancias para usted serán buenas. Sí, puede contar con ello, hasta luego.
Alejandro terminó la llamada y volvió a regresar a su casa.
El tercer video mostraba a Alejandro llegando a su residencia y contestando una llamada entrante.
-Hola, que bueno escuchar de usted, supongo que si me llama es para aceptar el trato y firmar el contrato con nosotros. Podrá firmar el contrato mañana al mediodía, puedo ir a su casa a llevárselo. No, no hay ningún problema. Tengo un compromiso más tarde así que espero que podamos llevar a cabo la firma lo más rápido posible, le mandó una copia del contrato para que vaya leyéndolo así nos ahorraremos tiempo. Hasta luego.
Alejandro entró a la casa mientras colgaba la llamada.
El cuarto video mostraba a Alejandro sentado en la pérgola, mirando el paisaje mientras tomaba una cerveza, después de un tiempo su teléfono sonó y respondió.
-Que gusto escucharlo señor Rodriguez, ¿ya leyó el contrato?, ¿no está de acuerdo? ¿Hay algo que no le agrada del contrato? Bueno, ya que fue el segundo en decidir en hacer el trato su porcentaje de acciones es menor que el primero que firmó. No puedo aumentarlo para que esté en el mismo porcentaje que el primero en firmar pero le puedo restar dos porciento al último que firme para ofrecérselo a usted. Me temo que no le puedo dar más del dos porciento, pero si no le agrada el contrato entonces puede darle el lugar a otro. Está bien, entonces haré un nuevo contrato para agregar el dos porciento de sus acciones. Sí, lo tendré listo para que lo firme mañana mismo. Que tenga un buen día.
Alejandro colgó y suspiró, se levantó rápidamente y entró a la casa.
El quinto video mostraba a Alejandro salir apresuradamente de la casa con el teléfono en mano.
-Sí, llevo el contrato para que lo firme ahora mismo, si tiene dudas las veremos mientras tenemos el contrato frente a los dos, sí ya lo veo.
Alejandro entró al auto mientras seguía hablando y salió de su propiedad.
El sexto era de esta noche.
Alejandro estaba paseando con Amanda cuando su teléfono sonó, se disculpó con ella y contestó el teléfono.
-Aquí Alejandro, dígame ¿en qué puedo ayudarlo? Oooooh, claro, aún está en tiempo. El porcentaje no es muy grande, verá las otras partes contactaron antes y se llevaron la mayoría de las acciones. Es un cinco porciento de las ganancias lo que recibiría. ¿Está de acuerdo? Perfecto, entonces dígame dónde quiere que firmemos y podemos hacerlo mañana mismo. Me parece muy bien. Le pido que me mande su correo para enviarle una copia del contrato y que pueda leerlo. Entonces hasta mañana.
-¿Quién era?
-Unos nuevos socios para un proyecto en el que estoy trabajando, es una empresa que me dejará buenas ganancias, así que tengo varios socios que estaban muy interesados en invertir y ser parte del desarrollo.
-¿Y quienes son?
-No tienes que preocuparte por eso mi amor, mejor ve pensando en lo que quieres que te compre con el dinero que ganaré.
-Está bien.
-Entremos a la casa, está refrescando.
Los dos entraron mientras coqueteaban.
Alejandra se recargó en su silla y miró la hora. Ya eran las dos de la mañana y debía descansar.
Se levantó de su silla y preparó todos sus instrumentos para trabajara, puso su alarma temprano y dejó la tablet cerca del sillón.
Alejandra se quedó profundamente dormida, mañana ya vería como lograba sacar fotos del contrato antes de que Alejandro lo regresara al banco.