Cuando salió del pasillo lo primero que vio fue su reflejo en un enorme espejo decorado con un marco grueso dorado, giró a la izquierda y vio un amplio salón con enormes candelabros de vidrio colgando del techo. Todo se veía muy brillante, las mesas estaban llenas con comida exótica y costosa, también las bebidas eran de lo mejor. Definitivamente había mucha diferencia en la calidad del servicio entre las dos habitaciones.
Se acercó lentamente a un grupo de tres personas que conversaban alegremente, todos llevaban máscaras de diferentes colores y diseños.
La mujer de máscara plateada reía alegremente y era la que más conversaba en el grupo.
- Era imposible, por más que buscaba alguna excusa para alejar a ese molesto fan, él no parecía captarlo. Así que tuve que hacerle una seña a mis guardias para que lo alejaran de mi, claro que le dieron una excusa amable de porque no podía continuar hablándome. Esa es siempre la mejor manera de quitarse a los fans molestos de encima sin dañar tu imagen.
-Realmente sabes como esconder esa terrible personalidad tuya del resto de las personas. No me sorprendería que mandaras golpear a tus propios fans y nunca sospecharían de ti.
-Puede que no sea tan linda como me presento ante los medios pero jamás dañaría de esa manera a un fan. Después de todo es gracias a sus bolsillos que tengo tan buena vida y si algo así se llegara a saber mi carrera estaría arruinada. No crearía una debilidad así de pobre ante la coordinación, no quiero ser un títere, gracias.
-Tan astuta como siempre, por eso deberías saber que aceptar estar conmigo te sería de mucha ayuda. Podrías tener una ficha más para controlar a tu antojo.
-No recuerdo que alguna vez fueras una ficha fácil de controlar. No me gustan las cosas que traen más problemas que los beneficios que proveen, gracias.
La mujer de máscara plateada dio un toquecito en la nariz del hombre con media máscara morada y espirales blancos cubriendo la mitad superior de su cara, antes de darle la espalda e irse a otro grupo.
El hombre de la máscara mostró una ligera sonrisa torcida y después sin poder contenerse dejó escapar una buena carcajada que atrajo la atención de todos en la sala, excepto el de la mujer de máscara plateada que pretendía no mirarlo.
El hombre de media máscara verde a su lado, con tonos de negro, le dio una palmadita en el hombre en un intento por calmarlo.
-Vamos hombre, llamas mucho la atención.
-Lo siento, no pude evitarlo. Me parece divertido verla resistirse a mi a pesar de su claro interés en mi.
El hombre de máscara verde suspiró profundamente y agitó la cabeza de manera desaprobatoria.
-Un día de estos realmente vas a conseguir enojarla lo suficiente para que te golpee.
-No tengo problema con eso, mientras venga directo de su mano aceptaré todo lo que me mande.
-Si no tuvieras esa personalidad tan calculadora y ruin, tendrías una mayor oportunidad con ella. Por lo menos tomaría en serio lo que le dices.
-¿Y quitarle la diversión? No, justo ahora nuestra relación es muy interesante, no tengo prisa en cambiarla. Al menos así disfrutaré más cuando acepte su derrota y me dé su corazón por completo.
-Realmente la compadezco tener un lobo como tú a sus espaldas y luchar con sus sentimientos equívocos por ti.
-¿A qué te refieres con equívocos?
-Cualquiera que te conozca evitaría tener algo que ver contigo a toda costa, ciertamente desarrollar sentimientos por ti es una obstáculo para alejarse.
-Y por eso eres mi mejor amigo, siempre tan honesto y asegurándote que la chica que me gusta evite tomar una decisión equivocada.
Una sonrisa juguetona apareció en los labios del hombre de máscara morada provocando una sonrisa amarga en respuesta a la suya en el hombre de máscara verde.
Alejandra pudo notar que la mayoría de los invitados no eran personas de buenas intenciones, aunque no pertenecieran a la mitad más obscura del grupo. Claramente no había santos en el lugar pero no podía juzgarlos, ya que ellos se movían dentro de la escasa movilidad que le daba la coordinación.
Al menos pudo reconocer a la mujer de máscara plateada como la cantante#1 del chat y al hombre de máscara morada como editor de letras dentro del grupo. Aún no reconocía al hombre de máscara verde y al resto de los invitados pero se tomaría su tiempo para irlos conociendo y reconociendo.
Alejandra caminó un poco más hasta quedar frente a otro grupo que conversaba.
El grupo estaba compuesto por cuatro hombres. El que quedaba de frente a ella tenía una máscara blanca con la parte de la frente descubierta, el hombre a su izquierda tenía una máscara negra de medio rostro con el diseño de una telaraña blanca en toda la máscara, el hombre a su derecha tenía un antifaz color mostaza con una lágrima verde en el ojo derecho, y el hombre que le daba la espalda no parecía moverse mucho por lo que no podía ver su máscara.
Alejandra se acercó un poco más para escuchar su conversación, mientras les daba la espalda para ser lo más discreta posible.
Hablaba el hombre de la máscara blanca.
-Como siempre es un placer hacer negocios con su familia, formé los cimientos con usted y ahora que trabajo con su hijo mi empresa se ha visto gratamente beneficiada, la ganancias han sido bastante altas gracias a sus recomendaciones.
El hombre cuyo rostro no podía ver fue el que respondió, su voz claramente desgastada por el paso del tiempo.
-El honor es mío por haberte conocido, recuerdo que eras un mocos cuando llegaste a mis puertas ofreciendo tus servicios. Se podría decir que fue gracias a tu ayuda que mi empresa creció tanto hasta ahora, nuestra relación siempre a sido beneficiosa para ambos bandos. Mi hijo ha sido un excelente sucesor no solo mantuvo la empresa en su gloria si no que también la creció más, no puede haber padre más orgulloso de su hijo como yo.
El hombre de máscara negra sonrió ampliamente e hizo una ligera reverencia en señal de respeto.
-Es mi orgullo el hacer a mi padre tan feliz, si tan solo pudiera decir lo mismo de mi hijo. Me preocupa lo que pasará cuando tenga que pasar el mando.
-¿Hay algún problema con su sucesor?
-No tiene que ser tan cortes, es usted mayor que yo y un gran socio comercial de nuestra familia. En cuanto a mi sucesor, mi hijo no tiene las aptitudes necesarias para el puesto. Realmente me gustaría dejar el puesto en manos de mi nieto, es bastante inteligente y tiene presencia pero el muchacho aún es joven, no tiene control y está demasiado mimado por sus padres. Como está ahora es imposible darle el poder, necesita madurar o de lo contrario podría destruir nuestro arduo trabajo en poco tiempo, el chico aún no sabe usar el dinero con mesura.
-Ese es un problema que tu hijo debió corregir desde que el pequeño tenía una tierna edad, pero parece que la personalidad blanda de mi nieto no a cambiado desde pequeño. Por más que tratamos de forjarle un carácter más duro nuestro trabajo terminó siendo en vano por los mimos de mi nuera y ahora no es capaz de ponerle mano dura a su hijo.
-No te preocupes padre, ya le he avisado a mi hijo que mi nieto va a vivir con nosotros, así le podremos dar la educación y la corrección que necesita para heredar el negocio.
-Excelente, espero con ansias en poder ver la habilidades del mocoso.
-Parece que el futuro para su empresa no es tan gris como parece, lo felicito por ello. Ahora al parecer todo depende del joven sucesor decidir si su futuro será brillante o promedio.
Alejandra se dio cuenta de que estaba frente al grupo de personas más detestadas por ella en el chat. Se preparó para alejarse y no tener nada que ver con ellos, dio unos pasos para enfrentar a otro grupo cuando sintió un cuerpo robusto recargarse en su espalda. Una voz grave, agradable y familiar habló en su oído.