-Hola preciosa, te ves tan maravillosa que por un momento no te reconocí.
Alejandra giró rápidamente para ver al hombre que le hablaba, su voz le era tan familiar sin embargo la imagen del hombre frente a ella no le era familiar.
El hombre era alto, su silueta estaba bien marcada con un traje que parecía a la medida. El cabello peinado hacia atrás con un pequeño mechón rebelde que caía sobre su máscara de cara completa, su máscara cubría incluso sus ojos con una ligera tela obscura lo que hacía imposible saber algo de él. Su máscara de color azul marino realzaba con los brillantes dorados cargados a la izquierda y se desvanecían en el lado derecho. Podía oler el perfume caro y elegante en él, una loción que le quedaba perfecta con ese porte y presencia tan fuerte que tenía.
-¿Te quedaste sin aliento al verme? Lo sé, me veo tan apuesto que seguro no me reconociste. Aunque no me reconozcas, ¿me invitarás a cenar a tu casa? Me gusta mucho el sabor de tu comida, ¿sabes? Y no he estado comiendo bien últimamente por culpa del exceso de trabajo que he tenido, entonces ¿si me invitas o no? Claro que cuando se termine el evento.
Alejandra se quedó mirándolo fijamente por un buen rato, estaba confundida, la imagen frente a ella y la de sus recuerdos no parecía coincidir. Pasaron un par de segundos para que su mente alcanzara la realidad frente a ella. Sorprendida no pudo hacer otra cosa que elevar la voz.
-¿A-A-AAR...?
Antes de que pudiera terminar de hablar, las manos de Aarón estaban en su boca.
-No deberías gritar el nombre real de los demás en estos lugares, prácticamente es como si me entregaras a los lobos en bandeja de plata.
-Lo siento, me sorprendiste mucho y quería saber si no estaba alucinando.
-¿No esperabas que mi encanto pudiera aumentar aún más con un traje?
Alejandra lo miró de reojo un momento.
-Pues no había notado la parte de tu encanto pero es verdad que te ves decente con un traje.
-¿Me estás diciendo que antes no me veía decente?
-Pues tu encanto quedaba opacado con tu vestimenta descuidada, prácticamente eres una persona diferente.
Aarón no supo como reaccionar ante la franqueza de Alejandra. Abrió y cerró la boca pero ninguna palabra salió de su boca.
-Mientras continuas comiendo aire como pez, yo tengo que encontrar una persona. Así que me despido de momento y conversamos después.
Aarón pronto despertó al escuchar las palabras de Alejandra y la detuvo.
-Espera, yo podría ayudarte a encontrar a la persona que buscas, si me dices quién es yo podría llevarte hasta la persona. No hay nadie en este lugar que no conozca.
-No estoy muy segura de que puedas ayudarme exactamente con lo que necesito, la persona que busco tiene un asunto personal conmigo.
-Bueno, podría describirte el físico de la persona si no quieres que vaya a buscarla contigo.
-Pues estoy buscando a un amigo, no lo conosco físicamente pero su nombre clave en el chat es te veo.
Aarón se quedó congelado un momento al escuchar el nombre clave de la persona que Alejandra buscaba. Después de sentir que la sangre le bajaba hasta los pies, sintió un calor emanar de todo su cuerpo junto con una terrible premonición.
-Ya sé a quien buscas, será fácil encontrarla. Suele venir a estos eventos muy bien vestida, es un hombre de espalda ancha y cuerpo bien formado, incluso con máscara se puede sentir que es apuesto e inteligente. Eso debe hacer tu busqueda más fácil, ¿no?
Alejandra miró con sorpresa a ese hombre que parecía hablar tan bien de otro hombre, pero tan pronto como su sorpresa pasó una idea la iluminó de golpe.
-¿Te estás hechando flores nuevamente?
-¿Dices que piensas que poseo todas las características que describí?
-Pienso que es imposible que hables tan bien de otro hombre a no ser que te estés autodescribiendo.
Aarón se rió de buena gana pero trató inmediatamente de recuperar la postura, aqunque la cara de molestia que Alejandra estaba poniendo no le hacía fácil lograrlo.
-Parece que eres más lista de lo que aparentas. Pero tienes razón, ya haz encontrado a la persona que buscas.
-No creo que tengamos tanto tiempo para bromas, solo quería darte rápidamente los papeles que me pediste, eso es todo.
Alejandra le dió la espalda de mal humor, Aarón no pudo evitar reír en silencio al verla. Después de controlarse se acercó a su oído y le susurró.
-Para ser tan lista es fácil engañarte.
Alejandra se puso fúrica al oír esas palabras, no cabía duda de que se estaba burlando de ella desde el comienzo. No pudo evitar pensar que todo su trabajo de los últimos meses terminaban siendo una broma.
-¿Te parece divertido burlarte de mi? ¿Crees que fue fácil encontrar lo que me pediste? Todo mi trabajo para nada, al parecer mi tiempo no tiene valor para ti.
Alejandra lanzaba cada palabra tan fuerte que comenzó a atraer la atención de la gente a su alrededor. Aarón quitó la sonrisa burlona que tenía y la besó decididamente para callarla.
Alejandra entró en shock frente al ataque de Aarón pero fue seguido por un enojo que estaba naciendo desde lo más profundo de su estómago y le cerraba la garganta. Pero antes de que pudiera hacer otra escena oyó la voz de Aarón en su oreja.
-Deja de llamara la atención o nos vas a meter en problemas. Recuerda donde estamos.
Alejandra miró a su alrededor y vio todos los pares de ojos curiosos mirándola, algunos incluso tenían burla en su interior.
Controló su enojo y miró a Aarón pero antes de poder preguntar que sugería que hicieran, él ya la estaba jalando de la mano.
-Acompáñame.