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Chapter 33 - Una diosa desciende

A las diez de la mañana la alarma la despertó, se levantó con dificultad de la cama y se dirigió al baño. Había dormido más horas de las acostumbradas y su cara se había hinchado, para desinflamarla decidió tomar una ducha de agua helada. Terminó despertando por completo y siguió la ducha fría con una caliente.

Se vistió, desayuno tranquilamente unos hot-cakes y tomó su bolso, con la carpeta original en su interior, para empezar a prepararse.

Subió en su auto y se fue directamente al salón de belleza, ahí tuvo que esperar un momento hasta que le tocará su cita, después la pasaron a un asiento reclinable y comenzaron hacerle el maquillaje.

El maquillaje duró aproximadamente dos horas pero el resultado fue impresionante, le hicieron un efecto de smokey en 3D a los ojos y su piel parecía de porcelana, además utilizaron unos tonos bastante suaves pero llamativos en los labios y el ligero rubor la hacía ver como si estuviese apenada, en general se veía preciosa.

Con el maquillaje terminado pasó a que la peinaran, le cortaron el cabello en capas y se lo lavaron. En una hora ya tenía el cabello con un efecto ondulado y peinado en media cola. El peinado se veía elegante y simple, aunque llevarlo a cabo no había sido tan fácil, se habían necesitado varios pasadores para lograrlo.

Se veía impecable, agradeció el trabajo de los maquillistas y del estilista. Se dirigió a su casa para terminar de arreglarse, se puso su vestido y sus accesorios. Metió hábilmente la carpeta de su investigación entre su vestido y se dio un vistazo rápido en el espejo asegurando que no se notara antes de salir de casa.

Llegó frente a la dirección establecida, dejó su auto al ballet-parking y entró al enorme recinto. En su interior encontró mujeres y hombres de varios ámbitos, tanto gente rica como famosa, no cabía duda que era un evento muy exclusivo. La coordinación no había escatimado en costos y todo tenía una apariencia muy lujosa, dentro de tanta gente importante los demás miembros pasarían desapercibidos, no eran más que una gota de agua en el basto océano.

Tan pronto como Alejandra puso un pie en el interior, muchas miradas se posaron en ella. Alejandra ya era naturalmente guapa pero con ayuda del vestido y su arreglo, la hacían parecer como una diosa que había descendido del cielo para honrarlos con su presencia.

Con la presión de las miradas encima caminó rápidamente para mezclarse entre la gente y dejar de atraer la atención, no quería levantar sospechas sobre su vestido y pequeño bolso plateado.

Caminó al centro del lugar y se quedó ahí, tomó una copa de vino que le ofrecía un mesero y esperó a ver los movimientos de la coordinación. Esperaba ver como los separarían del resto de los invitados sin levantar sospechas.

Por todo un periodo de tiempo estuvo observando atentamente a los invitados. Trataba de adivinar quién de los invitados sería parte del grupo, había personas tan deslumbrantes que era imposible quitarles la vista. Ninguno de ellos podría desaparecer sin ser notado. ¿Entonces como planeaba la coordinación llevar a los integrantes del grupo sin levantar sospechas?

Varios hombres intentaron acercarse a ella para entablar conversación, pero Alejandra hábilmente los rechazo, siendo lo más amable posible. También recibió miradas hostiles de parte de algunas mujeres y susurros a su espalda.

Alejandra no prestó mucha atención a los eventos de la velada, estaba más interesada por saber como lograrían hacerlos desaparecer de la velada sin levantar sospechas.

Estaba completamente perdida en sus pensamientos cuando un hombre robusto se acercó a ella y discretamente le entregó una máscara de porcelana. Estaba toda blanca con pequeños brillos plateados.

Alejandra levantó la mirada y vio al hombre hacerle señas para indicarle que lo siguiera, ella apresuró el paso y lo siguió lo más de cerca que pudo sin chocar con el resto de los invitados y sin llamar la atención.

Se detuvieron al llegar al área de sanitarios y caminaron por el pasillo hasta el final. Después de asegurarse que nadie los había seguido y que nadie los escuchaba el hombre le dio instrucciones.

-Antes de entrar asegúrese de ponerse la máscara fijamente, eso mantendrá su identidad de forma confidencial del resto de los miembros. Recuerde que las conversaciones que se lleven a cabo al interior del recinto deben permanecer de forma confidencial y no mencionarse fuera.

Mientras no se rompan ninguna de las reglas establecidas desde el comienzo por la coordinación la velada deberá transcurrir sin incidentes. Ahora por favor camine hasta el fondo del pasillo, dese la vuelta, cárguese a su lado derecho y recargada en la pared camine lentamente a su izquierda dando pasos lentos pero largos para evitar llamar la atención de las personas que vienen al baño.

Ahora si me permite me retiraré, cuando lo haga póngase la máscara y póngase en marcha.

El hombre se retiró dejando Alejandra sola, miró la máscara y rápidamente se la ajustó, se miró en el espejo que tenía a un lado y se aseguró que su cara quedara completamente cubierta. Caminó hasta el fondo del pasillo y se recargó en la pared, después caminó distraídamente a su izquierda, vio como parte de la pared la cubría tanto al frente como detrás y se encontró caminando de lado por un angosto corredor hasta llegar al otro lado.