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Chapter 13 - Erase una vez… 10 años (1a parte) Capitulo especial

—Señorita Tullor tal y como solicito, su pasantía será en el despacho de abogados mas prestigioso del país… espero que aproveche al máximo esta oportunidad y aprenda todo lo posible.

Elaine sonrió al profesor y salió del aula intentando reprimir su necesidad de dar brincos de felicidad, casi se había rendido, había dudo tanto durante la entrevista, y habían tardado tanto en dar respuesta que ella había temido que no lo eligieran. Pero todo parecía indicar que se había preocupado por nada, ahí estaba ella, con el mundo a sus pies, con la vida por delante y una voluntad de hierro que la llevaría a luchar incansablemente hasta cumplir sus objetivos.

En ese momento en su mente no había cabida para nada mas, en ese momento lo único que ella podía pensar: era lo feliz que sentía y lo único que le preocupaba era aprender.

Volvió a casa lista para contarle a su tía la buena nueva, su tía al igual que ella al escucharla no pudo evitar saltar de gusto con ella. Cenaron y conversaron hasta la madrugada, rememorando la infancia de Elaine y el inicio de su sueño de convertirse en abogada.

A la mañana siguiente después de una larga noche de descanso, Elaine se levanto con aun mas deseos de iniciar con la nueva etapa de su vida, solo faltaban un par de meses para poder recibirse como abogada y los últimos casi 3 años habían sido duros, así que tener la oportunidad de participar en algo mas que solo las clases era refrescante y emocionante para ella. Tras embadurnarse unos pantalones de tubo color azul marino, una blusa blanca sin holanes y un saco del mismo color que el pantalón, Elaine se calzo sus zapatos de tacón mediano, se amarro el cabello en una coleta baja, se puso un poco de maquillaje y salió de su habitación lista para desayunar. Su tía la miro orgullosa y comenzó a fotografiarla sin parar.

—¡Tía! ¡Basta! —dijo mientras la mujer continuaba tomando diferentes ángulos de su rostro.

—Vamos cariño… te ves como toda una abogada. Estoy tan orgullosa de ti— La tía de Elaine respiro profundo intentando contener el llanto que comenzaba a amontonarse en su garganta.

Desde que se había hecho cargo de ella y sus hermanos, jamás se había sentido tan sentimental, quizá se debía a que Elaine era la única que aun permanecía en casa. Sus hermanas y hermano habían iniciado su propio camino hacia ya algunos años y de pronto comprendió que todos habían crecido y ya no eran mas aquellos pequeños ruidosos que le hacen travesuras.

Elaine termino su desayuno y se puso de pie, tomo su bolso y camino hacia la puerta con pasos seguros.

—Ten mucha suerte cariño—dijo su tía y la despidió desde la puerta.

Elaine camino hacia la parada del autobús, tardaría casi 45 minutos en llegar al edificio donde se encontraba el despacho, se coloco los audífonos y comenzó a leer su libro en turno. Cuando finalmente llego al sitio, bajo del autobús y camino hacia la entrada del edifico, se registro en la recepción y se acerco al elevador, presiono el botón para que las puertas cerraran, de pronto un brazo impidió que las puertas se cerraran, sus ojos azules se clavaron en el rostro de Elaine, quien se sintió de inmediato apenada por no haberse percatado de que alguien corría hacia el elevador.

—Lo lamento mucho— se disculpo mientras presionaba con fuerza el botón para abrir las puertas. El chico entro en el ascensor y se paro junto a ella, era alto y delgado, y además olía muy bien, Elaine carraspeo al no recibir respuesta y decidió ya no abrir la boca, se sentía sumamente intimidada por la presencia de aquel chico.

Ambos bajaron en el séptimo piso y comenzaron a caminar hacia la recepción del despacho. El chico se detuvo en seco frente a ella, se giro y la miro fijamente. Fue hasta ese momento que noto lo hermoso de sus ojos y la fineza de sus facciones.

—¿Eres la nueva practicante? —pregunto sin dejar de observarla fijamente.

—Hola— saludo Elaine al hermoso chico que permanecía de pie frente a ella, mirándola de un modo en el que jamás la habían mirado antes. —Mi nombre es Elaine y si en efecto soy la nueva pasante— termino su frase con un hilo de voz, el chico de pronto sonrió.

No pudo evitarlo, jamás había visto una piel tan tersa, lucia suave, acariciarle. El chico estaba haciendo uso de todo su autocontrol para evitar tocar las sonrojadas mejillas de la chica.

—Es un placer, creo que seré tu tutor durante la pasantía, mi nombre es Steve Claro.

Ambos chicos se miraron parecía que el incidente del elevador había sido dejado de lado, pues era inminente que habían sentido aquel hormigueo común en las piernas cuando conoces a alguien que llama tu atención. Ambos intentaban mantener a raya sus sentimientos por lo que al menos durante ese día, hicieron su mayor esfuerzo para no dirigirse la palabra a menos que fuera estrictamente necesario.

Sin embargo en los días subsecuentes, el hielo termino de romperse, mientras Steve guiaba a Elaine en los casos y las diligencias, comenzaron a charlar, pero ya no solo de trabajo, poco a poco comenzaron a confiarse mutuamente asuntos mas privados; Elaine le narro la muerte de sus padres y la infancia que vivió con sus hermanos y su tía. Steve por otro lado le conto que era heredero de la compañía farmacéutica alemana Clarg y que su padre se sentía sumamente decepcionado por que él prefería jugar a ser abogado.

Justamente el día en que Elaine cumplía dos meses de haber iniciado la pasantía, el despacho ofreció una cena de gala en un lujoso hotel cerca del edificio del despacho. Tanto Elaine como los otros pasantes y sus respectivos tutores se dieron cita, su deber era conversar con la mayor cantidad de prestigiosos abogados que se darían cita en el evento. Pero esa tarea paso a segundo termino cuando Steve decidió compartir con Elaine sus sentimientos.

—¿Saldrías conmigo? —fue lo que le dijo de pronto mientras observaban al abogado Simon Chance coquetear con todas y cada una de las meseras. Elaine atónita por lo repentino de la pregunta se hecho a los brazos de Steve con efusividad.

—Por supuesto que si.

Desde ese día ellos dejaron de ser tutor y pupilo, y se convirtieron en novia y novio. Elaine llevo a Steve a casa y se lo presento a su tía; sin embargo, la reacción que recibió no fue la esperada, la tía de Elaine le dejo claro a su sobrina que Steve no era de su agrado y eso provoco que se distanciaran cada vez mas, mientras la relación de Steve y ella florecía, la relación con su tía y sus hermanos se marchitaba, incluso había comenzado de dejar de leer y sus calificaciones en la universidad se había visto severamente afectadas, pero eso ya no preocupada Elaine, pues la compañía de Steve era lo único que necesitaba, el se había convertido en su motor de vida.

El día que celebraban su tercer mes de aniversario, Steve le preparo una cena con su comida favorita, en un restaurante pintoresco a las afuera de la ciudad, pasearon por la playa y Steve le regalo a Elaine un collar con dije en forma de corazón. Conversaban animadamente en el auto de Steve antes de que Elaine entrara a su casa.

—Si te dijera que preferiría no dejarte entrar a tu casa… que me encantaría que fueras conmigo a mi departamento, ¿me rechazarías de inmediato?

La respiración de Elaine se acelero, sabia en el fondo de su corazón que ya no tenia deseos de continuar negando sus propias fantasías. Steve había esperado que Elaine durmiera con el desde el primer mes de relación; sin embargo, ella le había confesado que era virgen y le había pedido tiempo, le había dicho que no se sentía segura de querer dar el siguiente paso aun, y Steve había respetado su voluntad pero ¿Realmente tenia la fuerza para rechazarlo de nuevo?

Steve se acerco a ella y la beso, lenta muy lentamente, saboreo con calma el sabor de la boca de Elaine.

—Por favor… dime algo— susurro aun contra sus labios.

El beso que acababan de compartir la había dejado aturdida y sumamente sensible, tanto que aun podía sentir la tibieza de la palma de el, acariciando su muslo por encima del pantalón.

—No, no te rechazaría— respondió Elaine después de un momento de silencio —Me encantaría.

Steve sonrió y se acerco a ella de nuevo, esta vez antes de tomar sus labios con los suyos beso primero su frente. Se acomodo de nueva cuenta en el asiento del conductor y arranco el auto, ambos permanecieron en silencio hasta que llegaron al edificio donde Steve vivía. Una vez con el auto aparcado, Steve descendió para abrir la puerta del copiloto y ayudo a Elaine a salir del auto.

Siempre habían sido esos detalles los que volvían loca a Elaine, acostumbrada a los barbajanes compañeros de clase que tenia, toparse con un hombre caballeroso, le había hecho entender por que muchas de sus compañeras preferían salir con superiores en la universidad. Aunque solo habían 5 años de diferencia, Steve era muy diferente.

Ambos caminaron juntos de la mano hasta la entrada, el portero saludo a Steve y a Elaine. Ambos subieron al elevador, Elaine respiraba con dificultad al darse cuenta que poco a poco se acercaban a la puerta del departamento. Steve tomo su llave y abrió la puerta con lentitud, le cedió el paso para que ella entrara primero y cerro la puerta tras de si. Las luces estaban apagadas pero la leve luz de la luna iluminaba un poco el recibidor.

Sin previo aviso Steve tomo a Elaine por la cintura y cerro sus brazos alrededor de ella con fuerza haciéndola retroceder un poco. Sus labios se posaron sobre los de ella y comenzaron a devorarla con desesperación, Elaine soltó un gemido cuando la lengua de Steve entro y froto la de ella con maestría.

Elaine sabia desde hacia meses que Steve era un experto besando pero jamás había sido tan espontaneo. Steve soltó los labios de Elaine buscando respirar un poco y rio al ver la expresión en el rostro de ella.

—¿Fui demasiado efusivo? —pregunto con la voz ronca, Elaine no dijo nada simplemente acaricio su nariz con los labios y ahora ella lo beso. Steve correspondió el beso pero esta vez cuidando un poco mas su fuerza, empujo el cuerpo de Elaine con suavidad para hacerla caminar mientras se quitaba el saco y lo arrojaba al suelo de mármol. Inmediatamente apretó su cuerpo contra el de ella, mientras la dirigía al dormitorio sin dejar de besarla.

Ambos cayeron a la cama con fuerza y comenzaron a reírse, Elaine observo su reflejo en los ojos azules de Steve, sonrió y comenzó a desabrochar los botones de su blusa. Steve detuvo el movimiento de sus manos haciendo que ella levantara el rostro confundida. A caso había malentendido las señales, a caso no era aquello lo que ambos deseaban. Steve se incorporo un poco y sonrió.

—Déjame hacerlo a mi— pidió con voz seductora y sin esperar a que ella respondiera dirigió las manos de Elaine a los botones de su propia camisa, ella comenzó a reírse y antes de desabotonar la camisa comenzó a deshacer el nudo de la corbata gris que adornaba el cuello de su novio.

Mientras tanto Steve se ocupaba de soltar el moño que mantenía el castaño cabello de Elaine atado. Ambos comenzaron a besarse de nuevo mientras se despojaban de las prendas el uno al otro, Elaine admiro el fuerte pecho de Steve mientras este suspiraba al observar los abultados pechos de Elaine, ambos se comían con la mirada, y así entre besos y caricias, Steve se deslizo entre los muslos de Elaine, suspiro una vez y entro en ella con fuerza, cualquiera diría que mas de la necesaria, arranco un grito ahogado de la garganta de Elaine, quien se encogió un poco por el dolor. Steve gruño contra el oído de Elaine, se incorporo un poco y la miro a los ojos.

—¿Estas bien? — pregunto al ver que ella aun permanecía concentrada en olvidar el dolor. Elaine asintió sin mucha convicción e intento soltar un poco el apriete con el que sus manos se aferraban a la sabana bajo ella. —Voy a moverme un poco— aviso Steve poseyéndola con mayor profundidad y provocando otro grito de Elaine, quien temblaba levemente bajo él, poco a poco el ritmo marcado por sus embestidas comenzaron a convertir los gritos de dolor en gemidos de placer, ambos fundidos en aquella burbuja de calor, se besaban y acariciaban mientras se pertenecían el uno al otro. Elaine se sentía extraña, no era lo que ella esperaba… no había nada mas que pasión en el modo en que Steve la poseía.

Tras el ultimo empuje, Steve se derrumbo sobre el cuerpo de Elaine, quien aun intentaba recuperar el aliento. Steve se tiro a un costado y se puso de pie sin decir palabra alguna, camino aun desnudo hacia el cuarto de baño y cerro la puerta detrás de el.

Elaine se sintió insegura, le dio la impresión de que no había sido satisfactorio para Steve estar con ella; quizá su falta de experiencia le había jugado una mala pasada, Elaine hizo el intento de sentarse pero su cuerpo estaba adolorido y sus caderas parecían romperse, con esfuerzo se giro y lucho contra el cansancio que amenazaba con hacerla quedarse dormida. Finalmente no pudo resistirse mas, se dejo llevar y se quedo perdidamente dormida.

Steve salió del baño con una toalla envuelta alrededor de la cintura y con el cabello rubio goteando, observo a la mujer que dormía plácidamente y se sintió mal, había sido un poco agresivo con ella, buscando solo su propio placer sin importarle que ella parecía dolorida, no era como que al final ella no lo hubiera disfrutado, pero Steve esperaba algo mas, esperaba que una vez estuvieran centrados en el "asunto" ella sacaría su lado sucio, que seria mas efusiva… que demostraría menos inocencia.

Se detuvo de pronto al pensar en el modo en que Tiffany tomaba el control cuando tenían intimidad, ella jamás había dejado que el hiciera todo… y aunque ella tenia demasiadas muescas en su cama, era una experta en hacer que un hombre disfrutara estar con ella, mientras que Elaine jamás había sido tocada por nadie, el era el primero en observar su firme y curvilíneo cuerpo desnudo, el primero en poseerlo y reclamarlo como suyo.

Aquellos pensamientos provocaron que volviera a excitarse, camino sigilosamente hasta la cama y se recostó en ella, el calor del cuerpo de Elaine penetro en la frialdad que las gotas que aun recorrían su cuerpo haciendo que disminuyera, se acerco a ella y la abrazo colocando su mano sobre su pecho y apretándolo con fuerza, ella gimió al sentir que el besaba su cuello y masajeaba su pecho.

—¿Estas muy cansada? —pregunto susurrando en el oído de Elaine, ella se rio por lo bajo, quería contestar que si, quería decirle que aun estaba adolorida y que realmente no tenia deseos de tener un segundo encuentro, pero el miedo a decepcionarlo la hizo callar y girarse hasta sentarse a ahorcajadas sobre el, la mirada de Steve se oscureció ante aquel acto de valentía y sin decir palabra alguna se deslizo dentro de ella, Elaine tuvo deseos de gritar por lo repentino del ataque, pero se mordió el labio para no hacerlo, Steve movió sus caderas contra las de ella para profundizar su unión, mientras Elaine temblaba sobre él, de nueva cuenta no estaba siendo tan placentero como ella había imaginado, Elaine trato de marcar el ritmo empujando sus caderas contra Steve, pero él no parecía querer que el ritmo fuera tan lento, así que rápidamente la tomo por la cintura y comenzó a levantar sus caderas contra las de ella con mas y mas fuerza, finalmente Steve termino, y espero a que Elaine recuperara un poco el aliento, ella se bajo de el y se acomodo a su lado, Steve la abrazo y ambos se quedaron dormidos.

Esa noche tuvieron relaciones en dos ocasiones mas y en ambas se había repetido el mismo tipo de actitud en Steve.

La mañana ilumino la habitación despertándolos de su sueño, Elaine estaba adolorida mientras que Steve lucia radiante, el se levanto primero de la cama, se puso su bóxer y salió de la habitación, Elaine se levanto unos segundos después y camino hacia el cuarto de baño para darse una ducha.

—Pediré algo para desayunar— informo Steve a gritos, mientras Elaine observaba su cuerpo frente al espejo del baño.

—Si… claro, gracias—respondió la chica mientras tocaba suavemente los moretones en sus brazos y piernas, Elaine se sintió incomoda con su reflejo, por que lucia como si le hubieran dado una golpiza y no como si hubiera pasado la noche por primera vez con su amado novio. Sus ojos se llenaron de lagrimas y cubrió su rostro con sus manos.

Aquella experiencia no había sido para nada lo que ella había imaginado, desde que había comenzado a salir con Steve tres meses atrás, ella había imaginado que su primera vez seria algo sumamente placentero y erótico, había dejado volar tanto su imaginación que al comparar sus fantasías con la realidad, no pudo evitar sentirse sumamente decepcionada.

Se ducho rápidamente y salió, fue vistiéndose poco a poco mientras recogía su ropa del piso y de los muebles, camino con cierta incomodidad hacia el comedor, antes de entrar a la cocina tomo su teléfono y miro la pantalla; tenia cerca de 20 llamadas de su tía… jamás había faltado a casa y además se había olvidado por completo de avisarle que estaba bien o donde iba a quedarse, Elaine se sentó en el banco frente al desayunador de la cocina de Steve y cruzo miradas con el.

—Pedí panqueques para desayunar. Voy a tomar una ducha y después tengo que ir al despacho así que desayuna tu… si quieres pide un taxi— dijo mientras abría su billetera y colocaba frente a ella un par de billetes.

Elaine sintió que su estomago se revolvía y no pudo evitar clavar la mirada en la mesa, se sentía tan humillada que quería evitar mirar a Steve a los ojos.

—¿Puedo preguntarte algo? —susurro y levanto el rostro surcado por lagrimas y miro a Steve. El interpelado se sorprendió al principio por la mirada de Elaine pero después de unos segundos volvió a adoptar aquella actitud agria y distante que había tenido desde que habían terminado la primera vez.

—Elaine… tengo prisa— respondió y estaba a punto de salir caminando cuando sintió e golpeteo de las manos de Elaine en su espalda.

—¿Por qué estas haciéndome esto? ¿Dime que fue lo que hice mal? Tu sabias que yo no tenia experiencia… ¿por que me tratas como si fuera la peor cosa que te ha pasado?

Steve rio fuertemente y se giro para tomar a Elaine por las muñecas.

—Elaine, basta… por supuesto que no estoy tratándote de ninguna forma, deja de presionarme o ya no seré caballeroso contigo—amenazo y la empujo levemente.

Elaine no soporto estar frente a eso hombre un segundo mas, sacudió sus manos para zafarse del agarre de Steve, tomo su bolso y celular, salió del departamento y comenzó a caminar hacia el elevador. Steve salió corriendo tras ella y la detuvo antes de que entrara en el ascensor.

—Deja de comportarte como una niña y vuelve al departamento—ordeno y tomo a Elaine del brazo para tirar de ella de regreso, no pareció importarle que estuviera medio desnudo, y ella solo podía luchar contra la fuerza de su agarre pero fue inútil, una vez que ambos estuvieron dentro, Steve cerro la puerta con fuerza haciendo que las paredes retumbaran, la apretó contra la pared y comenzó a acariciar sus pechos con fuerza.

—Suéltame—rogo Elaine con un hilo de voz mientras intentaba recuperar el aliento, el empujón y el golpe de su espalda contra la dura y fría pared la habían hecho que todo el oxigeno saliera de sus pulmones.

Steve ignoro la suplica, desabotono el pantalón de Elaine y lo bajo mientras ella lloraba en silencio, hizo lo mismo con sus pantaletas, se quito el bóxer y tomo la mano de Elaine para que lo acariciara, con brusquedad le dio la vuelta estampando su rostro contra la pared con poca fuerza y la tomo sin previo aviso, beso su cuello mientras ella solo sollozaba. Después de que termino le dio un beso en la mejilla.

—Estas mejorando—le dijo en tono burlón y camino hacia la habitación.

Elaine se desmorono en el piso, y lloro en silencio, mientras intentaba procesar lo que acaba de pasar. Steve salió de la habitación vestido y perfumado, camino junto a ella y salió sin decir nada mas.

Elaine se calmo, como pudo se puso de pie, volvió a vestirse y salió del departamento. Tomo su teléfono y le marco a su hermana Clara… Elaine sentía que su vida se había convertido de pronto en un calvario… pero su pena solo estaba comenzando.