Steve salió del departamento y se detuvo un instante tentado a volver y disculparse, pero que objeto tendría, de cualquier modo seguramente Elaine lo entendería, después de todo estaba desafiando a su padre y a su familia por estar con ella… por intentar estar con ella. Lo menos que podía hacer era satisfacerlo. Qué importaba si ella aun no sabia nada al respecto, cuando se enterara se sentiría halagada y todo se arreglaría.
Continuo caminando hasta el elevador y entro en el, una vez en el recibidor, le dijo al portero que llamara un taxi para Elaine, después simplemente subió a su auto y se fue rumbo al despacho.
Mientras tanto Elaine se limpio las lagrimas del rostro recogió su bolso y salió tambaleándose del departamento, el portero le informo al llegar al recibidor que un taxi la esperaba, ella le sonrió sin mucha alegría y se subió al taxi. Le dio la dirección del departamento de su tía Anneth, para después sumirse en sus pensamientos. Un sin fin de preguntas rondaban su mente.
¿Por qué?
¿Por qué tenia que pasarle a ella?
¿Por qué tenia que tener razón su tía sobre Steve?
¿Por qué le dolía tanto el corazón?
¿Por qué había dejado de sentir que no merecía ese trato?
Bajo del taxi y arrastro sus pies hacia la entrada del edificio, el elevador se encontraba en reparación por lo que tuvo que subir los dos pisos por las escaleras. Abrió la puerta del departamento solo para encontrar a su tía furiosa, se preparaba a pasar directo a su habitación cuando la palma de su tía se estrello en su mejilla derecha.
—¿Dónde demonios estabas? —rugió feroz —¿Tienes una idea de lo preocupada que estaba por ti? — grito, pero al ver que no había reacción alguna por parte de Elaine, la miro mas de cerca, la mirada triste y los ojos llorosos le dieron una idea de lo que podría haberle ocurrido la noche anterior y la sangre se le congelo.
Clara le había dicho que fuera directo a casa y que no le dijera a su tía lo que le había ocurrido, que esperara hasta que ella llegara y conversaran con calma. Elaine no solía mentir… pero tampoco solía faltar a casa así que, ahora que ya había decepcionado a su tía, mentirle no debería representarle ningún problema, sin embargo… sentía tantos deseos de echarse a llorar frente a ella que tuvo que respirar profundamente para intentar tranquilizarse.
—Lo… lo lamento—balbuceo intentando contener el llanto, su tía se acerco a ella y la abrazo fuertemente, el calor comenzó a recorrer el cuerpo de Elaine y la hizo sentirse de nuevo tibia y protegida.
—Mi cielo… ¿Dime que te ocurrió? —sollozo la tía Anneth mientras apretaba mas sus brazos alrededor del cuerpo de Elaine. Ella simplemente suspiro y se despego del cuerpo de su tía.
—Me asaltaron—mintió sin mirar a los ojos a su tía —Tuve, tuve una pelea con Steve y me baje del auto, creí que me vendría bien caminar pero… unos tipos me rodearon y, ellos querían llevarse todo lo que traía conmigo así que, yo… eche a correr y me caí en una zanja, desperté esta mañana.
Tía Anneth miro a Elaine con incredulidad, su instinto le decía que por primera vez su amada sobrina le mentía, pero no podía enfrentarla, le asustaba que ella no tuviera la fuerza para decirle lo que en realidad había sucedido. La acompaño a su habitación y la ayudo a ponerse el pijama, su primer instinto era obligarla a ir al hospital pero temía que ella se negara, o aun peor que eso la perjudicara más.
—Cariño, te traeré un té caliente para que se relajen tus nervios. Intenta descansar mientras regreso.
La arropo tal y como hacia cuando era solo una pequeña y salió de la habitación, camino hacia la cocina, le preparo un té herbal sumamente efectivo para relajar los nervios.
Mientras tanto Steve llegaba al despacho, su padre se encontraba charlando con la secretaria del abogado Stewart.
—Vaya… veo que por fin te dignas a aparecer, llevo días intentando hablar contigo.
El padre de Steve era la versión madura de él, el mismo cabello rubio y los mismos ojos azules, realmente no había mucho de su difunta madre en Steve.
—Padre, creí que habíamos acordado conversar en la cena de hoy— Steve le hizo una reverencia al abogado Stewart en modo de disculpa, para después caminar hacia su oficina en compañía de su padre.
—¿La cena de hoy? —pregunto el padre de Steve con tono burlón, su hijo se estaba volviendo bueno en el arte de mentir —. Sera mejor que comiences a explicarte… los padres de Tiffany comienzan a impacientarse y francamente yo también. Estas comprometido y debes casarte así que se un hombre y dame una maldita fecha o yo la decidiré por ti.
Steve cerro la puerta y camino hacia el escritorio. Su mente estaba analizando tan rápido que le daba la impresión de que en cualquier momento comenzaría a salirle sangre de la nariz. Se sentó en la esquina del escritorio y cruzo los brazos sobre su pecho.
—No voy a casarme con Tiffany—dijo en tono serio —Padre… hay una chica…
El padre de Steve se acerco a su hijo y lo tomo por la solapa del traje con violencia.
—No me interesan tus romances de una noche, te casaras con quien yo diga que conviene a nuestros intereses y no te atrevas a discutir conmigo al respecto o te quitare la herencia.
Steve apretó los puños y empujo a su padre haciendo que el viejo se sorprendiera.
—Ella esta embarazada padre… yo fui su primer hombre, a diferencia de Tiffany yo soy el único que ha poseído su cuerpo. Debo responder por su honor.
Una risa escandalosa comenzó a salir por la garganta de Andrew Clarg, el amor para el era un medio de intercambio… su esposa le fue entregada por el socio de su padre para hacer crecer el negocio, el matrimonio de su único hijo no seria decidido de ninguna otra forma.
—Ah… ¿y supongo que esperas que bendiga tu matrimonio con esa oportunista? Muy bien, dime… ¿Quién es ella y que puede ofrecer?
Los ojos de Steve se oscurecieron.
—Es una chica común con un pasado desafortunado pero un talento innato como abogada, con buena guía y apoyo seria una de las mejores abogadas del país, además como te dije esta embarazada de tu nieto.
Andrew Clarg sonrió y comenzó a caminar como un león enjaulado alrededor de la sala.
—Pues preséntame a la jovencita y yo decidiré si es digna o no de formar parte de la familia. Mientras tanto tu arreglaras el asunto con la familia Vanderbel, diles a la cara que su hija es una zorra y no te llena.
Steve apretó los puños y observo a su padre salir de la oficina.
Andrew Clarg no era el tipo de persona que permitiría que su hijo le dijera que no. Se acerco a la hermosa recepcionista y le ofreció una sonrisa amable y solidaria.
—Cariño dime… ¿Quién es la mujer esa con la que mi hijo esta saliendo?—Le ofreció un billete de 200 dólares, la mujer lo miro con hartazgo, estaba ofendida por su insinuación al ofrecerle dinero a cambio de la información.
—Es una practicante… fuera de eso no se mucho mas, ¿por qué no le pregunta a su hijo? — dijo mientras se ponía de pie, lista para alejarse del pomposo hombre.
Ofendido por la respuesta de la recepcionista salió del despacho, ¿Para que pedirle a una simple mujercita información si el podía encontrarla de una forma mas eficiente y rápida?
Al llegar a su oficina el señor Clarg tomo su teléfono y llamo a su investigador privado particular, había arruinado a muchos competidores gracias a ese hombre y sus pocos escrúpulos para indagar la vida privada de cualquiera.
—Quiero que investigues a la ramera con la que me hijo se revuelca, averigua quienes son su familiares y si es verdad que esta embarazada—Colgó el teléfono antes de esperar respuesta, abrió la tapa de su computadora portátil, con un par de clics ya le había transferido al investigador tres mil dólares.
No paso mas de una hora cuando el aviso de correo nuevo lo saco de la tarea de firmar documentos, miro la pantalla y leyó el correo del investigador en el remitente, movió sus dedos sobre el teclado y observo la foto de una joven de cabello castaño y facciones finas, ese estúpido hijo suyo no tenia mal gusto, abrió el siguiente archivo adjunto, el nombre de aquella chica era Elaine Tullor, había cumplido 22 años hacia solo un par de días y era una estudiante destacada en la carrera de derecho, sus notas y los comentarios de sus profesores eran mas que excelentes. Tenia 3 hermanos mayores y había sido criada por su tía, una mujer solterona muy poco brillante que había pasado trabajando en la misma tienda de autoservicio desde que se graduara de la universidad.
El señor Clarg se acaricio el bigote pensativo y continuo leyendo.
No había ningún indicio de que la chica estuviera embarazada pero el investigador había averiguado que la jovencita y Steve habían llegado juntos al departamento de este y habían pasado ahí la noche.
El señor Clarg rio y sacudió la cabeza. Ese estúpido hijo suyo, le había mentido al decirle que estaba embarazada, quizá tenia fe en que con esa noche juntos algo retoñara. Pues era valiente al desafiarlo para quedarse con aquella plebeya que solo tenia una cara bonita. Tomo el teléfono y llamo al investigador.
—Quiero que continúes vigilando a esa chica y me informes si hay algún indicio de que este embarazada.
—Muy bien—respondió el investigador y colgó el teléfono.
El señor Clarg volvió a posar sus ojos en la foto de Elaine y la observo, quizá había llegado el momento de formalizar la relación entre su hijo y la joven Tiffany, miro el calendario junto a su computadora, lo tomo y subrayo el día 23 del mes siguiente, y escribió con letra grande la palabra "BODA".
Si esa chica en realidad llevaba a su nieto en su vientre simplemente debía quitárselo y dárselo a la nuera que había elegido para que lo criara… si llevaba una nieta… bueno, ya pensaría en ello en su momento.