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Chapter 17 - Erase una vez… 10 años (Final) Capitulo especial

Elaine permaneció inconsciente el resto del camino mientras el paramédico intentaba mantenerla estable, el sangrado no se detenía por lo que Clara comenzaba a temer por la vida de su hermana y de su sobrino o sobrina. En cuanto la ambulancia se detuvo frente a la entrada de emergencias del Redention Hospital, Clara descendió primero para observar como los paramédicos con ayuda de los enfermeros bajaban la camilla con su hermana, un medico salió a recibirla y tomo la tabla que el paramédico le ofrecía.

—¿Qué tenemos? —pregunto mientras revisaba los signos vitales de Elaine.

—Mujer en sus veintes… aparente aborto espontaneo.

El medico abrió los ojos y levanto la sabana que cubría el cuerpo de Elaine, miro al paramédico.

—Mi hermana no sabe que esta embarazada… nadie lo sabia.

El medico al escuchar eso, miro a los enfermeros y comenzó a tirar de la camilla con rapidez.

—Comunícate al área de maternidad y que envíen a la doctora Tess, lleva a la paciente a cuidados intensivos y ordena un ultrasonido—Se giro para mirar a Clara quien intentaba no soltarse a llorar—. Señora su hermana a perdido mucha sangre y necesitara un donador… — Clara asintió.

—Somos del mismo grupo sanguíneo— dijo en tono seguro.

—Señora… usted tiene que cuidar a su bebé. Nosotros nos haremos cargo desde aquí, suba al séptimo piso, haga el tramite de ingreso de su hermana, y comuníquese con el padre, necesitaremos que nos indique como proceder.

—No hay padre… Por favor doctor, salve a mi hermana—susurro Clara. El medico asintió y corrió hacia la sala de emergencia con la camilla de Elaine.

Clara los observo desaparecer y apretó los ojos, ¿acaba de pedir que le dieran prioridad a la vida de su hermana?, ¿Elaine realmente estaría de acuerdo con ello? En ese momento ella no estaba segura de nada. ¿Debía llamar a tía Anneth, a Jane, a Peter? o ¿debía simplemente esperar a saber realmente que es lo estaba pasando?

La doctora Teressa Gray era una de las mejores obstetras del país, experimentada y profesional, al escuchar sobre el reporte una mujer que desconocía estar embarazada, no pudo evitar sentirse ansiosa, corrió hacia el área de cuidados intensivos, mientras escuchaba los antecedentes, había escuchado sobre este tipo de embarazos antes, incluso los había estudiado durante su residencia pero jamás había visto un caso real.

Al entrar en la habitación miro a Elaine, ordeno que le pusieran suero y que llevaran la maquina de ultrasonidos mientras ella revisaba el vientre de la paciente, parecía que la placenta se encontraba en la parte frontal del útero… era increíble, a pesar de estar tocando solo podía sentir un pequeño bulto en el área abdominal.

Las enfermeras entraron con la maquina de ultrasonidos, y colocaron el gel sobre la piel de Elaine, la doctora comenzó a mover el sensor sobre su abdomen, un leve y sumamente débil tuk tuk inundo la habitación, la doctora se acerco a la pantalla y miro mientras movía el sensor aun mas abajo.

—El feto esta completamente desarrollado—dijo mientras admiraba el caso. Los enfermeros la miraban con cierta la chica estaba teniendo un sangrado severo y la doctora parecía no estar preocupada por eso en lo absoluto—. La paciente no esta teniendo un aborto espontaneo… esta a punto de dar a luz, y su bebé tiene unos siete meses—Los enfermeros miraron a Elaine—. Preparen la sala de maternidad… induciremos el parto, dado el estado del pequeño no quiero arriesgarme a cortar sin saber exactamente en donde esta alojado. Avisen al padre o a los familiares y dense prisa el sangrado significa que la placenta podría desprenderse en cualquier momento, también quiero que llamen al pediatra de guardia, este bebé no ha recibido ningún tipo de cuidado pre natal, no tenemos idea de cual será su estado.

Los enfermeros comenzaron a moverse con rapidez, mientras Elaine podía escuchar las voces que la rodeaban, mientras ella se hundía más y más en la oscuridad, el dolor en su estomago había disminuido un poco pero aun sentía como si la vida abandonara su cuerpo… era una sensación extraña, intermedia entre la paz y la desesperación. Abrió los ojos de pronto cuando sintió que algo le picaba el brazo y comenzó a intentar levantarse, la enfermera que estaba colocando el suero la recostó de nuevo, Elaine miro horrorizada a su alrededor.

—Permanezca quieta… estamos administrándole un medicamento que inducirá el parto y necesitara toda su fuerza para dar a luz… tranquila, haremos todo lo posible.

—¡Yo… no estoy embarazada!… no es posible—grito Elaine—. Por favor… llamen a mi hermana, necesito hablar con mi hermana… p… por favor, mi hermana… mi hermana—grito pero de pronto comenzó a balbucear mientras luchaba por mantenerse despierta.

Al ver que Elaine perdía de nuevo el conocimiento la enfermera corrió para llamar a la doctora Tess, quien se preparaba para comenzar con el parto, al escuchar que la paciente estaba en estado semi consiente corrió hacia la sala de partos. Las enfermeras habían ya cambiado y preparado a Elaine para el parto, la doctora reviso.

—Esta dilatada… creo que el desmayo se debe al dolor de las contracciones. Señorita Tullor—llamo la doctora a Elaine mientras colocaba un algodón con sales cerca de la nariz de Elaine. Necesito que intente permanecer despierta, concéntrese en el sonido de mi voz.

Elaine escuchaba a la distancia la voz de la doctora, abrió los ojos solo para gritar fuerte y sumamente agudo sentía como si algo la estuviera partiendo por la mitad.

—Muy bien, respire… cuente hasta tres y puje con todas sus fuerzas—susurro la doctora cerca del odio de Elaine, y después de dirigió al final de la cama para levantar la sabana que cubría sus piernas—. Muy bien… respire, 1, 2… 3 y puje.

Elaine solo podía escuchar el eco de la voz de la doctora y hacer lo que le pedía, una parte de ella parecía entender que era lo mejor. Pero dolía como el infierno. Elaine grito tan fuerte que sentía como si su voz se hubiera gastado para siempre, su cuerpo se sentía entumecido y las gotas de sudor escurrían por su frente recorriendo su rostro.

—Me duele— lloro mientras intentaba respirar.

—Vamos… lo esta haciendo muy bien, solo un poco mas, puje… vamos puje— digo la doctora mientras sostenía el cuello del pequeño bebé.

Elaine hizo como dijo la doctora, apretó los puños tanto que pensó que en cualquier momento le sangrarían y pujo con todas sus fuerzas, toda la presión que sentía en la parte baja de su cuerpo comenzó a desaparecer, y por fin su mente se aclaro lo suficiente para entender que acababa de dar a luz… y entendió que había demasiado silencio, su bebe debería llorar ¿cierto?

—¿Mi bebe? —musito con la poca fuerza que aun le quedaba. Nadie respondió, reuniendo toda su fuerza se obligo a levantarse levemente y observo por un par de segundos que la doctora y las enfermeras rodeaban la pequeña mesa que estaba junto a sus piernas. —Por… favor, ¿mi bebe? —pregunto. Estaba lista para ponerse de pie cuando escucho el llanto agudo y el soplido de alivio de la doctora, quien por fin se giro para mirar a Elaine.

—El bebé esta muy débil, es prematuro y temo que sus pulmones no terminaron de desarrollarse, lo llevaremos a pediatría y permanecerá en la incubadora—dijo mirando Elaine —. Llévenla a cuidados intensivos para la transfusión e informen a los familiares.

Un nuevo doctor entro rápido a la sala, Elaine solo pudo observar por unos segundos a su pequeño antes de que lo depositaran en la incubadora y se lo llevaran de la sala. No había podido ni siquiera sostenerlo entre sus brazos y eso la hizo sentir sumamente triste.

Los enfermeros y enfermeras obedecieron las ordenes de la doctora Tess y llevaron a Elaine a cuidados intensivos, estaba tan exhausta que se quedo dormida casi de inmediato.

El investigador privado que el señor Clarg había contratado para investigar a Elaine había continuado vigilándola, ya que el viejo quería asegurarse que ella no estuviera embarazada. Por lo que en cuanto recibió la llamada del investigador desde el hospital salió literalmente corriendo de casa.

Al llegar al hospital, el investigador ya había hablado con el pediatra, por lo que al ver al señor Clarg entrar en la sala de espera camino hacia el anciano para presentarlos.

—Señor—hablo el investigador en voz baja —. Permítame presentarle al doctor Curtis, es el pediatra que colabora en el cuidado de su nieto—El señor Clarg miro al hombre y extendió su mano para saludarlo.

—¿Dígame como esta mi nieto?—pregunto. Por un momento incluso el investigador creyó ver autentica preocupación en su semblante, pero conocía desde hacia tiempo al viejo y sabia mejor que nadie de lo que era capaz.

Por su parte el medico sonrió.

—En este momento esta en la incubadora, nació de forma prematura y bajo circunstancias muy especiales.

El señor Clarg se giro ignorando al doctor hacia el investigador.

—¿Qué clase de circunstancias especiales?

El investigador trago saliva con fuerza antes de hablar.

—Al parecer la señorita, no sabia que estaba embarazada por lo que el ni el niño ni ella recibieron tratamiento pre natal.

El señor Clarg mascullo un improperio dirigido hacia Elaine y se giro hacia el medico de nuevo.

—¿El niño esta defectuosos entonces? —pregunto como si fuera común preguntar algo así con respecto a un pequeño bebé.

El medico tosió para intentar disimular su sorpresa y respondió con la mayor tranquilidad.

—El niño tiene problemas en los pulmones y obviamente esta falto de peso… ninguna de las dos condiciones es buena, estamos tratando de estabilizarlo pero, las siguientes veinticuatro horas son cruciales.

El viejo Clarg sonrió y se llevo las manos al blanco cabello.

—Esa estúpida mujer, ni siquiera pudo dar a luz un mocoso sano—Guardo silencio y miro al investigador—El niño así no me sirve, pero no pienso permitir que ella se quede con el, no quiero que intente ir tras Steve por la paternidad. Si el niño muere asegúrate de que nadie lo asocie con mi familia y… si el niño vive, quiero que te deshagas de él, dalo en adopción, regálalo, me da igual—ordeno y se giro hacia el pediatra —. Usted… ¿cuál es su nombre? —El medico miro a su alrededor, sabia solo por el porte del hombre que se trataba de alguien rico, así que ahora que había escuchado la conversación entre los dos hombres temía por lo que quisiera hacerle, o aun peor, lo que podrían pedirle que hiciera.

—Curtis, mi nombre es Curtis Salinas—respondió.

—Dale al doctor Curtis una compensación por las molestias—ordeno al investigador—. No tengo ningún interés en hacerle daño a gente insignificante pero si usted revela algo de lo que acaba de escuchar espero que sepa que habrá consecuencias—El pediatra asintió, el señor Clarg se detuvo de golpe, giro de nuevo hacia el investigador—. Transfiera a esa chica a la sala VIP, yo correré con los gastos. Asegúrate de que nadie sepa quien pago, y también soborna a las enfermeras, no quiero ningún cabo suelto.

Se fue sin decir palabra alguna, mientras el pediatra y el investigador se miraban el uno al otro.

El investigador comenzó con los arreglos, mientras que el pediatra se encargaba de las enfermeras de la sala VIP, y continuaba vigilando la salud del pequeño bebé que se debatía entre la vida y la muerte, su conciencia lo mortificaba pero, su miedo al poder de aquel hombre lo impulsaba a callar su moral y ética profesional.

Clara observaba a su hermana dormir, aun no podía creer que hubiera estado embarazada. ¿Cómo era posible?... No podía dejar de hacerse pregunta y sentirse estúpida por no haberse dado cuenta.

Después de todo había pasado con ella un largo tiempo y jamás noto nada extraño en su hermana; además de lo obvio… después de Steve, creyó que su reclusión era si bien no sana… por lo menos normal.

Clara continuaba recordando, evocando a su memoria los días que había pasado con ella, pero nunca la vio tener nauseas o antojos, tampoco noto que subiera de peso o la pigmentación de su piel cambiara, literalmente su hermana no había tenido ningún síntoma de embarazo; sin embargo ahí estaban, en el hospital, con su hermana descansando exhausta en una cama y con su sobrino debatiéndose entre la vida y la muerte.

—Señora Foster, tenemos instrucciones de llevar a su hermana a la sala VIP—informo la enfermera que había entrado sin tocar y que había sacado a Clara de sus pensamientos.

—¿Sala VIP? ¿Por qué? —pregunto Clara extrañada, hacia unas horas cuando había llevado a cabo el ingreso de Elaine, había tenido que sobre girar su tarjeta de crédito.

—La señorita Tullor es un caso poco común por lo que el hospital hará una concesión en el pago de sus gastos. No se preocupe, estará mucho mas cómoda, y hemos preparado en la habitación una cuna para su pequeño.

Clara sintió que de pronto todo comenzaba a cambiar, así que no discutió mas con la enfermera y los observo mientras trasladaban a su hermana, ella los siguió de cerca. Una vez estuvieron en la nueva habitación, recostó al pequeño Julian en la cuna y se permitió cerrar los ojos y descansar un poco en el sillón que estaba al fondo de la habitación.

Elaine despertó y observo a su hermana dormir sobre el sillón, aun estaba confundida por lo que se incorporo poco a poco, miro el reloj que estaba en la pared frente a su cama, eran casi las diez, el sol entraba levemente por la cortina.

—Clara—llamo en susurro, no quería despertar al pequeño Julian. Clara abrió los ojos lentamente y miro a Elaine.

—¿Cómo te sientes? —pregunto mientras ella misma se incorporaba. Elaine hizo el intento por sonreír.

—Supongo que bien, tomando en cuenta las circunstancias. Clara, quiero ver a mi bebé.

Clara se acerco a ella.

—Vinieron hace un par de horas a dar el parte medico, me dijeron que continúan intentando estimular su sistema respiratorio, sus pulmones están muy débiles. No me han dejado verlo…

Elaine hizo el intento de ponerse de pie pero su cuerpo se sentía flácido y débil.

—Llama al medico… quiero verlo, por favor—rogo.

Clara se puso de pie y salió de la habitación, casi tropezó con un hombre robusto que salía de la habitación contigua a la de su hermana, camino hacia la estación de enfermeras, mientras tanto Elaine retorcía sus dedos sin cesar, jamás se había imaginado así misma como madre pero ahora no podía evitar sentir que le faltaba una parte de su corazón. Su vida cambiaria por completo, pero valía la pena. su pequeño bebé era un milagro, independientemente de su concepción y de quien era su padre, era su pequeño… su vida, su amor… pensó en tantos nombres a la vez, hasta que el perfecto apareció en su mente… Sebastian, su pequeño hijo se llamaría Sebastian.

Clara llego a la estación de enfermeras y toco la pequeña campana que adornaba el escritorio. La jefa de enfermeras salió y le sonrió a Clara.

—¿En que puedo ayudarle? —pregunto con tono cordial.

—Mi hermana despertó y desea ver a su hijo—dijo en tono seguro. La enfermera tomo una tabla que estaba sobre el mostrador y leyó.

—El pequeño aun continua en la incubadora por lo que no podemos…—Una alarma sonó en la habitación de enfermeras haciendo que la regordeta mujer guardara silencio, llevaba en la solapa de su uniforme el micrófono de un radio, apretó el botón y hablo —Jefa de enfermeras—dijo en tono alto. Clara sintió que un escalofrió le recorría la columna al ver como la mujer la miro fijamente mientras apretaba el audífono de su oreja para escuchar mejor —¡Código azul! ¡código azul en el área de incubadoras!

Al escuchar eso Clara dio un paso hacia atrás, la enfermera salió corriendo sin dirigirle la palabra, ahí de pie, sola, no puedo evitar que el mal presentimiento que la había asaltado segundos atrás se intensificara, corrió hacia la habitación de Elaine, quien al verla entrar tan rápido, se sintió emocionada, pero a ver el pálido rostro de su hermana mayor, sus manos comenzaron a temblar.

—¿Qué sucede? —susurro Elaine con las lagrimas quemándole los ojos

Clara la miro y se acerco a la cama con paso lento.

—Aun—musito y se aclaro la garganta carraspeando un par de veces—. Aun no lo se… la enfermera salió corriendo por un código azul en el área de incubadoras…

Elaine soltó un grito agudo y se puso de pie obligándose a si misma, sus piernas temblaban pero hizo todo lo posible para da un paso al frente, se preparaba a dar el segundo cuando sus rodillas se doblaron y cayo al suelo haciendo que Clara corriera hacia ella. Comenzó a ayudarle a levantarse cuando un medico en bata blanca entro con un rostro preocupado y triste.

—Buenos días—saludo con un hilo de voz.

Clara sabia que era el pediatra que atendía a su sobrino por lo que su corazón comenzó a martillar en su pecho. Cuando el medico observo que Elaine había caído, corrió hacia las dos mujeres, levanto en brazos a Elaine y la acomodo en sobre la cama. Al ver el rostro preocupado de ambas mujeres estuvo tentando a decir la verdad… pero su miedo fue mas grande.

—Soy el doctor Salinas… el pediatra de su hijo—Se presento a si mismo mientras miraba a Elaine a los ojos. —Lamento mucho informarles que… hace un momento el pequeño tuvo un paro respiratorio y… no pudimos hacer nada para resucitarlo. Lamento mucho su perdida, esperaremos sus instrucciones, su pequeño esta siendo trasladado a la morgue. Debido a su condición, temo mucho que no es posible para usted ir a verlo en este momento pero…

—Salga… por favor—susurro Elaine, el hombre pareció confundido al principio pero al ver que Elaine lo miraba igual que a un asesino, carraspeo y salió de la habitación, realmente no podía culparla por su reacción. Se dirigió hacia la sala de enfermeras y las escucho compadeciendo a Elaine, las hizo callar de forma agresiva y regreso al cunero, habían encontrado a una nodriza que había amamantado al pequeño cuando comenzó a respirar por si mismo hacia unas horas y ahora dormía plácidamente dentro de la incubadora, sus pulmones estaban respondiendo bien, por lo que llevo la incubadora a la habitación que el investigador de aquel hombre le había indicado, al entrar se sorprendió al ver a una mujer de pie mirando por la ventana.

Ella al ver que el se acercaba con el bebé sonrió. A los pocos segundos el señor Clarg entro en la habitación también, miro de reojo a pequeño bebé, tenia los ojos de su padre, simplemente no pudo evitar sonreír en su interior.

—Largo— ordeno al medico, quien antes de salir le quito el seguro a la incubadora.

—El niño no puede permanecer solo unos minutos fuera de la incubadora… sus pulmones están reaccionando bien, pero no debemos hacer que se fatigue, abrácelo, regréselo a la incubadora y cierre este seguro, la maquina volverá funcionar por si misma.

Tras decir aquello salió de la habitación sintiéndose culpable y miserable.

—Espero que nuestro acuerdo sea confidencial… y que jamás volvamos a vernos en el futuro.

El señor Clarg tomo al pequeño entre sus brazos y lo entrego a la mujer, quien lo miro con esperanza en sus ojos.

—Por supuesto, el dinero ya fue depositado en la cuenta que me indico su empleado.

El señor Clarg asintió y salió de la habitación sintiéndose el hombre mas listo del universo, mientras tanto Elaine lloraba desconsolada.

DOS SEMANAS DESPUES.

Elaine había sido dada de alta unos días atrás… le hizo prometer a Clara que guardaría el secreto de su embarazo y de la muerte de su hijo. Clara se encargo de los tramites y la cremación de su sobrino. Si había pensado que Elaine se había recluido después de Steve, ahora había comprobado que su hermana no había estado para nada deprimida por el infeliz ese… ahora, en este momento, en verdad podía decir que su hermana estaba sumida en una depresión terrible y sumamente preocupante.

Manteniendo el secreto en todo momento le hizo creer a la familia que Elaine solo continuaba acompañándola y ayudándole a cuidar del pequeño Julian, mientras intentaba que su hermana comiera… o si quiera tomara una ducha, desesperada se comunico con la única amiga de Elaine que conocía. Anne era psicóloga, o al menos eso había escuchado de su hermana, por lo que la llamo y esperaba que ella pudiera sacarla del sitio en el que Elaine había elegido esconderse de su dolor; sin embargo, Anne lo único que pudo hacer fue recetarle a Elaine algunos medicamentos para tranquilizar sus nervios, los días continuaban pasando y Clara no veía mejora en su hermana, por el contrario, Elaine parecía hundirse cada vez mas… ella quería creer en la fortaleza de su hermana pero pronto descubrió que ya no había tal cosa, pues una mañana salió a comprar los pañales para Julian dejando a Elaine dormida, al regresar casi le da un ataque al ver que Elaine había tomado casi todas las pastillas para dormir que había en el ultimo frasco que compro, la encontró tirada en el piso de su habitación, llamo a la ambulancia y de nuevo se encontró en el hospital, por fortuna Elaine no había tomado las suficientes pastillas para sufrir un ataque cardiaco pero si para necesitar un lavado intestinal.

El investigador del señor Clarg había continuado con su acoso por lo que rápidamente le reporto al viejo, el estado de salud de Elaine, para el hombre aquella noticia fue la oportunidad perfecta para acabar con la fascinación que aun tenia su hijo hacia ella y obligarlo a alejarse, pues había pospuesto su boda alegando no estar seguro de que Elaine no estuviera embarazada de él.

—Tu noviecita esta perturbada—le dijo a su hijo durante la cena. Steve lo fulmino con la mirada pero no dijo nada. —Si te interesa… al parecer tu engaño hizo que intentara quitarse a vida—Esto ultimo lo dijo riéndose burlonamente.

Steve se puso de pie y salió corriendo del comedor de la mansión de su padre, se subió a su auto y se dirigió a la casa de la tía de Elaine, mientras tanto el señor Clarg llamo al investigador.

—Mi estúpido hijo ira a buscarla, asegúrate de que ella no mencione al bebé. No me importa el método… solo asegúrate de que esto acabe hoy.

Colgó el teléfono sin decir nada mas.

Steve llego a la casa de la tía Anneth, toco el timbre y golpeo la puerta pero nadie respondió. Llamo en seguida a sus contactos intentando investigar en que hospital estaba Elaine, después de casi tres horas por fin obtuvo el dato y se dirigió hacia allá. Mientras tanto la familia de Elaine solo pudieron asumir que su intento de suicidio se debía al asunto de Steve… Clara por petición de Elaine no menciono a Sebastian.

La hora de visita había terminado por lo que tía Anneth, Jane y Peter se despidieron de Clara quien iba a quedarse a acompañar a Elaine por la noche.

Steve arribo al hospital y después de cobrar algunos favores, logro que lo dejaran pasar a pesar de que ya no estaban permitidas las visitas, nervioso subió por el elevador hasta llegar al séptimo piso del hospital, mientras caminaba por el pasillo leyendo las placas junto a las puertas, se detuvo frente a la que tenia escrito el nombre de Elaine. Suspiro y abrió la puerto sin siquiera tocar. La luz estaba a pagada pero podía distinguir a Elaine quien miraba por la ventana en silencio.

—¿Qué demonios hiciste? —dijo en tono grave al observar lo delgada y demacrada que se veía. Elaine al escuchar su voz dio un respingo y se levanto de la silla, encendió la lámpara junto a la cama y lo encaro, había tal cantidad de odio en sus ojos que Steve retrocedió.

—¡Largo! —rugió Elaine entre lagrimas —¡Vete! — grito aun mas fuerte mientras tiraba del tripie con el suero de su brazo.

Steve se acerco un paso de nuevo y extendió su mano haciendo el intento por tocar a Elaine.

—¡Lárgate…. No quiero volver a verte jamás! ¡Te odio! ¡Te odio! —grito e hizo el intento de empujar al hombre que parecía atónito por sus palabras.

—Por Dios…. Contrólate… Ponerte así por algo como una infidelidad, deja de hacer dramas, vine por que estoy preocupado por ti, así que agradéceme por preocuparme por alguien que ni siquiera puede procurarse a si misma—dijo Steve mientras tomaba a Elaine por los brazos y la sacudía levemente.

Escucharlo decir aquello hizo que la rabia dentro de Elaine se desatara, empujo tan fuerte el pecho de Steve que este sintió como el aire se escaba de sus pulmones.

—¡Vete! —volvió a gritar pero esta vez presiono el botón de auxilio del hospital, a los pocos segundos la enfermera entro en la habitación. —Por favor haga que este hombre se vaya—ordeno con la voz lo mas entera que pudo sacar de su pecho. La enfermera tomo a Steve por el codo y comenzó a reprenderle por haberse colado en el hospital a esa hora. —Jamás vuelvas a parecer frente a mi, o te juro por mis padres muertos que hare que te arrepientas por el resto de tu vida—amenazo.

Steve parpadeo sorprendido, jamás había visto esa mirada en los ojos de Elaine, confundido salió siendo acompañado por los guardias de seguridad del hospital, se subió a su auto y arranco.

—Si eso es lo que quieres— susurro mientras aceleraba ignorando las luces rojas que se atravesaban en su camino.

Así… Elaine en menos de un año perdió al hombre que pensó era el amor de su vida, al ser violentada por él, y perdió al pequeño que a pesar de haber sido concebido de una forma traumática y dolorosa para ella, era inocente.

Sintiéndose culpable guardo en su corazón el recuerdo de su hijo y se reconstruyo así misma, creyó haber superado ya aquel terrible episodios de su vida, hasta que Derek y sus hijos entraron en su vida y le recordaron su pasado.