El mundo había sufrido un enorme cataclismo y se había transformado desde entonces en un lugar totalmente diferente. Tres años atrás, sucedió un cambio en la Tierra que nadie jamás habría podido imaginar: el cielo se puso negro e infinitas fisuras comenzaron a surgir, como si fueran zarpazos, entre las nubes; parecían los pedazos de un espejo hecho añicos. A través de esos fragmentos, la humanidad vislumbraba un mundo sin límites, un enorme y misterioso lugar yacía detrás de cada fractura en el cielo.
Sin embargo, ningún hombre o máquina era capaz de establecer contacto o entrar a eso que estaba más allá de la Tierra, pues producían una turbulencia inaguantable. Por ese entonces, cierto país mandó aviones militares, en un intento por averiguar lo que había allí, sin tener éxito, hasta el metal más resistente se volvía frágil al entrar a la zona. Terminaban hechos pedazos, reducidos a cenizas que flotaban en el aire antes de desaparecer. Después de ese rotundo fracaso, ninguna otra nación se atrevió a acercarse a las fisuras. Medio día después, estas desaparecieron por sí solas. Pero la pesadilla apenas estaba empezando.
Una a una, fueron apareciendo hendiduras espaciales con forma elíptica. Algunas eran temporales, mientras que otras surgían de modo permanente y cada una de ellas funcionaba como un portal que conectaba a un mundo con otro. Infinidad de mundos estaban interconectados a través de esto, lo cual generó que comenzaran a entrar a la Tierra monstruos de otras dimensiones.
Sin razón aparente, quizás debido al contacto con el aire, con seres de otros planetas o tal vez por una simple broma divina, los animales y las plantas de la Tierra crecieron de forma alarmante; se transformaron, evolucionaron. Sólo la humanidad permaneció intacta. O al menos, eso pareció en un principio.
Pero justo cuando creyeron que se mantendrían igual, alguien descubrió que existía la posibilidad de cambio. Había un potencial muy bien guardado en lo más profundo del alma de los hombres: el Contrato de Sangre.
Con el consentimiento de los monstruos y los hombres, ambas partes podían convertirse en aliados que progresaran por un bien común, creando los que serían conocidos como Entrenadores de Monstruos. El descubrimiento emocionó a la humanidad entera y trajo una fiebre nueva: aunque no podían obtener sus poderes, ¡sí serían capaces de controlar monstruos!
Fue gracias a este avance que los humanos pudieron adaptarse al nuevo medio y sobrevivir. Era cada vez más difícil controlar a tan terribles monstruos tan solo con armamento.
Afortunadamente, convertirse en entrenador no era complicado; de hecho, era accesible al común de la gente, ¡cualquiera podía ser uno y tener su propia Familia Monstruo! Prácticamente en todas las casas había uno o dos de ellos. El término "monstruo" se aplicaba tanto para los que habían llegado de otros mundos, como para las versiones gigantes de los animales terrestres.
Algunos tenían una naturaleza feroz, eran mucho más agresivos, mientras que otros resultaban más bien dóciles. Aquellos entrenados por los humanos eran capaces de seguir sus órdenes, como cualquier perro o gato lo había hecho en el pasado. Inclusive, había algunos que no eran nada salvajes.
Estaban en una era dorada, que sería fundamental para las generaciones futuras, se trataba de un punto de quiebre en la historia, en el cual la raza humana estaba entrando en un terreno totalmente nuevo.
Gao Peng no se conformaría con una vida normal, sin hacer nada extraordinario. Después de todo, había algunos hechos que era mejor presenciar de manera directa. La frase "el mundo es tan vasto" se había convertido en algo más que un simple dicho, pues además de la Tierra, ahora había incontables mundos que podía explorar, descubrir.
Quizás pueda encontrar la forma de resucitar a mis padres en otros planetas, musitó para sí. Esta convicción era como una semilla plantada en lo más profundo de su corazón, una semilla que ahora crecía lentamente, ya que estaba seguro de que, en alguno de esos miles de planos de la existencia, había alguno en el cual existía esa ansiada posibilidad.
Se recostó en el sofá y prendió la televisión. Las noticias mostraban el contenido de siempre: cómo el mundo era un lugar cada vez más pacífico, cómo un área más se había vuelto segura para la exploración, cómo habían encontrado monstruos peligrosos en algún sitio y advertían al público que tuviera cuidado. Eran las noticias habituales, pero Peng se aferraba a sus ensoñaciones.
De pronto, una noticia en particular captó su atención: según el noticiero, habían hallado, en las afueras de una de las fisuras espaciales, la garra de una bestia gigante, que presentaba una especie de evolución extrema. Esta clase de super bestia era algo sin precedentes y los científicos especulaban que era comparable tan solo a los dioses de las leyendas, que posiblemente estaban ante una bestia enorme de nivel legendario, con poderes nunca antes vistos.
Al terminar la transmisión, la escena cambió a la de una chica rubia con vestido blanco, sosteniendo una pistola de genes de apenas el tamaño de un dedo. La pistola dejaba traslucir un líquido semitransparente azul en su interior. El anuncio sonaba bastante convincente:
—¡Presentamos el nuevo Serum De Mejoramiento Genético Para Familia Monstruo de la marca "BluMagic", desarrollado por "United Dragons"! Tiene un 60% de eficacia para evolucionar a tu monstruo de nivel normal hacia el nivel de Excelencia y 20% en monstruos nivel elite. Utilizando nuestro producto, en conjunto con el cuidado profesional de los Criadores de Monstruos, mejorará notablemente los resultados. ¡Es la herramienta de nueva generación que mereces tener!
Apagó el televisor, estupefacto, pero también lleno de emoción. Con el lanzamiento de este dispositivo, era muy posible que obtener la profesión de Criador de Monstruos presentara obstáculos cada vez más grandes y, a la vez, sería una gran oportunidad para que se convirtiera en una carrera mucho más relevante. Después de todo, las Familias Monstruo y sus entrenadores formaban un vínculo muy estrecho, algunos inclusive los consideraban familia, por lo que querrían lo mejor para ellos.
Todas estas señales solo hicieron que la esperanza creciera aún más en su corazón. Mientras la tecnología avanzaba, sus ilusiones eran cada vez mayores, dándole ideas que nunca antes habría creído posibles en otro momento, ¡quizás algún día lograran encontrar el modo de resucitar a alguien! Apretó el puño con fuerza y volvió a sentir esa profunda convicción de no terminar siendo una persona mediocre, ¡él nunca se rendiría! Si se encontraba la manera para resucitar gente y él dejaba pasar esa oportunidad por no esforzarse lo suficiente, jamás se lo perdonaría.
Terminó de preparar la cena de su mascota y dejó el recipiente en el suelo de la sala, golpeando el metal contra el piso, provocando un ruido insistente. Da Zi ya había olfateado con las antenas, que se movían una y otra vez, anticipando la comida. Tras escuchar el sonido, se abalanzó al plato: utilizando sus maxilípedos para tomarlo por los bordes, sumergió la parte superior de su cuerpo en el recipiente. Sus afiladas pinzas eran como un par de tijeras, que cortaban el alimento en pequeños pedazos antes de tragarlos.
Según lo que encontró en la web, los Ciempiés de Lomo Violeta y Garras Amarillas tenían un potente veneno, aunque él nunca había visto a Da Zi usarlo. Quizás, al haber sido criado en una casa, nunca lo había necesitado. Esta especie de ciempiés poseía glándulas con veneno en el cuerpo que no lo afectaban, pues el veneno se liberaba por dos vías: las mandíbulas y los primeros maxilares. Las mandíbulas eran esas enormes pinzas con forma de tijera que tenía al frente, los primeros maxilares eran el primer par de extremidades de los ciempiés.
Da Zi jamás había mordido a su dueño, ni lanzado ninguna clase de veneno frente a él, pero los insectos que alguna vez plagaron la casa sí sufrieron sus efectos. En algún punto de la crianza de su mascota, todo bicho que habitaba el lugar desapareció, ya fuera porque habían sido devorados o porque habían huido.
Sentado en el sillón mientras observaba a su mascota devorar la comida, no pudo evitar una sonrisa. Entonces, sus pensamientos comenzaron a divagar: ya que había comprobado que los datos vistos en la tabla eran correctos, ¡podía probar en convertirse en un Criador de Monstruos!
Los Criadores se especializaban en esas criaturas con un solo objetivo: mejorarlos de grado. No se limitaban a un solo tipo de bestia, los incluían a todos sin importar color, tamaño o raza. Debido al alto grado de especialización que se requería, era muy difícil entrar; para un individuo cualquiera resultaba casi imposible. Se debía tener conocimientos profundos acerca de los hábitos de cada tipo de monstruo y sus características. Con estos saberes, se podían deducir las pautas necesarias para subir al monstruo de grado, obviamente considerando además el tipo y sus atributos.
Era una profesión aún más respetada que la de Entrenador, posiblemente porque la vida de los entrenadores dependía de los monstruos que controlaban, y tener un nivel elevado era condición ineludible para que un monstruo pudiese avanzar. Los criadores eran los únicos que podían ayudarlos para mejorar sus monstruos, por lo tanto, tenían un lugar más alto en la sociedad.
Apenas habían pasado tres años desde el cataclismo. La cantidad de especies de monstruos era incalculable, además de que se descubrían nuevas especies constantemente. No era posible obtener una documentación realmente completa de todos los métodos a través de los cuales era posible subir a los monstruos de nivel, pues el mundo se estaba apenas adaptando a esta nueva área de conocimiento. Gao Peng no pudo evitar sentir que tenía entre las manos una increíble habilidad para ver los avances en el tema.