Chereads / 16 Forever / Chapter 6 - 5. El bosque... Again.

Chapter 6 - 5. El bosque... Again.

Mike.

El dolor de cabeza era insoportable, pero eso no era todo, incluso el dolor de cuerpo también era mayor. Había puesto una de mis manos en mi cabeza como si eso hiciera que el dolor se fuera, abrí mis ojos y casi no podía ver nada, ya que, el lugar parecía que la oscuridad reinaba el lugar.

Me levanté y me sacudí la ropa, esto no parecía un bosque común, hasta que recordé aquella vez que llegamos al bosque y salimos huyendo de ahí, suspiré porque no sabía que cosas habría ahí.

Volteó, note que estaba solo, eso me alarmó bastante.

—¿Chicos?—.llame para ver si estaban cerca. —¿Hola? ¡Hola, hola!

Comencé a caminar viendo el paisaje, los árboles estaban algo mezclados, árboles normales y árboles que parecían ¿Hongos? Esto debe ser un sueño o pesadilla. Estaba buscando a los demás, esto era odioso, ¿Porqué me dejarían en un lugar completamente desconocido si ya habían aceptado venir?

«En todo este lío, ¿Dónde se encuentra Luka? Él jamás me dejaría solo en una aventura o peligro como este o como yo le diría a una de estas cosas a él; una estupidez.» Pensé.

Solté un suspiro algo molesto y comencé el viaje para poder buscar a los demás pero me detuve pensando otra cosa, ¿Cómo llegamos aquí? No recuerdo cómo llegué aquí, me queje y solté un gruñido al respecto y cuando iba a dar otro paso, me detuve al escuchar un ruido.

Horas antes.

—¿Y cómo iremos al bosque? —cuestiona Cari intentando ver la lógica en esto sabiendo que la fantasía sólo está en los libros y películas.—Como sea, las veces que hemos ido a aquel supuesto bosque y no paso nada.

—De seguro alguien nos quiere meter al mundo de las drogas.

Volteamos a ver a Luka algo dudando si él ha estado en el mundo de las drogas o no. Algunas chicas se niegan ignorando lo que dijo y uno que otro chico se ríe de él. Me le quedé mirando algo molesto y le negué la cabeza haciendo que este sonriera nervioso.

—¿Qué? Cuando quieres entrar a un mundo de fantasía es necesario entrar a las drogas. —Eso ya parecía confirmación y le doy un codazo.

—¡Luka! Cállate.

Me cruce de brazos ya molesto de que pensara en tomar drogas para entrar a un mundo de fantasía. Aunque Kevin soltara una risa pequeña, era el típico joven adulto que estallaba de risa con cualquier cosa, a veces quisiera saber porque lo hacía.

Nos mantuvimos en silencio al ver qué el duendecillo llegó de nuevo con una bolsa que tenía algo dentro, la curiosidad aumento en mí. Sonreí algo burlón.

—Ooow, ¿Qué tiene ahí el pequeñín? ¿Sus dulces? —me burle un poco que se notaba mi egocentrismo. Aunque ya sabía de esté problema mío, no me importaba sacarla de vez en cuando.

Luka me da un codazo mientras se reía también de lo que dije y me sigue la corriente.

—De seguro son sus monedas las que le da su abuela cada domingo.

Ambos nos reímos con respecto a eso, escuchamos quejas de la chica de lentes, olvide su nombre, pero parecía molesta.

Sólo giramos nuestros ojos molestos al que no nos dejaran divertirnos un poco. Nos sentamos en el sillón como para quedarnos en silencio.

—Que bromistas nos salieron los capitanes de fútbol y baloncesto—. El pequeño T sonríe orgulloso de algo. Saca dos dulces y nos lo dio a cada uno, en total eran dieciséis, era raro que consiguiera todos estos dulces.

Tenía mucha duda con respecto a esto, tener un dulce gratis de un duende extraño que no sabíamos que contenía.

El sujeto risueño, Kevin, se comió el dulce y después Luka le sigue ya que a él le encantan los retos. Suspiré, no podía estar atrasado en esto y sin pensarlo me trago el dulce.

[...]

En la actualidad.

Me encontraba caminando, el silencio me estaba comenzando a incomodar. No estaba acostumbrado a estar tanto tiempo en silencio y siempre escuchando conversaciones de las demás personas o hablando con Luka, mierda.

Me detuve al escuchar un ruido, en este caso eran gritos provenientes detrás mío. El terror invade en mi cuerpo, era la primera vez que tenía tanto miedo en algún lugar que no conozco, algo válido. Parecía que mis piernas no respondían, ¿Qué era esto? ¿Una película de terror? No, queridas. No en mi guardia.

Comencé a correr, sin pensar en voltear quién o que cosa me seguía, hasta que algo me hizo detener.

—¡Mike!—ese apodo. Esa voz. —¡Miguel Ángel!

Sólo escuchar ese grito llamándome, me detuve. Volteó algo lento y ahí a lo lejos venía corriendo. Reconozco ese cabello casi rubio y le grite aliviado de verlo, así que corrí hacia él para ver si estaba bien o si no se encontraba herido.

—¡Luka!

Nos detuvimos y sentí como se agarraba de mi brazo como para poder mantenerse de pie y respirar algo agitado para recuperar el aire perdido.

Jamás lo había visto así de cansado, hasta que vi que estaba sudando y algo herido, supongo que se había tropezado cuando venía corriendo.

—Al fin te encuentro, no se que pasó, me desperté y estaba cerca de un lago y, bueno.. eh—comienza a balbucear, no le entendía muy bien, parecía asustado y le entendía.— Vi arañas, encima mío.

Sentía un escalofríos cuando dijo eso, aunque también su voz se notaba nervioso también. Odiamos las arañas, no importaba que tipo eran, pongo una mano en su hombro para calmarlo.

—No te preocupes, estaremos bien—. Aunque en mi voz no sonaba convincente pero parecía funcionar que lo calmaba; —busquemos a los demás.

Luka asiente y ambos continuamos nuestro camino para buscar a los demás, este sitio casi estaba muy a oscuras, aunque se podía ver para no tropezar, pero la oscuridad si estaba presente. Cómo si estuviera nublado.

[...]

Sue Lee.

Habíamos caminado un buen rato, parecían horas. Me dolían los pies, las piernas, tenía hambre y solté un gruñido por el sudor.

—Maldita sea, odio el bosque, odio caminar.

Comencé a quejarme, Cari estaba detrás mío, temblando, ya que se había caído a un charco de agua. Me detengo al escuchar el estornudo de mi amiga y ella también me voltea a ver algo apenada.

—Lo siento— noté que se encoge de hombros nerviosa.

— Esta bien, no tienes que pedir perdón.—dije mientras miraba hacia al frente, suspiré. Era un lugar muy grande y no había rastro de los demás.

Nos estuvimos en unas rocas, ya no podíamos más, estábamos cansadas de que nos dolieran tanto las piernas que podíamos caer desmayadas en cualquier momento.

La brisa era tan cálida y algo fría, eso se sentía tan bien, podríamos quedarnos ahí recuperando fuerzas. Aunque la sed era fuerte, ¿Hace cuánto que no tomábamos agua? Tenía demasiada sed.

Antes de decir alguna cosa, escuchamos gritos a la cercanía, volteamos para estar con la guardia alta por si decidimos correr por si acaso. Vimos a Mike y a Luka correr en nuestra dirección, sólo dimos un leve grito porque iban a chocar contra nosotras, pero sólo sentimos como nos jalaban del brazo para correr también.

—¡Hey! ¿Qué sucede? —Cari alza la voz mientras corríamos detrás de ellos algo preocupada.

Ellos no responden y nos siguen agarrando de los brazos para que no nos separemos, nos detenemos.

—¿Que les ocurre? ¿Porqué corremos? —Mike me hizo una seña de que guardara silencio y nos escondemos debajo de una pequeña cueva y detrás de unas rocas y nos ponemos en silencio.

Cari se tapa la boca para no hacer ningún ruido y parecía estar temblando y cerro sus ojos, mientras yo me mantengo en silencio para escuchar.

Nos ponemos en guardia y callamos cuando escuchamos pisadas algo pesadas y cerca de la cueva, esa cosa hizo un leve rugido y sólo con eso hizo que yo me tapara la boca y cerrará mis ojos, hice un leve ruido, eso hizo que Mike me pusiera su mano sobre la mía para que me callara y me abraza.

Después de un rato esa cosa se va corriendo y se aleja haciendo que soltemos un suspiro de alivio, pero escuchamos pisadas y eso nos hizo que nuestros nervios regresarán, pero de pronto, una voz.

—¿Hola?

Era de una chica, pero no teníamos el valor de salir por precaución de lo que sucedía, ¿Qué pasa si es una de las criaturas que se hace pasar de una chica y hacernos salir? Pensé. No quería.

—Es la voz de Michelle. —susurra Cari, los chicos y yo nos volteamos a ver, no sabíamos si salir o no.

—¿Y como sabes que es ella? —pregunta susurrando Luka.

—El tono con el que habla, ella es la unica que habla así.

Mike se queda pensando y nos dice que nos quedemos ahí, asentimos y él se voltea para poder ver si era ella, un suspiro sale de sus labios y lo vemos levantarse con confianza.

—Estas viva. —exclama. Nos levantamos para ver y era ella, nos quejamos un poco por el terror que nos metimos.

—Ush, de todas las personas que pude encontrarme, ¿Porqué ustedes? —se queja, solamente me niego levemente.

—Bien, puedes quedarte, nosotros seguiremos buscando a los demás. —Dice Mike y comienza a caminar para salir de la cueva pero nota a Henry, Daniela y a Diego, ellos se habían encontrado con Michelle y los estaban buscando.

—Oh, genial.. nos faltan ocho personas por encontrar—no sabía si Luka lo decía de manera positiva o sarcástica, pero a Cari le dio gracia, ya que, soltó una leve risa.

—No importa, sólo quiero irme de aquí.—me queje. —Mi cabello está arruinado, tengo una cita en unos dias y necesito comprar y arreglarme.

—Cierto, yo iba a ayudarla—. Cari explica estando de acuerdo conmigo.

—Pero, debemos buscar a los demás, necesitamos estar todos para saber porque teníamos que regresar aquí. —comenta algo temerosa Daniela, no sabía que hacer y me cruce de brazos, odiaba tener que esperar.

—Debemos estar todos, si queremos respuestas, debemos comenzar a caminar.

Narradora.

Comienzan a caminar empezando a buscar a los demás que faltaban, mientras también estaban alerta de lo que podría suceder en su alrededor.

En otro lugar.

Se podía encontrar a dos seres, un humano y otro ser de piel verdosa y cabello largo y morado.

Aquel ser sonríe y voltea a ver a aquel hombre con emoción.

—Ya llegaron, están aquí.

Aquel hombre voltea asombrado, asiente y se levanta para ir a prepararse para salir en busca de ellos. No podía olvidarse nada para no salir herido como anteriormente.

—Debo ser rápido, si no todo irá mal. —dice antes de salir e ir a buscar a los demás.

Con Samara.

Ella se encontraba caminando, parecía estar subiendo una colina, hasta que escucha pasos corriendo para poder estar en alerta, escucha su nombre y voltea curiosa y algo molesta.

—¡Samara!— la voz de Charlie hizo que se tranquilizara, pero no estaba sola, la vio llegar con Evan, al menos se sentía más tranquila.

—¿Están ustedes dos bien?—pregunta algo preocupada.

— Sí, aunque tropezamos y corrimos de algo que nos seguía y tenemos raspones. —responde Evan, al menos estaban bien.

Samara les hace una seña para decirles que había encontrado algo, parecía una pequeña cabaña o eso parecía por fuera. Evan y Charlie sonrieron al ver un lugar donde poder resguardarse. Antes de avanzar vieron a alguien salir de ahí y retrocedieron para ir a esconderse.

Samara piso una parte que era inestable, dio un grito al caer y por inercia se agarró de una rama que había cerca, pero una de ellas golpeó su rostro dejándole un dolor y moretón en su ojo derecho. Se quejo por el dolor.

Charlie grito un poco para saber si Samara estaba bien y Evan intentaba ayudar a la chica que había caído.

—Dame tu mano— decía para poder alzarla.

Samara intenta alzar más su brazo para agarrar la mano del contrario, pero la rama pronto se rompería.

En eso los demás se acercan para ayudar, los que faltaban, Poleth, Emily, Alexander, Albert y Kevin se acercan al menos felices de verlos nuevamente.

Alexander se acerca rápido y antes de que la rama se rompiera, así Evan y Alexander ayudan a Samara a salir de ese agujero y cuando salió leves animalitos parecidos a murciélagos pero más a personas pequeñas con alas.

Dieron un grito al ver a semejante criaturas algo aterradoras y asquerosas. Se levantaron para irse corriendo pero alguien se interpone y dispara algo para que aquellas criaturas salieran volando alejándose.

—Vamos, corran.

Señala hacia la dirección de la cabaña, sin decir nada todos corren para poder refugiarse, no dudaron en entrar para poder estar bien.

El hombre cierra la puerta y pone un mueble frente a él para que no entrara nadie.

—¿Están todos bien?

Nadie respondió porque estaban algo dudosos y temerosos estando en una esquina casi todos juntos.

No sabían que decir al respecto.

—No tengan miedo, están a salvo.

Otra voz sale de la oscuridad de una esquina, unos ojos anaranjados se podían notar y aquel ser sale dejándose ver. Parecia un elfo y eso hizo que los demás se sorprendieran ante su aspecto de piel verdosa, cabello morado y ojos anaranjados incluso sus labios eran así. Tenía orejas puntiagudas que la hacían ver un elfo.

—¿Quiénes son ustedes?

Esa pregunta de Sue hizo que ambos se voltearan a ver y sólo asienten la cabeza algo confiados de que era hora de hacerles saber de porque estaban aquí.