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Chapter 3 - Pesadilla

La noche se había instalado completamente sobre el desierto.El frío contrastaba con el calor abrasador del día, convirtiendo la arena en un suelo traicionero. Desde nuestra posición, el campamento de la Alianza se alzaba como un puñado de estructuras temporales rodeadas por el resplandor de antorchas y varas de neón. El camión con el cargamento estaba justo en el centro, bien resguardado.Luna y yo nos deslizamos por el terreno con sigilo. Mi oscuridad nos envolvía, borrando nuestras huellas y apagando cualquier reflejo que pudiera delatarnos. Nos posicionamos en la parte trasera del campamento, justo detrás de una carpa de suministros donde dos soldados hacían guardia.Solo quedaba esperar la señal.Un estallido en la distancia rompió el silencio.—¡NOS ESTÁN ATACANDO! ¡BUSQUEN COBERTURA Y PROTEJAN EL CARGAMENTO!Los guardias frente a nosotros giraron sus armas hacia el frente.Un error fatal.

{Liberé una pequeña parte de tu oscuridad. Lo suficiente para que tengas el control, Logan. No hagas estupideces.}

Luna siempre decía lo mismo cuando desataba mi poder.Un escalofrío recorrió mis brazos mientras las marcas oscuras brotaban en mi piel.Sonreí.Me lancé sin dudarlo.El primer soldado apenas tuvo tiempo de girarse cuando lo derribé. Mis garras de hielo oscuro se hundieron en su abdomen antes de que pudiera gritar. Sus ojos se abrieron de par en par cuando lo levanté del suelo.El siguiente movimiento fue automático.Mis dientes desgarraron su garganta.El sabor metálico de la sangre caliente corrió por mi lengua, llenando mi boca con el amargo regusto del hierro. La herida que había recibido antes comenzó a cerrarse de inmediato.Lo dejé caer como un saco de carne sin vida.Su compañero intentó reaccionar.Luna disparó antes de que pudiera apretar el gatillo.—¡AHG, MALDICIÓN! —gritó él, soltando el arma y agarrándose el brazo perforado.Me giré hacia él.—No debiste hacer ruido.Lo rematé con un solo golpe.Luna me miró con una expresión neutra, pero conocía esa mirada.Sabía que no le gustaba verme así.Nos movimos rápido. Nos abrimos paso entre la distracción provocada por el resto del equipo. Cada enemigo caído era una oportunidad. Algunos los degollera, otros simplemente los dejaba agonizar, pero todos terminaban igual: consumidos.Luna miraba de reojo cada vez que mi boca se manchaba de rojo.Sabía que le aterraba.Sabía que no decía nada porque me necesitaba vivo.Finalmente, el camión estaba a pocos metros.Pero algo no cuadraba.La luz de sus farolas superiores no se apagaba.Normalmente, podría haber absorbido su energía, pero esto era diferente.Luna avanzó con cautela hacia la parte trasera del camión y echó un vistazo dentro.Se quedó inmóvil.—¡LOGAN, VEN!Corrí hacia ella.Una sombra salió del camión antes de que pudiera reaccionar.El brazo más grande que había visto emergió de la oscuridad y atrapó a Luna en el aire. Ella intentó disparar, pero con un solo movimiento, el enemigo le arrebató el arma y la golpeó con un puñetazo en el estómago.Luna cayó como un trapo al suelo, escupiendo sangre.—¡MALDITO INFELIZ!Fui directo hacia él.Ni siquiera alcancé a tocarlo.Su mano se cerró alrededor de mi cuello y me levantó del suelo con facilidad.Pateé, arañé, intenté liberar mis garras, pero era como si estuviera atrapado en un yunque de acero.Fue entonces cuando lo vi bien.Un coloso de casi dos metros. Hombros tan anchos como el tronco de un árbol. Ojos oscuros y vacíos. Una cicatriz desgarraba su rostro desde la mejilla hasta la nariz.Él no tenía prisa.No tenía miedo.No tenía piedad.—Así que estos son los críos del Delta… —su voz era grave, con un matiz burlón—. Bah, esperaba algo mejor.Luna se levantó del suelo con dificultad y le propinó una patada en las costillas.No se movió.Le devolvió el golpe con tanta fuerza que la hizo doblarse de dolor.Mi cuello crujía bajo su agarre.Saqué mi revólver y le disparé directo a la cara.Las balas rebotaron con un sonido metálico.Era un Ferroquinetick.Mierda.Saqué mis cuchillos y los envolví con hielo oscuro.El combate cuerpo a cuerpo era mi única opción.

{¡LUNA, LEVÁNTATE, MIERDA!}

Ella apenas podía respirar.

{Vete, Logan…}

{¿Qué carajo estás diciendo?}

{No puedes ganar. Yo haré tiempo.}

Los golpes del gigante me destrozaban por dentro.Mi regeneración no podía seguir el ritmo.Necesitaba más poder.

{¡LIBÉRALO TODO, LUNA!}

Silencio.

{NO, NO PUEDO. NO QUIERO VERTE ASÍ, NO OTRA VEZ.}

Sus lágrimas caían sin control.

{NO PUEDO VERTE CONVERTIRTE EN UN MONSTRUO.}

Su voz se rompió.Yo también.El enemigo me lanzó al suelo y puso su pie sobre mi espalda.El crujido de mis costillas fue insoportable.

{Luna… corre.}

Ella no se movió.El jeep apareció en la distancia. Martínez estaba al volante.—¡DEMONIOS! ¡LUNA, SUBE!—¡NO LO PODEMOS DEJAR!Martínez no esperó respuesta.La agarró por la cintura y la lanzó dentro del vehículo.Luna pataleó, golpeó, gritó.

{No pienso dejarte, se supone que cuidaría de ti.}

{Se suponía que cuidábamos uno del otro... esa fue la promesa.}

El jeep aceleró.Luna me miraba con desesperación.

{Vive, maldito... cumple lo que me juraste de niños.}

Su voz se quebró en mi mente.No podía responder.No podía decirle nada.El enemigo pisó mis manos, haciéndome soltarlo.Cuando mi vista se nubló, pude escuchar su voz por última vez.—Eres patético, niño Darkquinetick.Mi única respuesta fue escupirle sangre en la cara y sonreírle con dientes teñidos de rojo.Él no se inmutó.Me arrojó dentro del camión como si fuera un saco de carne.La puerta se cerró con un estruendo.Oscuridad.Lo último que escuché fue su voz seca y decidida.—Si no fueras un Darkquinetick, te habría matado a ti y a esa chica. Pero creo que puedes sernos de utilidad.El golpe final en la cabeza selló mi destino.Todo se volvió negro.