Estoy estudiando filosofía para por fin terminar la última prueba del cuatrimestre. Creo que los filósofos más redundantes que afectaron a la sociedad occidental fueron principalmente los griegos y uno que otro romano. 

Una de las consignas es analizar de forma filosófica la mitología griega. 

Es increíble las explicaciones que se hacían los griegos acerca de cómo es el mundo y de sí mismos. El mito de Pandora, Orfeo, las cosas que hacían los dioses. Carajo, hasta tenían una explicación ridícula para la pregunta "¿Por qué el gallo canta?". 

Hay cosas bellas como el mito de Psique y cosas trágicas e injustas como el mito de Prometeo. 

También hay cosas sin lógica como el mito de Hermes. ¿Cómo un bebé, en unas pocas horas de nacido, puede ser más inteligente que un hombre adulto? 

Seguí hasta que encontré el mito de la boda de Zeus y Hera. La verdad, no hay nada nuevo que no haya leído, pero la parte del castigo de Quelona me pareció de lo más injusto. Ok, sí, era muy vaga para ir a la boda de Zeus y Hera. ¿Pero ese es motivo suficiente para castigarla y convertirla en una tortuga? 

Después de investigar, descubrí que Quelona pertenecía a las ninfas Oreades y que este tipo de ninfas tienen un comportamiento más tranquilo y despreocupado. Teniendo eso en cuenta... ¡Hermes la maldijo! 

Apago mi computadora y me voy a dormir. Cierro los ojos para caer dormido y...

Hay mucho viento y comienza a hacer frío. Abro los ojos y noto que estoy en... un bosque. 

¿¡QUÉ MIERDA HAGO EN UN BOSQUE!?

Empiezo a deambular para saber dónde estoy. En eso escucho rugidos de animales, dándome a entender que estoy en peligro. Comienzo a correr. No sé a dónde, pero no quiero estar aquí. 

Después de un rato, veo una cueva al lado de un estanque. Corro hacia la cueva para ocultarme, aunque existe el riesgo de que haya algo adentro. 

Al entrar, empiezo a calmarme. Mi visión poco a poco se adapta a la oscuridad, y noto que hay muebles en esta cueva. Son muy rústicos, y veo que hay un ¿plato? de madera, con un poco de comida. 

¿Esto es una casa? ¿Alguien vive aquí? 

Esa pregunta fue confirmada cuando escuché un ronquido. Volteé exaltado y, por accidente, tiré la mesa, haciendo ruido. 

Veo algo en medio de la oscuridad que se mueve. Creo que lo desperté. 

Poco a poco se me acerca, y cuando pude distinguir sus rasgos, me quedé perplejo. 

Es una mujer... mide unos centímetros menos que yo. Está vestida con una túnica verde. Tiene el cabello color esmeralda, piel verde lima y ojos color avellana. Parece estar somnolienta, probablemente porque la desperté. 

???: Wua~ (Se soba los ojos) ¿Quién eres, humano? ¿Y qué haces aquí? (Me lo preguntó algo molesta). 

Mateo: Y-y-yo... este... estaba huyendo del bosque para que no me comiera un animal salvaje y llegué aquí. ¿Puedes darme alojamiento por esta noche? (Le pregunté nervioso, con una sonrisa). 

Ella solo me miró de forma neutra y... me echó de una patada de su casa. Luego invocó una puerta de madera en la entrada. 

Mateo: ...... ¿Eh?