Chereads / Sangre de principe / Chapter 5 - Capítulo 4: Bramido de dragón

Chapter 5 - Capítulo 4: Bramido de dragón

Debilitado, herido, aunque no de muerte, sus patas delanteras estaban ya pegajosas por la sangre, llevaba un buen rato desplazándose por el aire, en una situación común hubiera llegado en pocos minutos, pero en la situación actual utilizaba sentidos que no estaba acostumbrado utilizar, lo que provocaba que su desplazamiento fuera lento y con temor de equivocarse.

Su vuelo no fue muy alto, había descendido en un intento de ahorrar fuerza, pero se dio cuenta de inmediato que fue un error. Su mente estaba embotada por el cansancio. Paso muy cerca, demasiado cerca de un pueblucho, tan cerca que el aire que iba rompiendo con sus alas arraso con las edificaciones que estaban menos fortificadas se desplomaron por el solo hecho de haber pasado.

El dragón subió, subió tan alto que el aire hacia el trabajo por él y las alas solo la necesitaba mover cada tantos minutos, así se mantuvo hasta llegar a su cueva.

Aquella cueva oscura se iluminaba por completo con el reflejo el oro pulido y los diamantes depurados, siendo piedras preciosas o cualquier objeto forjado con alguna piedra de valor aquel dragón lo tenía todo.

Ingreso a la cueva, una cueva en la que una persona al menos que tuviera algún entrenamiento en alpinismo le sería imposible subir, ingreso apoyándose solo con tres patas ya que en su pata izquierda aún tenía el cuerpo de Anashi, lo dejo reposar en el frio suelo de la caverna, mientras notaba que el cuerpo se estaba empezando a enfriar.

—Anishi, kudichi ¿Aun sigues inconsciente? —Dijo mientras daba unos golpecitos al cuerpo, genero una esfera de fuego que no expulso de la cavidad de su boca, el dragón hablaba, pero no aceptaba lo que estaba pasando, él podía escuchar, el escuchaba que no latía el corazón hacía horas que no latía, estaba muerto —. No puedes irte ahora kudichi, no puedes, juraste que siempre serias mi kudichi, Vi asiu gi kudichi.

De los ojos de aquella gran bestia cayeron unas enormes gotas de lágrimas, lágrimas de tristeza y desesperación, su rostro se desformo, expulso la esfera de fuego estrellándola contra la pared de la caverna, apretó sus dientes, su rostro denotaba enojo, tristeza y culpa, su cola golpeo el frio suelo varias veces y rugió, tan fuerte que cueva tembló, algunas montañas de vasijas y moneas se derrumbaron. Su pecho se inflaba y desinflaba con rapidez en una respiración desenfrenada, la cavidad de los ojos, ahora totalmente vacíos, observaban a todos lados sin saber a dónde mirar, no había nada que ver.

El dragón camino donde sabía que estaban sus tesoros incrusto la cabeza debajo de las infinitas pilas de oro, rubí, diamantes y zafiros. Arrastro su cuerpo debajo de aquellas pilas y quedo totalmente cubierto por ella.

—kudichi, gi kudichi, likary. Ese soldado y todo su reino van a pagar la lika de mi kudichi.