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Chapter 2 - Capítulo 1: A tú edad

—¿Dónde está el príncipe? —pregunta Rayzar con un tono bastante agitado al no ver a su primogénito con el grupo de refugiados, Linfa, doncella encargada de su cuidado se encontraba pálida al no tener una respuesta satisfactoria para su padre, la División Halo se encontraba buscando al pequeño por todos los rincones posibles, pero entre tanto tumulto de gente fue bastante fácil perderle de vista.

En el momento que Zaykar inicio su carrera para perder de vista a Linfa y los Halo que los custodiaban ninguno fue capaz de atraparlo, tal vez pensarás que es un personal inútil al no poder con un pequeño de siete años, pero la realidad era que el noventa y cinco por ciento de los soldados de la división real se habían reunidos para hacer frente al dragón, y de la división Halo un noventa había salido para acompañar a la división real, el cinco por ciento restante de la división real estaba distribuido por toda las zonas del castillo ayudando y dirigiendo en tal momento de conmoción y el diez por ciento restante de la división Halo estaba distribuido entre un cinco por ciento que acompañaba al rey y el otro cinco por ciento distribuido de manera equitativa entre la princesa Xarel y sus hijos, así que aparte de las doncellas y un quince por ciento de los soldados rondando el castillo, todo lo demás que había era un grupo de personal inútiles y nobles que le importaba muy poco la vida del hijo de la hermana mimada del rey, así que cuando este pasaba corriendo apartando gente y nadie le hacía caso y con su diminuto tamaño ningún soldado lo avistaba entre tanto tumulto.

—El príncipe, lo perdí, salió corriendo y sé que solo es una excusa, pero entre tantas personas no lo pude alcanzar y no sé dónde está en este preciso momento, perdóneme por favor —. Linfa hablaba con temor mientras su voz se rompía con el temor de ser castigada por haber perdido al príncipe, Rayzar inhalo profundamente para no explotar y por fin hablo.

—Que los guardias busquen en todos lados, no me interesa a que división pertenezcan, solo me interesa que lo encuentren —. Zaykar había salido del castillo, había revuelo por todos lados, algunas personas con algo de conciencia habían intentado llevarlo con algún grupo de refugiados, no podían dejar al joven príncipe deambulando por ahí, pero cualquier persona que intentará llamar la atención de Zaykar iba hacer ignorado, sabía que lo llevarían a algún refugio o entregarían a algún guardia para ser llevado de vuelta con su niñera y en la mente de aquel obstinado niño estaba el de salir a buscar algún curandero algo competente para despertar a su madre.

Los muros del castillo eran extremadamente alto, aproximadamente unos cinco o seis metros de alto, altura solo superada por los gigantes o dragones, aquel castillo era casi del tamaño de una ciudadela, no le faltaba mucho para que todas sus edificaciones en conjunto fueran proclamadas como una, por ende Zaykar no podía estar andando por ahí, si este quería salir de los muros y adentrarse en el vasto bosque en busca de algún ermitaño renegado que aceptara alguna paga por venir a meterse en este tumulto y despertar a su mamá, no podía arriesgarse a querer salir por la puerta, dicho sea de paso, estaba cerrada y no iba a poder abrir con su diminuta fuerza.

Sin mucho análisis, camino cerca de los muros hasta que encontró unas puertas que no necesitaba mucha ciencia para ser abierta, el único inconveniente es que parecían pesadas, aquellas puertas eran abiertas y cerradas por los guardias como todas las puertas de los muros, la única diferencia consistía en que estas puertas estaban destinada al personal y a los reabastecimientos del castillo. Para que no allá mucho revuelo en la entrada principal se dejó una entrada más pequeña y silenciosa en la parte trasera, lo que en otra ocasión estaría fuertemente vigilado, solo tenía los guardas de los muros que se encargaban de observar si aún estaban siendo amenazados. La puerta era de madera, abría hacia dentro, bloqueada solo con un poste de madera cruzado horizontalmente. Aun siendo la salida más sencilla para escapar lo que bloqueaba la puerta aún estaba muy alto y no solo eso, era un bloqueo planeado para ser quitado entre dos hombres, Zaykar solo media aproximadamente un metro y el poste estaba sobre el metro para que un hombre de estatura promedio lo pudiera alcanzar, el pequeño tenía miedo de ser escuchado si lograba quitar aquel poste.

Zaykar se detuvo frente a la puerta, levanto un poco su mentón mirando hacia el poste, extendió su mano derecha dejando el meñique y anular apuntando hacia él, el medio y el índice hacía el frente, con una separación de unos 4,5 cm entre ellos, y el pulgar hacía arriba y como a modo de cantico o mantra pronuncio las siguientes palabras.

—Con esta simple acción te desplazaré —. Movió su mano bruscamente hacia la izquierda tan brusco que le dolió, aquel movimiento provoco que el poste se deslizara hacia la dirección que se había movido la mano, el poste cayó al suelo causando un gran estruendo, ahora manteniendo la misma posición de su mano, pero esta vez con la palma hacia arriba bruscamente llevo el brazo hacia si mismo deteniéndolo justo frente a su rostro, llevando aquella acción que las puertas se abrieran en un instante. Zaykar no espero más y corrió fuera de los muros, pero no separo de ellos sabía que si corría muy lejos de los muros los centinelas lo avistarían, así que corrió hasta que comenzó a acercarse a la zona boscosa donde no podría ser visto por los centinelas a causa de los altos árboles y las sombras que formaban a causa de la noche.

Zaykar había escuchado que dentro de estos bosques habitaban antiguos encantadores, personas con alta experiencia en el mundo del encanto a causa de su edad, pero no podía saber a ciencia cierta cuanta verdad había sobre esto.

Los guardias estaban investigando la zona, seguro algún captador ya había identificado su magia y la dirección del usuario, sus cortas piernas no iban aguantar una persecución mucho tiempo en aquel oscuro bosque e intentaba moverse con rapidez buscando inocentemente encontrar alguna cabaña de algún erudito encantador que supiera usar magia curativa, los guardias por otra parte se movían pacientes, con seguridad, alumbraban su camino con antorchas mientras a la cabeza los guiaba un captador siguiendo su rastro, se movían a una velocidad considerable, pero con bastante cuidado, el terreno era inestable con bastante subidas y bajadas leves, todos sus caminos naturales sin ninguna construcción artificial para la comodidad humana.

—¡Ay! —Zaykar siente haber chocado con un muro y repelido hacia tras, cayó al suelo un poco asustado, cuando ve como el cuerpo de la persona con la que se había topado se ilumina frente a él, aquella persona había encendido un fuego en la palma de su mano para que Zaykar pudiera reconocerlo y una sonrisa se embozo en el rostro de aquella persona que se abajaba para poder estar a la misma altura de Zaykar que aún no se recomponía del susto.

—¿Estás bien, Zaykar? —el niño se levantó de un brinco y su rostro de miedo cambió a sorpresa y emoción. Su piel clara, junto con sus ojos color avellana y cabello negro, brillaban a la luz del fuego que sostenía en su mano, creando una imagen mágica que contrastaba con la penumbra que los rodeaba.

—¡Abuelo Nemirs! —Gritó —sí, estoy bien —. Los soldados ya lo habían alcanzado y el captador hizo un gesto con una se sus manos indicando al grupo de soldados que se detengan, ya habían llegado a su destino y quedo muy sorprendido al ver quien era el dueño de aquella energía que estaban persiguiendo, en un principio pensó que era algún ladrón que se había aprovechado del desorden, así que al ver a los dos personajes juntos, pensó que el adulto era el dueño de la energía, pero no fue así, el niño era quien había usado el encantamiento, no es que fuera raro que un niño usara magia, solo que era raro verlo por ahí haciendo desastres con ellas, además que su nivel de control suelen ser pésimos. El captador observo al niño y en su rostro se pudo notar ese gesto de "Claro ya entiendo", ese giro de ojos y labios arrugados que se suele hacer cuando se da algo por sentado. "El príncipe, siempre son tan intransigente y altaneros a corta edad".

—¿Algún problema, caballeros? —pregunto Nemirs al ver los guardas que se detenían frente a ellos.

—No, solo que seguíamos una energía que nos llevó hasta el príncipe, que por orden del general Rayzar estábamos buscando —. Nemirs miro a Zaykar el cual le devolvió la mirada con ojos de cachorros que le rogaba que no lo mandase con los guardas. Nemirs suspiró.

—Díganle a Rayzar que ya lo llevaré yo con él, que está a salvo conmigo —. Estos asintieron y se volvieron en su camino para dar el mensaje.

—Ya me preguntaba por qué el príncipe Zaykar estaba solo en el bosque sin ningún escolta, así que te escapaste. Ya decía que nada bueno iba a salir de Rayzar y Xarel —. Zaykar titubeo al hablar.

—No, bueno sí, pero solo vine para buscar un encantador curandero, dicen que en este bosque hay viejos encantadores, mamá no despierta y no veo que los médicos reales estén ayudando en algo.

—Calma, vete más despacio, ¿Qué tal si vamos a ver a tu madre? Mientras me cuentas que paso —. No es que Nemirs supiera todo lo que sucediera en Aqare, pero tenía una idea general de la situación actual del castillo y considerando la personalidad impulsiva de Xarel ya tenía una idea de los posibles casos que la llevaron a su condición actual. Solo pedía a Zaykar que le contase para mantener la mente del pequeño distraída, y ni notará cuando llegasen al castillo.

Nemirs escuchaba el relato del punto de vista de su nieto de como un gran dragón embravecido atacaba a la inocente gente de Aqare, y su padre dirigía el ataque para ahuyentar al dragón, como hicieron que todos los niños, mujeres y todo aquel demasiado joven, anciano o incapacitado para pelear se escondieran, él decía que no podía ver nada, pero a pesar de eso escuchaba los gritos de batallas y el horror de la gente era evidente, luego vio como llevaban a su madre con cuidado y la dejaban reposar llenándola de toallas frías como medida de emergencia, ella no despertaba y no dejaban que nadie ni siquiera él se acercara a ella.

—Si hubiese sido papá abren paso para que se acercase —. Dijo enojado.

—Privilegios Zaykar, privilegios, algún día tendrás esos privilegios o tal vez más —. Zaykar bufó sin decir una palabra mientras entraban por la puerta del personal, ya los guardas estaban esperando, la seguridad había sido reforzada y todas las entradas estaban siendo vigiladas, si un niño hizo eso, un adulto podría hacer más. Los guardas habían sido regañados por haber dejado la puerta sin vigilancia, pero la verdad es que todos solo seguían órdenes, la amenaza principal era el dragón y todos habían sido invocados a la batalla, pero ahora la culpa de dejar el puesto era del guarda.

Nemirs sintió la energía de Zaykar impregnada en aquella área, era bastante, demasiada para una magia tan débil, miro de reojo al pequeño, era un Adara, con todo y haberse alejado del mundo de las políticas le molestaba que uno de sus descendientes tenga un control tan lamentable de sí mismo.

Zaykar guío a su abuelo al refugio, hacía años que Nemirs no ponía un pie en aquel castillo. Rayzar hablaba con los guardas estando más calmado al escuchar que se encontraba con su padre, Nemirs y Zaykar solo los separaban unos minutos de distancia de los guardas. Al entrar al refugio se podía notar que Rayzar había ordenado y calmado a todas las personas allí presentes, ya no se encontraban aglomeradas, el ruido era menor y se podía caminar con más libertad. Rayzar al ver a Zaykar entrar corrió hacia él y lo reviso de pie a cabeza para luego darle un abrazo, estaba un poco sucio, no mucho, apenas un poco de polvo en su espalda por correr en el bosque. Nemirs miro a su hijo y luego con la mirada buscaba a su nuera, al parecer la habían movido, era de esperar, no iban a mantener a la princesa en tales condiciones a la vista del público, además en tales condiciones las doncellas debían desnudarla, remojar su cuerpo con agua fría para bajar su temperatura.

—¿Dónde está mi nuera? —Al escuchar sus palabras muchos se quedaron mirando a Nemirs, pocos eran los que creían que el padre de Rayzar se veía de la misma edad o más joven que el mismo Rayzar, sin un solo vello facial a diferencia de Rayzar, este parecía estar en los treinta, cualquiera se creería que Nemirs es hermano de Rayzar si esto así lo dijeran.

—Está en uno de los aposentos más adelante, ¿Por? —Padre e hijo ni si quiera se han saludado, Nemirs no mira a Rayzar, Rayzar suspira y este se inclina levemente ante su padre, una crianza que no le ha dado ni a su propio hijo.

—Rayzar Adara pide la bendición a su padre —. Nemirs se gira y tomando a Rayzar por los hombros hace que se levante y mirando a los ojos responde.

—Que el gran y único Dios bendiga a mi hijo todos los días de su vida —. Rayzar inclina la cabeza un poco avergonzado, hacer eso ante todos sus súbditos le parecía algo incómodo, pero no era una incomodidad negativa, solo había perdido la costumbre.

—El pequeño Zay dijo que mi nuera estaba en una condición delicada y vine a verla personalmente, soy un ermitaño, pero aun así me preocupa el bienestar familiar —. Dice girándose, caminando hacia los aposentos, Rayzar sabía como se encontraba su esposa en aquel momento, despego sus labios de manera apresurada para advertir a su padre, pero este ya lo había anticipado y sin ni siquiera notar que había interrumpido a su hijo siguió hablando.

—Si está en una condición que a mí como suegro no se me pueda permitir observar, diles a las doncellas que la preparen para que yo la pueda visitar —. Nemirs se detuvo frente al pasillo esperando a su hijo, Rayzar embozo una leve sonrisa mientras dejaba atrás a su hijo e ingresaba al aposento donde cuidaban a su esposa, Zaykar se quedó al lado de su abuelo esperando que su padre saliera.

Xarel estaba cubiertas de toallas, su condición estaba estable, pero su cuerpo se encontraba enrojecido por las quemaduras, en su cuerpo se comenzaban a formar ampollas que posteriormente se sabía que iban a llenarse de líquidos, y eso la llenaría de marcas. Rayzar sabía que Xarel no era superficial, pero también sabía que emocionalmente, aunque no lo demostrase era débil y seguro las demás damas comenzaran a hablar de eso y no soportará, ya era suficiente con las marcas ocultas de practica de espadas, estás serían demasiado visibles, no habrá guantes y vestidos que las oculte.

Las doncellas retiraron las toallas y secaron su cuerpo para vestirla como su esposo había ordenado, la vistieron con su pijama, un vestido blanco hasta las rodillas con mangas cortas, cambiaron las sábanas y la acostaron llevándose todas las toallas y sábanas.

—Puedes pasar —. Avisó Rayzar a su padre. Nemirs entro seguido de Zaykar, Rayzar iba a detenerlo, no deseaba que su hijo viera a su madre en esa condición, pero al ver que Nemirs no se oponía no le dijo nada y dejó a su hijo pasar.

—Se ve peor de lo que el pequeño Zay dijo, pero al menos la estabilizaron —. La puerta se cerraba tras él mientras hablaba, los presentes en la sala se quedaban mirando la habitación hasta que su espectáculo fue cancelado al cerrarse la puerta, todos querían saber que haría el gran Nemirs, tenían la entidad más poderosa del reino en persona, la que muchos alegan solo ser leyenda.

Nemirs se quedó unos segundos mirando a su nuera, analizando sus quemaduras, parecía que había recibido un shock bastante fuerte por el dolor generado por el calor del fuego o tal vez fue la falta de oxígeno al ser absorbido por el fuego, cualquiera que allá sido la razón la dejo en un estado de inconciencia bastante fuerte. "Porque siempre eres tan imprudente" Pensó con un suspiro mientras extendía su mano y con un pequeño gesto le decía a Zaykar que no despegara la vista.

Dibujo unos símbolos en el aire que estaban formados por dos palabras que formaban un círculo con una letra en el centro que escrito en romance significarían "Mejorar, sanación". Las letras brillaron intensamente bajo la mano dejándola a unos pocos centímetros de ella, tan pocos que era imperceptible para el ojo humano que no la estaba tocando. Los símbolos desaparecieron, pero el aun concentrado en ella seguía transmitiendo su energía hacia ella para curarla, su piel volvía a su estado natural, las ampollas desaparecían y hasta sus cicatrices más antiguas ya no estaban, el shock en su cerebro ya había desaparecido. Apartó su mano de ella y miró a Zaykar quien estaba maravillado, la piel de su madre se veía más hermosa que nunca, había recuperado su color, pero.

—¿Por qué no despierta? —pregunta Zaykar preocupado.

—Ella despertará pequeño Zay, ya curé todas sus heridas, ahora solo debe descansar, no me gusta forzar los descansos, aunque puedo, eso le puede causar un rebote y provocar que no despierte más y entonces tendría que gastar una gran cantidad de energía para remediar ese rebote.

Zaykar asintió sin entender mucho, en la mente de Zaykar todo se resumía en: despertarla a la fuerza puede pasar algo malo, es mejor dejarla despertar de manera natural.

—Zaykar ¿Qué tal si te quedas un rato al lado de tú madre mientras hablo con mi hijo? —Zaykar acepto sin dudar, cargo una silla hasta el lado de la cama y se sentó en ella mientras observaba las lentas respiraciones de su madre al dormir.

Nemirs abrió la puerta, salió del aposento, camino fuera del refugio mientras su hijo lo seguía y esperaba pacientemente que su padre hablase.

—Quiero entrenar a Zaykar.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste, quiero entrenar a Zaykar —. Rayzar no daba crédito a lo que escuchaba, su padre quería entrenar a su hijo.

—Apenas conoces a tu nieto, lo ves cada dos años y solo porque yo lo llevo a que te vea y de repente quieres ¿Entrenarlo?

—Es porque vi que lo mimas demasiado —. Nemirs nota que su hijo iba querer comenzar una discusión con él, levanto la mano indicando que no dijera ni una sola palabra a lo que Rayzar reacciono cerrando sus labios de mala gana.

—Antes de que comiences a decir que él es tu hijo o cosas como esas, te recuerdo que él es un Adara.

—También es un Lybe.

Interrumpió Rayzar.

—Pero es un Adara —continuó Nemirs— Tú a su edad te controlabas también que, aunque un captador promedio identificara la magia que habías usado, no podían llegar hasta ti porque no podrían analizar la energía lo suficientemente rápido como para detectar el dueño antes que se desvaneciera y volviera a la nada.

—¿Y eso que papá? —. Reprocho Rayzar.

—Tal vez ya no sea un monarca, pero de mis descendientes espero excelencia y más de tu hijo que es el próximo en la línea de sucesión.

—¿Cómo lo sabes? —Nemirs hecho una carcajada ante la pregunta de su hijo.

—Ray, yo funde la Suprema Corte, sé que ellos no podrán resistir la oportunidad de tener a un Adara de tercera generación en la corona, y devolver el nombre Adara a la corona, y ya que también es un Lybe usarán el bache de que es un legítimo sucesor, provocando la invalidación del juramento, me pregunto cuanto tiempo habrán planeado esto.

Rayzar escucho embobado la analítica de su padre, al parecer los casi dos mil años de edad le han servido de algo.

—Ya basta de tu modo analítico, que tiene que ver eso contigo papá —. Nemirs sonrío.

—Soy un monarca nato, el primer rey de este reino, quien mejor que yo para guiar a Zaykar. —Hizo una pausa y miro hacia el refugio—. Le enseñare como gobernar, aprenderá primero como gobernar el bosque y luego sabrá como gobernar a las personas, todo un paso a la vez, nadie aprende de la noche a la mañana, primero déjalo ser niño, luego ser adulto y cuando allá recorrido la vida verá lo que es ser un rey.

—Y qué crees que he estado haciendo hasta ahora, no me he saltado ninguna etapa —. Nemirs exhalo fuertemente, sabía él que solo había escuchado "Un paso a la vez" y "Déjalo ser niño" lo demás Nemirs ni lo dijo, no existió.

—Escucha bien saco de papas, la suprema corte quiere a Zaykar en el poder ¡ya! Ya han existido reyes de diez años y de menor edad, para ellos Zaykar puede aprender a gobernar en el proceso ellos lo pueden guiar, tú ni yo queremos eso para el pequeño Zay ¿No? ¿Quién impedirá a la corte poner a Zay en el poder si el actual rey muere de una manera misteriosa? —Rayzar entendió con la explicación extensa de su padre, y aunque solo él sabía que esa explicación solo era su segunda intensión sacada de la manga para convencerle, Rayzar sabía que, aunque el trato fue que Zaykar tomaría el poder al cumplir su mayoría de edad, ellos pueden y mueven al reino entre las sombras.

—¿Qué hay de su madre? Ella no soportaría que quitasen a su hijo de su lado.

—Ella puede ir a verlo en sus horarios de descanso o verlo mientras estudia o entrena yo no tengo problema con eso, aunque prefiero que no esté en los horarios de entrenamiento. De todas formas, es lo que hace siempre de por sí —. Rayzar se quedó unos minutos en silencio, Nemirs se quedó disfrutando del silencio mientras espera su respuesta, Rayzar sabía que no se iría sin una respuesta, también sabía que tenía razón.

—Está bien, pero espera por lo menos hasta el próximo mes, deja que lo converse con Xarel.