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El último lamento de Velhara

Axel_Perez_3468
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Synopsis
En el continente de Velhara, dividido por la ambición y la guerra, un hombre marcado por un oscuro pasado viaja entre las sombras del Imperio Noxar. Kael no es un héroe, pero su habilidad con la espada y su sonrisa engañosa ocultan un juramento de venganza contra el tirano que le arrebató todo. Mientras los reinos luchan por sobrevivir, Kael traza su camino, donde la justicia y la venganza se entrelazan en una batalla que podría cambiar el destino de un continente al borde del colapso.
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Chapter 1 - Capítulo 1: Sombras Del Ayer

El cielo tenía un tinte carmesí, como si la propia tierra de Velhara estuviera marcada por las cicatrices de su historia. En una colina cubierta de hierba seca y con vistas al desolado pueblo de Korthal, Kael Draykar se sentó sobre una roca, ajustando la hebilla de su bota mientras tarareaba una melodía alegre.

A primera vista, nadie habría adivinado que este hombre de cabello desordenado y sonrisa despreocupada cargaba con un pasado tan oscuro como el horizonte que se extendía frente a él. Con 32 años, Kael tenía el aire de un vagabundo sin preocupaciones, pero su mirada, fría y calculadora, traicionaba el escudo de su alegría fingida. Su complexión delgada y fibrosa mostraba los resultados de años de lucha, pero la capa y la espada desgastada que llevaba no hacían justicia al hombre hábil que era. Nadie veía las cicatrices ocultas bajo su ropa, y la única que quedaba al descubierto, la de su rostro, contaba una historia de sufrimiento que pocos podían comprender.

"¿Cuánto tiempo más vas a esconderte aquí arriba?" se preguntó en voz baja, su tono burlón, casi como si estuviera hablando con un amigo invisible. Dejó escapar un suspiro y se puso en pie, sacudiéndose el polvo de la capa. Desde su posición, podía ver las ruinas de Korthal: casas quemandose, campos desolados, y una torre de vigilancia con la bandera negra ondeando al viento.

Kael dejó de tararear. El emblema en esa bandera -un dragón negro devorando un sol- le removió algo en el pecho, algo que había pasado años enterrando. Cerró los ojos por un instante, y la sonrisa en su rostro se desvaneció. Los ojos que antes parecían amables ahora irradiaban una fuerte sed de sangre y venganza, como si todo el odio contenido detrás de su sonrisa hubiera encontrado una salida.

No tenía intención de salvar a nadie. Nunca lo tuvo. Pero había cosas que no podía ignorar, cosas que le molestaban lo suficiente como para hacerle actuar. Y en ese momento, lo que más le molestaba era ese maldito emblema ondeando sobre la torre.

"Bueno," murmuró, sacando su espada de su cinturón, el acero desgastado pero afilado como siempre. Probó el filo con el pulgar y lo observó detenidamente, como si cada marca en el acero contara una historia. "Supongo que un poco de caos no hará daño."

Mientras descendía la colina, su sonrisa regresó, pero esta vez no era ni amable ni despreocupada. Era la sonrisa de alguien que llevaba consigo un fuego, uno que no podía apagarse.

Kael Draykar no era un héroe. Solo era un hombre con cicatrices que aún dolían.