- "Guiado por la carismática Allivy, Mitsuki descubre más sobre el hotel Eternalis, un hotel lujoso en la mítica isla flotante de Ectiviland. Lo que comienza como un deslumbrante tour se convierte en una serie de pruebas poco convencionales, diseñadas por Allivy y su aprendiz Alaska, para medir su fuerza y habilidades. Entre risas y desafíos, Mitsuki empieza a vislumbrar que su destino es mucho más grande de lo que jamás imaginó." -Después de la extraña conversación y el desconcierto en la cafetería, Allivy sonrió a Mitsuki con una expresión enigmática, como si se estuviera preparando para cambiar la perspectiva del chico.—"Ven, te daré un tour por el hotel. Creo que es el momento adecuado para mostrarte un poco más del lugar," dijo con una sonrisa juguetona. Se levantó de su asiento, moviéndose con gracia hacia la puerta, mientras Mitsuki la observaba, aún con algo de incredulidad en su rostro.Mitsuki la siguió, sin palabras, pero sus ojos curiosos no podían dejar de estudiar cada rincón de ese lugar tan extraño. Mientras caminaban hacia la salida de la cafetería, Mitsuki no podía evitar sentirse más calmado, como si esa actividad le ofreciera una distracción de sus pensamientos confusos.Después que cruzaran la puerta, Hitomi, la mesera, apareció con las dos tazas de café humeante en las manos. Sus ojos se iluminaron cuando vio que la mesa estaba vacía, pero al mirar a su alrededor, su mirada se posó en una nota que Allivy había dejado sobre la mesa."Tuvimos algo de prisa, toma tu propina :D!" decía la nota, acompañada de un billete de 5000 yenes. Hitomi sonrió, sorprendida, y suspiró con una mezcla de gratitud y sorpresa. Era una propina generosa, y algo en ella le hizo pensar la calidad de persona que es Allivy. Se guardó el dinero con una sonrisa cómplice.Mitsuki y Allivy caminaban por los pasillos del hotel, con Allivy guiando el recorrido de forma casi teatral, como si cada paso fuera parte de un tour privado. Mitsuki ya no se sentía tan fuera de lugar; la calma había regresado lentamente a su cuerpo, y, aunque aún había muchas preguntas sin responder, algo en el ambiente lo hacía sentirse más cómodo.—"Bien, bien... Aquí tenemos la zona de arte del hotel, donde los visitantes más exclusivos disfrutan de las exposiciones privadas," dijo Allivy con entusiasmo, señalando una serie de esculturas modernistas que parecían casi fuera de lugar, pero a la vez perfectamente alineadas con la atmósfera del hotel.—"Wow, se ve increíble" murmuró Mitsuki, observando las piezas con una mezcla de fascinación y desconcierto. Aquel hotel era como un pequeño universo por sí mismo. Y él, un simple desconocido en medio de todo eso.Poco después, llegaron a un espacioso vestíbulo. Mitsuki no podía evitar notar la diferencia en el tipo de personas que se encontraban alrededor: todos de aspecto elegante, con trajes caros, accesorios lujosos. Había una atmósfera de riqueza, poder y sofisticación que lo hizo sentirse aún más fuera de lugar.—"¿Por qué todo aquí es tan... lujoso?" preguntó Mitsuki, casi de manera instintiva, mirando con asombro a su alrededor. "¿Por qué todas estas personas parecen... tan importantes?"Allivy sonrió de manera tranquila, como si hubiera anticipado la pregunta.—"Porque estamos en un lugar muy exclusivo, Mitsuki. Este es el Eternalis, uno de los hoteles más importantes del mundo. No es solo un hotel... es un punto de encuentro para la clase alta. Este lugar atrae a personas poderosas de todo el planeta. Pero hay algo más, algo que quizás te sorprenderá aún más," dijo con un brillo en los ojos.Mitsuki la miró con curiosidad, sin entender del todo a qué se refería. ¿Había algo más que no sabía?Allivy lo llevó hacia el ascensor, que estaba decorado con un diseño futurista que dejaba ver una vista impresionante de la ciudad a través de los cristales del pasillo. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Mitsuki entró, mirando a su alrededor con asombro.—"Este ascensor tiene una vista increíble," comentó, tocando los cristales, que ofrecían una panorámica única de la ciudad. Pero algo no estaba bien... al final de la vista, todo parecía... desmoronarse en un abismo y niebla, como si la ciudad se extendiera hasta el borde de un precipicio.—"¿Qué es eso?" preguntó, frunciendo el ceño y señalando el extraño abismo. La ciudad parecía desvanecerse en la nada.Allivy lo miró con una sonrisa juguetona y respondió:—"Ah, eso es algo que te sorprenderá aún más. Estás en Ectiviland, la isla flotante donde vivo. No sé si lo sabías, pero... este es un sitio muy importante para el planeta. Esta isla flota en el cielo, suspendida por fuerzas que aún son un misterio para muchos. Y la ciudad que ves... es solo una pequeña fracción de lo que este lugar representa."Mitsuki se quedó en silencio por un momento, procesando la información. No había visto algo tan... raro, al menos a este nivel. La isla flotante, la ciudad suspendida en el aire, parecía sacada de una película de ciencia ficción. Miró por la ventana, y por primera vez, un leve destello de asombro se reflejó en sus ojos.—"En verdad... Esto es increíble," murmuró, su voz llena de fascinación. La vista era imponente. Las cascadas que caían desde las alturas, el bullicio de la ciudad a lo lejos, todo parecía pertenecer a otro mundo.—"Es un lugar único, Mitsuki. Ectiviland... es el corazón de muchas de las fuerzas que controlan este mundo. Y tú, aunque no lo sepas aún, eres una parte importante de esto," dijo Allivy con una mirada que revelaba un conocimiento profundo.Mientras el ascensor ascendía lentamente, Mitsuki y Allivy llegaron al último piso. El piso 33. Allivy lo guió a través de un pasillo largo y elegante hasta llegar a una puerta que, al abrirse, reveló una habitación de hotel aún más lujosa de lo que Mitsuki había imaginado. Una cama gigante, un ventanal con vista panorámica de la ciudad y el mar que se extendía hasta donde la vista alcanzaba.—"Este será tu lugar hasta que puedas y quieras mudarte. Si necesitas algo, no dudes en llamarme," dijo Allivy con una sonrisa amable. Sacó su teléfono y lo miró. "Aquí tienes mi número," dijo, entregándole una tarjeta con su información de contacto. "Si no me encuentras, siempre estaré a un mensaje de distancia."Mitsuki la miró, aún sin estar completamente seguro de todo lo que estaba sucediendo. Pero una parte de él, la parte más curiosa, no podía evitar sentirse atraída por la idea de descubrir más sobre este mundo tan extraño y las misteriosas fuerzas que estaban en juego.—"Gracias, Allivy. Me siento un poco... fuera de lugar, pero supongo que eso es algo que tendré que acostumbrarme," dijo, una ligera sonrisa en su rostro.Allivy sonrió con simpatía, tocándole el hombro de manera amistosa.—"No te preocupes, Mitsuki. Este es solo el principio. Aquí, con nosotros, encontrarás algo más grande que cualquier cosa que hayas conocido hasta ahora. Y créeme, lo que está por venir... te cambiará."Mitsuki, aunque aún rodeado de incertidumbre, comenzó a sentir que su vida estaba a punto de dar un giro que hasta el momento jamás habría imaginado.Y con esa sensación de que algo importante estaba por ocurrir, el capítulo llegaba a su fin, con Mitsuki en la habitación de un hotel en una isla flotante, un mundo completamente nuevo que comenzaba a desplegarse ante él.Mitsuki se dejó caer sobre la cama después de que Allivy salió de la habitación, exhausto por haberse despertado temprano. No había dormido bien la noche anterior, y ahora, la comodidad del colchón y la calidez de las sábanas parecían más que irresistibles.—"Solo cerraré los ojos un momento... nada más que un pequeño descanso," murmuró, mientras sus párpados se cerraban pesadamente.El reloj en su cama marcaban las 9:30 de la mañana, pero para Mitsuki, el cansancio acumulado lo empujó rápidamente a un sueño profundo.Una vez en su sueño, se encontraba en un vasto desierto, rodeado de dunas de arena interminables. Sin embargo, en lugar de calor abrasador, todo era sorprendentemente fresco, y a lo lejos se veía un oasis.Con el típico optimismo de los sueños, Mitsuki decidió acercarse.—"Agua... necesito agua," murmuró mientras caminaba hacia el oasis.Pero al llegar, descubrió algo inesperado: no era un oasis común. En lugar de palmeras y un lago cristalino, había un restaurante de comida rápida flotando sobre el agua. Un gran letrero en neón parpadeaba: "Elyria Burger".—"¿Qué demonios?"Entró por la curiosidad, y dentro, el lugar parecía estar lleno de animales vestidos como camareros. Un oso panda le entregó un menú, mientras un pingüino detrás del mostrador tomaba pedidos con un micrófono.Mitsuki hojeó el menú, lleno de opciones como "Batido de Nubes" y "Patatas Fritas del Más Allá". Sin saber qué más hacer, levantó la mano.—"Eh... ¿alguien puede explicarme qué es todo esto?"De repente, las puertas del restaurante se abrieron de golpe, y una figura familiar entró dramáticamente. Era Allivy, vestida con un delantal y una gorra de chef.—"¡Bienvenido a mi restaurante! ¿Qué te parece, eh?" dijo con una sonrisa triunfal.—"¿Tú otra vez? ¿Ahora eres chef?"—"No solo chef, soy la dueña de este lugar. Aquí servimos sueños hechos realidad... literalmente."Mitsuki miró alrededor, notando que las mesas estaban ocupadas por personas conocidas recientemente: Alaska, Aura, e incluso un perro callejero que le ladraba siempre.—"No entiendo una mierda, ¿Qué está pasando aquí?"Allivy chasqueó los dedos, y una hamburguesa gigante apareció flotando frente a él.—"Prueba esto, es nuestro especial del día: la Hamburguesa Cósmica. Está hecha con ingredientes del universo mismo."Mitsuki miró la hamburguesa, que brillaba como si tuviera estrellas incrustadas.—"¿Hamburguesa cósmica? ¿Tú fumas o algo?."Allivy suspiró, cruzándose de brazos.—"¡Siempre tan complicado! Mira, si no comes, no puedes despertar. Esas son las reglas."—"¿Las reglas de qué?"De repente, el pingüino del mostrador habló.—"Del sueño, obviamente."—"¡¿Por qué un pingüino habla ahora?!"Allivy se encogió de hombros.—"¿No has visto a algún Animal humanizado nunca?"Antes de que Mitsuki pudiera protestar más, la hamburguesa empezó a flotar hacia él, como si tuviera vida propia.—"¡No, no, no! ¡Aléjate!" Mitsuki intentó apartarse, pero la hamburguesa lo perseguía como si tuviera intención de alimentarlo a la fuerza.De repente, la hamburguesa chocó contra su cara y el impacto lo despertó.Abrió los ojos bruscamente, con el corazón acelerado.—"¿Qué carajo...?" murmuró mientras se sentaba en la cama, todavía medio confundido.—"¿Qué pasó, Mitsu? ¿Eso no fue divertido?" dijo una voz desde la esquina de la habitación.Mitsuki giró la cabeza rápidamente y vio a Allivy, sentada en un sillón con una taza de té en la mano, mirándolo de manera divertida.—"¿Qué haces aquí? ¿Cuánto tiempo llevas ahí?"—"El tiempo suficiente para verte hablar dormido sobre una hamburguesa gigante."Mitsuki dejó caer la cabeza en sus manos.—"Perfecto. Ahora ni los sueños son privados."Allivy soltó una carcajada mientras se ponía de pie.—"Vamos, dormilón. Tienes cosas que hacer. ¡Deja de preocuparte por hamburguesas y prepárate!"Mitsuki suspiró, resignado.—"Voy a necesitar terapia después de esto..."—"Al menos ahora tienes una mejor Alarma, Dijo Allivy, con un tono burlón dirigiéndose a la puerta entusiasmada"La siguiente escena abre con Allivy y Alaska, ambas vestidas con ropa de boxeo, sentadas casualmente en un ring iluminado por luces brillantes.Alaska de manera inquieta balancea las piernas mientras juega con los guantes de boxeo, mientras Allivy, con su característico aire de tranquilidad, ajusta una venda en su mano.Mitsuki entra al ring con expresión de incredulidad, vistiendo ropa casual, y se detiene al verlas.—"¿Por qué me llevaste a un ring?" preguntó Mitsuki con tono seco, mirando a su alrededor como si todo fuera una mala broma.Allivy se levantó de un salto, señalándolo dramáticamente.—"¡Sería muy aburrido hacerte los típicos exámenes de fuerza! Así que, para asegurarnos de que estás listo para tu misión de prueba, pensé en algo más divertido."Mitsuki arqueó una ceja.—"La Señora Original..."El comentario hizo que Alaska se tapara la boca, pero su risa se escapó inevitablemente en pequeños jadeos hasta que estalló por completo.—"¡Oye! ¡Respeta!" exclamó Allivy, cruzándose de brazos y con una expresión exagerada de indignación. "¡Solo tengo 5000 añitos! ¡Soy toda una jovencita!"Mitsuki suspiró mientras Alaska reía sin parar, inclinándose hacia adelante en un intento por recuperar la compostura.—"Muy bien, Jovencita," dijo Mitsuki con un leve tono burlón. "¿Cuál es tu brillante plan para estas 'pruebas entretenidas'?"Allivy sonrió, caminando a una zona apartada del ring donde había una fila de sacos de boxeo, cada uno más grande que el anterior.—"Es simple: prueba de sacos. Por cada saco que rompas, pasas al siguiente. El objetivo es romperlos todos."Mitsuki miró los sacos y luego a Allivy.—"¿Y si no quiero romper tu equipo de gimnasio?"—"¿Equipo de gimnasio? ¡Esto es artefacto de entrenamiento premium de Ectiviland! Además, no te preocupes, están hechos para aguantar... bueno, casi todo."Alaska, aún con una ligera risa en los labios, se levantó, animándolo con un gesto.—"Vamos, Mitsu. Veamos si eres tan bueno!."Mitsuki suspiró y se acercó al primer saco. Con una actitud relajada, se posicionó y preparó el puño.—"Espero que esto no tenga otro de tus trucos..."Con un movimiento rápido, lanzó un golpe directo al primer saco.¡CRACK!El saco explotó en una nube de polvo blanco que llenó el ring al instante. Mitsuki tosió y retrocedió, mientras escuchaba el ruido continuo de otros sacos cayendo al suelo. Al abrir los ojos, vio que no solo había roto el primer saco, sino que el impacto había causado una reacción en cadena, destruyendo todos los demás.El polvo se asentó lentamente, revelando a Allivy y Alaska completamente cubiertas de blanco, sus caras congeladas en una mezcla de sorpresa y bochorno cómico.—"Segunda vez que me ensucio en un día" dijo Allivy con los ojos cerrados pero manteniendo una sonrisa.—"¿Eh...? ¿Eso es todo?" preguntó Mitsuki, mirando sus manos como si estuviera evaluando su propia fuerza.Allivy, después de un segundo, recuperó su compostura y sonrió ampliamente.—"Bueno, creo que el equipo de entrenamiento premium no era tan premium"Alaska, ahora riendo a carcajadas, se limpió un poco el polvo de la cara.—"¡Eso fue increíble! Aunque tal vez debiste avisar antes de destruir el inventario completo."Mitsuki se encogió de hombros.—"Me dijiste que rompiera el saco, así que... lo hice."Allivy puso las manos en las caderas, sacudiendo la cabeza mientras sonreía.—"Está bien, está bien. Pero prepárate, porque lo que viene ahora más desafiante."Mitsuki suspiró, mientras Alaska le daba una palmada en la espalda.Allivy estaba decidida a no hacerle la vida fácil a Mitsuki. Después de la primera prueba, la cual había resultado ser un completo paseo para él, ella lo guió a la siguiente.Alaska estaba esperando en una pista cubierta de hielo, con un chaleco acolchado y unas botas enormes que no parecían muy prácticas para lo que venía.Por su parte, Allivy, con un abrigo brillante que brillaba con cada paso, lucía más como alguien que fuera a una gala que a un desafío de resistencia.—¿Este es el laberinto? —preguntó Mitsuki, mirando a su alrededor con una mezcla de incredulidad y calma.—¡Sí, claro! Solo tienes que atravesarlo sin caer. ¡Tu puedes! —dijo Allivy con una sonrisa, intentando mantener su postura elegante, pero sus pasos cortos y torpes en los tacones lo delataban.Mitsuki no tardó ni un segundo en deslizarse por el hielo, cruzando el laberinto en tiempo récord. Mientras tanto, Allivy trataba de no caer, pero un resbalón aquí y allá parecía inevitable. Alaska, que se había caído varias veces antes, no podía evitar reírse de la situación, mientras Mitsuki ya estaba esperando en la meta.—¿Cómo lo hiciste tan rápido? —preguntó Allivy, con una sonrisa irónica.—Es solo hielo, no es difícil —respondió Mitsuki con calma.—¡Bah, este no es un buen reto! ¡Pasemos al siguiente! —exclamó Allivy, que estaba lista para la siguiente prueba.La siguiente estación era aún más extraña. Se trataba de una carrera de obstáculos flotantes en un abismo que parecía no tener fin.Allivy, ahora cambiada a un conjunto deportivo brillante y con tacones aún más altos, trataba de avanzar con gracia, pero claramente no era el tipo de calzado adecuado para este tipo de prueba.Alaska, que sí estaba completamente equipada con ropa deportiva, parecía disfrutar del desafío, corriendo con agilidad y saltando de plataforma en plataforma, mientras Allivy luchaba por mantener el equilibrio.—¡Apúrate, Mitsuki, me esta dando hambre!
—bromeó Alaska mientras saltaba a la siguiente plataforma, completamente sin esfuerzo.
Mitsuki, sin prisas, avanzaba con pasos seguros, superando los obstáculos sin mucho esfuerzo, y mientras Allivy y Alaska luchaban por mantenerse al día, Mitsuki ya había llegado al final.—Esto es fácil —dijo Mitsuki mientras miraba a sus entrenadoras, que apenas iban tranquilamente en la mitad del recorrido.—¡Qué increíble, no te cansas nunca, ¿verdad?! —se quejó Allivy, mientras intentaba no caer de nuevo.Al siguiente momento, la escena cambió a un rompecabezas de luces, que requería que cada pieza encajara perfectamente.Allivy, siempre tan elegante, ahora llevaba un traje de negocios metálico, completamente inapropiado para una tarea como esta.Alaska, en contraste, llevaba una camiseta de colores brillantes, pantalones con demasiados bolsillos y una gorra con un diseño raro. Ambas parecían divertidas, pero muy fuera de lugar en esta prueba de lógica.—Esto es como intentar hacer magia con un cuchillo de cocina —dijo Alaska mientras observaba las piezas.—¡No es tan difícil! Solo tienes que ver las piezas como si fueran piezas de un rompecabezas normal —bromeó Mitsuki mientras las acomodaba en segundos.—¡Oh, genial! Otra prueba fácil para ti —dijo Allivy, riendo mientras observaba cómo Mitsuki completaba la tarea sin despeinarse.La siguiente prueba fue un combate de sombras. Mitsuki se encontraba frente a una serie de enemigos artificiales que aparecían de la nada.Allivy, ahora con una capa y una postura dramática, parecía más una heroína de cuento épico que una entrenadora seria.Alaska, con una máscara de lucha y guantes, estaba lista para un enfrentamiento, pero cuando Mitsuki empezó a derrotar a los enemigos en segundos, ambas se quedaron mirando con cara de incredulidad.—¡Es un chiste, ¿verdad?! —dijo Alaska entre risas.—No te preocupes, Alaska, lo haré más difícil en la próxima prueba —bromeó Allivy mientras hacía un gesto de "sigue intentándolo".La última prueba fue una carrera de velocidad, donde Mitsuki tenía que correr a través de un terreno resbaladizo cubierto de lodo.Allivy, ahora vestida con un traje deportivo de colores brillantes y con gafas de sol, parecía decidida a que a Mitsuki se le complicaría, pero, como siempre, Mitsuki la superó sin esfuerzo. Alaska, a su lado, estaba más interesada en ver cómo Allivy trataba de mantener el ritmo que en la carrera misma.Al final, Mitsuki había pasado todas las pruebas con facilidad, y las dos no podían dejar de reír por la situación.—¡No esperaba menos! —exclamó Allivy, mientras se dejaba caer sobre el suelo con una sonrisa satisfecha.—Fue muy sencillo—respondió Mitsuki, aún con una expresión de tranquilidad.—¿Y Ahora que toca maestra Allivy? —preguntó Alaska, mientras le lanzaba una mirada cómica a su entrenadora.—Bueno, supongo que será mejor que pase directamente a su misión de prueba. —dijo Allivy, mientras se levantaba con un gesto dramático—.Dejó el ambiente entre suspenso y silencio un segundo dejando con intriga a Mitsuki— Pero por ahora, ¡a descansar! ¡Que mañana tienes trabajo!¿A Dónde irá Mitsuki y a qué? ¿Tendrá dificultades a comparación de su antiguo trabajo? Veremos!