Desperté por segunda vez en el desierto, sigo pensando lo mismo que cuando sucedió la primera vez, no me gustan los desiertos.
Es de noche, apenas veo los rascacielos, pero a mi derecha también veo luz, no veo ningún edificio, pero donde hay luz, hay gente.
Es hora de volver a caminar, me siento mejor, ya no siento la horrible sed ni el dolor de cabeza, la siesta que tomé ayudó más de lo que esperaba.
Los primeros pasos se sienten algo inestables, probablemente porque mis músculos siguen dormidos, aún así seguí adelante, en unos minutos se volverán a sentir bien.
Me tropecé otra vez, cuando vi con qué me tropecé, entré en pánico, no tengo pierna, mi pierna desapareció, YA NO TENGO UNA PIERNA.
Estoy agarrando un muñón, un muñón donde estaba mi pierna izquierda, qué demonios está sucediendo, las piernas no solo desaparecen, no hay sangre, no está en el piso, parece que nací sin una pierna, no está mi pierna, primero me despierto abandonado en un desierto y ahora desaparece una pierna, MI PIERNA.
Y ahí está, una pierna que estoy sosteniendo, una pierna que acaba de desaparecer y la estoy agarrando, está ahí, está completa, está la rodilla, el tobillo y los pies, la pierna que no estaba ahí está, en un segundo me caigo porque no tengo un pie y al otro ya está completo.
Creo que la deshidratación me está afectando más de lo que creía.
Estoy caminando otra vez, pero no me puedo relajar, sigo mirando mi pierna esperando a que vuelva a desaparecer, pero no pasa nada, ahí sigue, donde pertenece, pegada a mí.
En un momento me empiezo a relajar cuando la pierna simplemente no desaparece y empiezo a ganar velocidad, acercándome a la ciudad, ya puedo ver los edificios y la luz de la calle.
Solo quiero llegar a casa, poder relajarme viendo la televisión tomando una bebida mientras mi gato está en mi regazo. Solo quiero que sea un día como cualquier otro.
Vuelvo a sentir que perdí algo, miro y ya no está mi brazo izquierdo, me tensé, otra vez sucedió, una extremidad desapareció, pero cuando vuelvo a revisar ahí está, como si no hubiera sucedido, mi brazo está bien.
¿Así se siente una alucinación?, pensé.
No ver cosas que están ahí, solo para parpadear un segundo y que vuelvan a aparecer. ¿Cómo saber que es real? ¿Cómo saber que es falso?
Seguí caminando creyendo completamente que es real, que mi cuerpo está desapareciendo porque lo contrario es mucho peor. Saber que no puedo creer nada de lo que veo, saber que mi mente está fallando, saber que no importa lo que haga en algún momento dejaré de ser yo.
Sigo caminando y me di cuenta de cuándo "desaparecen", lo hacen cuando me relajo, cuando ya no estoy prestando atención a mi cuerpo, cuando observo los alrededores, miro la luna y las estrellas y escucho los sonidos de la naturaleza.
Pero en cuanto le presto atención a mi cuerpo parece que todo está bien, volveré a estar completo, no solo desaparece mi brazo, también desaparece la ropa que estaba ahí y también vuelve con el brazo. No solo me afecta a mí, también afecta a mi ropa.
Parece algo fácil cuando te dicen que solo le tienes que prestar atención a algo, pero cuando lo tienes que hacer durante tanto tiempo se nota lo complicado, tu mente no parece querer prestar atención a algo que no cambia, no puedes ver durante mucho tiempo un botón rojo sin cansarte y querer hacer algo más, pero si desvías la mirada un segundo puede que el botón rojo ya haya sido presionado por alguien más en ese segundo de distracción.
Saber que la 'alucinación' tiene sentido me tranquiliza un poco.
Es agotador tratar de mantener mi cuerpo unido, entonces dejé de hacerlo. Cuando notaba que un brazo desapareció trataba de no prestarle atención, como si no me molestara su falta de presencia, no lo logre al principio porque… bueno, me gusta tener un brazo, pero fui mejorando con el tiempo.
Un cuerpo más pequeño es más fácil de mantener junto, no son necesarios los brazos para caminar, lo único que necesito son las piernas aunque es muy incómodo caminar sin brazos, mi cuerpo quiere hacer mover los brazos que ya no tiene.
¿Esto sentirán las personas que pierden extremidades, esto es la extremidad fantasma? Suena horrible tener que vivir para siempre con esta sensación, pensé.
Intenté caminar sin los brazos, pero a veces volvían aunque no quería, a veces quería dar una brazada al caminar y el brazo volvía, no tengo esto controlado, las cosas van y vienen a su gusto. Lo bueno es que siempre puedo estar completo cuando quiera aunque sea por un breve tiempo.
Estoy a unos metros de la ciudad, antes de entrar decidí llegar con el cuerpo completo, no quiero que alguien me grabe sin brazos y después de unos minutos los vuelva a tener. No se vaya a hacer viral el video y tenga gente buscando respuestas.
Entré por un suburbio, la mayoría de las casas son de un piso, no se escucha ningún animal ni gente, es todo lo que puedo decir porque sigue muy oscuro, no hay ningún alumbrado público en TODA esta calle.
Mi celular ya está muerto, no sé en qué ciudad estoy y no sé qué hora es, necesito un cargador o un teléfono público, comida, agua y un lugar donde dormir. Principalmente un teléfono.
Estoy buscando una tienda que esté abierta las 24 horas, suelen estar en calles más principales, donde pasan más carros y en este momento estoy en calles pequeñas, espero encontrar a alguien que me ayude.
Encontré a alguien mientras caminaba sin rumbo. Me acerqué rápidamente para preguntarle dónde estaba la tienda antes de que lo pierda de vista.
"Buenas noches, sabes dónde estará…", dije, mientras él se daba vuelta y sacaba algo de su pantalón. Al ver lo que sacó me quedé callado, algo me dice que estoy a punto de ser robado.
"Cartera y celular y no saldrás herido", dijo con tanta seguridad que me dan ganas de darle un puñetazo y quitarle la sonrisa de la cara, quién roba a alguien en las orillas de la ciudad, esta es la zona pobre, ve a una zona con más dinero y lo más importante, agarra bien el cuchillo, si lo agarras boca arriba te puedes apuñalar a ti mismo si hay una pelea. ¡Si vas a robar hazlo bien!
"Rápido que no tengo toda la noche", gruñó agresivamente como si hubiera más gente que asaltar a media noche.
Tuve que tomar una decisión. Huir o pelear, hice lo más inteligente. "Bien, déjame lo saco, solo aleja un poco el cuchillo", no lo hizo, pero no lo acercó más.
Por más tonto que sea por agarrar el cuchillo mal, no iba a pelear contra él, nunca había luchado a puñetazos contra alguien, menos con cuchillos y algo me dice que él si lo ha hecho.
Le dejé mis cosas en sus manos, vigilando el cuchillo que está demasiado cerca para mi gusto.
"Ahora lárgate que estás en mi camino", dijo haciendo un gesto despectivo de que ya no te necesito aquí.
"Antes de que me vaya, sabes dónde hay una tienda que esté abierta", dije antes de que se fuera, ya que me robaste guíame a la dirección correcta.
No dijo nada, pero hizo un gesto hacia un lado, con la falta de luz no se notaba, pero espero que sea una dirección y no una grosería.
Mi corazón está latiendo a mil por hora, siento la adrenalina por mi cuerpo pidiéndome correr, pelear, hacer algo, parece que va a explotar por la velocidad a la que va si sigo caminando. Siempre me pasa así, la adrenalina llega cuando ya pasó el peligro dejándome cansado cuando termina.
Tengo que aceptar que fue mi culpa. Cómo se me ocurre acercarme a alguien que está en la mitad de la noche caminando por la calle cuando la mayoría de las personas normales duermen sin preocuparse.
Fue mi error, pero no estaba pensando en eso, estaba pensando en volver a casa.
Al principio me sentía cómodo caminando por la noche, pero ahora que me asaltaron y estoy en una zona que hace sombras muy feas por todos lados me siento paranoico. Ahora estoy girando la cabeza como un loco para que no aparezca otra persona a asaltarme.
No sé si sentirme más cómodo o más incómodo, si me vuelven a asaltar, ya no les puedo dar más dinero, si vuelve a pasar entonces me dejarían ir por ser un pobretón o me darán una puñalada por no traer nada.
Veo la tienda. Está abierta, me sentí tan relajado, al fin puedo llamar a mi papá para que venga por mí, al fin puedo comer algo, solo necesito un lugar para dormir y estoy listo para descansar toda la semana.
En ese segundo mi brazo desapareció otra vez, pero no lo hice volver, lo vi desaparecer o mejor dicho convertirse en arena y caer en el pavimento. Ahora que había suficiente luz me di cuenta de que no solo el brazo se cayó, mis jeans también son en parte arena, a mi otro brazo le falta un pedazo de carne, a la camisa también le faltaban algunos pedazos y otros eran de arena.
"Yo… soy de arena, no estoy desapareciendo, solo se cae la arena en cuanto me relajo", murmuré para aceptarlo, para aceptar que ya no soy de carne y huesos, soy solo… arena.
Me senté viendo cómo me desmoronaba, cómo me iba encogiendo mientras partes de mí se caían, relajándome por primera vez desde el día anterior donde todo comenzó, desde el desierto hasta convertirme en arena y después ser asaltado.
Ahora que lo pienso probablemente no me hubiera pasado nada si me apuñalaban, la arena no tiene órganos ni sangre, lástima que le di mi celular y cartera, pensé somnoliento.
Y ahí estaba, un montículo de arena a lado de la carretera, agotado mentalmente por ser asaltado hasta el simple hecho de caminar esperando un estímulo fuerte para volver a despertar, pero hasta que suceda, seguiré descansando.
Hasta que el sol salió en el horizonte. Las personas empezaron su día para trabajar y el fuerte ruido de los carros pasando cerca de mí me despierta.
Me levanto y vuelvo a ser un humano, mucho más fácil de lo que esperaba, comparado con hacer volver un brazo esto fue más fácil. No lo había notado, pero simplemente ser humano es un esfuerzo constante, no demasiado, pero se notará en el transcurso del día.
Al ver la tienda a lo lejos, recordé mi objetivo antes de dormirme y me dirigí a ella.
"Buenas noches, ¿dónde tienes algo de comida y agua?", dije al cajero al entrar.
"Buenos días, hay agua en el refrigerador de allá y comida en ese de ahí", dijo señalando hacia donde están, no sabía que ya había amanecido, pasé más tiempo descansando de lo que creí.
Se siente el frío agradable del aire acondicionado mientras voy a agarrar un agua y un emparedado, extrañaba la ciudad y su aire acondicionado, no voy a volver a caminar por un desierto jamás.
"Buenos días, pensé que todavía era de noche, ha sido una larga noche", dije entregando el producto para que lo escaneara.
"No pasa nada, serían cuatro dólares", contestó.
Miré el gafete que tenía en el pecho con su nombre.
"Gracias, Joel", dije mientras le pagaba.
Me gusta llamarlos por su nombre, a unos les extraña que conozcas su nombre como si fueras un conocido o un cliente frecuente hasta que recuerdan que lo tienen pegado en ellos y se les pasa.
Salí a ver el amanecer mientras desayunaba un emparedado de un sabor indistinguible, esperando llegar a casa hoy.
Tomé un gran trago de agua queriendo refrescar mi garganta seca. Sentí algo raro en la boca. Se siente como si mi boca se estuviera cayendo, como si se estuviera derritiendo. Entré corriendo a la tienda yendo al baño buscando un espejo.
Estaba viendo el espejo, cómo tenía una mandíbula derretida, una masa café deformando grotescamente, mi boca deslizándose lentamente hacia el suelo.
Soy un monstruo, a un humano no se le derrite la cara cuando bebe agua, su cuerpo no se cae en pedazos cuando se distrae, no se convierte en arena cuando se relaja, a un humano normal no le pasa esto, pensé en shock.
Sacudí la cabeza sacándome los pensamientos pesimistas y concentrándome en arreglar mi cara.
Mi cara no se derritió, solo… es lodo, solo tengo que quitar el agua y mi cara volverá a ser normal.
Una servilleta no me secará la boca, ¿el secador de manos servirá?, espero que sí porque no quiero ir al sol para que se evapore el agua mientras todos me ven como un animal en el zoológico.
El secamanos funcionó, mi cara se ve bien otra vez, estoy un poco despeinado, pero nada que un poco de agua no me haga ver mejor, en cuanto levanté las manos para peinarme me di cuenta de la estupidez que acabo de hacer, ahí estoy otra vez en el secador de manos, percatándome de que va a ser difícil vivir sin tocar agua, ya no puedo bañarme, lavar trastes, peinarme y tengo que evitar la lluvia, los rociadores de plantas, charcos y quién sabe qué más, cuando algo más me moje lo agregaré a la lista de cosas que ya no puedo hacer.
Me disculpé cuando salí de la tienda, pobre chico, de seguro le metí un susto cuando entré corriendo al baño.
Sigo caminando yendo más al centro de la ciudad mientras busco un teléfono fijo, ya era temprano, la gente estaba despertando, yendo a trabajar, llevando a sus hijos a la escuela. En ese instante se escuchó un ruido de explosión, y luego otra y una más. Se escuchaba cerca, no estaba seguro si fue un disparo, pero aún así me pegué a una pared por si acaso.
Cuando vi a una chica huyendo desesperadamente de donde venía el ruido, me di cuenta de cómo suena un disparo y tienen razón, el sonido es inconfundible.
Saqué el teléfono para llamar a la policía, cuando la pantalla no prende me acordé que no tenía pila desde anoche… la misma noche donde me habían robado el mismo celular que tengo en la mano. Busqué en mi bolsillo encontrando también la cartera, una cartera que usé para pagar en la tienda y no me di cuenta de que no la debía de tener hasta ahora.
Mis cosas se teletransportan a mí, hay otras posibilidades, pero no es el momento ni el lugar para experimentar, necesito un lugar privado, próximo objetivo: un hotel para descansar y descubrir lo que sucede en mi cuerpo.
No pude llamar a la policía, espero que alguien más llame, pensé al irme.