Chereads / Sandman en YJ [Español] / Chapter 6 - Capítulo 6

Chapter 6 - Capítulo 6

Me volví a encontrar a la chica por cuarta vez en dos días, diría que el destino nos volvió a encontrar, pero este día cuando estaba buscando noticias de mi nuevo mundo tenía un ojo atento a ella.

Escuché disparos a dos calles y fui a ver qué sucedió. No estoy seguro aún por qué fui, yo no voy a posibles escenas del crimen donde acaba de haber un disparo. No sé si fue el destino, pero me la volví a encontrar.

Ahí estaba en un almacén oscuro arrodillado sobre una pierna enfrente de la chica que está en el suelo abrazándose a sí misma.

"Hola", dije suavemente.

La niña me ignoró.

"¿Estás bien?".

No importa lo que le diga no hace caso a nada de lo que sucede.

Hay una puerta donde se ve luz cruzándola. Se oyeron disparos desde este lugar y al entrar hay una niña traumatizada. Mi instinto me dice que cruzando la puerta, conseguiré respuestas, pero también me dice que no me gustará lo que vea.

Aun así crucé la puerta.

Cruzando la puerta se ve a un oficial de policía atado a una silla con la boca tapada por una cinta, chorreando sangre por la pierna derecha y por un costado de la cabeza, seguramente de un disparo. También se puede ver a dos personas en el suelo, uno cerca del policía y el otro junto a una pared, muertos por algo que los comprimió hasta que sus huesos fueron destrozados.

Tres personas muertas.

Hay lo suficiente para saber algunas cosas. Veamos lo que pudo haber sucedido.

1. La niña fue a la policía.

2. Los asesinos/secuestradores secuestran al policía y a la niña.

3. Torturan al policía enfrente de la niña para asustarla.

4. Matan al policía.

5. La niña usa posibles poderes para matar a los secuestradores o alguien los mata por ella.

6. La niña sale de la habitación traumatizada por lo que sucedió.

Suena un poco descabellado el punto cinco, pero ya descubrí en cuál mundo estoy, es el universo DC. Lo más probable es que la niña lo hizo, no sé qué poder tenga, pero por la forma en la que murieron diría que es algo como telequinesis.

Esto se complicó más de lo que esperaba. Sé que hubo disparos aquí, pero no esperaba ver tres personas muertas, una de ellas siendo oficial de policía.

Esperaba ayudar a la niña llevándola a la policía, darle dinero para que ella llegue sola o tal vez solo escuchar sus problemas y darle ánimos para que siga avanzando. No esto.

Todo se complicó, ahora de seguro soy el principal sospechoso de matar a dos personas o a las tres, solo hay dos personas que pudieron haberlo hecho y una está traumatizada por lo que sucedió. Y no solo eso, tampoco tengo una identificación que diga que soy un ciudadano de este país.

Entonces soy una persona sin identificación en una escena del crimen donde murieron tres personas con una niña traumatizada por la forma en que murieron y no hay ni una sola prueba que diga que soy inocente. 

Ella es una adolescente traumatizada, con familia, amigos y conocidos, que ya fue a la policía por algún motivo, posiblemente para avisar que la quieren secuestrar y está rodeada de tres cadáveres.

No hace falta ser un genio para ver cuál parece culpable. Esperaba ayudarla, pero no tanto como para ir a la cárcel por ella. No soy tan buen samaritano, claro, ella puede decirle a la policía que yo no lo hice, pero eso no significa que le vayan a hacer caso.

Volví a ponerme enfrente de la niña.

"¡Levántate!", dije con voz firme. No esperaba que me hiciera caso, pero no lo dije por eso, era una orden y un aviso de que la voy a levantar si me ignora.

Me ignoró como lo esperaba, entonces la agarré de las manos y la levanté y comenzamos a caminar hacia la salida, a la luz del sol que este lugar es deprimente.

La niña camina a duras penas como si fuera un zombie y si la hago caminar más rápido se caerá. Me molesta que vaya tan lento, pero lo bueno es que está caminando y no la tengo que cargar aunque sería más rápido si lo hiciera.

Nos llevé a la intersección de la calle, hay más luz que en el callejón, pero no está tan expuesta como a mitad de la calle.

"Quiero que me mires, vamos a jugar un juego así que escucha con atención".

"Tenemos que chocar las palmas, primero una mano y luego la otra, después de eso usamos el mismo lado de las manos para chocarla la misma cantidad siguiente, cuando terminemos una vuelta empezamos una nueva, pero con un número más de palmadas".

Le traté de explicar el juego, pero es difícil de explicar con solo palabras entonces le movía las manos mientras le explicaba para hacerme comprender mejor. 

"Bien, empecemos a jugar". 

"Uno". 

Íbamos un poco lento al principio, también estaba contando cada vuelta qué hacíamos para saber cuantas palmadas nos tocaba hacer. Pero lo que importaba es que estaba jugando. 

"Perdiste, otra vez juguemos". 

Seguimos jugando, juego tras juego, no importaba si alguien ganaba o perdía. Lo único que importaba es que dejara de pensar en los muertos del almacén.

"Ganaste. De nuevo".

Las partidas empezaron a durar cada vez más hasta que empecé a perder yo, cuando llegábamos a la vuelta quince perdía el ritmo y me ganaba poco después. 

Me molesta un poco que me esté ganando tan rápido, yo le enseñé el juego y ni media hora después ya me está ganando.

"Tienes algún lugar al que ir?", en cuanto le pregunté se quedó quieta y perdió el juego. 

"... No", contestó después de una pausa. 

Ya me está contestando, está funcionando jugar para distraerla de lo que sucedió.

"Sigamos jugando".

Seguimos jugando, pero en algunas partidas le hacía preguntas en vez de estar contando las vueltas que llevábamos. 

"¿Quieres que te lleve a la policía?". 

"No". 

"¿Tienes a alguien que te ayude? 

"No". 

Está comenzando a alterarse cada vez que le hago más preguntas, pero no podemos durar dos horas jugando mientras le hago preguntas de vez en cuando. 

Tampoco quiero estar aquí cuando llegue la policía, sí yo escuché los disparos de seguro alguien también y si ya llamaron a la policía ya estarán en camino. Última pregunta que le hago. 

"¿Quieres ir a Metrópolis para buscar a Superman conmigo?".

Hubo una notable pausa cuando hice esa pregunta, es bueno que le esté dando la merecida atención porque esto es importante. Que quede claro que gané ese juego.

Ya pensaba buscar a Superman cuando descubrí que existía, pensaba buscarlo cuando las cosas estuvieran más estables, pero parece que la niña necesita una super ayuda.

"Yo… creo que sí", susurró la última frase, mientras movía mucho su cabeza como si buscara algo.

"Bien, espérame tantito ahorita vuelvo", dije.

La invité a venir conmigo, pero la cosa es que no tengo un automóvil para ir a Metrópolis. Ya pensé cómo conseguir uno antes de preguntarle sí quería venir conmigo. Adivina quién tiene un carro que ya no necesita y está muerto a unos metros de mí.

Sí, le voy a robar a un muerto. Es la primera vez que le robo a un muerto y siento la emoción de hacer algo nuevo y en menor medida ilegal.

Es la misma habitación, la misma persona, el mismo día y aún así las cosas cambiaron tan rápido, en un momento solo quería respuestas y al siguiente me estoy preparando para profanar un cuerpo.

La primera vez no entré a la habitación completamente, no hizo falta, desde la puerta se alcanzaba a ver lo que sucedió. Ahora que entré pude notar el olor cobrizo de la sangre que salía de los muertos y era mucha sangre para que oliera desde la entrada.

El policía tiene un lado de la cara manchada de sangre y tiene toda la pierna del pantalón empapada de sangre y los secuestradores tienen un charco de sangre debajo de ellos que se está expandiendo lentamente.

Cada vez me acercaba más y lograba notar más detalles de los cuerpos, el policía murió con los ojos abiertos, tiene la mirada vacía y podría jurar que me está viendo. Los secuestradores fueron aplastados tan fuerte que hay huesos destrozados que atraviesan la piel, extremidades tan dobladas que ni un contorsionista podría hacer.

Me están dando náuseas por el olor y ver cómo murieron de una manera tan horrible, es posible que merecieran morir así por lo que han hecho (excepto el policía), pero me están dando ganas de vomitar por verlo.

Me detuve un segundo, respiré hondo e ignoré las muertes, tengo un trabajo que hacer y lo haré lo mejor que pueda, no importa cuánto me disguste.

Me acerqué al cadáver que tenía la pistola, revisé los bolsillos delanteros y traseros, pero no tenía nada, me quedé viendo unos segundos la pistola que traía, pero decidí postergar la decisión de llevármela.

Fui al otro cadáver, al revisarlo conseguí dos llaves de automóviles, uno con control de carro inalámbrico y por último, una pistola. Al final sí me llevé la pistola, el mundo es muy peligroso para andar desarmado. Especialmente, con mi suerte actual.

Al salir del almacén observé que mis manos tenían sangre pegadas en ellas, al inhalar hondo, las manos se ondularon, sucedió una vibración o algo parecido. No sé lo que sucedió pero en este momento tengo las manos limpias.

--------------------

"Ve a la tienda y consigue cosas para comer en el camino mientras lleno el tanque de gasolina", le dije a la niña.

Mientras ella iba a la tienda y yo rellenaba el carro de gasolina estaba pensando en mi "nuevo" automóvil, es de color negro, tiene el estilo de uno de 2019, está limpio, pero por dentro huele a cigarrillo.

Entre el color negro que es muy aburrido y el olor a cigarrillo que es asqueroso me gustaría cambiar el carro, pero eso es lo malo de los carros robados no puedes ir a la agencia de automóviles para cambiarlos. Una lástima de verdad.

Después de echar gasolina, poner un poco de aire a las llantas y observar el motor por si tiene algo malo. Es la hora de ir a la tienda y pagar las cosas que agarró. Seré honesto, no sé lo suficiente de motores para saber si algo está mal.

Al entrar a la tienda puedo ver a la niña en la caja sosteniendo ¿tres bolsas de papas grandes? ¿Eso es todo? Son bolsas grandes, pero eso no durará ni dos horas.

"¿Nunca has viajado a otra ciudad?", pregunté con genuina curiosidad.

"Tráete más cosas, ve por galletas, chocolates, jugos para beber, unos cacahuates y lo que encuentres en el camino", continué antes de que me contestara.

Cuando se fue a buscar las cosas que le pedí, me giré al cajero para preguntarle. "¿Venden fruta aquí?".

"No, en estas tiendas no venden frutas y verduras".

Asentí, en las tiendas de conveniencia pueden o no vender, así que es mejor preguntar que buscar por la tienda.

Observé la tienda para ver qué más nos puede hacer falta, al final conseguí unas botellas de agua, unos burritos, carne seca, jugos, chicles, unos panes de dulce y lo que agarró la niña.

Es probable que se me haya olvidado algo más, pero con esto es suficiente para el día de hoy.

Al pagar es impresionante que fueran menos de cien dólares, no sé en qué clase de mundo te puedes llevar veinte cosas y todavía te sobra cambio.

Antes de irnos le pedí una pluma y el ticket para apuntar el nombre del cajero. Aún no tengo dinero "real" así que efectivamente estoy cometiendo un robo, puede que el cajero no sepa que está siendo robado, pero al final del día cuando cierre la caja notará que le faltaran cien dólares más el cambio que me dio. Y estoy guardando el ticket con su nombre para ver si algún día le pago.

Estamos listos para irnos, ya tenemos comida y gasolina. Solo falta una cosa más.

"¿Sabes como activar el GPS?".

"Sí".

"Bien, dirígenos a Metrópolis, hogar de Superman".

Me confunde un poco la tecnología de esta Tierra, casi no hay personas usando un teléfono celular, pero tienen carros último modelo con GPS, las tiendas tienen aire acondicionado, pero no parece que tienen pagos con tarjetas.

La tecnología está por todos lados, en algunos están una década atrasada y en otros lugares están en el presente. Estoy esperando encontrar una tecnología del futuro que me haga dejar la boca abierta por lo impresionante que es.

Por ejemplo, en mi mundo al usar el GPS solo tienes que poner la dirección, especificar el vehículo que estás usando y darle listo. Aquí pulsó varios botones con figuras poco intuitivas (pulsó un triángulo, no sé qué loco puso un triángulo como símbolo), descargo el mapa (imagínate tener un GPS sin mapa) y jamás vi que pusiera la dirección y ya estamos listos para irnos. 

De locos la tecnología de este planeta.

--------------------

Finalmente, llegamos a la carretera, nos tomó un tiempo llegar, pero es sorprendente la cantidad de semáforos rojos que nos tocaron. Dos de cada diez semáforos estaban en verde, es sorprendente la mala coordinación que tienen los semáforos en ponerse en verde.

Desde que supe que mi Suerte está en cero no dejo de dudar en todas las cosas que pasan. Los semáforos estaban en rojo porque yo venía conduciendo por aquí o es pura casualidad. ¿Si yo tuviera una mejor Suerte los semáforos estarían en verde?

Tengo que subir mi estadística de Suerte unos cuantos puntos para no dudar que todo lo que está pasando es por mi mala Suerte.

Mientras pensaba en todo eso, llegamos a lo que llamo un desierto, no es un desierto real que contiene dunas de arena y kilómetros de arena suelta. Lo llamo desierto porque no hay civilización, hay pocos árboles, pasto verde con colores amarillos por falta de agua y si tienes buen ojo puedes encontrar algunos animales como correcaminos, conejos/liebres y hasta vacas si se escaparon de una granja cercana.

"¿Conoces a Superman?", me soltó la pregunta la niña cuando estaba mirando por su ventana.

"¿Qué?", contesté rápidamente. "Ah, no, no lo conozco", cuando logré entender lo que dijo. 

"Entonces, ¿por qué vamos a Metrópolis?".

"Vamos a buscar a Superman, dijiste que no querías ayuda de la policía, así que buscamos la siguiente mejor opción, Superman".

"Dijiste que no lo conoces".

"No lo conozco", en cuanto le contesté cambio a una mirada de "¿eres retrasado?".

"Si sabes que solo por decir que quieres ver a Superman no va a ir a verte, ¿verdad?", lo dijo de esa manera que se lo explicas a niños de preescolar.

Me encanta cómo los niños creen que son más inteligentes que tú cuando ven un error en tus pensamientos. Puedo pensar en seis maneras para que venga a mí en este justo momento, claro que solo funcionaría sí me puede escuchar. 

"No lo sabía, pensaba que cualquier turista que quisiera verlo solo tenía que decir Superman tres veces y él iría", contesté con la mayor ingenuidad que pude poner en mi voz. Cuando escuchó lo que dije frunció el ceño, parece que notó la burla en mis palabras.

"Entonces ¿cómo piensas hacer que nos vea?".

"Es muy sencillo, solo voy a susurrar su nombre real y decir que es Superman y esperar a que venga a por mí", abrió los ojos tan grande que su presencia cambió a una completamente seria.

"Tú… conoces la identidad secreta de Superman", dijo con un tono de asombro en su voz. Lo sé, soy impresionante.

"Sip", en cuanto le contesté sus ojos dejaron de brillar.

Hubo una notable pausa antes de que dijera algo.

"¡Estás mintiendo!", exclamó ella, parece que agregarle la "p" le quitó seriedad a la respuesta.

"¿Sobre qué?".

"¡Sobre saber la identidad secreta de Superman!".

"¿Por qué mentiría?".

"Porque nadie conoce la identidad de Superman. Pruébalo".

"No, gracias, prefiero mantener el secreto".

"Pruébalo o estás mintiendo".

Por cosas como estas extraño mi juventud, poder decir con tanta confianza tonterías como si fueran buenos argumentos. Poder tontear y hacer bromas sin preocupaciones sobre el mundo real.

"No puedo decirte, cuando descubres la identidad de un superhéroe haces un juramento de guardar el silencio".

"¿Un juramento?".

"Sí, un juramento mágico".

"Estás cambiando lo que estás diciendo".

"Todo juramento que haces es mágico, ¿no te lo enseñan en la primaria?".

Después de esto, la charla se fue desviando de Superman a la edad que ella tiene, que son catorce años, un poco sobre la escuela, está entrando a la preparatoria y por último sobre la importancia de los juramentos y la promesa más poderosa. La promesa del meñique.

Me dejó de hablar cuando le expliqué la importancia del juramento del meñique. Lo importante es que ya no preguntó sobre la identidad secreta de Superman. No es que me importe mucho personalmente, pero ya que le voy a pedir un favor no voy a estar divulgando sus secretos a cualquiera. 

Seguimos conduciendo por la carretera en un silencio relajante, observando la naturaleza de los alrededores mientras comemos papas fritas y cacahuates, disfrutando de la brisa del verano.

Hasta que unos minutos después volvió a hablar.

"Te quería agradecer por ayudarme, no sabía qué hacer, desde lo que sucedió en el almacén iba a esperar a que mi padre enviara a alguien más para llevarme con él… entonces gracias por sacarme de ahí".

Hubiera sido algo muy bonito de escuchar si no estuviera concentrado en algo muy importante, SU PADRE envió a alguien para secuestrarla, UN PADRE que sigue vivo, UN PADRE que enviará a más personas a por ella.

Esto lo cambia todo, ya no es un viaje tranquilo a Metrópolis, ahora es una persecución donde tengo que proteger a una niña de personas que demostraron que matarán si es necesario para lograr su objetivo.

En cuanto me di cuenta de eso, estacioné el carro en el lateral de la carretera, necesito escuchar la historia completa ahora. Sin distracciones.

"Cuéntame todo lo que sucedió desde el principio", dije con voz seria, se acabó la diversión hasta que esté seguro de que no vamos a morir hoy.

En ese momento hubo un cambio en mi cuerpo, que no noté porque tenía mi mente concentrada en lo que iba a decir la niña. Mi cuerpo creció algunos centímetros, mis músculos crecieron ligeramente, la ropa me quedó mejor y pareció que envejecí cinco años. Claro, no fue un gran cambio, pero si alguien lo viera en tiempo real pasé de verme como un joven terminando la adolescencia a un adulto en unos segundos.

"Yo… ", dudó ella, nerviosa por la intensidad de mi mirada. 

"Empieza desde el principio", dije. Respiró varias veces profundo tranquilizándose y empezó a contar su historia. 

"Ayer fui a la casa, había dos hombres con mi mamá, le agradecieron por cuidarme, pero dijeron que mi padre me buscaba…", cada palabra que decía iba saliendo más rápido que la anterior.

"Mataron a mamá, entonces huí, fui a un motel pero me encontraron, volví a escapar y fui a la policía pero no me creyeron cuando les dije lo que sucedió", empezó a lagrimear por el recuerdo. 

"Nos secuestraron al día siguiente y nos llevaron al almacén donde lo mataron porque le pedí ayuda", terminó la frase susurrando mientras grandes lágrimas corrieron por sus mejillas.

Me duele hacerla recordar su trauma pero necesito más información.

"¿Solo hubo dos secuestradores? ¿Nunca hubo un tercero?", pregunté preocupado por si alguien nos está siguiendo en este momento.

"No, solo ellos dos", susurró ella. Bien, no tenemos a alguien persiguiéndonos.

"¿Los viste haciendo una llamada informando la situación?".

"No que yo haya visto", respondió ella con una voz más fuerte. Es posible que su papá no sepa que sigue libre o que hayan muerto los secuestradores, deberíamos de tener unos días antes de que se enteren y nos vuelvan a perseguir.

"¿Sabes por qué tu padre quería secuestrarte?".

"No, mamá solo decía que era un hombre malo", contestó ella con una voz más tranquila, ya estaba dejando de llorar. Eso no dice mucho, puede ser un padre que abusó de su madre hasta alguien que trabaja en la mafia.

"¿Quieres agregar información que pueda ser útil?".

"Sí, ellos dijeron que era el momento de llevarme con mi padre", respondió ella. El momento de llevársela… no me dice mucho, pero lo que sí me dice es que van a venir más personas por ella si este es el momento de llevársela.

Cuando terminó el interrogatorio parpadeé por primera vez desde que empezó la historia. Lentamente mi apariencia cambió a la de un joven sin darme cuenta.

Me siento más tranquilo para conducir sabiendo que no tengo a un asesino persiguiéndome por la carretera el día de hoy. Me preocuparé en el camino y pensaré qué haremos mañana mientras tanto.

Agarré el volante, aceleré para meternos a la carretera y en cuanto subimos se escuchó un sonido fuerte detrás nuestro, unos metros después al sentir el carro inclinado y pesado supe lo que sucedió. Se reventó una llanta.

Volví a sacar el carro de la carretera. Solo espero que tengan otra llanta en el maletero.

"Lo siento por hacerte hablar sobre ello, pero creo que era necesario saberlo", dije con un poco de arrepentimiento.

"Si quieres estirar las piernas mientras cambio el neumático", le dije antes de bajarme del carro.

Al abrir la cajuela había varias cosas interesantes. Primero, herramientas, hay una pala cuadrada y otra redonda, un hacha de leñador, otra de bomberos y por último, una palanca. Segundo, un neumático, lo que necesitaba. Tercero, una bolsa grande negra.

Voy a cambiar primero el neumático antes de ver lo que contiene la bolsa.

Agarré la llave de cruz para quitar los tornillos del neumático, pero no podía aflojar los tornillos. Comencé a usar más fuerza, pero mis brazos se estaban desmoronando en arena por la fuerza que estaba ejerciendo. 

No sé si un cuerpo de arena es mejor que uno de carne, pero en este momento puedo decirte que es peor.

Solté la llave un segundo e inhalé un momento. Entonces me esforcé lo más fuerte que pude. No lo noté, pero absorbí la tierra debajo de mí para completar un cuerpo completamente de arena. Ya no había corazón, pulmones ni un estómago falsos, todo el cuerpo era arena comprimida hasta que ya no podía absorber más arena.

Con ese cuerpo más pesado y con mayor fuerza corporal, empecé a quitar los tornillos lo más rápido posible antes de tener que quitar ese peso de mi mente.

Mientras quitaba el neumático y ponía el otro, estaba pensando en que ya no tenemos otro y si otro se revienta nos quedaremos varados en el camino. 

Si tengo mala suerte tendremos que esperar a alguien que nos ayude. Cuando vi a la niña observándome trabajar se me ocurrió una idea mejor. 

Quién tiene mejor suerte que alguien que logró escapar de tres intentos de secuestro.

"¿Sabes manejar?" le pregunté a la niña.

"No, iban a enseñarme cuando tuviera dieciséis años", respondió ella. 

"Bueno, hoy es tu día de suerte. Hoy aprenderás".