Desde que reencarné en este mundo, una duda inundó mi mente: ¿qué motivo tengo para seguir adelante en un mundo donde mi única razón era cuidar de Hades? Pero ese pequeño lobo es capaz de cuidar de sí solo. Ya que, si yo ya no estoy, él solo estaría triste un tiempo pero seguiría con su vida.
Esto me llevó a preguntarme cuál era mi motivo en mi vida anterior y ni siquiera tuve que pensarlo mucho, ya que la respuesta era clara.
Cuidar de mi prometida Eleanor, una pequeña niña esclava que fue comprada por mi familia para convertirla en una sirvienta a mi servicio. Al principio, no le tomé importancia ya que para mí era solo otra sirvienta más, pero ella demostró una amabilidad que nunca comprendí.
Yo siempre tuve una vida bastante complicada por la presión que mis padres ponían en mí y por el constante abuso de mis hermanos, debido a la envidia que sentían por mí. Era un infierno.
Pero eleanor siempre trataba de hacerme sentir mejor, a pesar de que no tenía ninguna obligación de hacerlo. Su actitud amable, callada y un poco ruda siempre me reconfortaba; era una sensación que solo ella me daba.
Esto llevó a que me enamorara perdidamente de ella, y gracias a que ella poseía una magia muy rara, que era la de la luz, mis padres no se opusieron a mi matrimonio con ella. Por lo que, a pesar de ser de descendencia humilde, ella se convertiría en mi esposa.
O eso pensé, hasta que fui traicionado por esos bastardos que tenía como hermanos. Pero esto no fue lo que más me perturbó; lo que más me perturbó fue el bienestar de mi prometida: si ella estaría bien o si estaba enferma. Esas dudas me carcomían por las noches; el simple hecho de imaginar que ella estaba mal era como un veneno para mi corazón.
Por lo que, si alguien me daba la oportunidad de saber su estado, haría lo que fuera por esa mera calma mental.
¿Qué es lo peor que podría pasar, verdad?
(.....)
" Claro que se a qué te refieres por lo que empecemos de una vez aleph vereoti hagamos un trato."
Esas fueron las palabras que Rina me dijo y para ser sincero no me importaba Qué quería.
yo solo quería poder verificar si Eleanor estaba bien pero para Vien o para mal tenía escuchar primero.
" Entonces qué quieres. "
Pregunté para ir directamente al grano.
" Primero que nada te contaré una historia y después te contaré mi petición."
Dijo ella lo que causó una mueca en mi cara pero algo me decía que era importante por lo que tragándome mi disgusto simplemente asentí.
" Asé mucho tiempo hubo un dios de nombre agrona que tenía planeado conquistar el reino de los dioses por lo que descendió al mundo y conquistó un continente en el cual experimentó con sus habitantes volviéndolos híbridos entre basiliscos y humanos."
Dijo mientras así Una pausa para tomar aire al mismo tiempo que parecía pensar en las palabras.
" Con el pasar de los años agrona por medio de un ejército Pero afortunadamente los dioses detectaron tus planes a tiempo por lo que usando todo su poder lograrían acabar con él y sus espectros."
Ante estas palabras podía ver una cara de alivio en Rina como si esto fuera algo tranquilizante como si fuera algo menos.
" Pero lamentablemente no podían hacer nada contra los habitantes del continente Ya que en sí seguían siendo simples mortales pero lamentablemente estos mortales tenían la ideología de agrona de conquistar todo."
Después de escuchar esto entendí que Rina no podía contarme nada de manera directa por lo que me estaba dando a entender que pronto abriría un enfrentamiento contra este continente.
" Entiendo pero que tiene que ver esto con lo que me vas a pedir."
Pregunté poniendo máxima atención a los detalles ya que tenía que descifrar las respuestas por mí mismo.
" Alguien cercano para mí es un engranaje importante para el reloj de el continente no importa camino que tome el héroe engranaje siempre será puesto."
Iría reina y por lo que entendí alguien importante para ella sería usada para un plan del continente enemigo y no importa Qué haría ella o un tal héroe esa persona siempre caería en manos del enemigo por lo que comencé a imaginar qué es lo que quería.
" Entiendo, quien la captura."
Pregunté ya que lo más sencillo sería matar el problema de raíz pero nunca imaginé la respuesta que ella me daría.
" Tu."
" Yo."
Pregunté estupefacto pero rápidamente explicó el Por qué de esas palabras.
" No tu, más bien lo que habitaba ese cuerpo antes que tú."
" Si te preocupa que regrese eso no pasará su alma ya no existe más."
Dije ya que probablemente se refería a Nico quien me daba mala vibra de sus intenciones pero nuevamente ese no era el pedido.
" Oh no Claro que no regresará ya que gracias a que tú lo mataste el destino cambió pero aún así el engranaje sigue quedando en el mismo lugar por lo que lo que te pediré es algo egoísta pero estoy dispuesto a hacer lo que tú quieres a cambio de eso."
Derepente su voz se volvió sería y deprimida como si quisiera a toda Costa salvar a esa persona lo que mostraba su preocupación.
" Conoce a mi nieta y protegerla cuando llegue el momento a cambio te daré una información invaluable para ti."
Diría Rina con ojos llenos de desesperación pero no más que los míos por saber cómo estaba Eleanor por lo que sin dudarlo acepte.
" Está bien si está en mi poder la salvare pero."
Hice una pausa mientras la miraba fijamente y ella comprendió lo que quise decir por lo que en un solo segundo sacaría una esfera la cual me entregaría mientras susurraba unas palabras.
" Esto me lo entregó mi maestro vierte todo el Maná que tengas y piensa en la persona que quieres ver Pero te advierto lo que verás puede manchar tu alma."
Ante sus palabras no pude evitar tragar saliva ya que por primera vez en mi vida las palabras de alguien me asustaron pero ignorándolo rápidamente imbuiría todo mi Maná en el artefacto el cual lo absorbió como si fuera una esponja.
" Ten en cuenta que lo que verás ahí podría ser cualquier cosa."
La voz de rimas se desvaneció en un parloteo Mientras que mi mente se hacía borrosa múltiples tentáculos que enrollaban el artefacto se soltaron y se enrollaron en mí mientras todo a mi alrededor se volvía negro y mi conciencia era arrastrada a la reliquia.
'Qué es lo que deseas ver?' '¿Dónde deseas ir?'
Un solo pensamiento trajo recuerdos y emociones que estaba segura no haber sentido antes Sentí como si todo estuviera siendo absorbido lejos de mí y hacia la piedra mientras brillaba cada vez más hasta que su luz brillante envolvió la oscura extensión que me rodeaba.
Sentí una ráfaga, como si me estuvieran arrancando de mí misma y el tirón persistente en mi pecho finalmente cesó. Poco a poco, la luz fue menguando a medida que observaba mi nuevo entorno.
Estaba en una especie de habitación con cadenas y grilletes en las paredes de piedra. Parecía que estaba en una mazmorra. La habitación estaba en penumbra y yo estaba en un rincón lejano, cubierta por las sombras.
Un pequeño gemido de impotencia me llamó la atención. Cerca del centro de la habitación había un objeto negro que me dio un malestar en el corazón ya que lo reconocía perfectamente.
Me acerqué un poco más para verlo mejor. Mi corazón se paró. Mi visión vaciló mientras permaneciía inmóvil en el lugar. No podía respirar y mis manos temblaban cuando extendí los brazos. Esposada a la mesa de titanio, estaba Eleanor. Estaba tirando de las esposas de metal que se le clavaban en la piel pálida. Se quedó sin camisa, mostrando su estómago y su pecho agitado, los cuales tenían heridas semi profundas creadas por lo que parecía una herramienta mal afilada.
mientras se despertaba presa del pánico. La puerta de la habitación se abrió y varias personas entraron y mi sangre hirvió al reconocerlos como los mismos que me habían matado; ellos eran mis hermanos.
Traté de hacer algo pero era inútil, yo no estaba ahí, yo ya no existía.
No pude hacer nada.
No podía oírlos pero podía leer los labios. Él estaba diciendo que todo esto era por mí porque no quería doblegarse a él y todo por el estúpido amor que me tenía, pero ella respondió que prefería morir antes de traicionarme.
Al escuchar esto, mi corazón se encogió mientras la culpa me devoraba el alma. De repente, mi hermano mayor envolvería su daga en un líquido rojo que yo conocía como un veneno corrosivo, algo tan doloroso que haría llorar a cualquier hombre.
'Por favor, no.'
murmuraría para mí mismo mientras mis ojos se cristalizaban por la impotencia que tenía arraigada en mi pecho por los eventos sucedidos, pero mi atención fue arrastrada por la fuerza cuando note que ella grito. Él bastardo le había clavado la daga vuelta corrosiva en el muslo derecho mientras movía la daga de arriba hacia abajo, mientras el veneno borboteaba por dentro de su piel.
La estaba afectando internamente.
Eleanor soltó un jadeo y gritó de dolor. No era una agonía normal. Era el aullido de algo que se estaba muriendo. Las lágrimas se acumulaban en mis ojos mientras me acercaba a ella, sabiendo que nadie podía verme ni sentirme. Ella se retorcía de dolor insoportable y me llamaba. Sentí que todo mi ser estaba sufriendo.
'Estoy aquí. Estoy justo aquí.'
murmuré mientras una rabia, culpa e impotencia, que quemaban mi alma más que cualquier fuego que haya tocado mi piel antes. Alberto, esto no pude evitar rogar que ella aceptara cualquiera de esas condiciones, pero rápidamente acepté que ella nunca lo haría.
Su voluntad era inquebrantable y preferiría morir antes de hacer cualquier cosa que ella detestara; era algo que tanto me gustaba de ella, pero en este momento era algo que me atormentaba porque sabía cómo terminar
Pero después de unos segundos más en los cuales retorció la daga bañada en veneno, para segundos después la sacaría mientras preguntaba una segunda vez
'Entonces ya cambiaste de opinión. Si lo haces, vivirás igual o mejor como lo viviste cuando él estaba vivo. Tú solo tienes que aceptar que el era una porquería y maldecir en su tumba.'
Escupiría el mayor de mis hermanos, mientras que los otros dos se reían a carcajadas a espaldas de él, pero lo que él estaba pidiendo era algo que mi mundo consideraba como la mayor deshonra; querían manchar mi nombre y eso solo sería posible si mi prometida decía palabras despreciables de mí enfrente de mi tumba, enfrente de más gente, y por un momento quería que lo hiciera para que no la mataran, pero ella simplemente contesta.
'Púdrete, tú nunca serás ni una cuarta parte del hombre que él fue. Olvídate que todas las mujeres, incluso tu prometida, lo preferirían a él que a un impotente como tú.'
dijo mientras una sonrisa orgullosa se dibujaba en su rostro, como si hubiera pasado esa cantidad de tiempo conmigo, hubiera sido una bendición para ella. Para mí también lo habías ido pero en este momento me arrepiento con todas mis fuerzas por lo que eso le estaba provocando.
Ante las palabras de Ellie, Aldo, mi hermano mayor, golpearía el estómago con tanta fuerza que pude sentir como Eleanor se retorció de dolor.
'Maldita puta, no te creas tan especial, hay mujeres muchísimo mejor que tú.'
escupió Aldo con su orgullo herido, pero las siguientes palabras de mi amada Ellie eran una muestra de su amor por mí; pero al mismo tiempo fueron su condena.
'Ahí sí tienes razón, un montón de mujeres mucho mejores que yo en todo sentido: princesa, duquesa, e incluso gente con magia super rara e invaluable. Todas ellas se propusieron y todas fueron rechazadas.'
Hizo una pausa para tomar aire, ya que podía notar que estaba cansada, mientras que yo trataba de comprimir mis sentimientos.
'Yo lo amaba y lo seguiré amando porque yo soy de él. Lo he sido desde que fui traída a esta mansión, y ya sea en esta o en otra vida, yo solo le perteneceré a mi amo Aleph Vereoti, alguien que un patético como tú nunca podrá sustituir.'
Ante sus palabras, las lágrimas corrían por mi mejilla mientras me arrodillaba para estar cara a cara con ella.
'Yo igual te amo y siempre te amaré.'
dije mientras veía que Aldo, con su cara de un rojo intenso por la rabia y la ira, alzaba su cuchillo envuelto en su veneno burbujeante, el cual descendió al pecho de Eleanor atravesado, su corazón, con un ruido sordo y casi al mismo tiempo, mi corazón también se rompió.
'¡AAAAHHHHHHHH!'.
No podía hacer más que gritar, no podía hacer nada, no pude hacer nada más que hacer una simple promesa que consumiría mi alma por la rabia que sentía. Mientras que los hermoso ojos castaños del amor de mi vida se apagaban.
'No importa cómo, pero voy a matarlos.'