'Los voy a matar a todos, no importa lo que tenga que hacer. Esos bastardos morirán por mi mano.'
Dije mientras sangre salía de mi boca y de mis ojos por la tremenda ira que sentía. Incluso la rabia de Nico, que me parecía tan sorprendente, ahora parecía más que un mero fósforo durante el infierno que sentía en mi pecho.
Pero mientras me ahogaba en mis propios y envenenados pensamientos, una mente se juntó a la mía para tomar parte de mi dolor.
'Papá, ¿estás bien?'
Preguntó Hades, preocupado por el caos en mi alma y sentimientos que me estaban agobiando como una tormenta a una pequeña flor.
'Estoy bien, solo dame un poco de tiempo.'
Dije mentalmente mientras trataba de relajar mi mente, pero me era imposible apagar este odio o tan siquiera apaciguarlo; era como querer tapar el sol con un dedo, algo imposible.
Pero mientras limpiaba mis lágrimas, esta vez sería Rina quien hablaría, y tuve que usar cada gota de voluntad para no contestar de mala manera. Después de todo, ella no tiene la culpa; al contrario, me ayudó a descubrir esta cruda verdad.
'Sí.'
Dije mientras me levantaba del suelo con los ojos bañados en sangre. 'Entiendo lo que sientes, pero...'
Diría Rina, pero la interrumpí para hablar, ya que probablemente temía que ya no cumpliera mi promesa.
'Tranquila, cumpliré mi parte del trato, o al menos lo intentaré.'
Dije, ya que me era difícil imaginar viviendo mucho tiempo, ahora que sé toda la verdad. Pero, aún así, un trato era un trato y tenía que buscar la forma de regresar a mi antiguo mundo para matar a esos bastardos.
Pero las palabras que diría Rina a continuación fueron como una bendición para mis oídos en más de una manera.
'Gracias, pero no es lo que quería decirte.'
Dijo, llamando mi atención.
'Es sobre tu prometida.'
De repente, Rina se detuvo, ya que sintió mi presión y comprendió que usar el nombre, o tan siquiera mencionarla, podría significar su muerte, así que avanzó con precaución.
'Ella está aquí o al menos su alma.'
Ante estas palabras, todo se detuvo: el tiempo, el espacio, mi respiración, mis latidos, incluso mis pensamientos e ira, la cual había sido apagada como si se tratara de un mero fósforo. A una velocidad tan rápida que casi me rompo el cuello, giré para ver a Rina, quien parecía estar un poco nerviosa, ya que literalmente se estaba jugando la vida al decir esto.
'Explícame.'
Dije más como una orden que como petición, a lo que Rina rápidamente me explicó lo siguiente.
'Todas las almas reencarnan, más no con sus recuerdo. A diferencia de ti, que tu alma fue mandada a este mundo con todas tus memorias y experiencias.'
Dijo ella mientras me mostraba una silueta de un alma blanca pura, tan hermosa como solo una había visto en toda mi vida, pero cuando estuve a punto de preguntar en dónde se encontraba, ella me dijo algo que yo ya sabía, pero aún así no me importaba.
'Ten en cuenta que ya no es la misma persona; solamente tiene la misma alma, así que no te equivoques.'
'Lo sé, y créeme que entiendo muchísimo mejor de lo que lo entiendes tú.'
Respondí casi de inmediato ya que a pesar de comprender que ya no era la misma aún así seguía siendo su alma una hermosa tan hermosa y pura que Nadien tiene permitido tocar.
" Esta bien pero no puedo decirte dónde está ya que esto alteraría el futuro Pero no te preocupes tarde o temprano se conocerán Y créeme lo sabrás cuando la veas."
Dijo Rina a lo que no pude más que chasquear la boca en frustración pero no podía obligarla a decirme Pero había algo que yo sí tenía que hacer y era agradecer.
" Rina."
Hablé llamando la atención del anciana quien me voltea a ver a la espera de que yo hablara.
" Gracias en verdad gracias por ayudar prometo que haré todo lo posible por salvar a esa persona importante para ti."
PUNTO DE VISTA DE VIRION ERALITH
Ya hace una hora que Rina y el mocoso entraron para hablar sobre quién sabe qué, y aunque me molesta un poco no saber qué es lo que Rina trama, tengo que aceptar que si ella lo dice es por algo.
Pero lo que más llamaba mi atención eran las habilidades de Aleph, habilidades tan extrañas que me eran imposibles de comprender, una sustancia tan oscura como el mismo vacío, capaz de absorber cualquier rastro de luz.
Si Arthur era un ángel, este chico era un demonio, o esa es la impresión que este par me da. Me pregunto si se conocerán, me pregunté mientras esperaba sentado en una banca a unos cuantos metros de la casa de Rina. Pero cuando me disponía a seguir fantaseando, la puerta se abriría de golpe.
'Por fin terminan, eh.'
Dije mientras me levantaba de la banca para comenzar a caminar hacia ellos.
'Virion, ya terminamos. Necesito que lleves a Aleph al palacio y le presentes a Tessia.'
Diría rina, sorprendiéndome, ya que ella nunca había hecho una petición como esta. Pero antes de que pudiera preguntar, ella volvió a hablar.
'Tranquilo, no te estoy pidiendo que lo entrenes ni que le des hospedaje, solo necesito que le presentes a Tessia. Es importante, te lo prometo.'
Mientras decía esto, el mocoso comenzó a caminar rumbo a la ciudad nuevamente; supuse que era para que Rina y yo pudiéramos hablar más cómodamente, lo cual aproveché.
'¿Qué pasa a anciana? ¿Quieres hacer una apuesta de ver quién se queda con mi nieta?'
Dije burlonamente, ya que pensé que probablemente la presencia de este chico podría acelerar las cosas entre Arthur y Tessia. Nunca esperé las palabras de Rina.
'Jeje, Virion, por muy irresistible que sea mi querida Tessia, en el futuro solo hay un alma en este mundo capaz de iluminar y mantener a raya la oscuridad del alma de ese chico, y créeme, esa no es Tessia.'
Diría Rina con una sonrisa, pero esa sonrisa se desvaneció cuando dijo lo siguiente.
'No te hagas su enemigo, Virion. Ese chico no es como Arthur; si te interpones entre él y su objetivo, te eliminará sin pensarlo. Es como un dragón negro, indiferente ante todo, pero si lastimas o tocas lo que no debes, no habrá lugar en dónde esconderte.'
'Después de todo, la oscuridad lo abarca todo.'
Esas fueron las palabras que Rina me dijo como advertencia sobre Aleph, lo que me hizo preguntar si dejar que se acercara a mi nieta era una buena idea, pero según Rina, esto era algo que la beneficiaría a futuro, por lo que tendré que mantenerme al pendiente de sus movimientos.
'Oye, mocosa, está bien.'
Pregunté, ya que podía oler la sangre proveniente de él, pero no podía notar ninguna herida visible.
'Estoy bien, no tienes que preocuparte.'
Respondió con su ya habitual tono desinteresado mientras seguíamos avanzando rumbo al palacio donde se encontraba Tessia, y ya no tardaríamos mucho en llegar; después de todo, ya teníamos un par de horas caminando.
'Oye, mocoso, creo que no es necesario decirlo, pero si haces algo extraño a mi nieta, no lo dejaré pasar.'
Dije mientras desprendía mi intención asesina para amenazarlo, pero para mi sorpresa, poco o nada pude hacer, ya que el chico parecía en paz consigo mismo, como si hubiera recibido una noticia devastadora pero al mismo tiempo una tan buena que apaciguó el dolor.
'Tranquilo, anciano, no tengo intenciones de lastimar a tu nieta, solo necesito hacer algo y no me volverás a ver en un tiempo.'
Diría el chico justo antes de llegar al palacio, el cual era, si me permites decirlo, hermoso y majestuoso; algo que hasta el mocoso aceptó, por lo que dejaría pasar el tema, ya que no quería enemistarme con él por consejo de la misma reina.
'Bueno, como sea, bienvenido al castillo del reino de Elenoir.'
Dije mientras ambos caminamos hacia la entrada.