Un año y medio ha pasado desde que comencé mi entrenamiento con el ex rey Virion para aprender a administrar mi maná de mejor manera, ya que gastaba demasiado en cada hechizo, por muy sencillo que fuera pero ahora mi producción de maná y mi rendimiento incrementado enormemente.
Antes podía crear 20 caballeros de magma pero ahora puedo crear 40 esto solo usando mis anillos de Maná sin contar el núcleo algo de lo que estoy muy satisfecho.
También he logrado comprender más el comportamiento de Tessia, quien resultó ser una niña que irradia un aura sensible y emocional, algo muy encantador en una mujer a mi parecer. Y por lo que sé, está perdidamente enamorada de un tal Arthur Leywin.
Desafortunadamente para mí, cometí el error de preguntar y ahora creo que lo conozco más de lo que conozco a Tessia, de tanto que me habló de él.
Por otro lado, Hades ha estado creciendo adecuadamente gracias a todo el alimento.
Además debido a mi magia de oscuridad y de que dejé marcados varios lugares en el claro de las bestias, he podido continuar con mi trabajo como aventurero al mismo tiempo que continúo mi entrenamiento con el anciano. Pero actualmente me preparo para ir a Xyrus, ya que tengo algo que hacer en el gremio.
(.....)
'Entonces nos veremos en unos días.'
Dijo Virion, quien me había acompañado a la puerta principal junto a Tessia, quien estaba enojada porque me voy y no le avisé, aunque normalmente me voy sin que ellos se enteren, por lo que entiendo el enojo.
'Tal vez, depende de qué quiera el maestro del gremio.'
Respondí.
'Lo siento, Tessia, te seguiré ayudando cuando regrese.'
Tessia haría un puchero ante mis palabras, pero simplemente aceptó con la cabeza antes de darme un golpe en el hombro, demostrando su agresividad como siempre.
'Ten cuidado y no mates a Nadien, ¿quieres? No quiero tener que irte a visitar a prisión.'
Escupió Tessia con una sonrisa burlona, algo ya característico en nuestra relación. Éramos del tipo amigos que se tratan como basura pero con cariño.
'Por quién me tomas, princesa mimada.'
Respondí mientras me daba media vuelta.
'¡EHH, A QUIÉN LLAMAS PRINCESA MIMADA!'
Gritó enojada, más yo solamente seguí caminando, mientras oía a Virion reírse a carcajadas. Por otro lado, Hades, usando sus pequeñas patitas, se despedía de Tessia, con quien se había encariñado bastante.
'Adiós, Hades, No seas igual de idiota que tu papá.'
Dijo ella mientras le sonreía y a mí me daba una mirada como si estuviera viendo basura, obviamente este era un juego entre nosotros.
'Jejeje, Tessia es divertida, papá.'
Se rió el pequeño mientras ambos nos subimos al carruaje para dirigirnos al portal que nos llevaría a la ciudad flotante de Xyrus.
'Es una mujer agresiva.'
Respondí pero más nunca esperé la respuesta del Pequeño lobo.
'Pero mamá también era agresiva.'
De repente todo quedó en silencio; las palabras de Hades habían sido algo que no me esperaba. '¿Mamá? ¿A quién se refería?'
'¿Quién es mamá?'
Pregunté, ya que no tenía conocimiento de que él llamara mamá a alguien, por lo que pensé que tal vez me estaba perdiendo algo de su vida, lo que me hizo sentir mal, ya que hizo creer que era un terrible padre, pero sus siguientes palabras me impactaron.
'Mamá Ellie, ella solía golpearte, o eso es lo que tú recuerdas.'
Las palabras de Hades estaban cargadas de inocencia; claramente no sabía el peso que esas palabras ponían en mi pecho, por lo que, soltando un suspiro y acariciando su pequeña cabeza, simplemente respondí.
'Si no ponemos técnicos, en efecto, ella sería tu mamá.'
Dije mientras el carruaje avanzaba a través de la calle muy bien pavimentada. Solo minutos después, en los cuales Hades y yo seguiríamos hablando sobre el pasado, llegaríamos a la puerta de teleportación, donde, sin ningún problema, nos dejarían pasar, lo que provocó un poco de disgusto, pero después de un par de cachetadas, todo se resolvió.
Después de una sensación de mareo desagradable que me hizo arrepentirme de no haber puesto una marca rúnica en el gremio de aventureros, por fin llegaríamos a la famosa ciudad de Xyrus.
'Este lugar me causa vértigo.'
Dijo Hades mientras se posaba en mi hombro.
'Siii, que una ciudad esté sobre una roca que no saben cómo carajos está flotando no te da mucha confianza.'
Dije mientras bajaba del carruaje y le agradecía al tipo que nos había traído, quien amablemente asintió y, sin perder tiempo, comenzaría a caminar hacia el gremio.
Pero debido a que había salido del portal de los carruajes que se encontraba al norte de la ciudad, tendría que caminar algo hasta llegar y, como la magia estaba prohibida, no me quedó otra más que aguantar.
'Entonces, papá está seguro.'
De repente Hades habló con tono curioso, por lo que inconscientemente lo miré en busca de que me explique de qué hablaba.
'¿De qué?'
Pregunté, pero hoy Hades me estaba sorprendiendo con cada una de sus preguntas.
'De no acercarte a mamá en esta vida.'
De repente, una presión en mi pecho se hizo presente ante las palabras del pequeño, ya que él tenía razón; yo había decidido no involucrarme con la persona que tuviera el alma de Eleanor, ya que temía que volviera a pasar lo ocurrido en mi antiguo mundo. Por lo que simplemente la protegería en las sombras, pero esto a Hades no le parecía correcto.
'Sí, estoy seguro.'
Respondí, a lo que Hades no estaba muy de acuerdo, ya que debido a mis fuertes emociones por Eleanor, él también le tenía un cariño inmenso, a pesar de nunca haberla conocido.
'Pero mamá no estaría de acuerdo.'
Argumentó, pero esto me hizo enojar, ya que él tenía razón; ella no quería esto, pero yo no quería que volviera a pasar por tal suceso en esta vida. Pero cuando estuve a punto de decirle que parara, una onda de maná casi imperceptible se sintió a unas cuantas calles.
'Mmm, maná. Pensé que no se podía usar en la ciudad.'
se preguntó Hades, así mismo más que a mí, pero al igual que él estaba curioso, algo extraño, ya que normalmente este tipo de cosas no me importarían, pero esta ocasión era diferente; sentí que debía investigar esta situación.
'Vamos.'
Respondería mi perruno hijo a mis pensamientos.
'Pero tenemos que ir al gremio.'
Dije tratando de negarme por alguna razón, pero la lógica de mi hijo lobo era infalible.
'Que se joda el cuatro ojos; tengo el presentimiento de que esto es mucho más importante.'
Diría El pequeño hades antes de salir disparado hacia mi izquierda, ignorándome por completo, lo que me hizo pensar.
'Tal vez está en su fase rebelde.'
Pensé mientras comenzaba a caminar detrás de él, mientras la gente lo veía pasar y decía lo adorable que era, aunque esto era porque estaba en su forma de cachorro; y solo supieran que es un jodido lobo de un metro ochenta que le fascina comer bestias de rango A como sí de simples consejos se trataran. Pero mientras caminaba, no pude evitar pensar en las palabras de Hades.
Mama no estaría de acuerdo.
Estas palabras eran ciertas; ella no estaría de acuerdo, pero no tenía ningún derecho a querer volver a involucrarme con ella. Después de todo, todo ese dolor que esos malditos le causaron fue por mi culpa, porque yo la quería. Si no hubiera sido por mí, tal vez ella aún seguiría viva. Pero cuando estaba a punto de sumergirme en mis pensamientos, una rabia descontrolada invadió mi ser, pero casi de inmediato me percaté de que esto no era mío.
'¿Hades, qué pasa?'
Dije mentalmente al sentir las emociones de odio de mi pequeño lobo, aunque no estaba preocupado ya que estaba 100% seguro de que él podría defenderse de cualquiera sin ningún problema.
'¡Papá Ben, rápido!'
Gritaría Hades, lo que me dio un mal presentimiento. Por lo que, ignorando las leyes, usaría impulso de trueno, envolviéndome en relámpagos naranjas para potenciar mi velocidad y empezar a moverme, ya que el pequeño se había alejado demasiado.
'Hades, ¿qué pasa? Contesta.'
Grité mentalmente mientras me acercaba, solo para sentir la firma de cinco personas, además de Hades, quien no me contestó ya que estaba 100% concentrado en proteger a una de las cinco personas. Por lo que, una vez llegué al callejón donde se encontraba, pude ver cómo un hombre de casi un metro ochenta alzaba una masa envuelta en relámpagos naranjas con la intención de aplastar a una pequeña niña, la cual estaba siendo protegida por Hades.
'Hijo de puta.'
Dije mientras que, con un movimiento de mano, el piso debajo de la joven se agrietaría, comenzando a arder, de donde saldrían dos caballeros de magma, los cuales impactarían sus puños contra el hombre, mandando a volar a donde se encontraban sus otros compañeros, quienes tenían a una mujer de cabello castaño rojizo y ojos castaño, algo lastimada.
'Hades, ¿qué está pasando a Qui?'
Exigiría respuestas mientras me ponía al lado de la joven, quien estaba temblando de miedo, pero no por ella, sino por lo que le podría pasar a quien intuí era su madre. Pero antes de que Hades pudiera contestar, unas pequeñas manos tomarían mi camisa.
'Por favor, por favor, ayuda a mi mamá.'
Rogaría la chica que se encontraba a mi lado, pero un escalofrío recorrió mi columna vertebral al reconocer una voz, una voz que nunca olvidaré. Vacilante, mi mirada se dirigiría a la joven solo para toparme con un cabello castaño brillante y unos ojos color almendra que nunca olvidaría. Mi respiración se cortó y podía sentir cómo una lágrima involuntaria caía por mi ojo.
'Eleanor.'
Dije mentalmente, ya que no había duda: era ella. No solo físicamente era idéntica, sino que su inconfundible alma pura estaba enfrente de mí. Pero a pesar de las miles de preguntas, como por qué parecía como era nuestra antigua vida, por qué parecía tener ocho o nueve años o qué estaba pasando, todo eso quedó en segundo plano cuando me percaté de que en su mejilla izquierda había un rasguño.
'Hades.'
Hablé, mientras que mi mente se oscurecía.
'Sí, papá.'
Contestó el pequeño de inmediato.
'Protégela.'
Ordené mientras me ponía de pie y creaba una docena de caballeros de magma para la seguridad de la pequeña, mientras que mis ojos comenzaban a arder y un resplandor rojo resaltaba de ellos.
'No te metas, mocoso. Este es un asunto del mago de la corte real; si te interpones, perderás la cabeza.'
Escupiría el hombre tratando de asustarme, pero para su desgracia, su vida acabaría aquí. Ellos se atrevieron a tocar algo que no debieron, y eso me enferma, pensé mientras un aura oscura comenzaba a rodearme y mis sombras comenzaban a burbujear, tanto por la sangre de hierro como por la magia de oscuridad, mientras que las llamas naranjas que me rodeaban eran sustituidas por fuego del alma.
*Sangre viltra*