Los magos en Íseldur, o mejor dicho, en mi antiguo mundo, ya nacían con un corazón de Maná, el cual no contaba con ningún anillo, pero, debido a que un niño no era capaz de comprender ni de usar el Maná, este corazón se mantenía intacto hasta que cumplían ocho o diez años, la edad en la que eran capaces de comprender y usarlo.
La formación de los anillos era un proceso difícil y peligroso ya que, si se hacía con un cuerpo débil, podrías incluso morir; por lo que debías conocer muy bien tus límites. Un ejemplo sería que formar un solo anillo era una proeza a la edad de diez años, y la cantidad máxima que un humano había alcanzado era de ocho anillos.
Esto era algo considerado una calamidad, y solo cuatro personas en el mundo lo habían conseguido, y una de ellas era mi padre.
Él siempre decía que yo sería el siguiente en alcanzar ese nivel, ya que a la edad de catorce años había logrado formar tres anillos, y él pensaba que cuando cumpliera dieciocho, tal vez alcanzaría cuatro o cinco anillos. Lamentablemente, nunca lo descubriremos.
Ya que ahora soy un mago de Dicathen.
(.....)
Tres días habían pasado desde que conocí a Virion Eralith, un anciano elfo, quien me propuso reunirme con una amiga de él que resultó ser una vidente. Esto me dio una pequeña esperanza para descubrir cómo se encontraba mi amada Eleanor, y aunque ella quería algo a cambio, no me importaba lo que quisiera, siempre y cuando pudiera descubrir si ella estaba bien; estaría dispuesta a cualquier cosa.
'Entonces dime, anciano, ¿qué tan fuerte eres?' Pregunté a Virion, quien se encontraba enfrente de mí viendo el paisaje.
'¿Qué te interesa, un duelo?' preguntó con interés el anciano elfo.
'Sí, pero en otro momento, que no estemos en medio de un precipicio.' Dije mientras asomaba mi cabeza por una caída mortal.
'Jajaja, eres un aburrido mocoso, pero respondiendo a tu pregunta, soy plata intermedio.'
Respondió él, mientras que yo no pude evitar pensar que el nivel plata era equiparable a cuatro anillos de Maná, por lo que el blanco debería ser cinco o seis; lo que me lleva a pensar que alguien de ocho anillos sería invencible en este mundo.
'Ya veo, ¿cuánto tiempo te llevó llegar a ese nivel?'
pregunté..
'Mmm, lo alcancé a la edad de veintitrés años.'
Respondió él, lo que me sorprendió, ya que parecía tener cerca de unos setenta u ochenta años, lo que no tenía sentido, ya que en ese tiempo debió alcanzar la etapa blanca, ya que podía sentir que fácilmente él era una de las personas más talentosas que he conocido en este mundo.
'O sea que te estancaste ahí durante tanto tiempo.'
Dije mientras examinaba las posibilidades del por qué de esto.
'Jejeje, lamentablemente sí.'
'Mmm, ya veo.'
Dije, mientras comenzaba a pensar que no podría alcanzar la etapa blanca, pero haciendo un cálculo rápido, incluso si no alcanzara a la etapa blanca, mientras alcanzara la etapa plateada y usara la sangre Viltra, fácilmente podría derrotar o igualar a un núcleo blanco, por lo que no habría muchos problemas.
Después de esto, pasarían unas horas hasta que llegaríamos a una ciudad llamada Xyrus, tiempo en el cual Hades se pasó durmiendo en mi pecho, ya que devorar a esas personas le dio mucho sueño; aunque eso era porque estaba asimilando el Maná consumido.
'Entonces, ¿qué hacemos aquí? Pensé que iríamos a Elenoir.'
Dije sintiéndome un poco raro, ya que este nombre se parecía mucho al de ella, solo que con unas diferencias imperceptibles.
'Tranquilo, mocoso, tenemos que ir a través de una puerta de teleportación, o de lo contrario tardaríamos semanas en llegar.'
Respondió el anciano mientras le encargaba a otros elfos el cuidado de los esclavos que había rescatado hace tres noches.
'Bueno, como sea, mejor démonos prisa, ya que quiero llevarte ahí hoy.'
'Entonces, guíame y yo te seguiré.'
Respondí solo para segundos después comenzar a caminar detrás de él hacia lo que parecía un portal de una mezcla de colores, en el cual, sin mediar palabras, tanto el anciano elfo como yo ingresaríamos, y nada más entrar, una sensación de mareo y vértigo me golpeó, aunque nada insoportable.
" Baya que asco de teleportación."
Dije ya que incluso la transportación de mi oscuridad era mejor pero lamentablemente para usarla tenía que dejar runas hechas de mi magia en el lugar el que quería teleportarme pero después de sacudirme un poco mis ojos te clavaron en el paisaje.
Impecable.
Esa fue la palabra que apareció en mi cabeza, al mirar la ciudad élfica. Lo que veo ante mí son edificios que parecen estar hechos de un material similar al jade. Estos edificios de jade parecían estar tallados en una sola piedra enorme. Las estructuras estaban desprovistas de grietas o cualquier otra mancha que normalmente pasaría con el tiempo.
Lo que hacía que este lugar se vea aún más impresionante fueron los enormes árboles que se entrelazaron con los edificios, dando a esta ciudad una apariencia más magnífica y natural. Mirando hacia las ramas inmensamente gruesas, que se extendían desde los gruesos troncos aún más gruesos que los edificios, parecían muchas casas con humo saliendo de sus chimeneas.
El suelo de esta ciudad estaba cubierto de exuberantes hierbas, con solo las aceras estrechas y el camino principal hecha de una piedra lisa. La mayor parte de la ciudad estaba cubierta de sombra debido a las gruesas ramas que se desplegaban de los árboles, pero la ciudad misma emitía un cálido resplandor luminiscente de lo que parecían orbes de luz flotantes salpicando la ciudad. Ante esta hermosa vista solo podía describirlo como perfecto.
'Un lugar muy hermoso y pacífico.'
Dije mientras comenzaba a caminar con el anciano, pero al llegar a la ciudad, múltiples ojos se clavaron en nosotros. Pero, para ser más específicos, se clavaron en mí.
'Los humanos no son muy queridos aquí, ¿verdad?'
pregunté.
'Bueno, actualmente no hay tantos problemas, pero tú emanas un aura súper agresiva, por lo que no te sorprendas de que la gente te mire.'
Diría Virion, lo que me sorprendió, ya que pensé que ocultaba mi aura, pero al parecer no soy tan bueno como creía.
'Ya veo.'
Dije mientras ignoraba las miradas para continuar caminando a través de la ciudad, pero esta vez alguien intervino, directamente un joven de unos años mayor que este cuerpo y un anciano.
'Saludos, anciano Virion.'
Saludarían ambos al unísono, a lo que Virion simplemente asintió.
'Veo que planeas tomar a otro humano como discípulo, ¿eh?'.
siseó él elfo mayor con desdén por mí, pero cuando me disponía a negarme a esa afirmación, el tipo empezó a hablar.
'¿Por qué no tomas a mi sobrino como tu discípulo, quien es superior a este humano en todo sentido?'
Escupió mientras me miraba hacia abajo y justo en este momento Hades despertó solo para oír las palabras de este tipo.
'Ehhh, ¿quién se cree este orejón? Papá es mejor que ese enano en todo, ¿eh? Incluso más guapo, aunque esto es porque tu alma está moldeando el cuerpo, pero son detalles.'
Dijo mi hijo perruno, quien moría por salir y arrancarle la cabeza a ese elfo, pero se lo impedí, ya que una cosa era matar traficantes y otra muy distinta era lastimar a inocentes, idiotas pero inocentes.
'Mmm, sí que tienes confianza en el joven para hacer una afirmación así.'
Contestó Virion por fin, pero algo en su tono no me gustó. Algo me decía que esto iba para largo, así que en ver, tratar de evitarlo decidí acabar más rápido con lo que sea que este anciano esté pensando.
'Claro que sí, mi nieto es simplemente superior. Es más, ¿por qué no hacemos una apuesta? ¿Qué tal si se enfrentan? Y si mi nieto gana, lo volverás tu alumno.'
Dijo el elfo, empapado en confianza, mientras que Virion me lanzaba una mirada que decía 'solo no lo mates', a lo que con un suspiro accedí para podernos ir rápidamente.
'Entonces, ¿de qué tipo de duelo hablamos?' Pregunté, ya que no sabía nada de las tradiciones élficas, a lo que Virion me explicó que tenía que demostrar un hechizo genial y ya.
'Ok, puedo hacer eso.'
Dije mientras nos dirigíamos al campo de entrenamiento más cercano, el cual estaba a unos minutos de distancia, al cual nos pondríamos en nuestra posición nada más llegar.
'No llores cuando pierdas.'
Diría el elfo joven, que había estado callado todo este tiempo, pero ahora estaba con una sonrisa confiada, empapado en soberbia a pesar de solo ser un mero núcleo rojo estable.
'Papá, ¿y si lo matamos?'
Preguntó Hades.
'No.'
Respondí.
'Bueno, que el duelo comience.'
Ordenaría Virion, a lo que el primero en moverse fue el elfo de cabello café y ojos azules del cual ni siquiera sabía cuál era su nombre pero no era necesario ya que no lo volvería a ver, pensé mientras el Maná de agua se juntaba en su varita solo para segundos después comenzar a formar múltiples esferas de agua condensadas las cuales se movería a nuestro alrededor en un ritmo lento pero elegante y para ser sinceros me moría por saber qué pasaría a continuación.
" Supera eso."
Dijo el elfo castaño.
" ? Que eso es todo."
Dije completamente decepcionado ya que sinceramente esperaba más Pero supongo que la imaginación de un niño de 10 años no es la mejor que digamos.
" Mmm bueno aquí vamos."
Murmuraría mientras la temperatura del ambiente comenzaba a subir y la tierra a temblar de la cual saldrían una docena de caballero de magma los cuales se pondrían en posición de ataque como si fueran unas estatuas mientras que por el otro lado un dragón de tierra en vuelto en relámpagos naranjas se alzada majestuosamente.
" Papá estás bien."
Pregunto Hades ya que me estaba temblando las piernas por haber usado tanto Maná de golpe.
" Si estoy bien."
Respondí mientras me miraba para ver a virion quien no estaba tan sorprendido pero no podía desir mucho del niño y el elfo quienes estaban atónitos pero antes de que pasará cualquier cosa virion hablo.
" Bueno no hace falta decir quién ganó verdad vámonos."
Diría el anciano sin mediar palabra ni dejarlos hablar a lo que rápidamente obedecí corriendo detrás de él ya que no quería volver a escuchar a este par de engreídos aunque me sentía un poco mal por haber gastado tanto Maná en algo tan inútil.
" Tengo que admitir que se fue bastante sorprendente nunca imaginé que alguien de un núcleo naranja estable pudiera tener tanto mana."
" Supongo que es suerte."
Respondí pero él tenía razón si no hubiera tenido los anillos de Maná probablemente me hubiera desmayado al crear los soldados pero esto demostraba que entre más anillos lograra formar más Maná podría usar pero para crear un tercer anillo tendría que usar un núcleo de Rango s algo que no es muy común.
Pero más importante después de todo ese sirco, virion Hades y yo por fin saldríamos de la ciudad solo para caminar un par de horas asta llegar a una cadena que emanaba una aura de que una bruja vivía ahí.
" Por fin llegamos."
Diría virion quién se disponía a patalear la puerta pero justamente cuando su pie estaba a punto de tocar la madera la puerta se abrió de golpe sorprendiéndonos a todos y detrás de ella una anciana de ojos color verde rojo y amarillo o más bien una mezcla de estos tres con el cabello gris y una sonrisa habló.
" Virion vete tengo algo que hablar con el muchacho."
Diría la anciana secamente algo que me pareció bien ya que no quería alargar más esto.
" Hehe, En serio no puedo escuchar."
Se quejó el anciano a lo que la anciana simplemente negó y le dijo que se fuera rápido a lo cual el viejo aceptó de mala gana mientras que la anciana ahora conocida como Rina me invitaba a pasar.
" Disculpa la rudeza pero entiendo que lo prefieres así, no."
Preguntó.
"No te preocupes tienes razón no me gusta andarme con rodeos."
Dije mientras me sentaba en un sofá y Rina en el de enfrente y las siguientes palabras comenzaron esta plática la cual me había hecho venir hasta aquí.
" Es un gusto conocerte Aleph vereoti."
Dijo pero no como una persona normal lo diría sino más bien como si supiera Quién era Y de dónde venía a lo cual contesté.
" Un placer pero dime puedes hacerlo Me imagino que ya sabes a qué me refiero."
Pregunté.
" Claro que se A qué te refieres por lo que empecemos de una vez aleph vereoti hagamos un trato."