—La música sutil de fondo se mezclaba con los sonidos destellantes de las cámaras de los paparazzi —Gabriel caminaba por la alfombra de la entrada, Angelina a su lado.
Sin embargo, en lugar de su cita, sus ojos recorrían los rostros de la gente, buscando a cierta persona.
No tardó mucho antes de que encontrara el objeto de su búsqueda.
—Leonica —era el objeto de su búsqueda.
Y cuánto más la observaba, más difícil se le hacía luchar contra el hecho de lo deslumbrante que se veía en su vestido esta noche.
Era diferente a cómo la había visto la última vez. Esta vez, ella tenía una sonrisa en sus labios, luciendo despreocupada y feliz. Esa mirada, sin embargo, se desvaneció en cuanto sus ojos se posaron en él.
No podía culparla, ya que sus propios labios se habían tensado y sus mandíbulas apretadas, el sentimiento de odio entre ellos era mutuo.
—¿Gabriel? —la voz de Angelina lo alejó de la escena del frente.