—Sra. Fernández... esas...
—Siguiendo la dirección de la mirada de su mánager, la morena se rió entre dientes —Oh, no te preocupes, no son reales —Metiendo la mano en su bolso, sacó toallitas húmedas y las arrastró sobre su piel, limpiando el maquillaje para revelar su piel sin marcas debajo.
—Su mánager la miró, confundido.
—No entenderías —Tirando las toallitas al suelo con una mano, le dio una palmada en la cabeza al inocente adolescente con la otra —Ahora dile al conductor que nos lleve al estudio, no quiero llegar más tarde de la hora programada.
—S-sí señora.
—Con eso, el coche empezó a alejarse, mientras Angelina sonreía por su última victoria.
*~*
—Sentada frente a su espejo de maquillaje con una brocha en la mano, Leonica sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.