Había pasado media hora y los tres se habían acomodado con la reunión comenzando la mayor parte de su proceso, si es que no se acercaba ya a su fin, pero Leonica no podía dejar de lanzar ocasionales miradas de soslayo en dirección a Arvan.
Esto, por supuesto, no pasó desapercibido para Gabriel, haciendo que su agarre se tensara alrededor del borde del asa de su silla.
—...así que para que la paz reine y todo vuelva a ser como antes, tanto en la industria empresarial como en la sociedad en general, he decidido intervenir y sugerir una propuesta algo... complicada. —Los ojos de Arvan escudriñaron las figuras de ambos CEO, que parecían serios, solo que esta vez se detuvo más en Leonica antes de apartar la vista.
—¿Y cuál sería esa propuesta? —Leonica hizo la pregunta por ambos CEO.