Rae inspeccionó a Karl en busca de cambios, ya que podía sentir que tenía nuevas habilidades activas en el equipo.
—Ya sabes, te estás ensanchando en vez de crecer en altura —observó.
—Todavía no he terminado de crecer. Los humanos no terminamos de crecer hasta los veinte años, más o menos. Los hombres alcanzan toda su altura pronto, luego se llenan de músculo —explicó Karl.
—Sí, pero mírate, y luego a los otros hombres humanos. Todos son tan delgados. Apenas más gruesos que las mujeres, solo más grandes. Los Macho Araña Sangrienta son mucho menores, usualmente no crecen mucho más que Cara. Pero cuanto más barba tienes, más ancho eres.
—¿Sospechas que no soy humano? —sonrió Karl.
Rae se encogió de hombros, luego admiró la forma en que su cuerpo modificado se movía y lo hizo de nuevo para el efecto.
—Nadie te confundiría con uno en la oscuridad. No hueles a humano. Solo hueles a Karl.
Karl lo pensó unos segundos, luego se encogió de hombros, imitando el movimiento de Rae.