—Necesitaremos acabar con los ciclones pronto —señaló Remi.
Su poder comenzaba a agotarla, mientras que Halcón estaba inestable después de su evolución.
Así que era hora de que los demás comenzaran a luchar de nuevo y no depender sólo de los tres con los efectos de área más grandes.
—Los vórtices están cayendo ahora. Prepárense para enfrentar lo que sea que esté vivo del otro lado —advirtió Karl.
No había nada. Los vórtices habían matado cualquier cosa que se hubiera acercado a menos de cuarenta metros de ellos. Pero mantenía a los soldados Sátiros alerta, por si acaso algo había escapado al aviso de Karl.
Durante los primeros minutos, no se acercó nada. Entonces Karl vio que algunos grupos de los Jabalíes Gigantes blindados se habían dado cuenta del cambio en la estrategia defensiva y se dirigían hacia la granja.
Eran solo media docena de jabalíes y dos Cíclopes de su lado, pero los Sátiros ya parecían nerviosos ante la situación.