Después de levantarse por la mañana, la carretera comenzó a llevarlos hacia el noreste a lo largo de la orilla de un gran río. Oakhamping, la siguiente ciudad importante en la ruta, estaba construida a lo largo de las orillas para que pudieran tener abundante agua fresca, pero Karl se preguntaba si tendrían problemas con las inundaciones de primavera.
La propia carretera estaba en mal estado, pero mostraba signos de haber sido arreglada. Había marcas de arrastre donde algo grande, tal vez un grupo de troncos, había sido arrastrado por la superficie embarrada de la carretera para aplanarla.
El tráfico era ligero y los campos estaban más concurridos, con más ganado y menos cultivos de legumbres. Eso hacía que el área se sintiera más viva, incluso si el ambiente todavía se sentía algo hostil para Karl.
No había una buena razón para ello que él pudiera discernir. La gente era lo suficientemente amable y feliz de verlo, pero tenía la sensación de que la misma tierra lo rechazaba.
